—Bueno, ahora solamente. Tenemos que esperar y dar ¡Bam!—alzó sus brazos al aire, con entusiasmo, sonrió con emoción.

Lucas río ante aquélla acción de athanasia.

Si lo que mas le gustaba a athanasia era molestar a los codicioso nobles y dar les la contraria. Eso se le pegó de lucas, pero poco le importaba es mas ahora comprendía el porque lucas le hacia bromas a esos nobles en su vida pasada.

En eso alguien tocó la puerta de su habitación.

—¿Si?.

—Su alteza, El hijo menor de los verita ya esta aquí.

Al escuchar eso sonrió y miró a lucas que solamente chasqueo los dedos y desaparecía.

—Bien, dejalo pasar.

Solamente se escuchó un "Esta bien" de parte de la mujer detrás de las grandes puertas. Para después se abrieran y entrarán esa mujer y detrás de el venía Allendis. Y como de costumbre con una cara amigable que athanasia sabia que solamente era una máscara para ocultar su verdadera naturaleza.

—Saludos a su alteza, futuro sol del imperio —saludo Allendis e hizo una reverencia.

—Bienvenido, gracias por venir.

Unas tazas de té y aperitivos se pusieron en la mesa delante de ella, miró a las mujeres.

—Ya pueden retirarse. Gracias.

Dando una reverencias las mujeres salieron de la habitación dejándolos solos. Ambos se miraron sonriendo sin decir nada. Hasta que athanasia rompió el silenció.

—Tu, puedes dejar de actuar mientras que estés conmigo, no hay necesidad de mantener esa farsa del niño bueno, además de que hace tres día te diste cuenta sobré mi ¿no?

Allendis sonrió y soltó una risa y la miro con seriedad.

—En verdad que usted...si que eres muy diferente, será porque eres la hija de un dios como lo es hades.

—Tal vez, pero dejemos eso de lado y concentremonos el porque te llamé, con tan solo verte, supe que eras alguien especial. Así que como todo ser humano tenemos una ambición y yo conozco tu ambición una ambición que puedo ayudarte a conseguir muy fácilmente.

El al escuchar eso se puso serio y puso mas atención, ella estaba hablándole sobré su ambición de ser él próximo duque y ser el primer ministró y eso le interesaba.

Pero...nada es gratis en este mundo.

—¿Que quieres a cambio? —le preguntó, y agarró su taza de té para tomar de ella.

—Muy fácil, quiero tú inteligencia que me ayudes con algunas cosas que sucederá en el futuro. Solamente eso.

—¿Solo eso? ¿algo más hay en este trató?

—Bueno, solamente puedo ayudarte con esa ambición. Yo no puedo ayudarte con la ambición de querer tener a Lady monique— sonrió con burla, y miró como el color rosa se instalaba en las mejillas de el y además que casi se ahoga con el té— Eso del enamoramiento esta fuera de mi alcance.

Mientras que Allendis trataba de recobrar la compostura, lucas que realmente no se había ido se ahogaba una carcajada ahí mismo. Athanasia solamente tomaba de su té de lo más tranquila.

—Tu...en cerio.

—Vamos, vamos no te avergüences de estar enamorado es mas yo también lo estoy.

Y con eso dejo en shock a lucas que había quedado petrificado ante aquélla revelación de parte de la princesa.

—Pero bueno, Ya que somos "aliados", te diré algo que hablé con los nobles mas confiables y con mi madre la emperatriz, y por supuesto con Ruvellis.

Al escuchar el nombré del antiguo príncipe heredero, entre cerro los ojos y puso mas atención.

—Como verás, Yo no podré gobernar en este imperio, ya después te digo el porque —le dijo al ver la cara de desconcentración del chico—Así que entré mi padre y madre, decidimos darle nuevamente su corona, pero con condiciones o si no...morirá— lo dijo simplemente.

Abrió los ojos sorprendido ante aquella revelación.

—Y que dices Ruvellis ¿aceptas el trató? — athanasia ladeó ligeramente la cabeza, y lo miró esperando su respuesta.

El silencio reino en la habitación, los dos duques y marqués lo miraron, persefone se mantenía con los ojos cerrados y serena. Ella ya sabía sobre el plan de athanasia y había quedado sorprendida ante la inteligencia y astucia de su hija.

