「  ᴇs ɪɴᴇᴠɪᴛᴀʙʟᴇ 」

No he vuelto a llorar desde hace días.

Porque aquí, en el Capitolio, no se permite entrar a gente débil. No se permite a gente que tenga arrepentimientos; aquí uno tiene que ser duro o es castigado por ello. Esa es la ley para ser el más fuerte.

Sin embargo, a pesar de los recientes acontecimientos de los juegos, por las noches no dejo de escuchar sus voces. Aquellas que me llaman con dolor y que me miran con repulsión. «¡Traidora! ¡Traidora!», esas palabras taladran mi cabeza una y otra vez y no la dejan descansar.

El rostro de Thomas trastornado por mis acciones todavía baila sobre mis memorias, la de todos los que había considerado en algún momento de mi vida mis amigos, pero me obligo a levantarme cada mañana. Me obligo a seguir adelante con mi propósito, mientras no dejo de repetirme que esto es lo que tengo que hacer.

Me acomodo la gabardina blanca y lisa sobre los hombros mientras recojo mi cabello sedoso, largo y castaño en una coleta alta. Me aparto los pocos cabellos sueltos de la frente, echándolos hacia atrás mientras dejo de lamentarme por cosas del pasado.

Después de los Juegos, después de la muerte de Janson, después de la flecha de Newt que volvió todo un caos por completo, la situación en el interior del Capitolio se ha vuelto más precaria. Se han duplicado las vigilancias, hay toque de queda y cosas por ese estilo. A mí en lo particular no me afectan mucho estos temas porque me desvivo en los laboratorios, en compañía de Ava Paige Snow —quien mantiene su apellido de soltera en primer lugar, para recibir su propio reconocimiento— , por supuesto.

CRUEL es lo que nos mantiene ocupadas gran parte del tiempo.

Sobrevivimos a la caída del helicóptero por una extracción rápida y fuere como fuere, llegamos con vida hasta el Capitolio. De eso hace ya una semana.

Nadie ha vuelto a hablar sobre ellos, sobre los posibles supervivientes, sobre Thomas o sobre los insurgentes que habían desaparecido por completo de nuestros radares. Haymitch, Effie, incluso mi propia estilista se había dado a la fuga.

Por el momento las aguas se mantienen tranquilas; Snow y sus seguidores tratan de mantener un orden mientras Ava y yo buscamos la manera de ayudar a todos aquellos enfermos en los distritos superiores, el 1 y 2, y por supuesto, de la gente que habita dentro del Capitolio.

Coloco mi tarjeta de identificación sobre mi pecho, mientras salgo de mi habitación personal. Atravieso largos pasillos poco atestados y con reflejos de la nueva luz que baña mi hogar. Siempre lo he considerado como tal tras la muerte de mi madre, que todavía me pesa en el corazón a pesar de los años.

Esta nueva enfermedad parece solo afectar a nuestra población, a la mejor acomodada. Daña la mente, la atrofia de manera desastrosa y me da rabia de solo pensar en qué justamente, es la gente menos afortunada, de los distritos más bajos los que no logran afectarse por esto. También es probable que sea porque mueren antes que nosotros, pero ahí esta la cosa.

Aquí la solemos conocer como "La Llamarada" y amenaza con acabar con todo lo que conocemos. Comenzó a brotar unos años antes en la juventud de mi madre; en aquella época a los afectados simplemente se los dejaba en la Zona Infernal, anterior hogar del distrito 13 y por supuesto, en donde se tuvieron los segundos juegos. Ahora, en la actualidad, simplemente los dejamos en la Zona Cero, una zona subterránea cerrada a cal y canto por debajo de las instalaciones superiores del Capitolio. Para no perderles de vista, claro.

Yo no he visto del todo a convertidos como ellos en su fase final y desde la muerte de mi madre he procurado en encontrar una cura que pueda salvarnos, porque ni siquiera sé si yo soy inmune del todo.

