𝓬𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸
𝚊𝚗𝚑𝚎𝚕𝚘

Descansaban en el cuarto de Nanami, mientras el rubio leía un libro. Yuri lo observa, admirando cada una de sus facciones.

— Oye Nanami. — Pregunta escuchando un sonido que le hacía saber que Kento lo escuchaba. — ¿Que te hizo pensar en mi?

— ¿Que?

— ¿Que te hizo pensar en mí para que me compraras un recuerdo?.

— Nada en especial. — Responde regresando la mirada a su libro.

— Es solo que-

— ¿No te gusto?. — Interroga el rubio, su mente le jugó una mala pasada ¿ya le aburrio? ¿debería conseguir algo más?.

— No es eso. — Niega fijando su mirada en el obsequio. — Su sonido es delicado y tan gentil que me hace sentir indigno de mí mismo. Como si mis pensamientos no fueran míos.

Nanami lo observa, tiene las manos levantadas, con los dedos extendidos junto a esa mirada obsidiana que se ve débilmente brillante.

— La campana... — Titubea pero sus ojos demuestran firmeza. — Originalmente se usaba para llamar a la oración. Usa el sonido de la campana para llamar a dios y el te protegerá.

Los labios de Gojo se entreabren en un reflejo, toda su atención ahora esta en el. En esa voz tan varonil y amable que se siente dulce al cruzar sus oídos

— Pero no la escogí por eso. — Con movimientos dudosos se acomoda a un lado de Yuri, ambos mirando al techo mientras sus pies se balancean.

El silencio fue tan cómodo que los ojos de Gojo se cerraron disfrutando de esa comodidad que solo Kento podría ofrecerle.

— Kento. — Habla de repente Nanami mirando el perfil del chico. — Utiliza mi nombre a partir de ahora.