El beso era apasionado y un poco brusco por parte del Gryffindor que movía sus labios en un modo que a Eros se le había dificultado seguirle el ritmo, más sin embargo no se separó. Sus labios encajaban al compás, como si se tratase de dos piezas de rompecabezas que encajaba a la perfección.

Se fueron separando poco a poco quedando a escasos centímetros y juntando sus frentes, jadeando. Eros le dió una radiante sonrisa.

—¿Desde cuándo te volviste tan buen besador, Lupin?

Ambos se encontraban en la habitación del Slytherin, que muy poco le importaban, lo que dijeran los de su casa.

—Aprendi del mejor—respondio Remus y dejo un caso beso en los labios del Slytherin.

—Y ¿Cómo van las cosas con Black?

—Horrible—se quejó Remus, dejándose caer en el regazo de Eros, mientras esté acariciaba suavemente su cabello castaño—Podra ser mi... mejor amigo, pero me incomoda que quiera estarme besando y...ahg...

—Tranquilo. Muy pronto eso cambiará. ¿Sabes la contraseña, no?

—Si...—contesto muy a su pesar—¿Estás seguro de que quieres que quememos toda la ropa? Claro que, quitando la de las chicas—Remus se giro para mirarlo directo a los ojos.

—Claro que sí. Le pedí a Lily que nos guardara un poco de ropa a mi y a Regulus en su habitación.

—Bien—susupiro Lupin.

—Hay algo que te preocupa, Rems...¿Que sucede?—Eros pregunto, acomodándose mejor hasta quedar de frente al Gryffindor.

—Nada, es... La guerra, lo que está sucediendo...tengo miedo de que algo le pase a mi familia, a mis amigos, a tí... y-y se que tu hermano es un mortifago al igual que toda la bola de idiotas que tiene alrededor, y-y no quiero...

Remus fue abruptamente interrumpido al sentir unas manos en sus mejillas y aquellos labios sobre los suyos; siguiéndole el ritmo.

—Quédate conmigo—susurro el castaño cuando se separaron dejando un suave beso en la mandíbula del Slytherin.

—Siempre—respondió de igual forma mirando los ojos del Gryffindor.

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