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entonces ¿vas con amigas dices? - mi mamá me pregunta una vez que me ve con mis maletas lista para irme. - ¿por qué no va Sarah?

- Sarah se queda con Chuck. - hice una mueca como si en verdad estuviera decepcionada. - ¿no es así?

- claro. - Ella dice por igual con tristeza para seguirme la corriente.

- bueno, Sirius también va de salida así que el té va a llevar. - me da un beso en la mejilla y regresa a entrar a la casa. Una vez que ella desperece, sonrío emocionada pero Sarah todo lo contrario.

- ¿qué? ¿estás molesta?

- ¿qué crees que estás haciendo, Mer? - se cruza de brazos y se acerca más a mi. - ¿vas a salir ahora con Sirius? Hace unos días me dijiste que ibas a intentarlo con Remus.

- eso fue antes de que el escogiera por segunda vez el que no quiere estar conmigo. - no estaba molesta pero si ya un poco harta de mencionar el tema. - y no voy a salir con Sirius, por supuesto que no. Solo somos amigos.

- pero a él le gustas. - sonreí ante ello. - y por lo que veo, a ti también te gusta.

- es... es diferente. - al yo admitir eso, ella se cubre el rostro. - tranquila, tampoco voy a ser tu suegra. - me reí pero ella no. - creí que estarías feliz por mi. Me siento feliz.

- lo que hacía especial lo tuyo con Remus era que ustedes dos se encontraron y se entendieron. Y que su amor es real y bonito. Ahora has hecho que eso se vea como que te guste ahora estar con señores de treinta años.

- mis sentimientos por Remus lamentablemente ahí siguen. Nadie dijo que ya no lo quiero.

- ¿entonces?

- entonces, creo que estoy harta de intentar e intentar e intentar que las cosas salgan bien y que el simplemente no quiera. - ahora yo me estaba enojando. - quizás Sirius no sea la persona indicada para mi, al igual que Remus no lo fue. Quizás ninguno de los dos pero ahora estoy pasando un buen rato y solo quiero enfocarme en eso.

- no quise ser la aguafiestas, lo siento. - Ella suspira hondo. - solo no quiero que confundas amor con... emoción ¿que se yo? Sirius Black es evidentemente muy pero muy guapo y por lo que veo, muy lindo contigo pero no quiero que llegues de tu viaje diciéndome que lo amas y que se van a casar porque te golpeo.

- te aseguro que no va a ser así. - le di un abrazo. - y por favor, no le digas nada de este a Chuck o me mata.

- si creí que con lo de Remus se moriría, no quiero ni imaginarme cuando se entere de lo de su padre.

- no estamos saliendo, quiero aclarar eso. - dije ya tomando mis maletas lista para irme. - ni nos hemos besado. - al menos no de nuevo. - es un viaje de amigos.

- Ajá claro, como quiera lleva condones. - reí y me fui a la entrada donde el ya estaba esperándome en un carro. Dejé mis maletas en el asiento trasero y me subí al de copiloto.

- es extraño no estar en tu moto. - reí y el se acerca para darme un beso en la mejilla. - ¿listo?

- más que listo. - enciende el carro y ambos salimos de la entrada de la casa. - ¿traes traje de baño?

- lo traigo... si. - reí. - ¿por? ¿A donde vamos?

- vamos a una fiesta en un resort y es un evento de un amigo. Quizás lo conoces um... ¿Roger Kenny? - negué con la cabeza. - bueno, estudió en Hogwarts con nosotros solo que una generación arriba.

- bueno pues, yo te acompaño. - reí.

Estaba emocionada por este viaje. Se que lo que dijo Sarah, al final del día era algo... cierto. No quisiera hacer menos en ningún momento lo que siento o llegue a sentir por Remus. No es el caso. Pero es cansado intentar e intentar y no solo eso sino que darse cuenta que ya no hay nada que hacer. Si lo volviera a intentar sería estupido cuando el ya es un padre de familia más que dispuesto a tener esa vida donde de nuevo Lola me recordó que yo no encajo en el panorama.

Y tampoco se trata de que ahora voy a casarme con Sirius y va a ser el padre de mis hijos ni nada por el estilo. Pero me agrada demasiado, es buen amigo y aunque si... si es el padre de mi ex novio... se ha presentado más que lindo y servicial siempre. No solo eso sino que ha sido mi único soporte emocional estos días donde no he tenido a nadie más que a él como amigo y que me ha apoyado en cada momento.

Y seré honesta, claro que lo encuentro de lo más... atractivo. Si, Sirius Black es un hombre de ensueños y me ha sacada más de un suspiro pero se que por ahora no es lo mejor estar pensando en el de esa manera y agregándole el hecho de que pienso en alguien más...

Pero trataré de que no sea así.

Llegamos a un lugar de lo más bonito y con varias cosas literalmente. Miles de casas como si fueran las habitaciones del resort y su zona con alberca y juegos. También canchas de basquetbol y de tenis.

- hey Roger, hola. - Sirius saluda a su amigo y se dan un gran abrazo.

- wow ¿quien es esta hermosura? ¿Es tu esposa? - ambos nos reímos pero se que fue más por los nervios. - a penas están saliendo.

- solo amigos. - aclaré y el asiente con la cabeza. - Gracias por invitarnos.

- son más que bienvenidos. - dice mientras le entrega unas llaves a Sirius. - puedes disfrutar del resort toda de semana y la fiesta es el viernes, no lo olviden.

- ¿cumples años? - le pregunté tan solo por curiosidad.

- es la fiesta por la publicación de mi libro. - el dice con una amplia sonrisa y realmente me sorprendió el cómo es que el era escritor. No que no lo crea capaz ya que no lo conozco pero wow, que increíble vida. Inclusive, la que creo que es su pareja se acerca y toma de su mano para decirle algo. - oh, tengo que irme pero ya saben, pueden usar todo lo que está en el resort. Los veo al rato. - y se retira.

- okay pudiste haber empezado con decirme que tu amigo es millonario. - reí y voltee a ver el lugar. - ¿qué hacemos?

- ¿tienes hambre? - asentí con la cabeza. - perfecto, vamos a comer. Solo antes vamos a dejar las cosas a nuestra habitación.

Caminamos hasta la "habitación" pero que realmente era una casita de lo mas lujosa y tenía el número 122. No caminamos tanto de hecho pero terminamos encontrándonos con la puerta con nuestro número y entré yo primero para observar bien el lugar. Y para empezar, obviamente solo hay una cama. Pero hay un sofá cama y eso me parece perfecto supongo. Solo que no pude evitar recordar a Remus y cuantas veces pasamos por ese momento incómodo de decir que el duerme en el sofa y yo en su cama. Suspiré con tristeza tan solo de recordar la escena y me quedé viendo del sofá.

- adivino, no te gustó el sofa. - el me dice y me reí ante ello. - o es el hecho de que solo haya una cama, quizás. Pude haber empezado por ahí.

- esta bien, mientras te cambies los calcetines. - dije de broma y el tan solo levanta ambas manos. - oh mira, hay una alberca aquí mismo también. - salí corriendo al jardín y toqué del agua de la alberca. Estaba tibia, perfecto. - wow, este lugar es fabuloso.

- podemos aprovecharlo al máximo. Hoy usar la alberca, mañana las canchas de tenis, luego las de fútbol... realmente lo que quieras hacer.

- Gracias por invitarme. - le di un abrazo y el por igual a mi. Una vez que nos separamos para vernos, el sigue con sus manos sobre mi cintura y se bien que muy en el fondo, yo disfrutaba esto. Tenerlo cerca y que mirara con tanta dulzura. Fue por ello que yo misma volví a hablar. - podemos comer hamburguesas. Son mis favoritas.

- de acuerdo. - el ríe y toma de mi mano. - vamos.

Estuvimos en el restaurante y platicamos por horas literalmente. Me estuvo contando sus recuerdos de Hogwarts, como es que se hizo mejor amigo de James, su primera novia, como conoció a Angelica, sobre la moto y como esa fue todo un dilema conseguirla. Inclusive me contó sobre cómo era mi madre y vaya que es muy diferente a cómo Remus la recuerda. Mientras Remus menciona que era una chica dulce y siempre linda con el y con todos, Sirius dice que era muy difícil de tratar y tenía complejo de superioridad, lo cual, no dudo ni un poco.

Yo le conté también sobre mi vida pero era algo difícil cuando tenía que pulir las partes de Chuck y bueno, ahora las de Remus. Pero de igual manera, la platica siguió y siguió, hasta que dos chicas sentadas en la mesa de atrás, no dejaban de ver a Sirius.

- oye por cierto. - lo interrumpí aprovechando que por fin ambas chicas se voltearon. - tienes admiradoras por lo que veo.

- ¿quienes? - el voltea, y se encuentra con una castaña y una pelirroja riendo nerviosas mientras le sonreían. - ah, son lindas.

- deberías ir a hablar con ellas.

- me gustan rubias. - dice arrugando la nariz y le puse los ojos en blanco con una sonrisa claramente. - bueno, casi no de hecho. Pero supongo qué hay excepciones.

- muy bien Romeo, vamos a descansar. - dije mientras me ponía de pie y dejaba dinero sobre la mesa. - estoy tan llena que quisiera dormir por horas.

- toma. - me regresa el dinero y el pone la misma cantidad más la propina. - yo te invito.

