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No podía dejar de pensar en lo sucedido ese día. ¿Cómo no iba a pensarlo? Si fue el momento más conflictivo de toda mi vida. Por una parte, porque genuinamente me gustó tanto que de tan solo pensarlo me emociono, pero al mismo tiempo me odio tanto por lo sucedido que hasta me dan nauseas de los nervios y la culpa que me estaba cargando. No he tenido clases con el estos días, no hasta hoy. Y he estado tratando de por igual dejar de lado el contacto visual en los horarios de comida y todo eso. Espero que siga siendo así.
Estaba caminando por los pasillos cuando veo al fondo a Remus pasar leyendo de un libro. Sabía que eventualmente nos íbamos a cruzar, así que me detengo y el por igual. Tan solo nos vemos por unos segundos y soy yo quien me animo a lo lejos decirle hola moviendo de mi mano. El hace lo mismo y quizás esté tomando una mala decisión, pero quería hablar con el. Así que caminé más, esperando por fin hablarle, el hace lo mismo y en cuanto quedamos cara a cara, hablamos al mismo tiempo.

- hola. - decimos y, hablo por mi y no por el porque no se, pero me sentí toda acalorada por los nervios.

- oye ¿podemos hablar? - el me pregunta. - supongo que sabes a qué me refiero, llevo ya bastante tiempo pensándolo y...

- yo también. - admití.

- Meredith ¿podemos hablar? - Chuck llega corriendo a mi lado y toma de mi mano, haciendo que Remus mejor se hago un poco hacia atrás. - vamos, llevas ignorándome todos estos días...

- estoy ocupada. - le dije sin siquiera separar la vista de Remus, dándole prioridad.

- estoy seguro de que sea lo que sea, puede esperar ¿no? - le dice a Remus y este tan solo baja la mirada evitando el contacto visual. - en verdad quiero que estemos juntos.

- ¿cómo? - Remus y yo decimos al mismo tiempo.

- lamento si te he hecho creer que no pero es más que obvio que te quiero y que podemos intentar ser pareja. - volví a mirar a Remus para ver cómo el reaccionaba y el tan solo ríe. - no le digas aún a mi papá. - este le dice.

- no te preocupes, claramente esto no es de mi incumbencia.

- ¿podemos hablar al rato? - le pregunté y este asiente con la cabeza, y se retira.

- ¿qué puede ser tan importante que tengas que hablar con el? ¿Reprobaste? - negué con la cabeza. - bueno, no importa. Solo quiero saber que es lo que piensas de lo de nosotros.

- yo... - me asomé para ver a quien era que miraba Remus y se mostró Nora como siempre pero ahora, con la única diferencia de que ella le abrazó con mucha emoción. ¿Cómo por? - no tengo cabeza para esto ahora.

- sigues molesta conmigo ¿cierto?

- no Chuck, realmente no lo estoy. Solo... - no se lo que quiero. - necesito tiempo.

- de acuerdo. - el suspira hondo. - supongo que puedo entenderlo.

- sabes que yo también te quiero y mucho. - le di un beso en la mejilla. - pero en estos momentos, yo no se que pensar respecto a una relación y mucho menos si empieza de esta manera tan...forzada.

- somos nuevos en esto, es por ello que todo esto es extraño, no porque no deba ser así. - el me acaricia la mejilla y por un momento, me sentí en paz ante su presencia. No dejaba de ser el mismo Chuck al cual quiero y agradezco de tener en mi vida. - pero está bien, lo entiendo.

- voy a clase. - le di un beso en la mejilla y me fui corriendo detrás de Remus para caminar a su lado a él aula. - regresé.

- felicidades por tu nueva relación.

- no estoy saliendo con Chuck. - entramos al salón y de nuevo yo era la primera en llegar así que hablo con toda confianza sabiendo que nadie más nos escucharía. - dijiste que querías hablar conmigo.

- si, eso es cierto. - deja su libro sobre la mesa y voltea a verme. - te pido disculpas por eso que sucedió ese día.

- bueno, yo también te besé así que...

- si pero, fue un error. - es incómodo todo esto, y ni se si se debe a que yo no lo veo del todo como un error, o el que es una persona la cual he visto tantas veces en mi vida que de repente no puedo verlo como un interés amoroso. - bastante grande. Me arrepiento como no tienes una idea y lamento tanto haberte faltado el respeto.

- no lo hiciste. - me reí. - pero tienes razón, fue muy incorrecto y siento que mi madre me odiaría si lo supiera.

- nos odiaría a ambos.

