i.welcome, new perspective on life
CORRER NUNCA FUE SU FUERTE, y sumando el hecho de que cargaba un enorme tanque de oxígeno a su costado acompañado de las miradas burlescas de las personas a su alrededor, bueno, no la ayudaban mucho.
Lucy, para una niña de su edad era bastante rápida, aunque no sabía la razón por la cual se había negado a esperarla en la estación del tren mientras ella hiba por Susan. Oh, ya lo recordaba, no quería estar en medio de una pelea entre Peter y unos patanes.
—Lu-lucy —habló entre jadeos hacia la niña enfrente suyo —¿Po-podrías ir más lento?.
La pequeña se giró para observarla con una sonrisa apenada, regresó con ella y la tomó del brazo para que ambas fueran a una velocidad emparejada. Cruzaron la calle a toda prisa aunque casi son atropelladas por un auto, el conductor salió furioso a reclamarles pero al ver que eran una pequeña niña y una chica con un enorme tanque de oxígeno por detrás simplemente las dejó ir con un "tengan más cuidado la próxima vez"
Al llegar a la acera inmediatamente se acercaron al puesto de revistas donde Susan se encontraban hablando con un chico, aunque se veía a leguas que Susan prefería estar sola y que la dejaran en paz, Viviane soltó la mano de Lucy y se acercó entre jadeos hacia Susan tomándola por sorpresa.
—Su-susan —habló jadeante mientras se apoyaba en sus rodillas debido al cansancio —tienes que venir.
Susan y el chico se miraron sin entender, hasta que Viviane le dirigió una mirada al chico acompañada de una sonrisa.
—Oh, ya recuerdo, ¿tu eres la chica enferma, no es así? —preguntó despectivo, Viviane soltó una leve risa mientras se reincorporaba.
—¿Cómo acabas de llamarla? —preguntó enfadada la mayor de las Pevensie dispuesta a iniciar una pelea verbal ahí mismo pero Viviane se percató de ello, ya había iniciado una pelea por accidente con Peter, no quería causar otra.
—Susan, déjalo así, tienes que ver esto ya —interrumpió Viviane notablemente preocupada.
Susan miró a Lucy quien solamente asintió para acto seguido tomarán sus cosas y volvieran a correr de vuelta a la estación del tren.
—¿Por que siempre tenemos que correr? —preguntó hacia sí misma mientras seguía a amabas Pevensie.
AL LLEGAR A LA ESTACIÓN se dieron cuenta de que en realidad todo estaba mucho peor, había un bullicio de chicos alrededor gritando "pelea" mientras observaban como Peter y otros dos chicos más peleaban cerca de los rieles del tren.
Las tres chicas lograron hacerse de un espacio para observar al mayor de los hermanos, encontrándose con una escena para nada agradable. La pelea no era para nada justa, y eso estaba claro hasta que la rubia sintió como alguien le daba sus cosas para meterse en la pelea y ayudar a su hermano, se asustó aún más cuando vio a Edmund meterse en la pelea.
—¡Edmund no! —gritaron Viviane y Lucy a la vez aunque el chico no les presto atención.
Viviane se asustó al ver como golpeaban a Peter y hacían que su cabeza saliera hacia los rieles, hasta que (afortunadamente) los silbatos de los oficiales a lo lejos los hicieron parar. . . más o menos, todos los demás se dispersaron inmediatamente al escuchar la orden, aunque Viviane logró escabullirse dejando atrás su tanque de oxígeno para ir por los chicos mientras escuchaba las llamadas incesables de Susan detrás de ella, llamándola para que volviera y se conectara de nuevo al aparato que la mantenía viva, pero no volvió.
Cuando llego hasta los chicos inmediatamente se acercó a Edmund, ayudándolo a pararse mientras le entregaba sus cosas, él le agradeció con una sonrisa aunque se asustó al ver que ella no estaba conectada a su tanque.
—Viviane. . .—le advirtió, pero ella simplemente le dedicó una sonrisa triste para ir con Peter.
Inmediatamente al verlo se abalanzó hacia él abrazándolo, notando ligeramente como su ropa estaba algo desarreglada pero ni un golpe en la cara, suspiró aliviada al ver que no había recibido un gran daño.
—Estas. . .perdón —se disculpó apenada
—Vivi', no tienes por que disculparte, no hiciste nada malo, no fue tu culpa —la tranquilizó el rubio con una sonrisa, aunque se asustó al no ver el gran tanque de oxígeno conectando a Viviane
—Si lo fue, de no haber salido a defenderme no te habrían lastimado —respondió apenada.
—Viviane, eso no. . .—comenzó a hablar Peter aunque un grito cerca de ellos lo interrumpió.
—Oye Pevensie, deberías de cuidar mejor de tu novia no sea que su corazón no soporte. . . —comenzó a hablar el chico que recientemente se había peleado con Peter, se detuvo al ver cómo se acercaba hacia el dispuesto a golpearlo nuevamente.
—Peter —lo detuvo Viviane tomándolo del brazo —por favor no.
Peter suspiró frustrado, ignoró al chico y abrazó a Viviane por los hombros.
—¿Donde dejaste tu tanque de oxígeno? —preguntó una vez que se habían alejado, Viviane se sonrojó al no saber qué decir —¿No lo recuerdas cierto?
—Susan podría tenerlo. . .—respondió banalmente, aunque Peter solo asintió mientras caminaban en busca de sus hermanos.
ENCONTRARON a los demás en una banca en espera de su tren, Viviane se soltó del agarre de Peter y fue directamente hacia Susan quien solo le dedicó una mirada de reproche con una leve sonrisa pero no dijo nada, Viviane sonrió nerviosa mientras volvía a conectarse al tanque tomando asiento entre ella y Lucy.
—De nada —habló Edmund sarcásticamente hacia su hermano pero lo único que recibió fue una mirada molesta de su parte.
—Lo tenía controlado —respondió a la defensiva mientras se levantaba de su lugar.
—¿Qué fue esta vez? —preguntó Susan cansada de aquella situación, pero Viviane se sintió apenada al saber la razón de aquella pelea, «oh, yo puedo responder eso Susan, Peter se peleo por culpa mía» pensó para sí misma aunque prefirió no decir nada.
—Me empujó —respondió con simpleza
—¿Por eso lo golpeaste? —preguntó confundida Lucy.
—No, primero molesto a Vivi, luego me empujó, quiso que me disculpara con el, entonces lo golpeé —respondió Peter tratando de mantenerse sereno.
—Oye, no te cuesta nada alejarte y ya —habló Susan.
—No hiba a permitir que hablaran de Viviane de esa forma —respondió a la defensiva —además ¿por que debo hacerlo? ¿No se cansan de que los traten como si fueran niños?
—Somos niños —objeto Edmund a lo que Viviane le dio la razón, sabiendo a lo que se referían.
Le habían contando historias de aquella extraña tierra que habían visitado hace ya un año y Viviane había quedado maravillada con sus relatos, pero para su desgracia solo tenía que conformarse con ello.
—Pero no siempre lo fui.
Los tres hermanos se miraron entre sí sin saber que decir, mientras Viviane se mordía las uñas levemente hasta que sintió como Lucy intercambiaba lugar, haciendo que ella quedara a un lado de Peter cuando él tomó asiento.
—Ya paso un año —les recordó mientras Viviane abrazaba su brazo intentando darle consuelo —¿Cuanto más nos hará esperar?
—Creo que ya es tiempo de aceptar nuestra vida aquí —habló Susan tratando de convencer a su hermano —es inútil fingir algo diferente.
Nadie dijo nada, simplemente guardaron silencio sin saber que decir, hasta que Susan volvió a hablar
—Ay no, fingan que hablan conmigo —pidió hacia ellos algo desesperada, los cuatro la miraron extrañados
—Estamos hablando contigo—respondió Edmund
Susan hiba a replicar algo más hasta que un grito de Lucy la detuvo, la pequeña había soltado un grito de dolor poniéndose de pie de golpe.
—Cállate Lu —pidió Susan
—Esque algo me pellizco —se defendió la niña mientras señalaba su lugar, los cuatro mayores la miraron extrañados.
—¡Peter! ¡No es gracioso! —se quejó Viviane en un grito al mismo tiempo que se ponía de pie de golpe junto a Lucy, el chico la miró sin entender hasta que él también se levantó de golpe.
—¡Oye, ya basta! —grito hacia Edmund
—Pero no te toque —se defendió el castaño
—Oigan. . .¿por que no. . .—habló Susan pero inmediatamente dejó de hablar al ver cómo todo a su alrededor comenzaba a cambiar.
Un tren paso a toda velocidad mientras una enorme ráfaga de viento lo acompañaba
—Parece magia —comentó Lucy ilusionada
—Las manos, sujétense —ordenó Susan mientras tomaba la mano de Viviane y ella la de Peter.
—¡No voy a hacer eso! —se quejó Edmund
—Solo hazlo —le respondió Peter tomando su mano.
El tren siguió pasando a toda velocidad mientras algunos papeles salían volando a su alrededor, Viviane sentía que las personas a su alrededor no podían ver lo que pasaba, parecía que todo pasaba en un tiempo bastante diferente. La estación comenzó a derrumbarse poco a poco mientras el tren seguía pasando a gran velocidad hasta que después de un tiempo la estación fue remplazada por una cueva en una playa, los cinco se acercaron una vez que se soltaron de las manos observando todo a su alrededor, sabían bien donde estaban.
Habían vuelto a casa finalmente.
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