—— VIEJOS AMIGOS ——

Tras la muerte de Alexander, Elara y Logan no habían dejado de investigar, de buscar la forma de traer de vuelta al brujo. Y al fin, habían encontrado la solución. Al fin tenían la forma de traerlo de vuelta, el problema, que no podían hacerlo juntos como ellos creían y tenían pensado. Necesitaban ayuda, necesitaban a su manada y necesitaban a un viejo amigo.

Debido a la desaparición de Derek y al hecho de que Elara, en aquellos momentos, estaba en Nueva Orleans ayudando a Logan con un problema familiar, la mujer lobo quedó al margen de su rescate y del detalle, aparentemente insignificante, que parecía ser que él hubiera rejuvenecido hasta los dieciséis años.

Pero de regreso a Beacon, los problemas siguieron a la morena. De nuevo las visiones habían incrementado, está vez veía las muertes de sobrenaturales, precisamente de hombres lobo, provocando que la mayor parte de las noches se despertara gritando y llorando, ya que aquellas visiones, únicamente, las tenía cuando dormía, lo que hacía que la mayor parte de las noches Minerva acompañará y tranquilizara a su hija, la cual, no hablaba de lo que veía y/o escuchaba.

Elara se puso de pies y caminó por su habitación nerviosa. Bajar al propio infierno no era un hecho que todos quisieran experimentar, y más cuando ella había estado ahí abajo y sabía de los peligros que había, pero necesitaba ayuda. Necesitaba mucha ayuda si quería traer de vuelta a su hermano.

Antes de que su nerviosismo aumentará alguien llamó a la puerta, soltó un gran gruñido de frustración, al mismo tiempo que se preguntaba quién demonios podía ser a aquellas horas de la noche. El único era Kiernan o Lydia, ya que Minerva tenía turno de noche y siempre pedía que alguien se quedará con ella. Mientras bajaba las escaleras iba pensando en quien podía ser, Lydia la hubiera avisado y preguntado sobre películas que podían ver, y Kiernan simplemente habría llamado para decirla que iría, aunque ambos no se habían vuelto a hablar.

Desde que supo que su padre quería alejarla de Beacon Hills, prácticamente alejarla de ser lo que era, su relación había vuelto al punto de origen. Elara no iba a abandonar Beacon Hills ni mucho menos a su manada y a su madre, el motivo debía de ser muy importante como para huir, y Kiernan, lo único que quería era proteger a su hija. Pero, al igual que Heather, Elara era cabezota y tenía el mismo sentimiento de protección que tenía su madre. Aquello era lo provocaba que Kiernan pensara más en mujer que una vez fue su esposa, y tal vez era por eso o por qué la mujer lobo era su hija, por lo que quería mantenerla a salvo, lejos de cualquier problema.

Finalmente Elara llegó hasta la puerta, mientras cogía el stick de lacrosse que había dejado en la entrada. Al abrir la puerta se sorprendió, mientras sonreía, al ver a Derek siendo una persona normal.

—¿Debería de asustarme que me abras con un stick de lacrosse?— Preguntó él mirándola interrogante.

—Y fue a decirlo el que se volvió un adolescente.— Puntualizó ella mientras agarraba el stick de forma amenazante.

—Y tu sentido del humor sigue intacto.— Sonrió él antes de abrazarla. —¿Estás bien?— Derek centro su mirada en el cuello de ella.

—Sí.— Respondió Elara justamente cuando su teléfono comenzaba a sonar. Le cogió y vio en la pantalla el nombre de Kiernan.

—Esta noche no estaré.— Dijo con tranquilidad.

—Y vuelvo a deciros que no necesito que estéis conmigo como si fuera una cría.— Se quejó Elara para después colgarle.

—Se preocupa por ti.— Puntualizó Derek.

—Lo dejó muy claro cuando ha dejado a Kate viva.— Derek la miró confundido. —Él sabía que ella estaba viva. ¿No lo sabías?— La morena se sentó en una silla de la cocina mientras comenzaba a mirar su stick.

—No. Supongo que al final tenía razón, no se podía confiar en él.— Elara le gruñó. Puede que Kiernan hubiera ocultado el detalle de que Kate estuviera con vida, pero él no había sido quién la cortó la garganta.

—Sigue siendo mi padre.— Le recordó mientras hacía nudos en el stick.

—¿Y sólo tu puedes quejarte? Kate me hizo tener dieciséis años, otra vez.— Se quejó Derek frustrado.

—Cosa que tuvo que ser divertida, ¿no?— Rió.

—Robó a Peter.— Al escucharle Elara le miró incrédulo.

—¿Robó en la cúpula? Pensaba que solo podíais abrirla los miembros de sangre de tu familia.— Puntualizó Elara confundida.

