—— LA GUERRA DE LOS LOBOS ——

Elara miró la situación desde la azotea de uno de los edificios y observo aquello con detenimiento, analizándolo todo tal y como Tyler y Kiernan la habían enseñado. Sin pensarlo, la mujer lobo saltó y aterrizó en el suelo para después golpear a un cazador, quitándole el arma al mismo tiempo que le usaba como escudo.

Pero, justamente cuando un cazador iba a disparar a Elara, el Jeep de Stiles lo atropelló, haciendo que la mujer lobo le dedicará una sonrisa mientras el resto aparecían.

—¿Creías que harías esto sin mi?— Preguntó Stiles mirando al Alfa.

—Sin nosotros.— Añadió Derek haciendo que Scott mirase a ambos sorprendido.

Por unos pocos segundos, Derek y Elara se miraron, pero aunque aquello no había durado mucho tiempo, sí duró lo suficiente como para hacer entender a Derek, que la había perdido.

De nuevo un grupo de cazadores apareció, pero esta vez ellos contraatacaron, como anteriormente Elara había hecho usaba a los cazadores como escudos. Sabía que si les atacaba con dientes y garras podría convertirlos, y lo último que quería era tener a Betas por doquier. De todas formas, hacer aquello no la importaba, ella era una cazadora, estaba en su naturaleza hacer aquello, como lo estaba el querer matarles y querer hacerles pagar por todas las muertes, inclusive la de su madre, aunque ellos no la mataran, por culpa de ellos, muchos habían perdido a familia y amigos, ella incluso había perdido a la poca familia materna que tenia.

Antes de que Elara pudiera reaccionar, Deucalion apareció evitando que los cazadores disparasen a Scott. Rápidamente la mujer lobo se acercó a él, observando las considerables y grandes heridas que el ex Alfa tenía en su cuerpo. A su lado se puso Scott, haciendo que él mirase a ambos.

—Gerard.— Empezó a decir Deucalion, haciendo que Elara recordara la noche en la que su madre murió. —Lo que más teme es que sabe no puede venceros.— Explicó, haciendo que los dos Alfas intercambiarán una mirada en la que sabían perfectamente lo que debían de hacer. —Du må la mørket styre deg.— Añadió en noruego haciendo que Elara no solo entendiera lo que quería decir, sino también la referencia que estaba haciendo.

***

—No, papá. No dijo donde estaba.— Dijo Elara mientras se apoyaba en la puerta de la veterinaria mientras mantenía una postura defensiva, la misma postura que tuvo en el primer año de instituto en Beacon Hills.

—Chris y yo nos encargaremos de él y de Kate. Haré mi propia venganza.— Afirmó con felicidad y maldad, al poder, finalmente, vengar a su esposa.

—Ten cuidado, no creo que jueguen justo.— Le pidió mientras finalizaba la llamada y veía que tenía un mensaje de su hermano diciéndola que él y Brett se encargaban de ayudar a Scarlett, a Liam y a Theo con los Betas del hospital.

—Lara.— Lydia se acercó a su amiga. —Gerard tiene a Jackson, ¿que hacemos?— Preguntó desesperada.

—Hablaré con Alexander.— Respondió mientras sacaba su teléfono y le mandaba un mensaje, no solo a su hermano, sino también a su padre. Porque aunque ella se moría de ganas de ser quien matará a Kate y a Gerard, una parte de ella quería darle ese privilegio a Kiernan y, tal vez, a Chris.

***

—¿Enserio? La versión sobrenatural de Medusa.— Dijo Elara cruzada de brazos mirando a su amigo.

—Hay que enfrentarlo a oscuras. Te hace ver cosas.— Explicó el hombre lobo mientras los dos se dirigían al interior del instituto.

—Ya, lo he visto. Te recuerdo que soy vidente.— Le recordó mientras los dos llegaban hasta la entrada. Al mirar en aquel lugar, Elara cerró los ojos, concentrándose en lo que la rodeaba, allí había algo, algo poderoso. Algo que la hacía tener miedo.

—¿También lo sientes?— Preguntó Scott al ver la reacción de su amiga.

—Siento a Søren no al Anuk-Ite.— Respondió Elara mientras los dos entraban en el instituto.

—No se si eso me consuela.— Murmuró el Alfa con pesadez. —¿Por qué no le mataste?— Preguntó con curiosidad.

—Por que en ese momento no era una asesina, Scott. Quería creer que podía ser salvado, como siempre has creído y me has hecho creer. Pero no es así. Nos quiere muertos, no solo a mi, sino a ti y a Alexander, y eso no lo puedo permitir. Huí del miedo que acarreaba enfrentarme a él, pero es bastante irónico que haya un monstruo que recrea tu mayor pesadilla, sobretodo teniendo en cuenta que la mía existe y viene a por nosotros.— Comentó con tranquilidad mientras los dos comenzaban a caminar por los pasillos del instituto.

—Scott, Lara.— Los dos Alfas se giraron y miraron a Malia, la cual les indicó que la siguieran para poder ver como Peter había caído en la trampa del monstruo.

—Tiene latido, pero no sobrevivirá mucho tiempo.— Afirmó Derek, al mismo tiempo que Scott llamaba a Stiles, y Elara tocaba a la estatua observando su último recuerdo, ya que aunque no lo pareciera, su lado de vidente, como el de Brett, habían comenzando a evolucionar. Ante ella, nítidamente, apareció la imagen del monstruo, observando la figura de él, observando todo de él, y dándose cuenta de que su forma de actuar no era solamente con tus miedos, sino también buscaba la forma de que abrieras los ojos, como Medusa hacía con sus víctimas.