- si bueno, creo que puedo invitarte yo al menos una vez. - le regresé el dinero y puse el mío. - solo fue una hamburguesa, estoy segura de que puedes aceptarlo.

- Gracias Mer. - me da un beso en la mano y la sigue tomando para llevarme fuera del restaurante.

Regresamos a la habitación y me puse algo de ropa cómoda para acostarme sobre la cama. El no se cambia la ropa pero por igual se acomoda a un lado mío y ambos nos quedamos viendo hacia el techo. Primero, siento su mirada sobre mi pero decido ignorarlo y hacer como que no lo vi. Después se voltea, y aprovecho para yo por igual voltear a verlo y esperar que me mire pero en ningún momento lo hace. Ambos nos quedamos sin llamar la atención del otro y me acomodé de lado para poder verlo.

Sirius hace lo mismo y ambos quedamos cara a cara tan solo sonriéndonos. Tiene una muy hermosa sonrisa tengo que admitir. Es extraño como Chuck jamás causó esto en mi. Estas mariposas en mi estómago... no lo sé. Supongo que es un encanto más de Sirius que en si de los Black.

Pasa su mano por mi mejilla para acariciarla y cerré los ojos. No tanto porque no quisiera ser parte del momento, pero en serio estaba muy cansada y el empezaba a acariciarme el cabello y eso me durmió más rápido aún.

...

En cuanto me despierto, Sirius ya no está más en la cama y me asusté un poco. Quiero decir, estoy sola en un lugar el cual no conozco. Fue por eso que me puse de pie y busqué por todos lados a ver si lo encontraba cuando vi que estaba fuera en el jardín y en el camastro. Se veía tan guapo con sus anteojos. Decidí salir y saludarlo.

- hey pero si ya has despertado. - el sonríe y baja su revista y su varita por igual. Ni siquiera se porque la trae aquí afuera. - ¿descansaste?

- fue un largo viaje.

- y también te llenaste. - el ríe y yo por igual. - ¿quieres hacer algo?

- nadar. - me retire la ropa que llevaba encima y me quedé en mi ropa interior. Total, podía usarla como traje de baño. Y aún y cuando el llevaba anteojos oscuros, podía decir que el en serio me estaba viendo y que le gustaba verme en ropa interior. Mal ahí, pero disfrutaba saber que en serio le gustaba. - ¿no vienes?

- después de ti. - dice y se pone de pie. Entré a la piscina y empecé a nadar, lo siguiente que se, fue que lo escuché a él por igual entrar y cuando volteo, el ya no traía su camisa ni su pantalón, por igual solo su ropa interior. - ¿carreras?

- no gracias, se que me ganarías. - le lancé agua y el a mi. - inclusive jugando a las atrapadas aunque para eso ocuparíamos a más personas.

- estaba pensando que podríamos cenar frente al espectáculo que hacen cada noche.- nada hacia donde yo estoy y se pone de pie para pasar su cabello hacia atrás. - ¿te interesa?

- por supuesto. Realmente yo estoy dispuesta a todo lo que sugieras si te soy honesta.

- dudo que a todo. - me toma de la cintura lentamente y me carga. Abracé de sus piernas con las mías para no caerme pero realmente era difícil que eso pasara dado a que estábamos bajo del agua.

- estás en lo correcto. - sentía mi pecho todo húmedo pegado al suyo y como nuestras respiraciones se agitaban. - pero me agrada la idea de la cena y el espectáculo.

- muy bien. - dice sin dejar de ver mis labios y por inercia, yo veo por igual los suyos. - terrible la situación en la que me pones.

- ¿disculpa?

- no puedo estar tan encantado con la persona más prohibida en todo el mundo. - me acaricia la espalda baja y me pega más a su cuerpo, dejándome sentir su miembro contra mi regazo y empezaban a regresar las mariposas en el estómago. - creo que eres mi pecado más grande.

- no hay pecado ya que no hemos hecho nada.

- lo sé. Pero te muestras toda hermosa y perfecta. - dice sin quitar su mirada de mi. - haciendo todo esto mucho más difícil para mi.

- pobre de ti. - dije sarcásticamente riendo pero tan solo se me queda viendo a los ojos, sonríe y me toma de la parte posterior de mi cuello con una mano y me acerca a él para besarme. Me preparo para el beso y cierro los ojos y me dejó llevar pero.... No sucede. - pero vaya que quisiera.

- lo bueno es que vinimos como amigos ¿eh, no? - reí cínicamente.

- nunca había sido tan difícil ser amigos con alguien. - me suelta y se hace un silencio incómodo.

No hasta que me lanza agua y yo a él y empezamos a jugar.

No había momento incómodo, realmente podíamos ser amigos si así lo quisiéramos.

Nota: ya se que en este no pasó nada trascendente. Pero esperen el próximo.