
«16»
—¡Atthy! — el gritó de aquél niño la saco de los pensamientos a la rubia.
Athanasia volteó a ver lo, un tanto sorprendida, sus hermosos ojos emitieron un pequeño destello.
—¿Que sucede Aaron? — preguntó un tanto avergonzada de haberle ignorado.
—me tengo que ir, además nos están hablando — aquél chiquillo dejó salir un suspiro cansado.
Desde que athanasia había cumplido sus ocho años, hace un mes. Su comportamiento fue diferente cada vez desea ir al exterior.
—Vamos, madre nos esta esperando — y la agarró de la mano.
Y juntos se dirigieron al templó de Deméter y persefone.
Pero unos ruidos que provenían de un arbusto, los hizo que se de tuvieran y se pusieran alertas.
Hades se encontraba en su trono, pensativo, sobre el recién comportamiento de athanasia.
Obviamente ese comportamiento no paso por alto por todos. Al principió era algo preocupante ya que cada día estaba mas distraída de lo normal. Y según Leah tal vez sea porque desea explorar aquél mundo y que no siempre estaría encerrada en aquél lugar.
Tal vez, ella esta cansada de estar en un mismo lugar por años y que solamente pueda salir al exterior en ciertos días, y con eso dejó aún mas pensativo al dios del inframundo.
Hades, pensó un poco la situación, tal vez Leah tenía razón y que athanasia solamente esta en la etapa de la curiosidad y que quería conocer el mundo, pero ese era el problema, aquél mundo si era bonito pero escondía lo desagradable que podía ser y eso no quiere, el no desea que athanasia conozca ese lado del mundo.
No desea ver como aquél mundo apagará aquélla radiante luz que athanasia poseía. No quiere ver como su amada hija era consumida por aquél horrible mundo. La humanos poseían un tipo de máscara, ellos pueden ser lo que tu querias. Pero detrás de aquélla máscara habitaba un ser oscuro y cruel.
De tan solo pensar qué athanasia perdiera su característico brilló le aterraba, jamás pensó que volvería a sentir aquél sentimiento de ver a alguien a quién amas siendo corrompida por culpa de los humanos.
"¡Papi!"
La voz de su pequeña hija hizo eco en su cabeza, y la imagen de ella sonriendo mientras que lo miraba con esos ojos tan curiosos pero también tan hermosos.
Se podía reflejar en esos ojos, la inocencia que ella poseía. Se veía muy indefensa, como si el mas mínimo toqué ella se haría pedazos.
A veces el temía lastimarla con su poder. Temía que ella le llegará tenerle miedo, ver como esos ojos dejarán de trasmitir aquél cariño por uno llenó de terror.
De tan solo imaginario su corazón le dolía.
El solamente no deseaba que athanasia fuera corrompida por el ser humano, Porque si eso llegará a pasar.
El mataría a toda la raza humana, no le importaría romper aquél acuerdo de paz que hizo con athena.
Sí el había echó las pases con athena, pero solo por athanasia lo había echó, solamente por eso.
—Mi señor, la princesa llegará dentro de dos días seria mejor preparar las cosas— la voz de pandora lo sacó de sus pensamientos.
Y entonces el se dio cuenta que había estado dejando salir un enorme cosmo. Miro hacía pandora y le agradeció con la mirada.
—Bien, entonces diles a las ninfas que preparen todo y que hagan los postres preferidos de athanasia.
—Entiendo — asintió mientras que mirada el rostro, más aliviado de hades.
—¡Oh! Princesa ¿pero que es lo que tiene en sus brazos? — preguntó Leah.
Athanasia llevaba a un pequeño cachorro de ¿lobo? Tal vez, athanasia sabía quien era. Así que estaba feliz de la vida si tiene a blackie eso quiere decir que muy pronto se encontrar con ese bastardo engreído de lucas.
—¿Me lo puedo quedar? — athanasia había puesto ojos de súplica mientras que miraba directamente a los ojos verdes de Leah.
Sabía que si hacía eso, Leah le diría que si, sin pestañear, sabía como convencer a cada uno.
—Huh...primero hay que preguntarle a lily — Leah con rapidez volteó hacía otro lado, era débil ante esa mirada.
—Mama, me decepcionas — la voz de Aaron, se escuchó aún lado de su madre que estaba echa piedra, por haber escuchado tales palabras salir de la boca de su único hijo.
—Aaron ¿porque eres así con tu madre? — preguntó entre lágrimas.
— por que así nací, ¿Será por eso?
Mientras que madre e hijo, platican athanasia se había ido con lily para convencer la de que darse con blackie.
—¡Lily! — la llamó al ver la.
—princesa ¿sucede algo? — en sus manos sostenía una canasta en dónde llevaba algunas sabanas.
— ¡Me lo puedo quedar? — mostró aquél ser que sostenía en sus brazos.
Y al fin lilian notó la presencia de aquél animal que cargaba athanasia.
—¡Princesa! ¿de dónde sacó eso? — sorprendida dejo soltar aquélla canasta.
—Del bosque, desde entonces no a querido separarse de Atthy, entonces ¿atthy puede quedarse lo? — en sus adentros rogaba que lily aceptará.
—Bu-bueno, la verdad....— mas se quedó callada al ver los ojos que amenazaban por llorar —¡Si, si puede quedarse lo! No creó que el señor hades se moleste sí lo llevá.
—¡Si! ¡Atthy promete cuidarlo muy bien! — sonrió mostrando su dentadura blanca — aún que, algún día el se ira de este mundo para formar parte de mi — pensó con tristeza.
En eso algo hizo "clik" en la cabeza de athanasia, y miró a lily que se encontraba sosteniendo nuevamente aquélla canasta de sabanas. Abrió un poco su boca y dijo lo siguiente.
— Soy la princesa del imperio de obelia.
Ante eso dicho, lily dejo caer otra ves aquélla canasta para voltear a ver a la pequeña, en sus ojos azules se reflejaba el terror que habitaba en esos momentos.
Y athanasia abrazó un poco a blackie, al ver aquélla mirada, la última vez que vio esos ojos llenos de terror fue cuando supo que sería condenada a la orca, por haber intentado "matar" a la segunda princesa de obelia.
—¿Co-Como?...— fue lo único que su boca pronunció.
—Un libró, lo leí de un libró...— bajó un poco la mirada.
—Princesa...creó que es hora de hablar.
Lilian York trago un poco de su saliva. Lo que le contará a su niña no era algo fácil de contar además, de que no sabía como se lo tomaría, cuándo le dijera toda la verdad.
—Lily...— la voz de su pequeña niña la trajo a la realidad.
Ella le sonreía amablemente y eso la tranquilizó un poco.
—Vamos, yo entenderé muy bien las cosas lily, así que no tengas miedo.
Unas pequeñas lágrimas salían de los ojos azules de lily, pareciera que ella era la niña y athanasia fuera la adulta. Se quitó las pequeñas lágrimas y miró a su princesa. Pero al hacerlo sus ojos se agrandaron un poco.
Había visto la imagen de diana por un momento, athanasia ella sonreía, había visto el reflejó de diana en la princesa.
Definitivamente athanasia era la viva imagen de su madre, de Diana su querida amiga.
—Si, princesa —sonrió no sólo ante aquél recuerda, sin no por que athanasia crecía muy rápido.
Y cada día ella se parecía a Diana.
Espero que les haya gustado.
Voten y comenten.
Por cierto, ganó esta portada
Muchas gracias por sus votos.
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