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20 DE DICIEMBRE, 1980
MISION DE LA ORDEN ( LONDRES )

—¿Dónde dejaste a Leonor?— pregunto Sirius sin apartar la mirada del callejón.

—Con Dora. —contestó Parkinson viendo en todas direcciones—Ella empezó a salir con alguien hace tres meses, después de lo de Reg...

—¿Sabes?—Sirius volteó a mirarlo—Nunca entenderé que clase de conexión o amistad tenían tu y Regulus, pero... Me alegro que hayas estado para el.

El miedo y el pánico se presenció en aquel callejón, cuando gritos y explosiones se escucharon por el lugar. Eros y Sirius compartieron una mirada antes de salir, observar a un mortifago torturar a dos niños y alguien más grande (adolescente), de lo que parecían tener cuatro o cinco años y el otro catorce o dieciséis, al otro lado sus padres se encontraban muertos.

¡Expelliarmus!—gritó Sirius, pero el mortifago lo esquivó.

¡Crucio!

¡Desmaius!—grito Eros.

El mortifago lo tomó por sorpresa y voló lejos, por lo que ambos tomaron ese tiempo para acercarse a los niños, quien uno parecía estar inconciente, y los otros dos tenían heridas.

—¿Están bien?—pregunto Sirius. La mayor asintio.

Eros, quito su reloj y se lo coloco a la chica quien antes había asentido.

—Toma a tus hermanos, y cuando estén lo más lejos posible debes tocarlo, esto los llevará a San Mungo ¿Entendido?—la mayor asintio, para después cargar al pequeño inconciente, mientras el otro niño corría junto a ella.

¡Avada ke...!

¡Expelliarmus!—grito Eros, evitando que el rayo verde fuera a dar a Sirius.

—Gracias.

Antes de que Eros pudiera si quiera decir algo, un humo negro empezó a rodearlos, y sintieron como los tomaban por el cuello, cortándoles la respiración.




































—Mi señor...por favor...

—¡Cállate, Bellatrix!—grito Voldemort, hacía la mujer quien bajo la cabeza—Es un gusto tenerlos aquí... Sirius Black y...Eros Parkinson...—los jalo a ambos por el cabello para que alzarán la mirada—Es una reunión familiar...que alegría...¿No lo crees Perseus?

—Claro que si, mi señor—Perseus, sonrió de forma retorcida.

—¿Por qué no haces los honores está vez?—pregunto Lord Voldemort, dirigiendose nuevamente a Perseus.

—Sera un honor para mí...mi señor...—Perseus se acercó a pasó amenazante hacía el, mientras jugaba con sus varita—...¿Por qué mejor no jugamos un juego?... Quizá les parezca conocido por la asquerosa de su sangre sucia...pero está vez, cambiaremos un poco las reglas... Tu—apunto a Sirius—...Si...¡Crucio!...

Eros apretó los dientes fuertemente, mientras hacía fuerza por no gritar. Habian pasado tantos años desde que había recibido un crucio.

¡Crucio! ¡Crucio! ¡Crucio!— y ahora sí, Eros no pudo evitar gritar, o que lágrimas corrieran por sus mejillas—... ¿No eres tan fuerte ahora, no?—Perseus se acercó a el tomándolo violentamente por el cabello, golpeando y rompiendo su nariz en el proceso.

—Perseus...—el nombrado se alejo al oír a Voldemort—... Tienen una última oportunidad...o se unen y sirven completamente a mis órdenes....o me encargaré de hacerlos sufrir uno por uno... empezando por ti...—apunto a Eros quien escupió sangre justo a sus pies.

—¡Ja! Si no le hice caso a la bruja de Walburga ¿Crees que seguiré tus órdenes? Pudrete—dijo Sirius, mientras recibía un golpe justo en las costillas de parte de quién lo tenía agarrado.

—Puedes irte muy a la mierda...maldito sin nariz...—solto agresivo, mientras trataba de liberarse del agarre de mortifago detrás de el.

Los ojos de Voldemort se volvieron rojos, sin embargo no dijo nada, simplemente dió media vuelta, solo que antes se detuvo justo antes de salir.

—... Bellatrix... Perseus... Encarguense de ellos y enseñenles aquí en tienen que respetar... —sin más salió de ahí, mientras Bellatrix y Perseus los veían con una sonrisa de maldad y diversión.

¡Crucio! ¡Crucio!
































Cuando recuperó la conciencia abrió los ojos lentamente, podía sentir su cuerpo totalmente pesado y cansado, que había recibido con anterioridad. Miro a su lado para verificar que Sirius ya se encontraba consciente...sin duda Bellatrix, había sido cruel con el, pero Perseus si que se había esforzardo.

