.

REMUS POV
- quiero estar contigo, y no me importa nada mas, solo quiero ser tuya. - Meredith me decía mientras caminaba hacia donde yo me encontraba. - me gustas mucho. ¿Yo te gustó?

- bastante. - admití y ella deja caer su ropa interior. - pero aquí no.

- ¿por qué no? - Mer se acerca y empieza a desabrocharme los pantalones, y puesto que ya estaba tan duro, ella aprovecha y se monta en mi. Apreté mis labios intentando contenerme pero a ella no le importaba y me tomaba de los hombros. Se sentía tan apretaba alrededor de mi miembro.

- encajas tan bien. - tomé de sus caderas y empecé a menearme hacia ella en un ritmo lento, el cual ella por igual me correspondía. Ella sonríe y se agacha un poco para empezar a besar de mi cuello.

- te necesito tanto. - ella me suplicaba mientras se movía más y más sobre mi, me deslizaba dentro y fuera de ella a un ritmo constante. - no tengo nada debajo del suéter. - ella me advierte y me toma de las manos para pasarla por debajo y sostener de sus pechos. Ante la sensación, gemí.

- eres hermosa. - manosee con fuerza de sus pechos y empecé a besarla con desesperación. - maldita sea. - ella empezaba a moverse más rápido contra mi y cuando nos volvemos a besar, se escapaban gruñidos de mi boca y pasé mis manos a si cintra para tenerla más cerca cada vez. Estaba por venirme, la moví con fuerzas hacia mi cuando...

Desperté.

- soy un depravado sexual. - me dije a mi mismo mientras me cubría el rostro apenado. No puedo creer que acabo de soñar con la hija de Cassie. ¿Qué rayos pasa conmigo?

En mi vida había pensado en ella de esa manera. Eso jamás. Es más, ahora que ya no es más una niña, siento que es la persona más odiosa del mundo. ¿Cómo puedo soñar de esa manera con La Niña más mimada, molesta, insoportable del mundo? No la tolero, no me interesa ser su amigo y ya no tengo porque fingir que me agrada porque Cassie no está cerca.

La cosa es que casi nunca conviví con ella. Quiero decir, si, me la vivía visitando a Cassie pero a ella nunca la veía porque cuando iba, ella visitaba a su papá. Entonces, tengo unos dos o tres recuerdos de ella de niña, luego cuando creció y empecé a verla más ella empezó a odiarme sin razón alguna y ahora, helos aquí.

Traté de ignorar lo sucedido y me metí a bañar y luego me arreglé para ir al desayuno. Había quedado de verme a esa hora con la nueva ayudante de enfermería, y eso es bueno ya que me distraería por completo.

- hola profesor, buenos días. - ven pasando Meredith y sus amigas por el pasillo y se detienen para saludarme. Quien lo hace es la pelirroja, la cual desconozco su nombre. Pero odiaba el que Meredith estuviera aquí así que evité el contacto visual. - luciéndole bien, como siempre.

- buenos días. - fue lo único que les dije y caminé algo veloz a él gran comedor para irme a sentar y mejor tener mi desayuno tranquilo. Vi a Nora, la de enfermería y me senté enfrente suyo para empezar a comer del emparedado que tenía enfrente. - hey hola.

- ¿cómo amaneciste? - ella me pregunta y claro está que no le iba a contar el que amanecí excitado por un sueño húmedo con una estudiante. - te ves estresado.

- solo algo cansado, es todo. - ví a Snape pasar y vaya que fue suficiente para quitarme todo pensamiento indebido. Verlo me causaba enojo y disgusto, y prefería eso en estos momentos. - deberíamos decirle a Snape que coma con nosotros.

- no gracias. - ella dice negando de inmediato. - mejor platiquemos del partido de quidditch que habrá hoy ¿vamos a verlo?

- por supuesto. - Gryffindor contra Slytherin, ni me lo iba a perder por nada del mundo. - aparte que tú tienes que estar ahí para cualquier accidente que haya.

- de hecho, de eso quería hablar contigo. - la miré confundido. - Madame Pomfrey me comentó que vas muy seguido con ella. - oh cierto, ella no sabe que soy un licántropo. - ¿algo en lo que pueda ayudarte?

- por ahora no. - fingí que todo estaba bien con una sonrisa. - pero gracias Nora, eres fabulosa.

Ella me sonríe.
Debí soñar contigo, no con una mocosa.

...

Di mis clases del día de hoy y por fin habían terminado, lo cual significaba que ahora podía ir a ver el partido sin problema alguno. Ver los partidos de quidditch me recordaban mucho a James, ahora solo espero que Harry tenga un buen juego porque, olvidaba mencionar, el ha entrado al equipo antes y eso es increíble. Muy genial de su parte, se que James ha de odiar el que juegue para slytherin pero si los hace ganar... que bien. Y también porque jugaría contra el hijo de Sirius. Vaya que estos dos lo disfrutarían mucho.

Y se que yo también.

Estaba por salir del aula cuando Meredith es quien se acerca a mi y todo era igual a mi sueño, lo cual me dejó algo nervioso.

- ¿qué pasa? - le pregunté.

- no se si se te olvidó pero teníamos asesorías hoy. - ella se cruza de brazos molesta, dejándola mostrar aún más su escote por cómo empujaba sus pechos hacia arriba. Me recordó a la parte donde ella me pedía que las tocara y... mejor enfocó la vista en sus ojos, si.

- esta el partido de quidditch. - no podía seguir estando así, así que abroché de su camisa y ella me mira con el ceño fruncido. - sabes que no puedes usar el uniforme como se te antoje.

- de acuerdo, papá. - dice molesta.

- si... no me llames así. - todo esto era tan incomodo. Tomé mi maletín y estaba por irme pero de nuevo me detiene.

- ¿entonces no habrá clases?

- ya quedé con Nora de ver el partido con ella, lo siento. - levanté ambos hombros y ella me mira con el ceño fruncido. - ¿qué?

- nada, puedo ver claramente tus prioridades.

- ¿te molesta tanto el que sea mi amiga? ¿Por qué? - mientras ella se quedaba pensando en que decirme, yo no podía dejar de ver sus labios y pensar en lo mucho que deseaba besarlos, tal u como me lo he imaginado. Quería tenerla cerca, quería sentirla encima mío, quería...

- no me molesta, no te creas tan especial. Has lo que quieras, no me importa. - su comportamiento infantil de nuevo me quitó todo pensamiento indebido y se lo agradezco demasiado. - de acuerdo, voy a ir a apoyar a Chuck.

- ah, a tu no novio. - caminé a un lado de ella para llegar hasta la salida de la clase cuando me vuelve a detener pero esta vez, me toma de los hombros. - ¿y ahora qué?

- mi madre no sabe. - olvidaba por un momento que ella es hija de la que llamó mejor amiga. - así que te pido de favor que no se lo digas.

- ¿qué pasa si lo sabe? Ella y Sirius llevan pensando por años que ustedes deberían salir y...

- por lo mismo, no quiero que sea para complacerlos a ellos. - vaya que Mer tiene un gran problema con su madre pero ni siquiera iba a entrar a detalles de eso. - solo... ¿puedes ayudarme con eso?

- bien. - ¿qué más podría decir?

- Gracias. - ella me da un abrazo, lo cual es muy extraño ya que es la primera vez que lo hace en toda mi vida. Toda mi vida.

No lo dudé por dos segundos y yo por igual le regresé el abrazo. Su cabeza me llega literalmente al pecho, lo cual me permite recargar la mía sobre la suya y pasar mis manos por su espalda baja. Huele de maravilla, muy extrañamente a fresas con chocolate. ¿Cómo es eso posible? Pero me encantaba, y también el sentir sus manos aferrándose a mi suéter. Al final se suelta y tan solo sonríe.

- ¿por qué el abrazo? Creí que me odiabas.

- porque se lo mucho que amas a mi mamá y se que tú morirías por contarle lo que sabes pero en cambio me has prometido a mi que no valgo nada para ti, el que no le dirás así que, gracias.

- dos cosas, una es que yo no amo a tu mamá. - y me es extraño el que tenga esta necesidad de tener que dejárselo en claro. - y dos, no digas que no vales nada para mi.

