Primera aparencia;

Segunda aparencia:

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─Dime, Rosales.─ Una suave sonrisa llena de molestia y rabia, la mujer se encogió en su lugar apretando de una manera firme y temblorosa su taza.

─¿Recuerda lo que te dije la última vez?─ Una sonrisa descaradamente malvada, sus ojos mataban al afligido cuerpo de la femenina que miró su taza con horror notando el por que el sabor extraño.

Veneno.

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─Ya, Ya...─Acariciaba los dulces cabellos del niño que lloraba en su regazo, masajeando su espalda con delicadeza mientras que sus cabellos eran acariciados, sentía las miradas llenas de pena y cierto asombro hacia su persona, algo que le interesó poco.

Pero la del emperador, era una de dolor y preocupación, mirando a su hijo llorando en el regazo de su segunda esposa por el miedo y desespero de pasar otra vez lo mismo.

Desgarradores llantos de un niño pequeño que nadie le gustaría escuchar, tampoco le interesaba que mojara de lágrimas y llenara de mocos su vestido, tenía muchos, para nada era la emperatriz y tener un presupuesto tan grande.

Una de las sirvientas colocó una suave manta que la emperatriz había tejido, todos notaron el bonito diseño y bordado, observando como tommy buscaba cada pizca de calor y ella tomarlo entre sus brazos para cargarlo y levantarse con la ayuda de su sirvienta, sintiendo al de cabellos rubios regocijarse del calor y sintiendo sus bracitos rodar su cuello aferrándose a ella.

─Comandante Sam, Por favor, Escolta a la emperatriz e Hijo.─ Pide el kasier, el guardia real asiente para caminar aun lado donde estaba la emperatriz y varias sirvientas, el emperador se dio la vuelta para retirarse.

─P-Papa!¡Quédate con nosotros!─ Todos se congelan mirando al niño, philza se volteó a mirar a su hijo sorprendido que extendía su pequeña mano hacia él en súplica y desesperación, recordando esas pequeñas manos cuando nació.

─Tommy, El emperador no tiene tiem-

─Iré con ustedes.─ Todos se sorprendieron, más la emperatriz que miraba asombrada al emperador aun así, tosió un poco y al ver que ya se había colocado al otro lado suyo, todos comenzaron a caminar mientras que otros guardias y sirvientes limpiaban el lugar.

La incomodidad se sentía en el aire, todos caminaban alrededor de la pareja imperial y el pequeño niño, que estaba murmurando cosas que solo Sam y la emperatriz escuchaban y tarareaban siempre en respuesta, aunque el emperador estaba un tanto curioso decidió no intervenir.

Llegaron a la habitación de la reina donde solo entran las dos sirvientas mientras que las demás se inclinaron saludandolos, teniendo todo arreglado como ella había pedido, la ayudaron a acomodar al pequeño niño toda atento a la mirada de los hombres.

─Bueno, Mañana los vere en el desayuno.─ ___ se desconcertó mirando confusa al emperador.

─Disculpe, ¿Cómo dijo?─ Espero que fuera una maldita broma, para nada desayunaria con cuando le dio la excusa de salvarla solo por tommy!

Ahora que lo piensa, no sabe si sentirse halagada o ofendida.

─La emperatriz y el príncipe desayunaran conmigo, después que desayuno que los príncipe heredero.─ Se aclaró la garganta, podía ver el desagrado de su esposa ante ello pero negó para darse la vuelta, ─Buenas noches emperatriz, tenga una hermosa noche.

Sin más se fue, el guardia había quedado afuera de la puerta haciendo vigilancia mientras que las sirvientas se iban quedando la jefa y su sirvienta exclusiva, la ayudaron a cambiarse y se acostó de lado mirando al dormido niño, acariciando sus cabellos suspiro para escuchar las despedidas de sus fieles amigas y ella despedirse, cayendo profundamente dormida.

Una hora más tarde, un ave se adentro al dormitorio con sumo cuidado, aterrizando con cuidado en la cama de la emperatriz asombrado por la escena de el hijo del emperador y la emperatriz dormir juntos, dando unos pasos y moviendo un poco la cabeza, dio vuelta en círculos para hacer un nido improvisado para acostarse y acomodarse, quedándose dormido mientras que más cuervos se adentraron y se acomodan a cualquier lado de la habitación sin molestar a la emperatriz.

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Un terrible silencio incomodo hacia tensarse a cada sirviente que colocaba las comedias ordenadamente, Tommy trataba lo mejor posible de no ensuciarse enfrente del emperador, ya que era su primera comida con él mientras que la emperatriz trataba lo mejor posible de no rematar con philza por poner nervioso a tommy.

Philza no tenía hambre, miraba unos papeles que debía de completar sintiendo la incomodidad de tommy y la mirada de muerte de la emperatriz, dejó los papeles para torcer un poco, llamando la atención del príncipe quien lo miró con una adorable y desordenada sonrisa nerviosa.

─Tommy, Tus notas son excelentes, me alegro que sepas algo mientras que estas con la emperatriz.─ Sonrió con dulzura y amor paterno, sintiendo la intensa mirada de la emperatriz en su persona.

─Por supuesto su majestad, ¿Como no nuestro dulce tommy no aprendería algo si antes no lo hacía?, Nuestro príncipe es un niño muy inteligente al igual que su madre.─ Mencionó con cierta cólera y una sonrisa llena de irritación mientras que venas sobresalen en su rostro.

─¿A que se refiere, emperatriz?─ Philza ahora pone su atención a la irritada y enojada emperatriz, recargando su mejilla en su brazo mientras que sus dedos chocaban con la madera de la mesa, mirando divertido a la mujer que dejaba la taza encima del pequeño plato.

─Me refiero que nuestro tommy siempre ha sido inteligente, solo que el emperador es un pobre ciego y tonto que no noto esto.─ se congeló ante los insultos delicados y animados, Tommy llevó una mano a su boca para no soltar una carcajada.

─Bueno yo-

─Emperador, venía a pedir permiso para salir del palacio a comprar unas cosas, son de poca importancia.─ Sus palmas se juntaron y colocaron al lado de su cara, philza recordó hace unas semanas la misma expresión que la emperatriz hizo para pedirle que durmieran en lugares separados.

Suspiro un poco cansado, mirando a otro lado, ─Bien, mientras que lleves a cinco escoltas estaré bien.─ La mujer se sorprendió un poco, incorporándose un poco.

─Bueno, me gustaria ir sol-

─Así que no.─ ___ lo miró con cierta irritación apretando los puños, él dio una sonrisa burlona, ─¿Cinco o nada?¿Qué dices emperatriz?

─¿Y si el capitán viene conmigo?─ Recomienda, el emperador se lleva una mano a la barbilla pensante ante ello.

─mmm, lo pensaré.─ Su espalda se colocó recta, mirando a la emperatriz y tommy terminar de comer para el retirarse primero y luego ellos, mirando por encima de su hombro como ambos iban tomados de la mano.

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Si tanto te sientes incómodo, ¿Por qué no me dejas? pensó la fémina mirando como el guardia irradiaba incomodidad como un sol, acomodo un poco su sombrero también observando las bolsas que llevaba de lo que había comprado, había agradecido en llevar a sus sirvientas que también la ayudaban a llevar varias cosas.

Caminaba por los alrededor, sintiendo las miradas de las personas y los murmullos atravesar su cuerpo, ignorando todo eso, miro una anciana que trataba de vender, curiosa y intrigada, se acerca a la pobre mujer rmayor que estaba sentada y una manta estaba debajo de los artefactos y reliquias que vendia la mujer, agachándose con curiosidad mientras que la mujer jadeaba ruidosamente.

─Anciana, ¿Que es eso?─ Pregunto exigente señalando la cadena de oro y una figura pequeña con ojos verdes brillantes.

─O-Oh, bueno!─ Se aclaró la garganta un poco, tosiendo mientras que tomaba dicho artefacto con sumo cuidado y mostrando más de cerca, ─Hay una historia detras de este amuleto, Hubo un dios de pieles doradas y adorado en egipto, el dios de todos los dioses lo maldijo por amar y conllevo a que se creara este amuelto que se dice que lo puede encontrarlar, Todos fueron avariciosos, Explotando al tonto y pordisiero dios que fue olvidado por todos.─ Le entrega a la mujer el amuleto que lo toma con curiosidad y cuidado, mirando con asombro dicho amuleto.

─Pero, lamentablemente ese dios murió, tomando su vida con sus propias manos cuando iba hacer obligado hacer algo asqueroso y desvergonzado.─ La mirada llena de tristeza y pena se nota, tomando una bolsa con monedas de oro, se lo entrega con cuidado con una sonrisa en sus labios a la mujer anciana quien se asombra mucho.

─Por la hermosa historia!─ Menciona para mirar a la anciana temblar un poco y luego agradecer muchas veces, ella se levantó con una sonrisa y miró a Sam observar con una ceja alzada y luego negar.

Siguieron caminando para regresar hacia la carroza donde se subieron y todo el camino hacia el enorme castillo fue normal, ___ miro curiosa el collar en su palma, colocándolo y arreglando su cabello mirando la pequeña figura que tomó entre sus dedos.

─auch!─ soltando dicha joya con cierto dolor en su dedo índice y pulgar, mirando por la ventana de la carroza alguien corriendo por el bosque pero era perseguido por otros más, esto la desconcertó un poco negando.

Tras llegar, se bajó y luego las sirvientas bajaron sus cosas, el escolta se despidió mencionando que tenía un poco de trabajo que hacer ella lo despidió adecuadamente para comenzar a caminar por los jardines reales que se notaban más arreglados, ante la distancia miró al emperador junto a uno de sus hijos mayores, suspiro negando un poco escuchando el eco de sus zapatos de tacón y los de las sirvientas que las seguían.

Mirando una de las estructuras de una fuente camino hacia esta para sentarse al lado de la orilla, observando con detenimiento el agua caer como cascada aunque hiciera su frío, parecía que el agua no le impedía esto.

Las semanas habían pasado desde que su relación con el pequeño Tommy se estaba restaurando, aún debía de hacer muchas cosas y agradece mucho haberle comprado varias cosas al pequeño niño y también sus hermanos aunque la rechacen y miren mal hasta su comportamiento.

Si, era difícil hablar con los gemelos, siempre se negaban hablar con ella aunque eran jóvenes, tienen habilidades sorprendentes que no era nuevo que a sus 17 años ya estuvieran trabajando y sirviendo al imperio.

Se levantó suspirando un poco mientras limpiaba la falda de su vestido, antes que pudiera comenzar a caminar, se había resbalado con un pequeño charco escuchando jadear a las sirvientas y la emperatriz asombrarse.

¡Ayuda!

Cerró los ojos y escucha un chapoteo, y algo tomarla de su cintura sobresaltarse y luego escuchar varios gritos y pasos, alguien la tomo por sus rodillas y espalda apegándose hacia el cuerpo cálido y ajeno.

─¿¡COMO OSAS EN TOCAR A LA EMPERATRIZ CON TUS SUCIAS MANOS!?─ Abrió los ojos desconcertada mirando a su alrededor, observando a los guardias y sirvientas nerviosas y serias por su seguridad, levantó la vista topándose con unos ojos esmeraldas mirándola intensamente.

____ se maravilló con esos preciosas joyas que portaba el contrario quien miraba con cierta mueca de incomodidad pero extrañeza a la contraria hasta que el emperador al escuchar los disturbios donde estaba la emperatriz, mirando la escena del hombre encapuchado de color marron y algo maltratado sosteniendo a la emperatriz que admiraba al contrario pero el otro notaba su incomodidad aun asi confusion.

Tosió un poco llamando la atención de todos quienes se alertaron y hicieron una reverencia, el hombre que tenía en brazos a la de cabellos plateados la bajó con cuidado saliendo del estanque que tuvo que meterse para salvar, estando cerca de ella siendo algo que notaba que era contra su voluntad pero la emperatriz se separa un poco dandole espacio aun asi, el se acerco aun mas.

─Si puedo preguntar, ¿Que hacía usted cargando a la emperatriz?─ El contrario se congeló y miro de reojo a la contraria con más detenimiento, no se había fijado que era la emperatriz, arrodillándose y su cabeza baja mientras que sus palmas tocaban la sucia tierra.

¡Esto no estaba pasando!¡Había hecho mucho para tener una vida cómoda aquí!¡No fue su culpa en salvar la emperatriz!¡Todo fue contra su voluntad!

─¡Por favor, su majestad!¡Perdoname la vida!─ Suplico miserablemente cerrando los ojos lleno de miedo, podía sentir su mirada juzgadora y asqueada de los demás, murmullos dolorosos como cientos de puñaladas que ardían como llamas vivientes de una chimenea.

¡Estupido sentido suyo!¡Estupido todo!¡Estupido XD!¡Estúpida maldición!¡Estupid-

─Él me salvó de caerme y probablemente mojarme mi ropa, emperador, ¿Así trata a alguien que impidió que la emperatriz pudiera enfermarse?─ Abrió los ojos y alzo la cabeza mirando a la mujer enfrente suyo, notando su cambiante aura a una más tensa y seria, sentándose en sus pantorrillas mirando aun lado aunque maldecía ser un poco más alto que la mujer llegando hasta el hombre estando así.

─Si, fue mi error, pero aun asi, ¿Que le daremos de recompensa en salvar a la emperatriz?─ Jugó un poco, ____ sonrió con una sonrisa picara y juguetona, philza vaciló un poco aunque mantuvo su postura.

─Quiero que sea mi escolta.─ Todos jadearon ruidosamente sorprendiendose, hasta el contrario que estaba detrás suya se sorprende, quien solo era un simple jardinero de la casa imperial.

Recapitulemos.

Foolish, el dios maldito por amar una mortal cuando se había prohibido en las leyes celestiales, quien fue injustamente juzgado cuando el dios XD ya lo hacía se lo ocultaba como un mago, tras esto, Foolish era controlado y contenido de cualquiera mediante una joya maldita que solo quien lo tenga puede romperlo si esta al borde de la muerte, por supuesto, en la historia tommy es quien encuentra en dije para romper la maldición de foolish cuando él estaba al borde de la muerte con la pelea de Dream, Siendo mágicamente curado por él dije que se rompió al mismo tiempo, liberando de las cadenas que estaba al dios.

Pero la historia que había contado la anciana todo estaba bien menos el final.

Foolish jamas murio, era imposible para sí mismo morir ya que era un dios inmortal que ha vivido por muchos años, así que fingió su muerte para huir donde pudiera estar el dije, más cerca que esté la joya más potente será el poder que se impone a obedecer a su amo, pero si esta mas lejos sera mas debil el llamado.

¡Ahora ella lo tiene!¡Ese hermoso dios egipcion con tal cuerpo divino!¡Es uno de sus personajes favoritos!

Ahora viéndolo, él lo ayudó obligatoriamente porque traía el amuleto, había pensado que necesitaba ayuda y es doloroso pensar que lo hizo de forma obligatoria, ¡Pero le daría una recompensa!

─Mmm, tal vez podríamos darle una buena paga.─ Mencionó philza observando a la contraria que seguía cubriendo, la contraria apretó sus puños y suspiró tratando de calmarse.

─No le veo lo justo, me sentiré mal si no le da eso, majestad, se que es mucho pero, tómelo como un favor.─ Philza suspiro, mirando que si seguía insistiendo la mujer terca no dejaría su brazo a torcer.

Foolish miraba a la mujer con ciertos brillos llenos de admiración y esperanza, algo que no se había dado cuenta que le hacía falta, bajando la cabeza un tanto apenado y mordiendo su labio inferior, antes era un dios respetado por todos pero luego cayó en lo que sería en pequeño sentimiento, fue codiciado, maltratado y abusado por todos lo que creyó que lo querían y protegía pero ahora ella...

Ella lo está ayudando, le brinda esa calidez que tanto quería aferrar con fervor un cálido sentimiento que hacía su corazón revolotear ansioso.

─¡Deja de tratar de convencerme!¡No te servirá!─ La mujer se cruzó de brazos sería, philza suspiró cansado, no tenía el tiempo de pelear con la emperatriz sobre esto.

─Mira, si quieres un escolta hay mucho, pero no sabes que pueda hacer e-

─¡Su majestad!¡Yo puedo servirle a su alteza!¡Soy un mago de segunda pero puedo ser de utilidad!─ Gritó sin darse cuenta, abriendo los ojos sorprendido y sintiendo las miradas pesadas encima suyo, se sentía demasiado mal, la atención no era lo que le gustaba y el amargo sabor a la ansiedad junto los nervios querían expulsar su comida.

Habló cuando el emperador estaba hablando, ¡Le cortaran la lengua!¡Lo echaran a los malolientes convictos más peligrosos que estaban en el calabozo!

¡Lo van a lastimar, maltratar, tocar, abusar!¡El...!¡El...!

Una suave sensación como plumas, todo los sentimientos negativos que se aferraba con desespero a él desaparecieron llegando el sentimiento de aguas termales chocar con su tensado cuerpo, suaves caricias en su cabeza como si fuera lo más delicado de todo el mundo esto le hacía llorar.

─No te esfuerzas, disculpa por abrumarte, solo que no quería que estuvieras solo...─ La dulce voz como miel y arándanos, deseaba demasiado aferrarse a esta mujer que lo seduce con su angelical voz, toques tiernos y cuidadosos que de alguna forma le recordaba en sus tiempos antes de ser maldito y olvidado.

Abrió los ojos mientras que se mordía con fuerza el labio sintiendo ese estupido sabor metálico en su boca, las lágrimas bajaron sin su permiso, nadie en su vida le había dicho eso, jamás se había sentido tan seguro.

Ella...

Es un ángel.

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Luego de todo eso, se formó un drama, Foolish había suplicado que lo dejaran que la protegieran jurando con su vida que si ella se lastimara el se pasaría las fosas más horrendas y asquerosas del infierno por haber incumplido su promesa, el emperador vaciló aun asi acepto.

Apretó el dije mirando como el contrario vestía como un dios griego, sonrojándose un poco y mirando a otro lado.

─¡Alteza!¿¡Me veo bien!?─ la mujer asintió un poco mirando a las otras sirvientas mirar embobadas al cuerpo pulido y limpio del otro, demasiado diferente de lo que era antes.

Un cuerpo muy bien cuidado con músculos tonificados algunos tatuajes adornan su piel dorada, además de su adorable cola y sus cabellos trenzados en su hombro, suspiró un poco, tenía buenos pecho si se daban cuenta.

─¡Foolish!¡Primero iremos a la biblioteca!¡Podrás aprender muchas cosas de magia!─ Menciona alegre siguiendo al hombre dorado con partes de tiburón mirando feliz moviendo su cola como si fuera un cachorro ansioso.

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─Emperatriz, ¿Está segura de todo esto?─ Cuestiono mollie a su ama, quien dejo la taza que bebía mientras que miraba a los niños jugar con foolish, de alguna manera..

["¡Esposa!¡Se ve tan hermosa y más con su pancita llena de mis hijos!" Besos rebosantes en su cuello mientras que sus manos grandes trazaban con sumo cuidado su diminuta cintura, tratando lo mejor posible de pegarse a ambos.]

¡NO ES TIEMPO DE PENSAR ESO!, se sonrojo con fuerza bajando la cabeza y apretando los puños, se sentía mucha avergonzada pensar esas cochinadas de un dios [Es que no se puede evitar] que tomó bajo su cuidado para que la cuidara, aun así, es cuerpo bien tallado junto esos apretados músculos y sus pectorales notable además de sus six pack.

¡BASTA!

─¿Alteza...?─ Mollie miró confusa a la emperatriz y en su estado casi convulsionando de la vergüenza.

De igual forma, tenía a la mejor persona que necesita para protegerse a ella y tommy, Foolish varía en muchas magias, curación, regeneración, creacion de oro, convertirse en su forma real de dios y entre cosas que varian pero también, ver las intenciones de los demás, algo que siempre le estaba preocupando.

Sus intenciones no eran malas, solo sus deseos de proteger a tommy y cuidarlo muy bien para no sufrir la misma tragedia que paso Lyubov en el pasado.

─¡Reina!─ Salió de sus pensamientos mirando a los tres niños y Foolish, sentados entre lo suyo en un semicírculo, luciendo como cachorros en espera de algo.

Soplidos frescos fueron contra ellos moviendo los cabellos de la reina quien mira hacia el cielo celeste y las nubes moviéndose tranquilamente, bajando la mirada sus ojos se toparon con unos verdes que le miraban con cierta curiosidad, ladeando la cabeza con una expresión neutral por la mirada del emperador.

