Rodrigo se fue a su casa cuando terminó la cena pero me había dejado pensativa con toda esta situación del noviazgo falso, ¿a ese grado estaba dispuesto a llegar para demostrarle a los demás que podía tener una pareja? 

Al día siguiente desperté temprano para ir camino al hospital, hoy tenía turno de solo 10 horas así que sería menos pesado que el de la otra vez así que estaría bien con lo que haría hoy, me sentía más descansada y ahora llevaba mi propia comida para mi hora de almuerzo, estaba más preparada para lo que fuera a pasar hoy.

Cuando llegué al hospital fui a que me dieran mi área de hoy y me mandaron directamente a geriatría, al cuidado de los adultos mayores. Cuando entré a la habitación que me habían asignado solo estaba un señor, parecía tener entre 60 y 70 años además de una cara de malhumor bastante notoria 

—Buenos días, esta día seré su enfermera.— sonreí llamando su atención durante algunos segundos pero de inmediato se giró 

Parecía bastante antipático, como si no le importara que yo estuviera ahí.. sentía que nuevamente las demás enfermeras se habían encargado de dejarme el trabajo que ellas no querían 

—Le voy a tomar sus signos y...— empecé a hablar pero de inmediato me miró mal 

—Niña, ya le dije a tus compañeras que no quiero a nadie en mi habitación.— exclamó con un tono bastante molesto 

—Señor, si está en un hospital es para que lo cuidemos.— dije lo más amable que pude —Por favor, solo déjeme hacer mi trabajo.— 

—¿Tu trabajo es molestarme?.— cuestionó para girar su mirada de nuevo —Yo estoy bien pero mis hijos me dejaron aquí para no encargarse de mí, son unos malagradecidos que vieron a su padre como un estorbo y...— 

Antes de que pudiera continuar empezó a toser con bastante fuerza así que me acerqué a ayudarlo, cuando dejó de toser simplemente me alejó con su brazo 

—Haga las cosas más fáciles para usted y para mí, solo deje que lo revise y me ire a otro lugar para no molestarlo.— pedí 

—¿Qué tipo de doctora eres?.— cuestionó y sonreí nerviosamente 

—Una enfermera.— contesté y pareció no creerlo —Pasante.— susurré esto último 

—No dejaré que nadie que no sea un doctor venga a revisarme.— se quejó 

—Los doctores ya lo diagnosticaron, ahora yo tengo que cuidarlo y revisar sus niveles cada cierto tiempo para llevar un reporte.— avisé 

—Solo eres una niñata que no sabe lo que está haciendo.— exclamó —Vete, al menos las demás parecían más experimentadas en lo que hacían.— 

Con esa actitud era más que obvio que no me dejaría revisar como estaba y si le decía a las enfermeras que no había podido tener el reporte de aquel paciente era probable que metieran alguna queja con los administrativos por mi mal trabajo aunque tampoco era mi culpa 

—¿Hay algo que pueda hacer para que me deje revisarlo?.— cuestioné y me miró de nuevo —Por favor, lo que quiera pero si no hago mi trabajo bien me van a meter reportes y para alguien que está por graduarse puede ser bastante perjudicial.— 

Él pareció pensarlo unos segundos y después pude ver que tenía una respuesta bastante clara 

—Quiero que todos los días me traigas gelatina de almendra.— pidió y lo miré sin entender —Las demás enfermeras no querían traerme nada, decían que eso no era parte de su trabajo y como no suelo tener visitas no hay nadie que me traiga mi gelatina favorita.— 

Era una petición bastante sencilla pero ¿Dónde podría conseguir eso? ¿La venderían en la cafetería del hospital?

—¿Solo eso?.— cuestioné

—Si, solo eso.— dijo ahora mas calmado —Si puedes también venir a comerla conmigo sería un toque de humanidad, ser un viejo que solo vienen a ver los médicos y enfermeras es triste, también tengo hijos y nietos pero nadie se atreve a pisar el hospital para ver como estoy, te apuesto que simplemente están esperando la llamada del hospital donde les avisen mi muerte.— 

Sabía que no debía aceptar lo de venir a comer gelatina, eso sería crear vínculos y mi regla era no crear vínculos con los pacientes... bueno Rodri era la excepción 

—Está bien pero deje que lo revise.— pedí una vez más y él se quejó resignado 

Empecé a revisar sus signos y a anotarlos en una pequeña libreta donde llevaría mi bitácora ahora que él sería mi paciente fijo, de ahí simplemente haría mi reporte para pasarlo cada día hasta que me cambiaran de paciente

—Mientras ves todo lo de las maquinitas habla conmigo niña.— pidió 

—¿Qué le cuento?.— pregunté concentrada en lo que estaba escribiendo, los datos debían ser exactos 

—¿Tienes novio o una pareja?.— la típica pregunta de viejitos chismosos 

—Digamos que sí.— respondí terminando de apuntar 

—Es "si" o "no", tu generación hace todo tan complicado con esos términos de "relaciones abiertas".— exclamó —En mis tiempos una mujer era para toda la vida, éramos decididos y...—

—Pero ya no estamos en sus tiempos.— lo interrumpí y me miró —Además lo mío no es una relación abierta, a decir verdad mi relación con Rodrigo ni siquiera va en serio.— 

—¿Y si no va en serio por qué simplemente no me respondiste que no tenías novio?.— cuestionó alzando una ceja —Como dije, tu generación lo hace todo tan complicado.— 

No hacíamos todo complicado, simplemente la situación no era nada normal.

Como si fuera arte de magia mi celular empezó a vibrar, afortunadamente solo me lo quitaban durante las guardias de 48 horas así que en mis turnos normales lo podía tener pero obvio no abusar de su uso 

—¿Es tu novio?.— cuestionó aquel señor, para ser un cascarrabias era bastante metido 

—Si.— respondí al ver que en la pantalla estaba el nombre de Rodrigo —Pero no voy a contestar, mi paciente es más importante.—

—Por favor niña, no sabes si es importante, tal vez por fin quiera que las cosas entre ustedes no sean complicadas.— ahora parecía burlarse 

Dejó de vibrar pero ahora una notificación de mensaje de voz apareció en mi pantalla así que lo abrí para escucharlo. Caminé un poco lejos para que el señor no pudiera escuchar y simplemente lo reproducí 

—"Eu, ¿recordás que te dije que era un tipo con suerte algo dudable? pues me caí de la cama y no pará de sangrarme la nariz desde hace rato, voy camino al hospital porque Tomi dijo que si me sangra mucho puedo morirme".— eso era el primer audio 

—"Estarás ocupada pero Tomi e Iván vienen conmigo porque quieren saludarte, cuando llegue te diré donde estarémos para ver si vos te podes escapar de tu laburo al menos 2 minutos".— fue el segundo 

¿¡Los vería hoy!? ese no era el plan, aún tenía que prepararme para mentirles en la cara a dos personas que no conocía de absolutamente nada pero que debía impresionar... al parecer la mala suerte de Rodri nos había guiado a una mala situación