Encuentro a la presidenta de Panem al final del camino, hablando seguramente con unos nuevos socios del Capitolio. Su dinero nos ayuda a utilizar mejores recursos y tecnologías para nuestras investigaciones. Eso no lo sabe mucha gente, pero a la gente que no conseguimos salvar, a sus familiares respectivamente les hacemos lavados cerebrales. Todo para compensar la pérdida y que puedan seguir con sus vidas rutinarias.

Y ese mismo proceso es el mismo que Ava le hizo a sus hijas: Dayana y Violet Snow.

¿Si las reconocí cuándo llegaron a los juegos? Por supuesto que sí. Ellas no me conocían pero yo a ellas sí. Me dolió saber que Ava había lanzado a sus hijas a una muerte segura, pero ella tendría sus razones. 

La presidenta se despide amablemente de sus nuevos socios a los que yo les dirijo una sencilla sonrisa y después, coloca un brazo sobre mi espalda. Yo veo lo impoluto que se ve todo lo que nos rodean. Las salas de investigaciones, pruebas y experimentos. La gente que sonríe y llevan sus días como si por debajo de nuestros zapatos no hubiese gente que estaba al borde de la muerte, perdidos de cabeza y completamente deformados.

Ava suele decir que la infección se propaga por algo del aire, o por alguna sustancia insoluble que hemos creado al pasar los años. Yo pienso simplemente que es nuestro propio castigo por la creación de los juegos, pero eso no lo digo en alto.

Por supuesto, la noticia de la enfermedad no era sabido por mucha gente. Solo trabajadores, socios o gente que tenía la mala fortuna de despertar un día con esto, o ver a un familiar o amigo cercano afectado. Eso sí, la guardia del Capitolio siempre actúa deprisa para evitar que la noticia se reparta como pólvora. Hasta a mí me sorprende que a estas alturas no muchas personas conocieran de esto todavía; entre ellos Thomas. Él no sabía nada de esto.

He estado observando además a mis compañeros, a todos ellos que han estado conmigo desde los primeros juegos y me sorprende ver que ninguno de ellos no ha reaccionado tampoco a alguna afección en el Capitolio; aunque quizás se debe también en parte a que no estuvieron directamente en el interior, si no en las instalaciones de los juegos.

La respuesta la tendremos hoy, la respuesta a saber si los que no viven en el Capitolio son la respuesta para nosotros y que nos ayuden a acabar con esta epidemia.

—¿Estás preparada? —Me pregunta Ava. Yo asiento, decidida sin dejar que las dudas o los nervios me invadan—. Todo saldrá bien.

Un rato más tarde nos hemos reunido con nuestros socios más potenciales que claramente están perdiendo la fe de nuestros progresos; más que nada porque no ven ninguno.

—La gente empieza a perder la fe, doctora. —Un hombre moreno y ya entrado en años, muerde uno de sus dedos, ansioso—. Y no creo que podamos seguirle ocultando al mundo lo que nos lleva afectando desde hace varios años.

Ava no se deja influenciar por sus inquietudes, mientras yo permanezco al fondo de la sala.

—Es cierto que los índices de la infección han aumentado en un 300%. Afortunadamente, puede que estemos ante una solución definitiva. —Entonces ella pulsa un botón de un mando cercano y en la pantalla digital aparece una imagen holográfica de Minho Khan.

Sí, de Minho. Aquel chico que pudimos llevarnos antes de la caída de los Juegos.

¿Si estoy orgullosa de usar a un compañero para esto? No, pero es la única manera de no permitir que la sociedad que mantiene en pie a Panem caiga desfavorablemente.

—Este es el sujeto Minho Khan. Vivía en el Distrito 12 hasta su captura en la caída de los juegos de la segunda fase. —Señala el rostro del chico—. Tras varios exámenes exhaustivos a su organismo, hemos descubierto que al crecer en un distrito paupérrimo, su cuerpo ha producido anticuerpos muy potentes y que se diferencian de todos aquellos que hemos visto hasta ahora. La experiencia de los juegos, además, ha hecho que su crecimiento evolucione.