El emperador se sorprendió, mirando una suave sonrisa de la emperatriz que iba hacia a él, negó con cierto gusto, solo le devolvió el saludo con una suave inclinación en su cabeza y siguió caminando por el palacio.

El emperador estaba extraño, pensante, la mujer llamó unas sirvientas indicandoles que les traiga la merienda quienes asintieron y fueron a traerlo, llamando al adulto y tres niños para que vinieran a merendar.

Comieron y rieron, sintiendo dos miradas curiosas y ciertamente disgustadas pero las ignoraron aunque ____ miro por el rabillo de su ojo, observando que eran los principes herederos.

Willbur y Techno.

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¿Qué hago aquí?, no lo recuerdo pero todo se ve tan sombrío.

Tomando las partes de su vestido y levantándose para correr con más facilidad en los pasillos oscuros del palacio, girar, derecha, izquierda y...

─¿¡Majestad!?─ gritó con fuerza, mirando al emperador tratar de caminar por los pasillos apoyados por las columnas, alzando la mirada y observando a la mujer de cabellos plateados que se acercaba, de alguna manera, la calidez que alguna vez sintió de niños con ella estaba volviendo.

¿o era el efecto del veneno?, no lo sabe pero le estaba gustando.

Philza admira las flores y el cielo, le agradaba la combinación de tierra mojada y árboles frescos, de alguna manera le recordaba a los días que vivía lejos del imperio en anonimato, sintiendo las suaves acaricia de la emperatriz se dio cuenta que estaba recostando en el regazo de esta, alzando la mirada encontrándose con esa mirada neutral, ojos llenos de tristeza y miedo, sintiendo la tela suave y final del vestido de la mujer.

─¿El emperador se siente cómodo?

─Emperatriz....

─El emperador no debería de hablar.

─Yo, emperatriz..

─Emperador, por favor descanse sus ultim-

─No llores, pequeña ave.

La mujer hizo una mueca llena de dolor y agobio, mirando al emperador sonreírle mientras que sangre bajaba de la comisura de su boca, mirando como estaba tomando sus últimos respiros de aire, queriendo hacer algo pero su magia no funcionaba en estos momentos, sellado por un mago poderoso, lo único que podría brindarle en su vitalidad mágica.

─Aun en mis peores momentos, sigues siendo tan hermosa, dulce ave.─ Tomo un trozo de sus cabellos para acariciarlos, escuchaba desde la lejanía disturbios.

─El emperador, ¿Alguna vez me amó?─ Pregunta la mujer, mirando al contrario relamerse los labios por la sequedad en ellos.

─Tu sabes que amo con fervor a Kristin, que es la única mujer que considero en mi vida.─ Miro a otro lado pero un toque delicado la obligó a volver a verlo, sorprendiendose por la mirada de desesperación y tristeza.

─Pero, algo en mi corazón me molesta, mariposas aparecen cada vez que la veo, mi dulce reina, no puede evitar enamorarme de ti aunque lo odiaba, me desespere cuando te fuistes de mi lado, te amo mas que nada en el mundo.─ Menciona con una sonrisa, aunque deseaba levantarse y besar con fervor esos dulces labios acaramelados no podía, se mantuvo quieto mientras que la muerte lo abrazaba con cariño y cobijo.

─Te adoro, no hay palabras que puedan describir tu bella, eres única tal y como eres.─ comento por ultima vez, respirando lo unico que se entrego para mantenerse con vida, sonriendo amorosamente ante la femenina que arrugaba la cara tratando de no lloro.

Los guardias los encontraron junto a Tommy, teniendo ideas equivocadas fue encarcelada y destinada a morir por la mano del príncipe.

Ese fue su destino si lo recuerdo muy bien, miro a foolish enroscado como un gato durmiendo plácidamente en su cama, no le molestaba mucho si no muriera por su protectora sirvienta que tenía mala mirada ante el otro.

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__ se levantó exaltada, mirando su alrededor sudorosa y observando que seguía en su cama y no en la guillotina, pasando una mano por sus cabellos y tratando de calmarse.

No sabía, que el emperador amo a la emperatriz!

¡Debe de ser una broma!