- vamos, corrígeme si estoy mal. - ella ríe. - descuida, no me molesta, tú por igual no eres más que Remus el metiche. Y ahora, bueno, mi profesor.

- pues mira... - estaba por explicarle algo cuando Chuck llega ya con su uniforme de quidditch puesto. Ya se le estaba haciendo costumbre el venir siempre a mi clase en el momento menos oportuno. Toma a Mer de las manos y la acerca a sí mismo para empezar a besarla con harta pasión.

¿Cómo me sentía al respecto? Realmente no me importaba, como dije, Mer no me interesa de esa manera. El sueño solo fue algo que no controlé y por ende, no es algo que sintiera. Quizás le he llegado a tener mucho cariño a ella y por ende el abrazo fue más que reconfortante. Pero nada más. Aunque no me encantaba la idea de Chuck manoseándola toda así que por ello, interrumpí el momento.

- vamos chicos, que voy a cerrar el aula. - ellos salen corriendo de ahí, tomados de las manos y yo tan solo hago una mueca ante lo sucedido.

MEREDITH POV
El partido comenzó y estaba tan emocionada de poder apoyar a Harry. Mis amigas y yo estábamos en primera fila gritando bien emocionadas por el pero de igual manera estaba apoyando a Chuck. Que difícil, aunque estoy segura de que James y Sirius apreciarían mucho esto.

- hey, estoy pensando lo siguiente. - Raquel me dice y voltee a verla. - estoy pensando que debería intentar llamar la atención del nuevo profesor.

- ¿seguimos con eso? - le dije de mala gana. - deberías borrarte esa idea de la mente, Raquel.

- bueno, lo dices porque tú si tienes novio. - Judy ríe. - déjala que ella se divierta.

- si, y que despidan a Remus.

- a mi y que estás encariñada con el ¿no es así? - Judy me pregunta y yo niego de inmediato con la cabeza. - oh por Dios ¿te gusta?

- ni loca me fijo en el. - me crucé de brazos y fije la vista al partido. - es importante para mi mamá, es todo.

- ¿tu mamá se lo cogió?

- no tengo ni el más mínimo interés en saber eso, pero gracias por preguntar Raquel. - menee la cabeza de lado a lado en busca de no tener esa imagen mental cuando termina mi vista hacia abajo y veo a Remus literalmente dentro de la cancha pero porque estaba con la enfermera nueva. La tal Nora. - a parte mi, está interesado en ella.

- soy más bonita que ella. - Raquel dice y puse los ojos en blanco ante ello. - ¿sabes que podríamos hacer? Que en navidad... ¿tu pasas la navidad con el, no?

- nunca antes había pasado. - al menos que yo recuerde. - esta sería la primera.

- entonces parece ser que pasaremos navidad juntas. - dice Raquel y las dos se ríen. - ¿saben que podría pasar?

- ¿qué?

- ver quien logra conquistarlo de nosotras, la competencia me mantiene viva.

- si.. como si fuera a fijarse en unas niñas. - me reí.

- yo entro. - dice Judy. - cuenta conmigo.

- oh ¿en serio lo harán? - pregunté sorprendida. - ¿de verdad arriesgarían hasta sus estudios solo para acostarse con un profesor... - no, no iba a decir mediocre esta vez.

- ¿quieres entrar con nosotras a la apuesta? - voltee a ver a Remus en ese momento y verlo platicar con Nora, y verlo reír y... no. Negué con la cabeza. - bueno, tú eres la moderadora entonces.

- suerte en su apuesta. - les dije y me puse de pie. - voy por algo al carrito de dulces.

No me gustaba saber que las dos personas a las cuales considero mejores amigas estaban apostando quien lograba enamorarlo. ¿Cómo si eso fuera una opción? Remus no solo tiene a Lola, quien parece ser su amor más fuerte y real en toda su vida y que actualmente también lo quiere, sino que también tiene a mi mamá, su primer enamoramiento y su mejor amiga que seamos honestos, si ella le dice que lo quiere, saldrían. Y ahora a Nora, una mujer de su edad que es increíblemente hermosa y amable y... dudo mucho que con tal ganado, se vaya a fijar en alguna de las dos.

Pero de ser así, no se si podría con ello.