- no queremos eso. - agregué. - ademas, no es como alguno de los dos tenga sentimientos por el otro.

- es imposible que sea así. No hay ningún escenario posible donde yo sienta algo por una niña como tú. - okay, no había necesidad de decir eso.

- y en cambio me besaste. - dije en forma de venganza. - ¿cual es tu excusa?

- ¿cual es la tuya? - no dije nada y me crucé de brazos. - tu me besaste primero por si lo olvidabas.

- no tengo una excusa solo fue algo que me nació hacer, es todo. - dije evitando el contacto visual. - era más que nada curiosidad, por igual, no tengo ni el más mínimo interés en ti.

- eso es bueno. - se acerca a mi y quedamos más cerca. - porque no veo posible el que tú sientas algo por mi. Al menos no deberías. - no lo hago. Pensé. - ni yo, creo que te veo más como esa misma niña molesta infantil.

- aparte, si estoy enamorada solo que de alguien más. - el asiente con la cabeza. - y tú por igual de... - me quedé pensando. - honestamente, no se si sea Lola, Nora, mi madre... quien sea, no me importa. - me voltee para irme pero me detiene tomando de mi mano.

- lo que alguna vez llegué a sentir por Cassie, eso ya no existe.

- no quiero tus explicaciones. - me solté de su mano. - has lo que quieras con quien quieras y yo haré lo que quiera con quien yo quiera. ¿Estamos?

- me parece perfecto. - ví que traía nuevas cicatrices, y me les quedé mirando tan solo. - recuerda que fue mi gato.

- empieza a preocuparme un poco eso que dices de tu gato, puede llegar a lastimarte mucho y no se trata tampoco de sufrir.

- esto es nuevo, no recuerdo que antes te importara que pasara conmigo.

- solo es un consejo. Lo tomas o lo dejas. - nos miramos ahora a los labios, fue una sensación tan extraña cuando ambos lo hicimos al mismo tiempo y me dio por querer morderme mi labio inferior. ¿Deseaba besarlo de nuevo? Fue por eso que regresé a un escritorio y tomé asiento antes de que diga o haga alguna estupidez.

- buenos días profesor Lupin. - Raquel entra corriendo al salón para entregarle una manzana y un libro por igual. - estaba consciente de lo mucho que le gusta leer entonces le traigo este obsequio.

- oh muchas gracias. No tenías por que. - el le sonríe y ella lo abraza con tanta emoción. En verdad me molestaba todo esto pero no por celos, solo porque siento que Raquel esta idiota intentando enamorarlo. Okay, quizás si estoy molesta pero no celosa. - lo aprecio.

- estaba pensando también que... mañana es Halloween, y podría comer con nosotras.

Raquel ¿que tanto dices? - dije pero ella me ignora.

- no lo sé, en nuestra mesa. Supongo que no es obligatorio que los profesores coman allá a lo lejos. - Ella ríe. - o nos acompaña a nuestra fiesta de disfraces...

- Gracias por confesarle que tendremos una fiesta. - dije y vienen llegando más alumnos entonces Raquel se detiene con su coqueteo. - ¿puedes venir y tomar asiento ya?

- luego vemos. - Remus le da una palmada en el hombro y ella regresa a sentarse a un lado mío. Le puse los ojos en blanco y decidí ignorarla.

...

Pasaron días, casi un mes y las cosas volvieron a ser como eran antes. Remus siguió siendo tan solo un maestro al cual vería de ratos y yo seguía con mi vida. No estaba saliendo con Chuck, pero seguíamos viendo. Sarah Longbottom seguía enseñándome a tejer y yo seguía considerándola mi única amiga real. Me he distanciado un poco de Raquel y de Judy pero era tan evidente como me seguían buscando para pasar la dichosa navidad en mi casa. Están mal si creen que las voy a invitar.

Lo único que me confundió por completo, fue lo siguiente. Me había lastimado el tobillo cuando tropecé por las tontas escaleras así que vine a la enfermería a ver si me podían ayudar en algo. Pero en el momento en el que llego, Remus estaba ahí, lo cual me hace pensar que viene a ver a Nora.

- ¿qué te pasó? ¿Estás bien? - el me dice de inmediato desde su asiento. Esto es lo más que hemos hablado en veintiocho días.

- me lastimé un poco el tobillo, es todo. - me senté en la silla de lado suyo esperando que llegara Madam Pomfrey o Nora. - ¿tu? Te ves completamente sano.

- vine a ver a Nora. - bueno, al menos lo admite. - somos solo amigos, te lo recuerdo.

- creí que quedamos en que no me debes ninguna explicación.

- si pero luego te conozco y se que irías a decirle cosas a Lola en el momento en el que la veamos en navidad y... - me reí tanto en ese momento. - no encuentro la gracia.

- si te preocupa que sea yo quien arruina tus relaciones amorosas, descuida. No tengo interés. - me puse de pie para buscar de la enfermera pero me tropiezo por el evidente dolor que sentía en mi tobillo y el se pone de pie de inmediato para detenerme y coloca una mano en mi cintura y la otra en mi mano. Quedé dándole la espalda entonces voltee un poco la cabeza para verlo. - estoy bien.

- mejor toma asiento. - nos quedamos viendo tan solo un poco y sentí como su mano se aferraba mas a mi suéter y me tomaba con más fuerza. Yo hice lo mismo con su mano, inclusive, la acaricié. El lo sabe perfectamente, entonces me suelta y me sienta de nuevo en la silla. - voy a ir a buscarla.

- ¿a cual de las dos?

- a quien sea. - puse los ojos en blanco.

- estás aquí por igual por un tratamiento. - cuando digo eso, el se detiene en seco y me voltea a ver sorprendido. - no es tan difícil saberlo, ahí está el medicamento. - me incliné un poco para tomarlo pero el me lo quita de las manos.

- de acuerdo, no quieres que nadie lo vea. - levanté ambas manos. - ¿enfermedades de transmisión sexual?

- no, Meredith, no es eso. - el se sonroja todo.

- ándale, ve y busca a tu novia. - me crucé de brazos y esperé tan solo. - solo que no tarde porque tengo cosas que hacer.

...

Se hizo de noche y todos en el castillo estaban festejando porque fue la final de quidditch de este semestre. En verdad, todos estaban festejando en sus salas comunes, aún si perdieron. Aún así el fin de la temporada hizo feliz a muchos y no entiendo en qué momento se le dio tanta importancia al deporte. No me quejo, pero realmente es tonto cómo está es la única manera en la que nos dejen festejar. Pero bueno, no me quejo ya que Gryffindor quien ganó el partido y eso significaba que Chuck estaba de lo más feliz.

Estaba llegando a la sala común de Gryffindor, en busca de Chuck y vi que justamente este estaba en la entrada hablando con otra chica. Quise acercarme y hablar con el, pero vi como este le acaricia las mejilla de la manera más coqueta y se inclina para susurrarle algo. Ella ríe a consecuencia.

No quiero dar por hecho las cosas, eso nunca está bien, pero no deja de hacerme sentir incomoda y mal porque en teoría el quiere estar conmigo. Pero preferí irme, no decirle nada y no darle ese privilegio de saber que lo vi. Mejor salí del castillo ya que con nadie estaba a gusto. Si con Sarah, pero no quería molestarla. No se si ella ya me ve como una mejor amiga y siento que siempre la molesto. No lo sé, a veces en verdad no tengo con quien hablar.

Solo con Remus y ni siquiera siento correcto el ir a buscarlo ahora. No debería, ni debería hacerme sentir bien el verlo o hablarle. Nunca ha sido el caso ¿por qué dejar que así sea a partir de ahora?

Mejor me dispuse a caminar y pensar un poco las cosas. Aparte, ya estaba en un punto de mi vida donde podía caminar y tejer al mismo tiempo. Estaba a nada de terminar mi suéter cuando llegue a el terreno donde se encuentra el sauce boxeador. Odio ese árbol, siento que es estúpido que haya algo tan peligroso aquí. Pero por lo mismo, sabía que nadie iba a venir aquí así que me senté en otro árbol que había enfrente y seguí con lo mío.

¿Qué si el profesor Snape me va a matar al ver que estoy fuera del castillo en horario indebido? Posiblemente, pero como dije, todos están en sus festejos y los profesores lo saben. Así que espero y el piense que estoy en uno de ellos y no venga a róndese por aquí. Genuinamente creí que no habría nadie cerca, pero empieza a escuchar los aullidos de un lobo. Y me asusto tanto que me pongo de pie de inmediato. ¿Debía irme? Por supuesto que si. Pero no se si quería hacerlo. Me dió aún más curiosidad saber que pasaba dentro de ese árbol. Así que... opte por esperar a ver que pasaba. Pero terminé quedándome dormida.

No hasta que escuché ruido de nuevo y vi que no había ningún lobo cerca, solo Remus.

Nota: esta súper nulo este capítulo pero sirve de inicio de lo que se viene en el próximo, lo cual es... bueno.