14 DE ENERO, 1978
DESPACHO DE DUMBLEDORE

—Se estarán preguntando el porqué están aquí.—comentó. Algunos asintieron con la cabeza, dando a entender que eso era lo que se preguntaban en ese momento.—Cómo sabrán, Voldemort...—algunos temblaron, y chillaron al oír el nombre—Está cobrando fuerzas, cada vez más, y ya no hay seguridad para nadie...—miró a todos los adolescentes—Por lo que he estado pensando en crear una asociación con Brujas y magos que estén dispuestos a defender el bien. Del lado de la luz. Y hoy, ustedes están aquí. Ustedes son brujas y magos que he visto crecer en este gran castillo, todos ustedes tienen algo especial que me han hecho pensar en unirlos.

««Son excepcionales, y cada uno de ustedes tiene un buen potencial en peleas
...—volteó hacia Eros y Sirius, que huían de su mirada—Si no quieren ser parte, no están en obligación, pero sí realmente están dispuestos a ser parte de esta Orden, estarán más que bienvenidos. Y serán entrenados y capacitados para combatir. A todos los que deseen apuntarse, deben saber, que no es un juego y que sus vidas corren peligro, además de asegurar fidelidad a la Orden y a nosotros—finalizó, volvió a voltear para mirar a todos.—¿Están dispuestos a combatir contra el mal?—preguntó, con calma.

Ese día, se dio por fundada la asociación que lucharía contra el mal. La Orden del Fénix.

—Les agradezco por venir. Pueden irse a lo que queda de sus clases. —dijo Dumbledore concluyendo la reunión.

16 DE MARZO, 1978
TORRE DE GRYFFINDOR ( HABITACIÓN DE LILY EVANS )

—Entonces...¿Se pusieron de acuerdo para quedar embarazadas?

—¡Eros!—dijo Lily.

—¡Esto no es un juego!

—No, eso está claro, créanme. —dijo el Slytherin observandolas—¿Para cuándo creen que vayan a nacer?

—Bueno, contando que eso, sucedido en diciembre...—dijo Lily mientras se sonrojaba—Puede que nazca a mediados de septiembre.

—Dora, estará en Hogwarts. —afirmo Eros—¿Dumbledore sabe?—Ravenclaw y Gryffindor asintieron—Bueno, yo aún estaré en Hogwarts ayudando a Madame Pomfrey por órdenes del director, así que no se me hará difícil cuidar de ella, en cuanto a ti pelirroja...

—Tranquilo, me quedaré con mamá mientras tanto. —Lily tomó su mano mientras le daba una sonrisa.

19 DE SEPTIEMBRE
ENFERMERÍA

(NOTA: Parte del capitulo es inspirado en la serie The Walking Death)

—¿Cómo se encuentra Lily?—pregunto Marlene mientras tomaba asiento al lado de Eros.

—Bien, he puesto mis habilidades de medimago estos meses, claro que eso no evitaba tener a Potter respirandome en la nuca—respondio Parkinson mientras suspiraba.

—¿Pandora?

—Con Regulus. No están juntos pero, Reg quiere estar presente cuando el o la bebé nazca.

—¿Cómo van las cosas con Remus?

Eros ladeó la cabeza mientras una sonrisa de lado se asomaba por su rostro.

—De maravilla. De hecho, hemos pensado en adoptar, incluso Lily amenazó con golpearme si su bebé y el de Dora no tenía alguien de mi parte. Tu me entiendes.

—Si—Marlene rio—Se a qué te refieres.

—¿Cómo...

—¡AHHHHH!

—Pandora...

Cómo Eros murmuró, Pandora entro por la puerta de enfermería con una mueca de dolor, con Regulus detrás de ella. Los gritos rápidamente llamaron la atención de Madame Pomfrey. Los gritos de Pandora resonaron en la habitación.

—Necesitamos transportarla a San Mungo—dijo Pomfrey preocupada—No tengo lo necesario para que un parto ocurra aquí.

—Eros...

—¡Mándame Pomfrey!—entro un muchacho de lo que parecía ser de cuarto año, Hufflepuff.

Detrás de el entraron otros dos de su misma casa, mientras cargaban a una joven morena de Gryffindor, la cual se encontraba gravemente lastimada.

—¡¿Que fue lo que le sucedió?!—dijo Pomfrey alterada mientras los Hufflepuff la colocaban en una camilla.

A su lado, Eros pudo ver cómo Marlene se quedaba de pie mientras observaba a la Gryffindor, aún conciente, parecía estar en shock.

—Mucilber la atacó. —fue lo único que respondió para luego salir corriendo rápidamente.

—Poppy, debes ir con Pandora. —dijo Eros con determinación mientras se acercaba a la morena. Al ver que la enfermera lo iba a interrumpir, Eros no la dejo—¡Vayanse!  Trata de que un medimago venga lo más rápido posible. Fue atacada con magia negra.

Madame Pomfrey, asintio preocupada mientras rápidamente tomaba un traslados de su oficina para después de unos minutos desaparecer.

Cuando Marlene salió de su shock, se acercó casi corriendo hacía la morena, tomándola de la mano.

—Mary...—susurro, mientras sus ojos se cristtalizaban.

—Marls...—contesto la morena débil, mientras trataba de sonreír—... Estoy embarazada... Debés salvarlo...—dijo está vez dirigiendose a Eros, quien negó levemente.

—Los salvaremos. —comento mientras trataba de alejarse, sin embargo no pudo al ver que Mary se aferró a su muñeca.

—Por favor... Salvarlo. Se que puedes hacerlo... y-yo ya no p-puedo...—la voz de Mary se escuchaba entrecortada, mientras tocia sangre por la boca.

—Marlene, trae las cosas. Están en la oficina de Poppy. —dijo Eros mientras se acercaba a un lavabo a lavar sus manos y tomar un trapo. Marlene salió de la oficina dando un fuerte portazo mientras se acercaba rápidamente. —Mary... Debo...

—Hazlo. Se q-que debes hacerlo—Marlene tomó su mano.

—Marlene, coloca esto en su boca. —pasandole el trapo blanco, la rubia lo coloco en su boca mientras sentías como la morena hacia presión en su mano por el dolor en su vientre bajo.

Mary pujaba con dolor, pero en sus facciones se notaba que le costaba, algo que hizo que Eros se preocupara rápidamente.

—Mary, espera...ya no pujes, algo anda mal—dijo Parkinson haciendo que la Gryffindor detuviera su trabajo y lo mirara, algo que se vio interrumpido cuando soltó un grito ahogado de dolor.

—Eros...¿Que sucede?

Eros le envío una mirada que la rubia no pudo distinguir. Parkinson, observaba con miedo el líquido de color rojizo en su mano.

Marlene noto como la morena comenzaba a cerrar los ojos: —Mary, Mary, mírame, mantén los ojos abiertos—repetía la rubia mientras apretaba la mano de la Gryffindor—Tenemos que llevarla a San Mungo.

—No...no llegara—murmuró Eros, mientras miraba a Mary cada vez menos consciente.

Y aunque así fuera, todavía tenían el problema de que aquel sangrado ya que no era normal.

—Mary, salió mucha, bastante sangre y-y creo que no estás completamente dilatada todavía—tembló Eros levemente, mientras Marlene mantenía despierta a la joven quien poco a poco parecía comenzar a perder la consciencia.

—Sé lo que...e-eso implica y-y no voy a perder a m-mi bebé, vas a t-tener que...cortar—dijo, débil pero difícilmente.

—Iré a buscar ayuda—intentó decir Marlene, pero antes de que siquiera caminar, Eros la detuvo.

