—— ¿FELIZ CUMPLEAÑOS? ——

Elara estaba completamente enfadada. El motivo era bastante simple, Alexander y Brett la habían estado planeando una fiesta de cumpleaños, debido a su mayoría de edad, y su enfado se debía al hecho de que ante su negativa, ellos habían optado por hacer lo que querían.

Y el hecho de que ella lo supiera era bastante simple, los dos se habían puesto a hablar de ello en casa mientras ella "dormía", pero Elara, desde la llegada de Rasmus y Freya, y la posible llegada de Søren, no había vuelvo a dormir una noche al completo. Pero gracias a ello, se ahorraba la estupidez de estar celebrando algo que ni siquiera quería celebrar. Desde la muerte de Heather ella odiaba su cumpleaños por el simple hecho que esto la hacía recordar, no solo a su madre, sino, también a Tyler y a Allison, ellos ya no estaban y, aunque sonará raro, Elara no quería celebrar algo en el que ellos no estuvieran.

Pero el desagrado por aquel día, venía desde mucho antes. Venía, sobretodo por lo ocurrido en Nueva Orleans trece años atrás. Por qué aquella noche no solo perdió a su madre, sino que perdió algo que la costo recuperar bastante tiempo. Su identidad. Elara sabía quién era, ella seguía siendo la hija de su madre, tal vez saber que era una vidente la hizo recordar que realmente ella seguía siendo una Miles, con o sin el apellido tras su nombre, porque por sus venas corría la misma sangre que corría por las venas de su madre.

La mujer lobo llevaba dos horas dando vueltas por la ciudad intentando hacer tiempo para no tener que ir a casa, sabía que su hermano y primo se habían esforzado para hacerle una fiesta pero la chica no estaba de ánimos para ello, además de odiar ese día por los recuerdos, no solo de Heather sino también los de Tyler; ella estaba cansada e irritada con Derek por armar otra escena de celos por qué ella pasaba «demasiado tiempo» con Brett, la chica quería al pelinegro pero estaba harta de sus estúpidos celos, más de una vez le había dejado claro que ella estaba enamorada de él, pero el pelinegro parecía olvidarlo. Además, su reciente acercamiento hacia el rubio cenizo se debía a que era su familia.

Familia que creía extinta y, que de alguna forma, la hacia sentir como si Heather todavía estuviera con vida y a su lado. Por eso pasaba tanto tiempo con Brett, ya que ambos querían mantener al margen a Lori, la cual parecía llevar bien esa vida normal que tenía. Estar con Brett, la hacia sentir como en casa, además de que siempre conseguía hacerla reír con cualquier broma o estupidez que decía. Tal vez ambos se conocían de hacía poco tiempo, pero ambos se querían como su fueran hermanos.

Elara seguía pensando en otras cosas, cuando su teléfono sonó, al cogerlo vio que era un mensaje de Derek, pidiéndola que fuera al gimnasio abandonado al que Brett llevaba a Scarlett para poder entrenar, en concreto la había citado para dentro de media hora, cosa que en parte la dio igual. Pero también la irritó bastante, ya que, seguramente por parte de Derek sería la primera vez que usaba un teléfono y lo primero que hacía era mandarla un mensaje así.

Pero el hecho de que la citará la daba una excusa perfecta para tardar más en llegar a casa, les diría que estuvo entrenando con Derek, así nadie preguntaría el porqué de su ausencia. Nadie necesitaba ni requería más información. Y si Elara se la daba a alguien era por mera preocupación. Ella, jamás, le había dado explicaciones a nadie de lo que hacía, y menos lo haría ahora, que era mayor de edad.

