diez.
Estuve un buen rato con aquel viejito, su nombre era Martín y tenía inicios de alzheimer, sumado a eso tenía neumonía y por esa razón estaba internado en el hospital.. podría empezar a olvidar las cosas pero por ahora estaba tan lúcido que recordaba como sus familiares no se habían aparecido a visitarlo desde que lo internaron hace un mes
—¿Tu novio no vendría?.— cuestionó, él estaba sentado en un sillón individual que tenía su habitación mientras yo tendía su cama
—Eso me dijo pero no me ha avisado nada.— respondí sin mirarlo, estaba concentrada en lo mío
Era divertido esto, como las demás pensaban que él era un cascarrabias y que sería difícil para mí me dejaron solo este paciente y estar en urgencias durante mis últimas dos horas de jornada, sin duda la vida se estaba volviendo más fácil
—¿Cuándo tendré mi gelatina?.— cuestionó cuando terminé de hacer lo que estaba haciendo
—Pensé que empezaríamos con eso desde mañana.— exclamé yendo a ayudarlo para que se pasara de nuevo a su cama a acostarse, él ahora cooperaba más para ayudarme con su cuidado
—No niña, hoy me estoy dejando cuidar, hoy me toca mi gelatina.— dijo acostado mientras yo acomodaba su almohada
—Tengo que ir a la cafetería a buscar si hay ese tipo de gelatinas.— avisé
—Ve, yo no me moveré de aquí.— dijo y asentí
Salí de la habitación camino a la cafetería, pasé por algunos pasillos y hasta que pasando junto a una habitación pude ver a Rodrigo así que retrocedí para fisgonear un poco, estaba sentado en una de las camillas mientras un doctor parecía revisar su rostros, miré más adentro y habían dos chicos sentados observando el proceso
Uno de ellos se levantó y salió, quedó frente a mí así que solo di un paso hacia atrás
—¿Sos la chica de carru?.— cuestionó
—¿Carru es él que tiene la nariz sangrante por caerse?.— cuestioné y él rió
—Si sos.— aseguró —Soy Tomás pero podés decirme Tomi o Rob, como querás.—
—Yo soy ______.— me presenté —No quería aparecer acá como una chismosa, supe que él estaría en el hospital y de casualidad iba pasando por aquí.—
—De todas maneras cuando acabaran de revisarlo quería que te conociéramos.— dijo con una sonrisa —Iré por Iván, esperá acá.—
Estaba a punto de irse pero tomé su brazo para detenerlo, si se metía a sacar a su otro amigo tendría que enfrentarlos yo sola y aún no quería eso
—Tengo cosas que hacer, no puedo detenerme tanto tiempo.— sonreí nerviosa —En unas horas tengo mi descanso y hasta los puedo invitar a almorzar algo rico.—
Gracias a que no había gastado en mis compras tenía algo de dinero extra para poder invitarlos
—Le diré a Carre que nos invitaste.— dijo con una actitud alegre y asentí para alejarme
Caminé lo más rápido que pude hasta llegar a la cafetería, estando ahí pude encontrar la dichosa gelatina que aquel señor tanto quería, la compré y de nuevo me dirigí a la habitación de mi paciente, al pasar donde Rodrigo estaba decidí ni siquiera girarme a ver si seguía ahí, no podía distraerme más
Cuando llegué entré y cerré la puerta, Martín se mantenía leyendo un periódico
—Le traje esto.— avisé pasándole un platito con la gelatina y una cuchara de plástico
—Me sorprendes niña, aunque te tardaste un poco.— dijo, por su tono pude notar que estaba más alegre —Pensé que no la habrías encontrado acá y te habías ido a otro lado.—
Vi como empezó a comerla así que jalé un banco para sentarme a su lado
—Me encontré con un amigo de mi novio.— le conté, necesitaba sacarme el nerviosismo que traía —Terminé invitando a mi novio y sus amigos a almorzar.—
—¿Y por qué tu novio no invita? en mis tiempos las chicas no pagaban.— exclamó
—Ya le dije que estos ya son otros tiempos.— reí un poco —Además mi novio me ayudó a pagar mis compras, tengo bastante dinero extra.—
—¿Tu novio y sus amigos no tienen dinero o por qué los tienes que invitar?.— cuestionó pareciendo no haberme escuchado
—Por la misma razón por la que me comprometí a comprarle gelatinas a cierto señor que me está mirando.— dije —Por que me da gusto poder hacerlo.—
Empezó a reír y de nuevo pareció ahogarse así que de inmediato lo ayudé, su enfermedad respiratoria sin duda estaba empeorando aún con las medicinas que le estábamos suministrando
—¿Su enfermera del otro turno le dio sus medicamentos?.— cuestioné cuando logré estabilizarlo
—¿Qué enfermera?.— cuestionó confundido
Sabía que por su otra enfermedad era obvio que empezaría a olvidar ciertas cosas pero no pensaba que olvidaría a la enfermera que lo atendía cuando yo no estaba de turno
—La otra chica que debe venir a revisarlo.— intenté que recordara
—Solo recuerdo que tu vienes a verme, nadie más.— dijo comiendo de nuevo gelatina —¿Tú también eres enfermera, no?.—
No podía creer que recordara más todo lo que le estaba contando sobre mi relación antes que mi puesto, pensaba que era obvio por como estaba vestida y la manera en que lo estaba cuidando
—Si.— respondí con una sonrisa para no preocuparlo por su falta de memoria —¿Pensaba que era otra persona?.—
—Quizás mi nieta, aunque no sé si tenía una nieta.— murmuró —Supongo que como no la he visto ya la olvidé.—
—Yo no tengo abuelo.— conté —No se preocupe, si usted a veces piensa que soy su nieta dejémoslo así, no tengo problema.—
Una vez más estaba rompiendo mi código de no relacionarme con más pacientes pero mi corazón blando me lo estaba impidiendo
—Si soy tu abuelo espero que en algún momento me presentes a tu novio.— dijo —Alguien debe darle clases de como tratar bien a su novia.—
Reí, él parecía tener una idea errónea de mi supuesta relación con Rodri, supongo que sería divertido presentárselo para que sintiera la presión que yo estaba sintiendo por conocer a sus amigos esta tarde.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro