❝second❞
Y en mi decimoctavo cumpleaños,nos hicimos tatuajes a juego.
Era increíble cómo había pasado el tiempo.Parecía que fue ayer cuando vi al chico que ahora toma mi mano haciendo fotografías a una pareja.Llevábamos más de un año de novios y cada día con él me hacía experimentar sensaciones cálidas que se amontonaban en mi pecho.
Hoy,10 de julio,cumplía dieciocho años,y esperábamos a que nos tocase para hacernos ambos un tatuaje.
Seonghwa se tatuaría una cámara fotográfica,y yo la silueta de una Polaroid.No estaba muy nervioso,sabía que el dolor sería soportable.
Todo dolor era soportable estando junto a él.
Solíamos robar el licor de tus padres y subir al tejado
Aquella noche,fuimos a cenar a su casa.Una cena sencilla,hamburguesas,refrescos y comida chatarra mientras veíamos una película.
Jamás entenderé por qué las parejas van al cine en sus citas. ¿Para qué gastar un riñón en comida y una película,cuando puedes disfrutar del mismo ocio en casa,con comida barata y en un cómodo sofá? Y mejor aún,en los brazos de quién amaba.
Cenamos rápido y acabamos de ver la película charlando,riendo y dando muestras de cariño,cosa que en los cines no estaba bien visto.Acabamos sobre las una de la madrugada,la noche era joven para nosotros.
Rebuscando en la casa,encontramos una botella de licor,sus padres ni estaban en casa y ya éramos lo suficientemente mayores para beber.A través de la ventana de su habitación,subimos al tejado.
El cielo estrellado me recordaba a nuestro primer encuentro.Las estrellas lucían igual que esa noche,como si las hubiese trazado exactamente en el mimo lugar,para que perdurasen toda la eternidad.
Nos servimos en unos vasos de plástico que habíamos traído,y brindamos.
— Por tí — sonrió Hwa,mientras me acercaba su vaso.
— No,por nosotros— le brindé,a lo que él respondió con una sonrisa aún mayor.
Hablábamos de nuestro futuro como si tuviéramos una idea.
— Y podríamos tener un gato — decía mi novio,un poco sonrojado pero aún no en estado de ebriedad — O un perro.O ambos.
Yo sólo reía ante lo que decía.Amaba que pensase todo eso.Cuando alguien quiere un futuro contigo y te lo demuestra.Una sensación cálida se extendía por mi ser,y no en el sentido sexual,sino en un sentido de ternura,de amor.
— Y cuando nos casemos,iremos a todos los parques de Disneyland del mundo — bebió otro trago,mientras miraba el manto oscuro sobre nuestras cabezas — Al de París,al de Orlando,al de California...
Era adorable cuando actuaba así.Me acerqué a él y me pasó un brazo por los hombros,permitiéndome apoyarme en su cuerpo,mientras que con su mano me acariciaba.
Podría vivir toda una vida atrapado en estos momentos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro