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- ¿hola? tierra a Meredith por favor. - me pasa la mano por la cara Judy, mientras nos encontrábamos en el gran comedor tan solo desayunando. - ¿en qué tanto piensas?

La única verdad era que pensaba en lo que podría ser la noche de hoy a un lado de Chuck. Hoy es sabado, por lo cual no teníamos mucho que hacer si soy honesta. Hay entrenamiento de quidditch para el pero yo no tenía nada que hacer entonces, todo el día estaría pensando en como es que voy a poder pasar la noche con el y voy a estar ansiosa y nerviosa. Es algo que quiero y que me gustaría experimentar, y obviamente con el pero por obvias razones estoy mas que nerviosa y no hay algo mas que este pensando en estos momentos. Me distraje en mi plato con verduras.

- creo que quiero algo dulce ahora. - me asomé en toda la mesa y vi que había un plato con donas así que tomé una. - me refiero a algo con chocolate.

- ¿no vas a decirnos en que pensabas? - me pregunta Raquel, y no, creo que no iba a comentarse los. Son mis amigas pero también son las persona mas entrometidas de todas y que buscan un buen chisme. Entonces, si, no iba a decirse lo.

- quiero aprender a tejer. - cuando dije eso, ambas me miran con confusión. - quiero hacer un suéter.

- ¿estabas pensando en eso? - no, pero si quería aprender, eso es cierto. Va pasando Remus, con a su lado la nueva enfermera como ya es costumbre y decido mejor distraerme tan solo mirando de mi plato de nuevo, pero era evidente que mis amigas no iban  hacer eso. Mas porque tenían esa estúpida idea de enamorarlo.

Tontas.

- buenos días profesor. - es Judy quien le dice y se pone de pie para poder interceptarlo y lo mas curioso es que el al detenerse, ni siquiera la mira a ella, sino que a mi. Lo saludé a lo lejos con la mano. Ella se da cuenta de ello y decide decir algo mas. - ¿qué es lo que hace los sábados?

Me daba hasta pena ajena el que le preguntara eso.

- tiene citas. - la enfermera Nora dice mientras toma de sus hombros y ríe, claro estaba que esto llamó mi atención de inmediato. - ¿entonces nos vemos al rato?

- por supuesto. - el le dice y ella se retira.

- profesor, quisiera tener clases extras. - dice Raquel colocándose de pie. - se que lo hace porque lo hace con Meredith, y yo también quisiera.

- podemos ponernos de acuerdo en un horario, sin problemas. - el le sonríe. Es demasiado amable como para decir que no. Eso lo se bien.

- Re... - no, no iba a llamarlo por su nombre aquí. - profesor ¿puedo hablar con usted?

- adelante. - mis amigas me ven molestas por quitarles la oportunidad de hablar con el, pero realmente no me importaba. Me puse de pie y fui caminando a su lado fuera del gran comedor. - gracias por salvarme de esa situación, tus amigas pueden llegar a ser...

- ¿tu y Nora?

- realmente no se cuantas veces tengo que decirte y recordarte que es normal el que tenga amigas.

- oh perfecto, entonces a ni no te molestaría para nada que le escriba a mi mamá una carta donde diga "hola mamá, oye ¿adivina qué? Remus, tu mejor amigo tiene una nueva amiga ¿acaso remplazará tu lugar? no solo eso, sino que también tiene citas con ella y eso se lo puedes comentar a Lola, la amada Lola". - dije mientras fingía que escribía.

- de acuerdo, Mer. - el me toma de la barbilla para voltear mi rostro hacia el y que pudiera verlo. Me puse muy nerviosa. - ahora escucha mi carta "hola Cassie ¿cómo estás? espero que de maravilla, te cuento que Meredith no ha hecho sus tareas y no se toma nada en serio sus clases, de hecho, también tengo entendido que busca acostarse con el hijo de Sirius lo mas pronto posible ¿puedes creerlo?"

- eso no es de tu incumbencia.

- mi vida tampoco de la tuya. - me suelta y empieza a caminar lejos de mi. - justo cuando empezabas a agradarme.

- tu nunca me agradas. - grité a lo lejos ya que ya no podía escucharme.

Con mas razón, y con toda la intención de dar la contrera a el y a mi madre y a todo el que esperara algo de mi, esta noche iba a suceder.  No iba a hacerle caso solo porque es mayor que yo, eso no lo hace un adulto responsable. Ni tiene poder sobre mi, bueno, solo en clases pero eso no implicaba nada de mi vida social o amorosa.

Me voltee para regresar al gran comedor y las chicas me miraban molestas y con los brazos cruzados.

- ¿qué? - pregunté.

- ¡ya lo iba a lograr! - Raquel dice llorando desesperada. - siento que si tuviera clases particulares con el, el...

- el nada, Raquel. - le dije molesta y ella me mira con asombro. Demonios, le grité. - lo siento, estoy estresada.

- lo podemos notar. - Judy dice y toma de la mano de su amiga. - vamos a ir a pasar la tarde en nuestro dormitorio.