—Creo que no solo buscaba el dinero de Peter, sino esto.— Derek sacó de su cazadora un trozo de madera circular en el cual estaba gravado, a relieve, un trisquel. —Los Betas de mi familia lo usaban para controlarse en las noches de luna llena.— Elara le miró confundida.

—Se concentran en él mientras decíais el mantra, ¿no?— Derek la miró incrédulo.

—¿Como sabes eso?— Elara se quedó en silencio.

—Prometí no decirlo.— Se defendió rápidamente.

—¿A quién?— Preguntó Derek intrigado.

—Prometí, también, no decir a quién.— Sonrió Elara mientras se daba la vuelta para evitar que Derek notará que estaba nerviosa, por guardar el hecho de que era medio parte de la manada de Satomi y que ellos estaban allí, al mismo tiempo que se disponía a coger su teléfono para poder ver de quién trataba el mensaje que tenía. Pero, antes de que pudiera ver el mensaje Elara sintió como unas manos se posaban en su cintura. —Derek.— La morena giró su cabeza intentando mirarlo.

—¿Qué pasa, Lara?— Respondió en tono juguetón intentando hacerla rabiar. —Te veo tensa...— Respondió, e inmediatamente empezó a jugar con sus labios en su cuello dando pequeños besos por toda su extensión, acercándose poco a poco a su boca. Se separó de su cuello y por su arrogante sonrisa, Elara, supo que en su cara se debía de notar las ganas que tenía de que siguiera.

—Cuanto echaba de menos esto.— Murmuró Elara justamente antes de que se lanzara a sus labios bruscamente. Al principio se besaban con desesperación, se separaron para coger aire y retomaron el beso, pero esta vez de manera más lenta y calmada, a la vez que Derek hacia presión sobre la cintura de Elara, en la cual mantenía sus manos, mientras que Elara tenía sus manos entorno a su cabeza y pelo, despeinándolo. Cada segundo que pasaba ambos iban profundizando más en el beso, tanto que la mano que anteriormente habían estado en la cintura de Elara, ahora se encontraba en su cuello empujándola para que su boca y la de ella estuvieran aun más juntas de lo que ya estaban. Derek siempre era un poco brusco para todo, pero en ese aspecto, desde luego, Elara, no tenía queja alguna. Sin separarse de sus labios, subió encima de él a la morena y la puso sobre la encimera más cercana. Empezó a meter su mano por dentro de su camiseta mientras la besaba apasionadamente, mientras Elara mantenía sus piernas entorno a la cintura del pelinegro. Derek bajó, con desesperación, sus manos y cogió los extremos de la camiseta de ella, la cual comenzó a levantar. Pero de pronto, se oyó un fuerte golpe en la puerta.

Ambos gruñeron, mientras Elara empujaba a Derek lo más lejos que pudo de ella. La morena caminó hacia la puerta, preguntándose quién podía ser. No había ninguna opción, salvo que fuera Brett, pero no era su olor el que había tras la puerta, por supuesto era un olor familiar, pero no conseguía recordar de quién era el olor. Elara abrió la puerta y miró hacia quién estaba ante ella. Sonrió al ver a uno de sus mejores amigos, mientras en su mente se planteaba una única cosa. Podía traer a Alexander a casa.

—Jackson.— Sonrió Elara mientras Derek fruncía el ceño al escucharla, mientras soltaba un pequeño gruñido. De todas las personas que podían aparecer y molestar, Jackson era la última que él creía que iba a aparecer y la última que esperaba en ver.

—Hola, Lara.— Sonrió él mostrando su misma actitud, pero con algo diferente en todo aquello. Elara sabía que Jackson había dejado de ser el idiota que una vez fue, ahora era una persona diferente y eso, en parte, la gustaba. Por otra, tener a Jackson, suponía reabrir la caja de Pandora.

★★★

Jackson ha vuelto, pero no para quedarse. Solo estará en estos primeros capítulos.

Pero estoy muy emocionada por empezar esta tercera parte de la historia. En este caso, es muy probable que no haya actualizaciones diarias porque no tengo nada de la historia, así que tal vez hasta septiembre no haga actualizaciones diarias. Pero no os preocupéis que en cuanto pueda publicaré.

En estos capítulos varios irán al purgatorio, aunque ya lo veréis, me centraré en lo que a Elara la pasa allí, porque es lo que marcará está historia.

Ahora bien, en esta parte de la historia habrá dos tramas, la relacionada con la temporada 4 y luego una, inventada. Ambas se irán intercalando. En esta parte de la historia aclararé muchas cosas, sobre todo de los dos primeros Alfas verdaderos, sobre la familia de Elara (se vienen dramas y tendremos a Derek celoso) y también en relación con lo que Alexander puede llegar a hacer.

Y ahora sí, ¡YA QUEDA MENOS PARA EL GIF!

No se si habéis visto el trailer de esta parte de la historia, pero la escena final es muy importante. Ahí lo dejo caer.

¿Qué os ha parecido este primer capítulo?

Os leo ♥