Miro a su alrededor. El lugar era bastante oscuro, pero cuando sus ojos se extraño completamente al observar el lugar donde estaban.

—... Estamos en las mazmorras de la mansión Lestrange...—hablo Sirius llamando su atención—... No preguntes...

Era un lugar muy espacioso, las paredes y el piso estaban pintadas de un color gris totalmente deprimente. Había manchas por todo el piso y paredes, manchas de sangre.

La única luz que iluminaba el lugar venía de una pequeña ventana que se encontraba arriba de ellos.

—... Odio este lugar... —dijo Sirius.

Las mazmorras tenían un efecto extraño en él, traía a una parte de él que solo salía a la luz ahí. Era como si estuviera condenado a la muerte, el terror que le tenía a su madre salia a la luz, cada vez...

—Ya somos dos, Sirius...—dijo una mujer rubia, acercándose a ellos, con una bandeja en mano.

—Cissy... Me alegra verte, aunque estaría más emocionado con Bellatrix aquí presente—dijo Sirius, en tono sarcástico.

—... Idiota... Ten, tomate esto—le ofreció un frasco a Sirius quien desconfiado lo tomo.

—¿Me matarás con esto?—pregunto Black, de vuelta.

—No... Bellatrix subirá en unos minutos, para hablar contigo y si estás inconsciente al menos no lo sentirás...

—Que considerada...—como si de agua se tratase, lo tomo rápidamente. Después de unos segundos, Sirius, cayó inconsciente.

Antes de Narcissa, siguiera con algo, Eros, la interrumpio.

—Narcissa... Quiero pedirte un favor...































—... ¿Aprendieron?... Díganme ¿Aceptarán mi propuesta?...—pregunto Voldemort, mientras los miraba arrodillados ante el.

—Ni si quiera...

—Yo te diré lo que quieras. —Eros interrumpio a Sirius—... Solo deja que el se vaya...

—... Dime Parkinson ¿Por qué haría eso?...

Sirius observaba aún en shock a Eros, sabía que jamás los dejarían libres a ambos, y sabía que tampoco sería capaz de traicionar a sus amigos...así que solo había una manera...

—Yo soy quien ha asistido a más reuniones de la orden... mientras que el, el lo único que hace es revolcarse con mujeres y beber Whisky.

—... No soy alguien de confiar, Parkinson, pero se que tampoco arriesgarían tu vida por una alimaña como el...no cuando ustedes fueron un espectáculo todo su...año en Hogwarts... Así que... confiaré en ti... ¡Narcissa, trae el traslador!

Minutos después, Sirius, estaba retorciéndose del agarre de Lucius Malfoy, quien le tendió el traslador. Negando a dejar a Eros se removía en su lugar...cuando simplemente ya no pudo más... Lucius había activado el traslador, llevándose a Sirius con el.

—Dime... ¿Que es lo que tanto hace el viejo de Dumbledore?

Eros sonrió cínico.

—Vete a la mierda. Jamás me atrevería a traicionar a alguien que aprecio. Yo si siento cariño... Voldemort... Yo no fui concebido bajo la influencia de la amortentia...¿Cierto, Riddle?...—Voldemort parecía sorprendido, pero ganó más la irá.

¡Crucio!

Eros se sintió a morir, grito. Sintió un dolor desgarrador, las lágrimas se apañaban en sus ojos, pero no las dejaba caer, no le daría la satisfacción a ese monstruo.

—Arriesgar tu vida, por ese idiota... Desepcionante. ¿Podrías imaginar lo decepsionado que estaría Salazar Slytherin al ver a alguien de su casa con sangre sucias...y aún más arriesgando su vida por una?

Eros no lo pudo resistir, soltó una risa, bajando la mirada, aún sentía su cuerpo temblando por las secuelas de la maldición.

¡Crucio! ¡Crucio! ¡Crucio!

El hechizo le pegó sorpresivamente y gritó cayendo de nuevo al suelo, sentía los espasmos, su piel sensible, el dolor interno, podía sentir la tensión en su garganta por gritar, hasta que no lo soporto más. Sus gritos abarcaban las risas de los mortifagos quien reían por verlo sufrir.

Un mortifago lo tomó por detrás, tomándolo por el cabello y poniendo una daga en su cuello.

—... ¿Últimas palabras?...

—Pudrete, maldito viejo sin nariz.

Y todo se volvió negro.









































Dato de la autora:

Si les dijera que solo queda el Epílogo ¿Me creerían? Porque si es así.

Preparen los pañuelos... O tal vez no...

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