La sala común de Ravenclaw, era una amplia estancia circular, mucho más espaciosa y aireada que cualquiera de las que cualquiera haya visto hasta entonces en Hogwarts. Tenía una serie de elegantes ventanas en forma de arco, de las que colgaban cortinajes de seda azul y bronce. Se veían estrellas pintadas en el techo de forma abovedada, así como en la alfombra azul oscuro; y el mobiliario consistía en mesas, sillas y estanterías, y una alta estatua de mármol blanco ocupaba un nicho enfrente de la puerta.

—¿Me dirán que estamos haciendo aquí?—pregunto James mientras el resto lo miraba—Aunque creo lo más importante sería...¡¿Por qué diablos estoy atado a una silla?!

—No lo sé, Potter, quizá porque irás de vieja chismosa a contarle a Sirius lo que estamos hablando—sonrio Regulus de forma sarcástica.

—No soy una vieja chismosa—todos lo miraron con una ceja alzada—Bueno, puede que tal vez si—aparto su mirada dirigiendola a un par de mesas.

—Aunque odie estar de acuerdo con Potter, también me gustaría saber que hacemos aquí—dijo Regulus.

Como si de atrapar una pelota se tratase, Pandora y Lily dirigieron su mirada a Eros.

ーVoy vengarmeーsonrió el Slytherin.

—¿Vengarte? ¿Contra, Sirius? No lo sueñes, yo no pienso ser...

—¡Cierra el pico, James!—Lily lo miro, apuntandolo con un dedo.

—Si, Lily-flor—dijo bajando la mirada.

—Claramente, aquí puedes ver quién tiene el mando en la relación—hablo Regulus, mirándolo divertido.

—Regulus, silencio.

—Si, estrellita—respondio rápidamente el menor de los Black dejando un beso en la mejilla de Pandora quien sonrió.

—No que no, Black—James lo miro con diversión.

—Bueno, ya, a lo que veníamos—dijo Remus.

—Venganza, es el tema principal de todo esto—dijo Eros—Y es por eso que estamos aquí, nece...

—Ni lo pienses Parkinson, Sirius es mi mejor amigo—hablo James interrumpiendolo.

ーEso no quita que se merece una cucharada de su propia medicina, Potter—dijo Marlene observandolo de brazos cruzados.

ーEs que...no se, me siento mal por mentirle a SiriusーMarlene le lanzó un fuerte almohadaso en el rostro.

ー¿Te sentiste mal al mentirle a Remus?—pregunto Peter

James bajó la miradaーSi

ーEntonces tienes permitido sentirte mal ahoraーasintió Remus sonriente.

—Ah, que alegría—James dijo, rodando los ojos.

ーEntonces...¿Realmente lo harás?—pregunto Pandora, quien estaba abrazada a Regulus.

ーCómo dijo, Marlene, necesita una cucharada de su propia medicina.

ー¿No te vas a arrepentir?—Eros rodó los ojos, ante la pregunta de James.

—No, Potter. Ya está decidido.

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