***

—Ya te dije que no puedes venir, nadie te quiere.— Gruñó Derek por teléfono al primo de su novia. Desde que Brett había aparecido en la vida de Elara, Derek sentía celos por parte del chico, no existía motivo alguno, pero, prácticamente lo hacía por mero instinto y, aunque sabía que su comportamiento estaba colmando la paciencia de Elara, él seguía actuando de la misma forma. Brett se lo tomaba a broma, ya que entendía, por ser un hombre lobo de nacimiento, la reacción del pelinegro, pero también sabía que si su prima terminaba enfadada, podrían desatarse muchas cosas, porque de lo que el rubio estaba seguro era de que el carácter de los Miles era bastante explosivo. —Ya planeé el cumpleaños de Lara, ahora no lo arruines con tu presencia.— El pelinegro le cortó el teléfono justamente antes de que el joven Beta pudiera replicar. Ya que algo que ambos primos compartían, era que ninguno de los dos podían ahorrarse algunos comentarios, y Derek sabía que Brett se quejaría al estar excluido del cumpleaños. Pero también, algo que irritaba bastante al pelinegro, era el tiempo que Elara pasaba con Brett, ya que prácticamente estaban todos los días juntos, mientras que si él, quería ver a su novia tenía que ir a buscarla o a citarla en un lugar como ese.

Tras serenarse, porque hablar con Brett era lo que ocasionaba la cólera del hombre lobo, miro la hora en la pantalla de su teléfono, en apenas unos minutos Elara llegaría y todo en el gimnasio estaba listo.

Derek se enteró de que era el cumpleaños de Elara gracias a que Brett lo había dicho mientras hablaba con Alexander, ambos planeaban llevarla, gracias a los portales de Alexander, a una de las playas de Noruega para surfear, ya que, recientemente el hombre lobo, había descubierto que Elara, aparte de ser una gran deportista en prácticamente todos los deportes que practicaba, tubo una época de surfista. Algo que Tyler la había enseñado y que también compartía con Kiernan, pero todos sabían que Elara no se subiría a una tabla de surf sin su padre adoptivo, se lo había dejado muy claro a su hermano semanas antes.

Cuando Derek se enteró, de la negativa y, la posible, encolerización de la morena, les dijo que la distrajeran para que él pudiera planear su cumpleaños. Después de tanta escenas de celos tenía que buscar una forma para recompensarla. Así que hizo que Alexander y Brett fingieran una conversación dónde hablaban de una fiesta sorpresa falsa para mantenerla lejos, mientras que a regañadientes él hablaba con Lydia a cerca de lo que a Elara le gustaba. Ya que la rubio-fresa era el otro extremo de la balanza, con Alexander y Brett lo había tenido fácil para detenerlos, pero con la Banshee no. Lydia seguía desconfiando de él desde su intento de asesinato, y el hecho de "obligarla" a no celebrar con Elara su mayoría de edad era algo que claramente la costó aceptar.

—De acuerdo Derek, ¿Que era tan impor...— La chica se callo al ver varias cajas de pizza que por el olor dedujo que era de sus favoritas. —¡Alex!— Murmuró molesta al ver a Derek parado en el medio del local. Estaba claro que el idiota de su hermano le había informado al hombre lobo sobre la fecha y junto con Brett la habían engañado para mantenerla distraída.

—No te enfades con él, solo quiso ayudarme a darte una sorpresa.— Explicó el pelinegro mientras que se acercaba a ella. —Pero a Brett si puedes golpearlo, sinceramente eso no me importa.— Ante su comentario la chica rodó los ojos. —Se que desde lo de Heather no te gusta este día, por eso quería que este fuera diferente.— Aclaró no muy convencido.

***

Para Elara había sido una sorpresa lo que Derek había hecho, pero por primera vez no la importo celebrar su cumpleaños.

—Hubieras preferido ir a surfear, ¿verdad?— Al escuchar el comentario de Derek, Elara alzó la cabeza sorprendida.

—¿Como sabes que he hecho surf?— Preguntó Elara extrañada.

—Escuché a Alexander hablar de ello. Aunque no me sorprende que lo practicarás, teniendo en cuenta que has hecho de todo.— Elara rodó los ojos divertida.

—Hacía surf. Mi padre me enseñó y lo manteníamos como una tradición el hecho de ir todos los años a una playa a hacerlo. Supongo que mi hermano intento retomarlo.— Respondió Elara con nostalgia y algo de dolor en sus palabras.

—Al menos a mí no me matarías.— Aseguro haciendo que la chica le mirase con duda.

