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「 ᴍᴀ́s ʀᴀᴅɪᴀɴᴛᴇ ϙᴜᴇ ɴᴜɴᴄᴀ 」
Sé que estoy cometiendo una locura, lo sé..., Pero mis piernas no se detienen. Aprovecho el momento exacto en el que Heather comienza a discutir de Brenda sobre qué había sucedido en la noche conmigo y Newt, y escapo del vagón comedor a sabiendas de que mi amiga Teresa no me quita la vista de encima. Atravieso varias puertas mientras el sudor me cae por la frente como chorros de agua. Aun así, no me paro a pensar en el miedo que me da que alguien me descubra. Solo tengo en mente en encontrar al chico de cabellos rubios y de mirada observadora e intensa. Los sucesos de la noche anterior, como los de esta misma mañana aun surcan mi mente, pero decidido a no dejarme distraer por ellos, prosigo mi camino.
Al principio se me hace algo tedioso tener que detenerme a cada segundo cuando escucho un ruido extraño, o cuándo mi cabeza loca se imagina que un Vigilante anda cerca. Pero pronto me acostumbro, y acabo por detenerme cerca de los vagones principales. Hay una puerta metálica que nos separa, pero a través de las ventanillas distingo su característica cabellera y piel blanquecina. Sin quererlo, me escondo detrás de las puertas intentando que no se abran con mi peso; parezco conseguirlo por momentos.
Newt está hablando con Janson, no se de qué porque no puedo oírles, pero la expresión de Janson es divertida y no me gusta ni un pelo. No puedo entender qué es lo que se trae con mi amigo, pero cuanto más lejos esté, mejor. Después de unos minutos, la conversación termina con Janson mostrando sorpresa en su rostro, y tras una pequeña reverencia —pero solo de cabeza por parte de Newt—, viene en mi dirección. Asustado, me aparto de pronto y salgo despedido por dónde he venido.
Me faltan unas cabinas para llegar al vagón comedor, pero tengo que coger aire. Solo unos segundos después escucho su típico tono acaramelado llamarme al abrirse la puerta.
Dándome la vuelta, sorprendido, lo encuentro apenas entrando al vagón en el que estoy. Mierda, será mejor que se me ocurra algo bueno, pienso mientras trato de recomponerme. Me apoyo en la puerta transversal y coloco mi mejor sonrisa. Sin embargo, se me olvida que estas puertas se abren nada más notar movimiento y caigo al frente del vagón comedor. Todos mis amigos se ríen al verme hacer el ridículo. Es Newt quien se acerca corriendo hasta mi, extendiendo una de sus manos. Mientras me sobo la cabeza, la sostengo con seguridad.
—¿Estás bien, Tommy? —Asiento mientras me estabilizo como puedo, y tratando de ignorar las burlas desdeñosas de los demás, me siento cohibido ante su mirada intensa.
—¿Qué hacías ahí parado como un garlopo?
—¿Garlopo? De verdad que me tienes que explicar tu jerga, Newt. —Este se cruza de brazos y alzando una ceja, espera que no me desvíe del tema.
—Bueno, yo..., Te estaba esperando. Me preocupaba que te cogiese la tarde para arreglarnos y... —Palmea uno de mis hombros, dándolo por entendido. El alivio me invade.
Pero, de repente, me siento muy mal al mentirle. Aunque no pretendo contarle la verdad, eso no evita que muerda el interior de mi boca, nervioso. Sin deshacer su agarre, me arrastra con los demás justo cuándo estos se levantan para irse a las habitaciones y prepararse para la visita al Distrito 3. Heather me abraza en cuanto los alcanzamos, y me susurra al oído unas felicitaciones. Ethan solo se dedica a volver a chocar los cinco conmigo, y así ambos salen despedidos hacia sus cuartos.
—Seguro que estás nervioso, bombón —comenta Brenda, mientras me mira de arriba a abajo, y si no es por Newt que se pone a arruinarle el cabello, podría haber visto mi sonrojo de oreja a oreja. Teresa no está por ningún lado, y no quiero pensar en qué se ha largado del vagón por estar molesta.
La chica morena aleja de un golpe en el pecho a Newt, y este se aparta riendo. Aun así, decido darle las gracias a Brenda y esta se dedica a sonreírme alegre mientras se marcha chocando contra Newt, obviamente de una forma amistosa. Es en esos momento que me pregunto si mi relación con Teresa podría tener algún parecido con ellos, porque da la sensación de que son hermanos de verdad, y me gusta la manera en la que él sonríe siendo autentico a su lado. ¿Podré hacer yo que sonría de la misma forma a mi lado? Sorprendido del pensamiento, decido sacudir la cabeza y acercarme al chico que me espera apoyado en uno de los muros.
Este me mira de esa forma tan profunda que me cala hasta los huesos, y tratando de no mostrar inquietud, coloco mis brazos detrás de mi espalda y comenzamos a caminar uno al lado del otro. Luna nos sigue por detrás, y varias veces, he sentido su hocico en mis piernas. Extrañamente, cada golpe que da me acerca más al cuerpo del rubio, y aunque ya estamos hombro con hombro, ninguno se aleja.
—Oye, Tommy... ¿Puedo decirte algo?
Newt me mira de forma nerviosa y trato de no avergonzarme ante su cercanía. ¿Cómo es posible que alguien como el pueda ponerme tan tonto? Le doy un ligero empujón, y a este se le escapa una carcajada suelta. Pero carraspeando, se recupera y me manda una vista que me avisa de que no haga más bromillas, así que le hago caso.
—Claro, Newt, somos amigos, ¿no? —Su ceño se frunce al escucharme, pero no tarda en recuperar su buen humor. Aquello me resulta raro, pero lo dejo pasar.
—Por supuesto que sí, bueno... Yo, quería decirte que lo siento. —No entiendo porqué de nuevo se disculpa conmigo, pero sin ánimos de interrumpirle, sigo escuchando—. Mi comportamiento contigo tampoco ha sido muy bueno. Te he hecho daño varias veces, te he faltado el respeto y quiero que las cosas cambien entre nosotros. Más bien, quiero cambiar yo.
Nos mantenemos un poco silencio en el que atisbamos mi cuarto en proximidad. Lo que sea que quieras decirme, dímelo ya, Newt, pienso queriendo no separarme de su lado.
—Eres... una buena persona, Tommy, y quiero que sepas que te aprecio mucho. —¿Por qué esas palabras conseguían alocar mi corazón?—. Por eso, me voy a esforzar para demostrarte que me merezco esa amabilidad que siempre me brindas, de verdad. —Y ante todo pronostico, me da un beso en la mejilla. Fue corto y escueto, pero el calor no tardó en expandirse por mi cuerpo.
Yo me quedé helado, y no pude hacer nada más que mirarle mientras se iba corriendo seguido de Luna. Acaricio mi mejilla, mientras una sonrisa boba se instala en mi rostro. Ay, Newt, si supieras que no hace falta que hagas nada para ganarme. Ya me tienes, tonto, negando levemente con la cabeza, finalmente entré en mi habitación.
Una media hora más tarde, ya estamos todos listos y esperamos a que llegue Janson para recibir a los Vigilantes que nos acompañarán hasta el Edificio de Justicia. Brenda está a mi lado, con un vestido de seda oscuro y de corte de sirena. Lleva una pinza en un lado del cabello y es una flor labrada en oro. Esta vez tiene un maquillaje sencillo, solo destaca un delineado plateado bajo los ojos, y le queda perfecto. Ella es muy hermosa y sin duda, mientras veo que se aleja de mi lado para reunirse con Newt, que ha terminado de charlar con Heather, noto lo buena pareja que hacen. Heather regresa al lado de Ethan, y ambos visten en conjunto. Mientras ella viste un vestido trasparente y de detallitos de flores rojas que se reparten por todo su largo. Su cabello negro y largo se extiende hasta sus caderas y tiene unidas en cada mechón otra flor roja, pero estas son reales y desprenden un agradable olor a fresas.
En cambio, Ethan lleva el típico esmoquin de fiesta, salvo que tiene en la espalda un diseño enorme de una flor roja, y el diseño es igual al de Heather. Su cabello oscuro es rebelde como siempre, y a pesar de que lleva unos toques de iluminador aquí y allá, lo único destacable en su rostro es el tatuaje nuevo de una rosa bajo su ojo izquierdo. Obviamente es falso, porque nos avisó de ello nada más llegar, pero el tatuaje de su cuello es notable y me gusta la forma en la que cada vez que se inclina a hablar con Heath, se mueve con él. ¿A mi me quedaría bien un tatuaje?