—¿En dónde está ahora ese sujeto? —cuestiona otra socia, una mujer de cabellos rubios y de rostro apesadumbrado.

—Le estamos extrayendo un nuevo suero ahora mientras hablamos. Y con su apoyo, quisiéramos iniciar pruebas humanas con los 25 niños supervivientes del Distrito 12 que hemos podido rescatar antes de la destrucción del mismo.

La misma mujer vuelve a retomar el habla, mucho más negativa que antes. Mucho más apagada.

—Esta situación ya ha pasado anteriormente, sin resultados. No creo que sea conveniente.

El hombre de antes continúa su frase, apretando los puños.

—Francamente, a estas alturas, me da mucho que pensar. ¿Y si realmente estamos ya condenados? Dejemos que la naturaleza haga su curso, entonces. Porque hasta ahora, solo estamos perdiendo mucho dinero en estas pruebas inútiles.

No pude mantenerme callada ante la situación. Las palabras del hombre eran desconsideradas después de todo el trabajo empleado. Después de todos los sacrificios.

—Lo que dice es inhumano, nuestro deber es persistir. Los infectados ya superan a los sanos en tres a uno, su número después de los primeros juegos ha aumentado considerablemente. Lo único que harían sería huir con el rabo entre las piernas. —Los socios esquivan mi mirada y pienso en qué me he equivocado.

Pero con el permiso y el beneplácito de Ava, continuo.

—¿Alguno de ustedes ha perdido a alguien por el virus?

Una nueva mujer de piel achocolatada y cabellos grises asiente.

—A mi marido, Frank. —Yo asiento nuevamente, entendiendo su dolor.

—Lamento no haber podido ayudarle. —Y lo digo desde el fondo de mi corazón.

El rosto hueco de mi madre se pasa por mi mente, amenaza con derruirme pero logro mantenerme despierta. Siento que el pulso se me eleva a grandes velocidades.

—Pero imagine que pudiéramos sobrevivir al virus, todos. Imagine que pudiera decirle a su marido que puede ofrecerle una vida normal. Nunca hemos estado tan cerca de hallar una cura, de eso estoy segura. —Noto que los ojos se me aguan un poco, más que nada por la impotencia—. Y hemos sacrificado mucho para no seguir luchando.

Todos ellos comienzan a murmurar entre ellos, quizás tratando de ver las viables más favorables para su dinero, pero con la última frase que digo, sé que los tengo en la palma de la mano.

—Por favor, no permitan que esos sacrificios sean en vano.

Horas más tarde, me encuentro con Ava en una de las muchas salas de los laboratorios de CRUEL. Allí, observamos una sala repleta de médicos y doctores, que atienden a Minho Khan, a quien mantienen encadenado en una silla.

Observo a mi anterior compañero de juegos con expresión indescifrable, cuándo Ava me habla.

—Bien hecho. Has logrado que se queden con nosotros. Sabía que no me había equivocado contigo, Teresa. —Pero por alguna razón, mientras veo cómo le sacan a mi amigo a la fuerza una enorme cantidad de su sangre, esas palabras no me hacen sentir mucho mejor.

Permanezco en un grave silencio mientras lo veo resistirse, y ella me menciona a Thomas, a ese chico del que estoy completamente enamorada y que me duele haber dejado atrás.

—¿Sigues pensando en él? —La presidenta me acaricia el hombro—. Puedo hacer que desaparezcan esos recuerdos, no tienes ninguna razón para mantenerlos.

Pero ella se equivoca.

—Hay una razón y quiero mantenerla. Me hace pensar en que si esto funciona, todo esto habrá valido la pena. —La mujer espera que tenga razón.

Entonces observo a Minho, a través del espejo de cristal y veo cómo los guardias lo golpean por revolverse en contra de los doctores. Al parecer todavía mantiene fuerzas consigo. Me duele verlo de esa manera, con la ceja cortada y el labio partido. Y me gustaría mucho que entendiera que todo esto es por una buena razón, que es por la humanidad.

Quizás si Thomas, si todos ellos lo comprendieran, todo sería más fácil.

Un guardia le golpea en una mejilla y este cabreado, escupe en el suelo. Luego mira a través del espejo y me da la sensación de que me está mirando realmente a mí. Sus palabras son como cuchillas, me atraviesan por todas partes.

—¡TERESA, MALDITA TRAIDORA! ¡SÉ QUE ESTÁS AHÍ! ¡TODO ESTO ES CULPA TUYA! —Sigue gritando como un loco, y yo solo cierro los ojos sin querer que esas palabras me persigan por el resto de mi vida.

Muerdo mi labio inferior mientras me doy la vuelta y salgo despedida de allí. Todavía escucho sus palabras incluso cuándo he dejado muy atrás la sala de investigación.

«Teresa. Todo esto es culpa tuya», y oh, dios.

Una parte de mí, muy en el fondo, piensa en qué tiene toda la maldita razón. Sobre todo cuando no hemos tenido noticias de Thomas, de Newt, ni de ninguno de los otros. Sobre todo teniendo en cuenta qué puede que estén muertos y que nosotros sólo estemos retrasando lo que es inevitable. Una muerte inevitable.

🧡🏹 ELSYY AL HABLA (!)
holaaaa a todos, mis queridos tributos !! diooos, no saben lo feliz que estaba de subir este epílogo, la verdad es que ya llevaba escribiendo esta historia por dos años y finalmente, ha llegado a su fin.

¡ PERO NO DEL TODO !
... ahora ha llegado la hora de subir el culminante y final libro de esta saga tan preciosa. la cual, ya ha sido publicada y estoy enamorada de pies a cabeza de ella.

... siento que hemos recorrido un largo camino para llegar a ese final tan esperado, y creo que todos hemos disfrutado de todo esto. muchísimas gracias por su apoyo, por leer, o por quedarse allí a esperas de una nueva actualización.

pueden pasarse cuando quieran a dejar amor, porque esa última historia es para ustedes. por los fieles rebeldes que quieren llegar a la paz tan esperada.

¿no es emocionante? diooos, ya estoy deseando subir el primer capítulo. uff, no saben el hype que tengo.

... por cierto, aquí les muestro un detalle muy precioso que tuvo una amiga mía conmigo en mi día de cumpleaños.

la quiero mucho y hacer arte ( gabymt_ )
amo mucho el dibujo, se ubica en un momento de la pareja newtmas del primer libro. ¡cuenta la escena a la perfección, de verdad, muchísimas gracias!

¡ los detalles son preciosos ! y de solo recordar en lo mal que le caía thomas a newt, me da gracia después de cómo se han comido en este libro, ajajajaa <3

¡ Y ESO NO ES TODO !

* redoble de tambores *

🍊🧡... ¡También he subido el fic de Haymitch Abernathy de este mismo universo ! es decir, en donde conoceremos sus juegos, su pasado, sus traumas y que se basarán en el canon de suzanne collins. lo que se conoce mayormente, lo demás será inventado por mí.

ya está publicado en este mismo perfil, así que pueden pasarse por la historia si desean bien conocer más la relación de haymitch con minho, y sí, con bellamy. además, claro, de su interés amoroso.

... ahora sí que es todo. nos vemos mis queridos tributos, en el último libro y el cual estoy muy emocionada de que lean !! los quiero mucho, y de nuevo, muchísimas gracias a los viejos y a los nuevos lectores por permanecer a mi lado. por leerme y por acompañar a mis queridos personajes hasta aquí.

🧡🏹