𝓬𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸
𝚘𝚋𝚜𝚎𝚚𝚞𝚒𝚘

— Toma. — Frente a el estaba una pequeña campana que servía para adornar su reciente adquisición.

Un teléfono (que Satoru muy amablemente le había comprado)

— ¿Es una bienvenida, Nanami?. — Cuestiona burlesco, tomando el pequeño adorno con sumo cuidado.

— Escuche que fue una mision dificil. — Evade Kento.

— No tanto, mi hermano me acompañó así que básicamente él hizo todo. — Explicó sacando acomodando el adorno en el aparato. — ¿Donde la conseguiste?

— Da buena suerte. — Comenta el rubio. — Es un recuerdo de mi misión en Sendai.

Los ojos obsidiana de Yuri examinan ambos regalos y su corazón rebosa de alegría.

— Si no lo quieres, devuelvelo o tiralo.

— Ni siquiera dije nada. — Se defendió escondiendo aquella dulce campanita en su pecho.

— ¿Piensas que es un regalo barato?. — Pregunta Kento, mirándolo. Su regalo se veía patético a lado del de Satoru.

— Es perfecto, gracias.

Una sonrisa fue más que suficiente para hacer sonreír al rubio, los cabellos albinos se mueven a la par del Gojo y en un movimiento rápido sus labios dejan un beso en la mejilla de Nanami.

Los rostros de ambos se funden en un rojo intenso, nadie habla, solo se escuchan el sonido de sus respiraciones y el tintineo de la campanita.

— Yuri yo...