Desvío mi atención cuando Teresa se cuelga de mi brazo, y mirándola de soslayo, distingo su expresión dura y fría. Puede que siga molesta por mí —vete tú a saber por qué—, pero, a pesar de todo como siempre, prefiere mantener las apariencias. Quiero hablarle, pero al intentar conectar nuestras miradas, enmudezco al verla con detenimiento.
Su cuerpo está enmarcado por un vestido de seda fina. Es azulado y su escote es de corte de sirena, el largo es de tela blanca y parece que estoy junto a una sirena. Su cabello está peinado con una trenza espiga. En cada mechón lleva un detallito de estrellas de mar; realmente se ve preciosa. Su ojos son enmarcados por una sombra azul oscura y lleva un delineado negro que resalta su mirada clara. Sacudiendo la cabeza, por fin encuentro mi voz.
—Teresa, hoy te ves hermosa. —Ella se sonroja y aunque no me habla, entiendo por su mirada que me veo bien.
Mi traje es algo más ajustado a mis gustos, esta vez. Consta de una blusa de terciopelo azulada oscura, que lleva una abertura cerrada con un botón a la altura del pecho; las solapas cuelgan, por lo que se puede ver parte de mis clavículas y un poco de mi piel bronceada y pecosa. Pantalones negros, de tiro alto y ceñidos a mi cintura, me complementan. Según mi estilista Caleb, la blusa se vería mejor por dentro y no se equivocaba. Mi cabello alocado como siempre, y de maquillaje, mi equipo me colocó un simple sombreado azul con un delineado de ojos negro. Quiero pensar que me veo decente, pero cuando mis ojos se dirigen a Newt, no puedo estar más equivocado.
Él siempre ilumina con su presencia, y esta noche está más radiante que nunca. Mientras acaricia la mejilla de Brenda, no puedo dejar de mirarle. Viste una blusa de chifón transparente y por lo que parece es ligera y no muy calurosa. Es de tejido plano y al ser una tela translúcida permite vislumbrar su tronco superior. Las mangas son anchas, y en las solapas del cuello de la blusa hay un lazo negro que cae con elegancia por todo su pecho.
Sus pantalones son oscuros, de seda fina y de tiro alto, con una hilera de botones en su cinturón, acompañado finalmente con unos zapatos de cuero. Posee en su oreja derecha un pendiente plateado en forma de aro, además de un maquillaje sutil: solo su rostro es decorado por un delineado negro y un poco de iluminador en los ojos y en la punta de su nariz. Aunque me parece distinguir que sus labios se ven un poco más sonrosados de lo normal. Se ve genial, al igual que Brenda. Me sorprende cuándo este la estrecha en sus brazos, y a pesar de estar rodeando su menuda figura, alza la vista y me mira. Nos quedamos así por unos segundos, hasta que aparece Janson y no he tenido tiempo para identificar su significado.
—Lamento la espera, tributos. Pero ya que por fin he llegado, es hora de ponerse en marcha —anuncia, siendo el primero en salir del vagón, en compañía de Haymitch, Effie y los demás equipos de preparación.
Cuando devuelvo la vista al chico rubio, este ya no me observa cómo antes, y no entiendo porqué la decepción me nace por dentro. Tampoco entiendo la razón de que Teresa reafirme su agarre en mi brazo, ni de que mi corazón decaiga al ver cómo Newt rodea la cintura de nuestra amiga morena. Mientras me dirijo con mis compañeros a la salida, pienso: «Y con este embrollo de sentimientos, quiero que este día acabe pronto».
N/A → ¡Gracias por leer, mis cielos! Este capítulo esta dedicado a mi amiga , porque me ha ayudado mucho en privado a mejorar un poco la narración. Te amo, de verdad ! ;3
¡Los veo pronto, mis ángeles! Y sí, me encanta actualizar. Amo adelantar esta historia.
→ Se despide xElsyLight.
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