—No. Se hacerlo—admitió Parkinson, limpiándose las lágrimas que empezaban a resbalar por sus mejillas—Pero... N-No tengo calmantes o...—tartamudeó.

—T-Tienes una n-navaja a tu lado—dijo Mary entrecortada. Eros negó con la cabeza.

—Mary, n-no...no sobrevivirás....

—Mi bebé tiene que sobrevivir...por favor, mi bebé... ¡Por favor!—rogaba la morena, haciendo que Marlene soltara un sollozo.

—No puedo—sollozó Eros.

—Sí, si puedes, tienes que hacerlo— susurró la embarazada antes de dirigirse a los dos en la habitación—Quiero que le cuenten sobre mí. Díganle que su madre lo amo hasta el último segundo...—dijo Mary, haciendo a Eros bajar la cabeza, sintiendo un horrible nudo en la garganta.

—Lo cuidaré...lo cuidaré por ti Mary—le aseguró Eros, haciendola cerrar los ojos.

Y antes de que algo más pasara, Eros pasó la hoja del cuchillo por el abdomen de la joven, mientras su mano temblaba levemente.

—Lo siento...—balbuceó el.

Marlene lloraba, intentando retener los sollozos, cuando Mary, gritaba ahogando del dolor(cuando nuevamente el trapo se puso en su boca.)

Justo en el momento que Mary soltó su ultimo suspiro, Eros sintió su corazón desmoronarse de una forma inexplicable, pero era doloroso.

—No se si es un brazo o una pierna. Voy a sacarlo—informó Parkinson.

—¿Eros? ¿Que? ¿Que pasa?—preguntaba Marlene preocupada, al ver a Eros en silencio, quién había comenzado a entrar en pánico al notar al bebé tan callado, y observandolo atentamente.

Después de unos segundos, que para ellos fueron eternos, Eros no pudo evitar formar una sonrisa involuntaria cuando aquel pequeño bebe soltó un quejido, y suspiró entre un sollozo de felicidad, luego de que el bebé rompiera a llorar.

Pues su llanto había sido música para sus oídos. Prometiendose a si mismo de cumplir lo que le había prometido a Mary.

—¿Está bien?—le preguntó Marlene, mientras se acercaba.

—Si...ella está bien—le respondió Eros con una pequeña sonrisa.

Una hora después, Madame Pomfrey apareció con dos medimagos, quienes se encargaron de verificar que la bebé se encontrará bien, para después dar fe de la muerte de Mary.

Eros sostenía a la bebé entre sus brazos, cuando la puerta se abrió abruptamente. Un auror, entro por la puerta, siendo seguido por Remus y Lily quien caminaba con ayuda de Lupin. Parkinson supuso que James, Sirius y Peter seguían en sus misiones.

El auror entro junto a Pomfrey a su oficina. Minutos después salieron, mientras el auror se dirigía hacía Eros quien le pasó a la bebé a Lily quien había querido sostenerla.

—Nos llevaremos a la bebé. La dejaremos en un orfanato muggle, a menos que tengan una mejor opción de dónde dejarla—hablo, causando una preocupación en Eros, quien compartió una mirada con Remus, quien le dirigió una pequeña sonrisa.

—Yo lo haré. Soy mayor de edad, y tengo el suficiente dinero como para asegurarme de que tenga una buena infancia. —el auror asintio sin tomarle mucha importancia. Remus tomo la mano de Eros, dándole un fuerte apretón.

—Debe presentarse mañana, a las siete en el ministerio. Debe hacer oficial la adopción. —el auror asintio y se retiró.

—¿Cómo la llamarás?—pregunto Lily, mientras miraba a la bebé en los brazos de Marlene.

Eros compartió una mirada con Remus y asintio, mientras una sonrisa se asomaba por su rostro.

—Leonor Hope Parkinson Lupin.

Nota de la autora:

¡Con esto iniciamos el tercer acto!

Quiero aclarar que este acto será más corto que los otros dos anteriores.

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