—Creeme que quiero matarte. Al menos sacó provecho de la lista.— Respondió Elara con una pizca de maldad.

—No serías capaz de matarme.— Respondió el pelinegro con certeza. —Pero al menos espera a que te dé tu regalo de cumpleaños.— Pidió haciendo que Elara le mirase de mala forma, mientras él sacaba de su cazadora un pequeño trapo de terciopelo, el cual se le entrego a la chica. —Aquí está tu regalo de cumpleaños.— Dijo mostrando una pequeña sonrisa intentando ocultar su nerviosismo por saber si la gustaba.

—No tenías que regalarme nada.— Aseguró Elara con certeza mientras desenvolvía el trapo, encontrándose con un collar de plata con un dije en forma de Trisquel el cuál tenía en su centro una triqueta. Al verle la morena se sorprendió, ya que no se esperaba un regalo así. Por qué sabía lo importante que era ese símbolo para Derek.

—¿Te gusta?— Preguntó con curiosidad.

—Me encanta.— Respondió con certeza mientras le abrazaba para después darle un beso.

Aunque la intención de Elara, con aquel beso, no era más que de mero agradecimiento. Su realidad fue completamente distinta, pues la intensidad de él y su deseo fue mucho más intenso y significativo. Pero por parte de Derek no hubo un signo de molestia en el acto, y mucho menos en intentar oculatar, camuflar y controlar su deseo.

A pesar de que por parte de ambos, querían que ese momento durará horas, ante el primer contacto de sus manos con su piel esa idea quedó descartada.

Elara fue la primera en reaccionar y rápidamente le quitó la camiseta, a lo que él respondió soltando gruñido al verse obligado a separarse de la morena, pero también aprovechó ese momento para quitarla la suya. Fuera aquellas dos intromisiones, el pelinegro comenzó a bajar sus besos pasando por la barbilla de ella hasta su cuello, y de ahí fue descendiendo hasta llegar a la zona de su piel que no era cubierto por el sujetador, que con bastante habilidad y con un pequeño rastro de desesperación, desabrochó.

Tras deshacerse de él, siguió con su recorrido de besos hasta su pecho, donde beso, mordió y subcionó provocando los primeros gemidos de Elara, de aquella noche que les marcaría.

Instantes después, Elara tomó la iniciativa, despojando a Derek de su pantalón, a lo que él la ayudó sin rechistar, quitándola a ella el suyo, para después quedarse desnudos.

Volvieron a besarse, mientras el hombre lobo penetraba con lentitud a la morena, provocando, con su beso, ahogar el gemido de ella. Rápidamente, la mujer lobo, rodeó con sus piernas la cadera de él, alzándola lo suficiente, no solo para que entrara más adentro de ella, sino también para indicarle que comenzará a moverse, acción que rápidamente obedeció.

Gran parte de la noche la pasaron así, siendo testigo el viejo gimnasio de aquello que nadie debía de enterarse. Por primera vez en bastante tiempo, su mundo se reducía a ellos dos, no ha los problemas que les acechaba. Aquella noche, sin ser ellos conocedores de ellos, serían de las pocas en las que podrían fingir ser una pareja normal.

★★★

Hasta aquí el capítulo de hoy. Como os prometí habría una especie de cita Delara. Se que no es un capítulo igual de intenso que los otros que suelo hacer de ellos, pero prometo compensaros. Además, solo puedo deciros que ya se cómo va a terminar esta historia.

Originalmente no era así, decidí cambiarlo, porque sin duda esto es más real a la personalidad de ambos.

Pero os aseguro, que en el capítulo de la semana que viene es uno de los más importantes de la historia, pues da inicio a los problemas y a todo. Aunque, también estará la reaparición de uno de mis personajes más queridos.

También, aunque no lo creaís, este capítulo es importante. MUY IMPORTANTE.

¿Qué os pareció el capítulo?

Os invito a que leáis una historia que he empezado a hacer con una amiga. Nuestra cuenta se llama, MikaelsonAndHale allí encontrareis nuestro FanFic.

Os leo ♥