—¿Cómo has hecho eso?— Preguntó Malia sorprendida.

—Viene de mi lado de vidente. Scott, no solo busca tus miedos. Busca la forma de que abras los ojos, los miedos es la forma más fácil para hacerlo, pero no es la única que usa.— Le explicó Elara haciendo que el Alfa lo entendiera mientras que los cuatro se escondían a la espera de que Stiles llegará.

—Si seguimos escondidos Peter morirá.— Afirmó Derek mostrando preocupación por su tío.

—Y él nos encontrará.— Añadió Malia mostrando su impaciencia.

—Solo hay que esperar a que Stiles venga.— Les indicó, pero Malia se cansó de esperar y salió del escondite seguida de Elara y Scott.

Los cuatro bajaron a la segunda planta y observaron como Monroe disparaba a Scott y salía corriendo, seguida de Malia, mientras que Elara miraba la herida y observaba de que se trataba de cerval amarillo.

—¿Sabes lo que es?— Preguntó Derek al ver la expresión de ella, y siendo la primera vez que se dirigía a Elara desde que él apareció.

—Hay que llevarlo al laboratorio.— Se limitó a decir mientras le ponía de pies y rápidamente le llevaban al laboratorio de química.

—¿Que es lo que me ha disparado?— Preguntó Scott mientras ponía muecas de dolor.

—En tipo muy raro y difícil de encontrar de cerval. El cerval amarillo es capaz de matar a un hombre lobo tan poderoso como tu.— Explicó la mujer lobo mientras cogía un soplete. —Te va a doler.— Afirmó Elara mientras encendía el soplete. —Sujetalo.— Ordenó a Derek con un tono frío.

El pelinegro hizo caso a su orden y sujetó a Scott de los hombros mientras Elara acercaba el soplete a la herida, haciendo que el Alfa empezará a gritar de dolor.

—¿Ya está?— Preguntó mientras algunas gotas de sudor resbalaban por su frente.

—Hasta que no cure te dolerá, pero de momento no te morirás.— Le tranquilizó mientras escuchaban un sonido.

—Esta aquí.— Afirmó Scott haciendo que Elara pusiera el soplete sobre la mesa.

—Yo me ocupo.— Se limitó a decir, pedo antes de que Derek o Scott pusieran objeción alguna salió del laboratorio.

La mujer lobo inspiró con profundidad, y comenzó a caminar mientras mantenía agudizados todos sus sentidos, escuchando, únicamente, como su corazón se aceleraba. El silencio se rompió justamente cuando ella escuchó los pasos de una segunda persona, rápidamente la mujer lobo cerró los ojos mientras seguía caminando, sabía que si le conseguía dar esquinazo podría librarse del Anuk-Ite e ir tras su verdadero objetivo, Søren.

—Elara, ¿por qué huyes de mi?— Al escuchar la voz de Heather, la mujer lobo se detuvo asustada. Mientras se mentalizaba de que ella no era real.

—No eres real.— Afirmó con seguridad. —No soy tan ingenua.— Le advirtió mientras soltaba un gruñido.

—Eso espero, no eduque a una persona ingenua.— Habló esta vez Tyler.

—¿P-papá?— Dijo sorprendida pero sin abrir los ojos.

—Me sorprende que tras todo lo sucedido me hayas sustituido, creía que jamás lo harías. Que jamás aceptarías a Kiernan y que le dejarías suplantar mi lugar como tú padre. Me duele, Elara, que él tenga mi lugar. Creo recordar que fui yo quien te llevaba al médico, a las competiciones, quién estuvo contigo en tus accidentes y quién te ayudo a salir de los problemas con la ley en más de una ocasión.— Puntualizó haciendo que Elara se removiera incómoda al escucharle, porque sabía que él tenía razón.

—No es cierto, yo jamás te sustituiría.— Afirmó ella cayendo en la trampa del Anuk-Ite y abriendo los ojos, para encontrarse con la criatura, la cual iluminó sus ojos, haciendo que Elara se quedará paralizada y, lentamente, se transformará en una estatua de piedra.

★★★

Se prendió está mierda.

Okey, tras mucho tiempo Elara y Derek se reencontraron y es inevitable lo que sucederá.

Ahora bien, odio que mataran a Deucalion, era de mis personajes favoritos. Pero bueno. Creo que sin duda es un final algo cutre pero también épico, ya que eche en falta a alguien que otro personaje (Isaac).

Bueno, el caso, Elara sí tiene una relación padre-hija con Kiernan, ya que él ha sido un gran apoyo para su hija. De ahí que, finalmente, le llamé «papá».

Cierto es, que pensé mucho en quién sería el detonador para que Elara abriera los ojos. Pensé en Søren, en Alexander, Heather, Minerva, Derek (aunque creó que ella en vez de abrir los ojos hubiera soltado toda la mierda que le quiere soltar) e incluso la hija de ambos, pero creo que más épico (creo), que fuera Tyler, por la relación que tenían.

Bueno, el próximo capítulo es uno de los grandes capítulos. Finalmente, la batalla final entre Elara y Søren, aunque advierto que no es tan épica.

¿Que os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️