Ruvellis mantenía la cabeza baja y procesando lo dicho de la nueva princesa heredera y el trató era sin duda bueno al igual que las condiciones tampoco estaba tan mal, porque no decía que si, porque dudaba.
En eso la imagen de Aristia pasó por la cabeza del antiguo príncipe heredero.

Ah, ya sabia porque dudaba, si aceptaba el trató ya no podría tener Aristia como futura emperatriz, reina o concubina.

Ya no podría estar con Aristia de una manera romántica, solamente de aliados.

Emperador y marquesa.

Solamente podrían verse, cuando fuera necesario sin algún tipo de relación. Además de que tendría que ver como Aristia hacia su vida con algún otro hombre que no es el.

Eso le dolía.

Pero si aceptaba el trató podía recuperar lo que le pertenece por derecho.

—Joven Ruvellis —le llamó persefone, la emperatriz.

—¿Si?

—Piense con la cabeza y no con el corazón, recuerde el corazón también puede ser traicionero —le aconsejó y athanasia asintió, dándole la razón a su madre.

Si ella tenía razón debía pensar con la cabeza y no con el corazón. Para eso fue educado para cuando fuera emperador tenía que pensar con la cabeza y no con sus sentimientos.

—Yo...¡Aceptó el trató!— dijo Confiado de sus palabras en sus ojos se podía ver su determinación —"Lo siento, Aristia".

—Muy bien, cuando llegué mi amado empezaremos con los preparativos. Así que Ruvellis muy pronto será mi hijo y hermano mayor de athanasia, por lo tanto se le regresará su título de príncipe heredero.

—No, te preocupes por eso madre, que mi padre ya viene para acá — aviso athanasia que tenia en sus manos una gema de color rojo.

—Oh, Ya veo. Entonces preparence para lo que se viene — les aviso, mirando a los tres hombres y al joven.

—...y eso fue lo que pasó —término de relatar athanasia, y se llevó unas galletas a su boca.

—Entiendo ¿y cuándo pasará eso?

—Dentro de 4 días así que tu también preparate, que esto se pondrá muy movido en unos días después del anunció y mas con ese duque, el duque Jenna.

—Si, el no es de confianza en ningúna manera, te recomiendo que tengan cuidado con el.

Mas athanasia negó con una sonrisa divertida.

—Corrección, El debería tener cuidado conmigo.

Allendis río ante ello, ella tenía razón el duque jenna debería tener cuidado ya que su oponente no es cualquiera.

Era la hija de un dios, un dios del inframundo y que era la consentida de todo el olimpo en donde habitaban un montón de dioses. Así que el duque jenna debería tener mucho cuidado a la hora de moverse. Y mas cuándo se sepa que Ruvellis volvería tener la corona mas esta princesa se la pondrá muy difícil y el también ya que sería el siguiente duque y el primer ministro.

Ya que confiaba un poco en athanasia, ella se veía como alguien que no rompe su palabra, ella no es de hablar sin cumplir.

Sin duda la princesa era alguien...interesante

—Gracias lily —agradeció athanasia, mirándola por el espejo, la de cabellos castaños le sonrió con amor —Dime lily ¿Como te fue en estas vacaciones? —le preguntó con curiosidad.

—B-bueno, se sintió raro el estar sin ti, mi niña — lily le dio un pequeño toque en la nariz de athanasia y río un poco por la acción de su nana—Y estoy agradecida por las pequeñas vacaciones pagadas princesa.

—Es gracias a tu gran trabajo que haces lily y te mereces mucho más— dijo feliz pero con un poco de triste por dentro recordando como lily se había sacrificado por ella.

—Es porque la quiero mi niña, yo daría mi vida por ti, mi querida princesa, tu eres como mi hija.

—Y tu como mi mamá lily, gracias.

Ambas se abrazaron sin saber de la presencia de alguien que estaba afuera escuchando todo. Más solamente sonrió y se marchó, no quería interrumpir aquélla dulce escena.

¡Hola, hola!

Esperó y les haya gustado el capítulo de hoy

Esperó y se encuentran bien, deben cuidarse.

¿Y les gusto los mini-spoiler?

¡Ya saben!

¡Voten y comenten!

¡Los quiero!

¡Hasta luego!