—— CAZADOR CAZADO ——

Elara soltó un pequeño gruñido cuando la alarma de su teléfono comenzó a sonar. Ir a clase no era una de sus grandes pasiones, y mucho menos tras lo que había pasado los días anteriores.

—Agradecería que le apagaras antes de que le lancé contra la pared.— Habló Derek refiriéndose al teléfono de Elara.

—Ya destruiste mi despertador, deja de romper todas mis cosas.— Se quejó Elara mientras apagaba el teléfono y se acomodaba en la cama para seguir durmiendo, ya que había optado por no ir a clase.

—¿Desde cuándo, tu, no vas a clase?— Preguntó Derek completamente incrédulo.

—Te sorprendería la de veces que he faltado solo por quedarme durmiendo.— Aseguró Elara sin abrir los ojos, y esperando a que Derek se callará para poder seguir durmiendo.

—Como si fuera a creerme que no vas a estar detrás de tus Betas para que no les pase nada.— Comentó Derek haciendo que Elara abriera los ojos y le mirase extrañada.

—¿Acaso te molesta que me preocupe por ellos? Te recuerdo que son mi responsabilidad. Tú hacías lo mismo por los tuyos.— Le recordó Elara justamente antes de que el teléfono de la morena comenzará a sonar.

***

Elara corrió hacia la habitación de su hermano, observando el lugar, el cual estaba completamente destruido. Olía a miedo, era un intenso olor a miedo que parecía que estaba impregnando en toda la habitación. La morena, cerró los ojos, recordando las pequeñas clases que Rasmus la había dado y que el abuelo de Brett había explicado. Relajando sus músculos, sus pulsaciones e incluso manteniendo la calma en un momento como lo era aquel, la ayudaron a captar un tenue olor que se difuminaba con bastante facilidad.

—Lara.— La voz de Brett hizo que su prima regresará a la realidad mientras se giraba y le miraba. —El olor que percibes no lleva a ninguna parte, ya lo he intentado.— Explicó el hombre lobo.

—Pero no has captado todos los olores.— Afirmó Elara mientras salía de la habitación de su hermano.

—¿Por qué no le pides ayuda a Freya? Ella dijo que le protegería y ayudaría por ser un brujo.— Al escucharle, Elara se detuvo y se giró para mirarle.

—Por que ser esto es lo que nos ha llevado a Scott, a Alex y a mí ha que estemos siendo acosados por un hombre lobo milenario mientras intentan matarnos. Realmente agradezco su ayuda, pero su presencia a complicado, bastante, todo.— Comentó Elara haciendo que su primo la mirase incrédulo.

—¿Lo dices por qué Alexander ha desaparecido o porque tengas miedo y de momento Derek no se está comportando como tu novio sino como un idiota?— Al escucharlo, la mujer lobo le miró confundido. —Os he escuchado antes discutir. Y aunque a veces diga que es un idiota, ahora mismo te digo que no solo es un idiota y un imbécil, tú también tienes culpa de lo que está pasando. Antes de que todo esto pasado no estabas tan a la defensiva. Y ambos sabemos que no es sólo por la cosa que llevas ahí.— Comentó Brett señalando con la mirada la barriga de Elara.

—Estoy cansada de que me intenten matar, Brett. Estoy cansada de que me subestimen y que crean que no soy capaz de muchas cosas. Desde lo que pasó en el instituto, sigo pensando en esos nombres y el hecho de que sean esos es por una única razón. Todos tenían relación conmigo, no de sangre, amistad o paternidad, es porque algunos dieron la vida por salvarme y otros hicieron un sacrificio.— Explicó Elara con seriedad. —Mi padre y Allison me salvaron la vida, literalmente. Y Stiles y Alex... Ambos fueron sacrificios por mi culpa, sino hubiera convencido a mí hermano de hacer magia negra y si hubiera matado al Darach cuando tuve ocasión, el Nogitsune no hubiera poseído a Stiles y Allison no habría muerto. Como ves, ya he llevado conmigo el hecho de ser el Beskyttende desde mucho antes de serlo oficialmente, todos quienes me rodean mueren de forma directa e indirectamente, por eso no puedo permitir que mi hermano muera. No por segunda vez.— Respondió Elara con seguridad mientras bajaba las escaleras encontrándose en la entrada a Kira junto a Malia.

—Venimos a ayudar. Lydia está de camino, espera poder detectar algo con su lado de Banshee.— Explicó Kira mientras ella y Malia entraban.

—Pensaba que querías alejarte de los problemas que teníamos.— Comentó Elara mirando a Malia.

—Y quiero. Pero tú y Scott me habéis ayudado y es lo mínimo que puedo hacer por vosotros. Se que tu hermano es importante para ti, se lo que es perder a un hermano y no quiero que lo pases. Puede que no le conozca pero contar conmigo para rastrearlo. Conozco el bosque mejor que cualquiera de vosotros.— Dijo Malia sorprendiendo a los otros tres sobrenaturales por su sinceridad.

—Gracias.— Sonrió Elara en señal de agradecimiento.

***

Elara, caminaba por el bosque en completo silencio, intentando seguir la pista que Lydia y las voces la habían proporcionado. Y aunque era peligroso que ella fuera sola, teniendo en cuenta que su cabeza era la más alta de la lista, Elara estaba dispuesta a correr todos los riesgos que fueran necesarios para salvar a su hermano, porque si de una cosa estaba segura, no era solamente de que iba a salvar a Alexander sino también de que Søren no iba a dejar que la mataran, ese privilegio le quería él en exclusividad.

La mujer lobo se detuvo al escuchar como algo se tensaba lentamente, había pasado muchas horas entrenando con Kiernan y con Allison para identificar el sonido que hacía un arco al ser tensada su cuerda. Y, antes incluso de que el arquero pudiera reaccionar, la mujer lobo se dio la vuelta rápidamente atrapando, no solo una única flecha, sino dos. Las cuales tiró al suelo mientras miraba al arquero, que iba encapuchado.

—Vas a tener que hacerlo mejor para matar a una mujer lobo que ha sido entrenada por cazadores.— Le aconsejó mientras en su mirada podía verse el enfado que tenía.

—¿Quien dice que no lo estamos haciendo mejor?— Preguntó el asesino dispuesto a atacarla, pero rápidamente Elara le tiró al suelo mientras le rompía un hueso haciendo que el hombre soltara un quejido de dolor.

—Por que sigo con vida. Y creeme, soy como una cucaracha, difícil de matar.— Respondió la mujer lobo mientras proseguía con su camino volviendo a centrarse en el olor de su hermano el cual parecía volverse, cada vez, más intenso.

Aunque todos eran conscientes de que para Elara, Alexander era alguien completamente intocable, todos, a excepción de Minerva, eran desconocedores de porque la mujer lobo actuaba así con el brujo. Todos eran ajenos al hecho de que Elara, no solo había hecho una promesa a Tyler de proteger y cuidar a su madre y a su hermano, sino también aquel sentimiento de protección se remontaba a años atrás, cuando Elara y Alexander eran pequeños.

Para Elara, el apoyo de Alexander en cualquier momento, ya fuera alegre o trágico era algo que ella jamás olvidaría. Porque, por años, el brujo había sido la única persona en la que podía confiar, la única que la hacía sentir que no la iba a hacer daño y que, pasará lo que pasara, siempre serían ellos dos juntos contra todo. Para la morena, Alexander era mucho más que un hermano adoptivo, realmente ambos se consideraban hermanos de sangre.

Pero nadie era consciente de ello, de que ambos tenían una vida ajena a lo que ocurría en Beacon Hills y eso era lo que la frustraba a Elara. Que nadie allí fuera consciente de que, por mucho que ella tuviera un ancla con el mantra de su madre, Alexander era una parte de ella. Nadie, realmente, sabía cómo ella se sintió cuando el brujo se suicidó. Nadie supo por el dolor que pasó en silencio ni los remordimientos que, durante semanas, tuvo. Pero eso era algo que Elara Rogers se guardaba para sí misma, porque había veces, que incluso ella debía de demostrar que las cosas no la afectaban, pero sí lo hacían, quizá más que nadie. Porque aunque que fuera el Alfa de la muerte y una vidente de la muerte, era algo más que un simple "título", era el hecho de que sería el recordatorio de que su vida, de alguna forma, comenzó con una muerte. Porque para Elara, todo había comenzando con un hecho y ese era la muerte de Heather.

***

—¿Seguros de que Freya os ha dicho que es aquí?— Preguntó Brett mirando a Scott y Elara, mientras Kira se bajaba de su coche.

—Sí.— Afirmó con frialdad Elara mientras miraba al edificio de forma analítica.

—Sigo pensando que deberíamos de haber pedido ayuda a alguien más, Lara. Tal vez a los Argent.— Comentó Scott.

—Scott, son asesinos especializados que los pagan por matar. No son cazadores. Además, todos aquí curamos con facilidad, así que no es un problema.— Le recordó ella mientras los cuatro entraban en el interior descubriendo que aquello era una trampa, ya que los cazadores les estaban esperando.

—¿Que hacemos ahora?— Preguntó Scott viendo a los asesinos cargar sus armas cargadas con balas de wolfsbane.

—Atacar y luchar.— Dijeron al unísono Brett y Elara.

—¿Estáis seguros de ello? Nos superan en número.— Comentó Kira mientras agarraba con fuerza su katana.

—Nunca nos subestimes.— Sonrió Elara mientras Scott y Kira se percataba de que no eran los únicos sobrenaturales que estaban acechando la fabrica.

★★★

Comienza a ponerse intensa la cosa.

El próximo capítulo sera importante, tendremos la explicación de Elara de porque oculta el embarazo y todo lo que está pasando entre ella y Derek.

Y, aunque no lo creais solo quedan unos siete capítulos para el gran capítulo y mi famoso gif. Finalmente, tengo mi móvil reparado y puedo volver a escribir.

Hay un capítulo que realmente se está llevando mi cerebro para que quede, no solo perfecto sino para que sea lo que necesitáis. Sólo puedo adelantaros que tiene relación con cuando Elara se hizo su tatuaje y que será después de que Derek se entere de que va a ser padre, también os advierto, el drama que se avecina no lo vais a venir ver, porque ni yo me lo esperaba. Pero surgió.

Por cierto, me costó horrores buscar ese gif, porque quería usarlo. Así que, en parte, este capítulo está condicionado por el gif. Muchos capítulos me traen la inspiración de GIFs.

¿Que os pareció el capítulo?

FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS.

El domingo tendréis la segunda parte de este capítulo.

Os leo ❤️