- de acuerdo, vamos.

- estamos bien así, gracias. - pero que groseras, ellas se fueron sin mi y solo porque no las ayudé con su preciado enamorado.

- de acuerdo, aguafiestas. - puse los ojos en blanco y me voltee para irme, realmente a no se donde pero choqué con Remus y el me toma de los hombros. - creí que ya te habías ido.

- olvidé mi libro en la mesa, voy por el. - me suelta y se va directo al gran comedor. Quisiera poder entender como es que me pone tan sensible cada que el me toca. No soy una persona de mucho tacto ¿cómo se sentirá? ahorita que regresé, tomaré de sus hombros por igual.  El sale del comedor y regresa hojeando de su libro, hasta que me coloco enfrente suyo e intento tomar de sus hombros pero no alcanzo. - ¿qué haces?

- yo... - lo mas que alcancé, fueron sus brazos, así que eso hice. - quería detenerte.

- que chistosa eres. - el ríe y bueno, al menos lo hago reír.

- ¿a qué hora tienes tu cita? - me pone los ojos en blanco de inmediato, pensando en que lo estaba por molestar pero por ello hablo rápido. - ¿tienes tiempo para que platiquemos un rato?

- um... si. - el sonríe. - de acuerdo, si.

- gracias.

No es como que me estuviera por tener una conversación con el exactamente, pero la verdad es que tampoco tenía a ningún amigo de verdad por lo que veo y bueno, ahora Remus parece la persona mas estable en mi vida si es eso posible. El y Chuck, pero esta ocupado con su entrenamiento de quidditch. 

Estuvimos caminando por los jardines aprovechando que nadie realmente estaba ahí, en fin, es sábado y estar estudiando todos o descansando. A nadie le interesa salir del castillo o al menos a casi nadie. Pero estuvo bien porque por alguna extraña razón pudimos establecer una conversación sin pelear y eso es nuevo. Okay, admito que una muy pequeña parte de mi le agrada. No es mala persona, nunca lo ha sido. Solo es molesto, es todo. 

- eres muy bipolar ¿lo sabes, verdad? - el me dice una vez que toma asiento en una de las rocas enfrente del lago.

- no lo soy.

- es un decir tan solo. - el sonríe, y... vaya que era una linda sonrisa. - a veces me odias, y a veces quieres hablar conmigo como si fuera tu amigo.

- hoy descubrí algo y es que... no tengo amigos. - reí pero nomás de la pena que sentía. - bueno, Chuck.

- si, Chuck - el dice haciendo una mueca y mirando hacia arriba. - siempre han sido tú y el contra el mundo. Desde que tengo memoria.

- ni siquiera convivías tanto con nosotros. - le empujé el hombro. -  ni siquiera sabes nada sobre mi.

- ¿alguien lo sabe? 

- ¿saber qué? - me senté a un lado suyo para seguir con la conversación. 

- si alguien te conoce de verdad.- suena muy exagerado, y como si me odiara pero es cierto cuando digo que... no. - me acabas de comentar que no crees tener amigas entonces... ¿quien te conoce?

- Raquel y Judy.

- ¿las niñas que siempre me interceptan? 

- ¿de verdad no tienes idea de porque te buscan tanto? - el niega con la cabeza y yo tan solo rio. Es chistoso, es verdad como es que la mayoría de los hombres no se dan cuenta cuando uno les coquetea o quiere con ellos. - son mis amigas por compromiso pero creo que no lo son de verdad.

- pues, nunca es tarde para conocer a nuevas personas.

- es mi ultimo año aquí.

- ¿y quién dijo que la vida termina en Hogwarts? - muy buen pensamiento, es cierto. - aparte, apenas estamos empezando Octubre, créeme, tienes mucho tiempo.

- supongo. - suspiré hondo y me quedé viendo al lago.

- ¿qué te gusta? quiero decir, algún deporte... pasatiempo... algo que puedas algún día compartir como gusto con otra persona. 

- um... - ya que nunca me han preguntado eso, no tengo una respuesta bien formulada. ¿es triste pensar que nadie le intereso lo suficiente como para saber de mi vida? ni siquiera mi madre. - me gusta la moda.

- ¿en serio? ¿qué tipo? - lo miré con el ceño fruncido. - yo no se de eso, tranquila. - el ríe. - pero quizás te gusten los vestidos... o alguna época del año no lo sé, los sacos por el frío... - sonreí de lo tierno que era hablando de ropa.

- me gustan los suéteres.- empezaba a emocionarme por por fin hablar del tema. - sacos, boinas, casi toda esa ropa que se usa en otoño e invierno.

- genial, esto lo podrías hablar un día con tus amigos y ellos se interesarían también en tus gustos. - quien iba a decir que Remus Lupin iba a ser el primero en interesarse en mis gustos o pensamientos. - descuida, siempre hay buenas personas allá afuera.

- aparte de que me gusta usar ese tipo de ropa o verla en otras, creo que quiero aprender a tejer y coser. - el se voltea por completo para poder verme cara a cara y eso es importante. ¿por qué lo sé? Mi madre me lo dijo.

Si hay algo que mi mamá cree mas que en nada, es en lo importante que es la posición de los pies cuando hablas con alguien. Si no están directamente hacia a ti, no te están prestando atención a ti. Entonces, ahora puedo saber que en serio le importa lo que le estoy diciendo y eso me hizo feliz. 

- tienes tiempo. - coloca sus manos en las piernas para apoyarse y ponerse de pie. - cuando aprendas, me gustaría ver lo que puedes llegar a hacer. Me enseñas.

- de acuerdo. - me puse de pie seguido de el y supuse que ya teníamos que regresarnos.

...

Pasaron unas horas y pasé rápido al gran comedor por algo de comer y llevarme al dormitorio para hacer algo de tarea. Estando ahí, se encontraban varios alumnos supongo que para merendar. Nunca vengo a esta hora porque es la mas opcional y la que casi nadie toma. Pero supuse que por lo mismo, ni Judy ni Raquel estarían aquí, así que aproveché y me senté un rato. 

Voltee a mi lado en la mesa y estaba una chica la cual reconozco de repente porque la he visto una que otra vez, en las reuniones de mi mamá. Sarah Longbottom. Hija de Alice y Frank. Ella es de mi año, pero sus padres se graduaron antes que los míos, por ende ella si nació en su debido tiempo al parecer. 

Es bastante linda, tiene el cabello castaño y largo y unos ojos claros. No convivo mucho con ella porque es de la casa Hufflepuff pero, si tenemos casi todas nuestras clases juntas.

- que bonita boina. - me dice y volteo a verla de nuevo. - ¿dónde la compraste?

- en el verano en un puesto que se pone bastante cerca de mi casa. - admití y voltee a ver sus pies, tratando de recordar lo que mi madre me había dicho. Ella los voltea hacia a mi, sonreí ante ello. - te puedo conseguir una cuando quieras.

- por favor, me encanta tu estilo.

- ¿en serio?

- quiero decir, solo te veo usar ropa normal los fines de semana. - ella ríe. - pero me gusta.

- que bueno que dices eso, me gustaría dedicarme a eso.- me volteo yo por igual para vernos cara a cara. - podrías algún día ayudarme.

- se tejer.

- ¿me enseñas?

- ¡claro Meredith! - mordí del panqué que tenía enfrente y ella aprovechó el momento para darle un sorbo a su café. - ve, a esta hora realmente nadie viene, podríamos venir aquí y te enseño.

- muchas gracias... Sarah. - ella asiente y le sonreí. - pero bueno, te dejo ahora porque tengo que hacer tarea pero ¿nos vemos mañana?

- claro. - ella sonríe y regresa a su libro que estaba leyendo.

Okay pero, estaba tan feliz de haber tenido esa conversación. Siento que todo hubiera sido tan diferente si lo hubiera hablado con mis amigas. Quiero decir, con Raquel y con Judy. Es por ello que salí de lo mas emocionada de aquí y la verdad es que solo quería contarse lo a Remus y poder platicarle lo sucedido pero justo cuando salgo, el esta al fondo del pasillo platicando con Nora y recordé que tenían su cita hoy.

Que estúpidez decirle cita si no están saliendo. Aparte que el no dejaba de sonreírle y de reír y como siempre, todo sonrojado ante la presencia de ella. Si, es terriblemente hermosa la nueva enfermera, de verdad que si. ¿Pero que no su amor por Lola era lo mas grande del mundo? Ya ni siquiera se que onda con el. Es muy difícil entenderlo. Quizás porque no se lo he preguntado directamente... pero tampoco es algo que debería hacer.

Mejor me fui de ahí y estaba por regresar a mi sala común cuando Chuck me intercepta y me toma de la mano.

- hola. - me da un beso en la mejilla y caminamos de la mano. - terminé ya por fin de entrenar, perdona que tardara es que esta intensa la competencia este año.

- no te preocupes. - olvidé por un momento que había quedado con el de vernos terminando el día. - ¿cómo te fue?

- de maravilla, estoy muy emocionado por el siguiente juego. ¿vas a ir a verme?

- obviamente. - ahora fui yo quien le daba un beso pero en los labios, intentando llamar su atención.- oye, voy a aprender a tejer.

- ¿tejer qué?

- lo que sea, ropa. Suéteres. - reí y el tan solo me sonríe. Este es el problema con Chuck, el es muy lindo conmigo como para decirme que no le interesa lo que le digo, pero era fácil voltear hacia abajo y ver como el solo estaba caminando de nuevo hacia enfrente evitando el contacto visual conmigo. Así que caminé a su lado y preferí ya no hablar del tema con el. No tenía caso. - entonces...

- entonces... - el repite y voltee a verlo. - ¿te gustaría que pasemos la noche juntos? 

- si.

¿si? no lo sé.

NOTA: perdón mil por tardar en actualizar pero estaba terminando otra fic pero ya es esta la única que ando escribiendo por el momento entonces regreso a escribir seguido (menos los fines)