sesenta y uno
Llegué a mi departamento y le conté todo a Rodri, él parecía contento al escucharme hablar de mi mañana
—Debí acompañarte. — dijo mientras desayunábamos
—Está bien, estabas cansado y yo prefería que descansaras.— sonreí —Además las cosas salieron bien por fortuna.—
Seguimos desayunando mientras cambiábamos de tema, él me contó que cuando despertó tenía un mensaje de Ari donde le mandaba una foto que había tomado en una tienda de maquillaje donde salía yo como modelo en la publicidad de unos cosméticos
—¿No le has dicho que somos novios, verdad?.— cuestioné amenazándolo con mi tenedor que tenía aun un poco de hot cake en él, Rodri se burló
—Ari no es de mis amigas cercanas, si le dijera a alguien no sería a ella.— aclaró entre risas —Te lo recuerdo de nuevo, te besé frente a millones de espectadores, ellos sacan sus conclusiones.—
En eso tenía razón así que simplemente dejé de amenazarlo y seguí comiendo con normalidad. Cuando terminé saqué de mi bolso aquella tarjeta de presentación que me habían dado esta mañana
—¿Vas a llamar?.— cuestionó y asentí aunque con duda
—Tener una nueva manager suena complicado, Rebe se convirtió en más que eso y aunque sé que es momento de avanzar me siento rara.— conté —¿Tú que harías?.—
—Rebecca es parte importante de tu vida pero creo que es momento de dejarla, ella jamás dejará de ser especial para vos ni dejará de ser tu amiga.— respondió —Podes darle una oportunidad a la manager que te recomendaron, conocela y si no funciona podes buscar una con la que te sientas cómoda. Recuerda que Rebecca también sigue creciendo laboralmente aunque ya no trabaje con vos, debes hacer lo mismo.—
Tenía razón así que asentí con una sonrisa y me dispuse a sacar mi celular para llamar al número que había en aquella tarjeta. Esperé unos segundos hasta que escuché que respondieron
—Oficinas de la señora Lira.— respondió una voz que claramente fingía el tono
—Eh si, soy ______, la modelo internacional.— dije intentando concentrarme aunque la voz me seguía pareciendo extraña —El presidente de la empresa....—
—¿Le dio mi tarjeta?.— cuestionó interrumpiendo, ni siquiera me había permitido decir el nombre de la empresa , había cambiado su tono a uno más normal —Digo...—
Miré a Rodri con duda, no tenía el altavoz así que no podía escuchar lo que pasaba en la llamada pero sin duda era extraño
—¿Podría agendar una cita para verla y hablar sobre trabajar juntas?. — pedí un tanto incómoda, ahora estaba dudando seriamente si seguir con esto pero debía aferrarme a la idea de que el presidente dijo que era la mejor manager que conocía
—Claro, deme su dirección y voy para allá. — exclamó inmediatamente
—¿No sería mejor que nos viéramos en su oficina?. — cuestioné confundida
—Ah si, la oficina. — dijo como si lo hubiera recordado —Mejor veámonos en un café. —
—Bien, envíame la dirección y estaré allá. — dije
Me dio una hora especifica y terminó la llamada, yo simplemente solté un gran suspiro
—¿Qué tal?. — cuestionó Rodri al ver mi cara de frustración —¿Se escucha bien?. —
—Creo que será un desastre. — fui sincera
—¿Por qué pensas eso? No hablaste mucho con ella. — cuestionó ahora
—Primero fingió que respondió una secretaria, imitó una voz malísima. — dije —Creo que ni siquiera tiene oficina aunque en la empresa deberían haberle dado una si se supone que es la mejor manager. —
Habían muchas cosas que no me cuadraban en torno de la tal Estela, se escuchaba como una señora inexperta en el tema de la representación
—¿No le darás una oportunidad?. — preguntó, esto ya parecía un interrogatorio
—Lo dudo. — reí un poco —Igual iré a nuestro encuentro en una cafetería, veré que tipo de mujer es y ahí tomaré mi decisión. —
Él parecía estar conforme con eso. Vi pasar a Barry así que lo levanté en mis brazos para que pudiera estar sentado con nosotros
—¿Por qué a veces siento que quieres más a Barry que a mí?. — se quejó mi novio
—Quizás porque eso es cierto. — me burlé un poco mientras acariciaba al gatito
—Ese golpe dolió más que los que me dieron en la velada. — dramatizó
Reí mientras seguía acariciando a Barry, sin duda este ambiente era lo que más había soñado. Tener una familia con la cual estar durante las mañanas era lo más hermoso que había sentido en toda mi vida
—Por cierto, ¿Cuándo tenes libre?. — preguntó de repente
—¿Me vas a invitar a salir?. — pregunté sonriente
—No. — negó con rapidez —Tenemos un lugar que visitar ahora que volvimos. —
Lo miré confundida, ¿A dónde tendríamos que ir?
—Ahora que estoy "desempleada" tengo mucho tiempo libre y si las cosas salen mal en mi reunión de hoy es probable que siga con bastante tiempo libre. — dije como si fuera obvio
—Entonces ¿querés que te acompañe a tu reunión y después vayamos a donde tengo planeado?. — ofreció y asentí
—Pero primero dime a donde iremos. — pedí
—A visitar al tata. — contó
Durante todo este tiempo me había olvidado de aquel tierno viejito a quien le debía todo lo que tenía
—Me había olvidado de él. — confesé en susurro —En sus tiempos me habrían acusado de traición o algo parecido. — reí recordándolo
Ahora me daba risa ocupar aquella frase que solía decir pero pasé bastante tiempo con el corazón destrozado por su muerte
—Si te sirve de consuelo, durante este año yo no dejé de visitarlo. — contó y lo miré asombrada —Jamás dejaría de lado a mi abuelo y menos si fue quien hizo feliz al amor de mi vida durante algunos meses. —
Sonreí sintiéndome afortunada por tener a Rodri en mi vida, actos como este me hacían pensar que todo hasta ahora había valido la pena
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