—— MANADA DE ALFAS ——

Elara terminó de recoger sus cosas mientras observaba como todos sus compañeros se marchaban de clase.

—¿Podemos hablar, Elara?— La aludida miró a Jennifer mientras se cruzaba de brazos.

—¿De que, exactamente?— Preguntó la morena con indiferencia.

—Bueno, he estado revisando tu expediente, quiero conocer más a mis alumnos...— Elara la miró perpleja.

—Creo que no hay nada que debas de conocer de mi, Jennifer.— Habló Elara con autoridad.

—Solo quería reflejar mi admiración por ti, y por el hecho de que superases tan bien la muerte de tu madre.— Al escucharla, Elara tensó con fuerza su mandíbula.

—Ese es un tema del que no me gusta hablar.— Puntualizó Elara con un tono amenazante.

—Comprendo, pero sacaba el tema por el hecho de que en los últimos exámenes tus notas han bajado, no mucho pero sí un poco. Y pensé que tal vez tuviera relación con ello o con el chico que está mañana te había traído.— En ese momento Elara supo a que se estaba refiriendo aquella mujer que despertaba en su interior una gran desconfianza, se estaba refiriendo a Derek, y la pregunta era ¿porque?

—Mi novio no influye en mis resultados, si bajaron es por asuntos ajenos que no debería de interesarte. Pero tal vez uno sí, y es el echo de que te estés acostando con mi padre.— Al escucharla Jennifer se removió incomoda. —No se que viste esa noche, ni me importa, pero se que sabes de lo sobrenatural y te lo diré, únicamente, una vez. Conmigo no se juega.— Elara terminó de recoger sus cosas y se marchó de la clase mientras soltaba un pequeño gruñido.

La Beta salió de la clase, mientras sentía como sus garras amenazaban por salir, lo que hacía que sintiera un poco de miedo por lo que sentía cada vez que estaba cerca de ella.

—¿Lara, estás bien?— Logan miró a su amiga con confusión.

—Sí, sí. No te preocupes.— Le intentó tranquilizar rápidamente.

—No lo pareces.— La morena le miró con una expresión de pocos amigos mientras se dirigía a la clase que ambos compartían.

***

—Ya se dónde se esconden.— Dijo Scott rápidamente al entrar en el Loft de Derek.

—Están donde viven los Argent.— Respondió Alexander con obviedad.

—Cora y yo seguimos a los gemelos.— Habló Boyd con tranquilidad.

—Y Alexander hizo un hechizo de localización.— Añadió Elara con obviedad.

—Quieren que lo sepas.— Sentenció Scott mirando a Derek.

—O mejor dicho no les interesa.— Respondió Peter mientras los mellizos intercambiaban una mirada, ambos sabían que lo que Scott estaba diciendo era cierto. Sino, hubieran rodeado la casa con hierro y los gemelos no se hubieran dejado seguir. Había algo más tras todo aquello.

—¿Qué es todo esto?— Preguntó Scott mirando los planos que estaban sobre la mesa.

—¿No está claro?— Preguntó Peter con obviedad. —Los que dudan, dudan primero. Esto es un ataque, conocido como ataque preventivo.— Explicó con tranquilidad.

—¿Irán tras ellos?— Preguntó Scott con miedo en su pregunta.

—Mañana.— Sentenció Derek. —Y tú nos vas a ayudar.— Añadió el Alfa con decisión.

—Sabemos que viven en la planta superior del edificio en el que Allison vive.— Explicó Logan con tranquilidad.

—¿Así que primero les matamos?— Preguntó Scott con tranquilidad. —¿Ese es el plan?— Preguntó incrédulo.

—No lo verán venir.— Aseguró Boyd, mientras Alexander ponía una mueca dándole la razón al Beta.

—¿Porque se incluye, siempre, un asesinato?— Preguntó Scott confundido. —Solo por una vez, ¿alguien podía pensar en un plan Qué no tenga que ver con matar?— Pidió el Beta.

—¿Nunca te cansas de tener la moral demasiado alta?— Elara puso los ojos en blanco al escuchar la pregunta de Peter. —Yo no estoy de acuerdo.— Añadió Peter mirando a Derek.

—Sí.— Habló por primera vez Cora. —¿Por qué necesitamos a este chico?— Preguntó mirando, confundida, a Scott.

—Este chico ayudó a salvar tu vida.— Le recordó Derek a su hermana. —Además, no podemos sentarnos y esperar a que hagan algo.— Está vez miró a Scott.

—No puedes vencer a los Alfas.— Le recordó Scott.

—Tal vez sí que podamos.— Anunció Alexander. —Existen hechizos poderosos de bloqueo, y también para encerrarlos en una forma animal así que no sería un gran problema.— Añadió el rubio mientras su hermana ponía una expresión de aburrimiento.

***

Elara miró hacia la estantería del despacho de su padre mientras analizaba lo que aquellos días había pasado. Minerva entró en el despacho y miró a su hija con una pequeña sonrisa.

—¿Crees que es él?— Preguntó Minerva con tranquilidad.

—No estoy segura, mamá. Fue muy confuso. Pero no se... Tal vez sea verdad.— La morena subió las piernas a la silla mientras las abrazaba.

—¿Segura que quieres que investiguemos?— La mujer lobo alzó la cabeza y miró a su madre.

—Merezco una explicación. Y merezco estar en paz con mis propios demonios. Si ese hombre es mi padre quiero saber el porqué. Se que esto es remover el pasado, mamá, y no quiero tener más relación con él que la necesaria. Puede que sea mi padre biológico, pero no me ha criado ni ha estado a mi lado, así que no es nada mío. Solo quiero respuestas.— Explico Elara llevándose una tierna mirada y sonrisa por parte de su madre.

—Te prometo que tendrás tus respuestas, Elara.— Aseguró Minerva con una sonrisa mientras abrazaba a su hija y la daba un pequeño beso en su cabeza, acto que hizo que la Beta sonriera.

***

Elara se puso de pies y miró lo que ocurría a escasos metros de ella, debía de reaccionar de inmediato. Sin pensarlo saltó y tiró al suelo a la Alfa que estaba atacando a Isaac y a Logan, al ponerse de pies Kali la soltó un rugido, el cual fue correspondido, con mayor intensidad, por parte de Elara, la cual mostró su apariencia de mujer lobo.

Alexander se puso al lado de su hermana, mientras ambos comenzaban a defenderse de los ataques de Kali, la cual, principalmente, iba a por Elara, ya que era el principal objetivo de Deucalion en reclutar pero también el primero para derrotar a todos. En su enfrentamiento Kali atacó a Elara, con fiereza, provocandola una gran herida en su costado de la que mano bastante sangre.

Alexander agarró con fuerza a su hermana, evitando que cayera al suelo por la herida que tenía en su costado, pero también para evitar que siguieran hiriéndola. Elara intentó zafarse del agarre de su hermano, clavándole sus uñas, pero Alexander no la soltó. Hizo más fuerza sobre ella justamente cuando ambos observaban caer a Derek y a Ennis. Elara gritó y, antes de que pudiera hacer una estupidez, Alexander la sacó de allí.

—¡Tengo que volver!— Gritó ella cuando apareció en su casa. Su hermano la soltó. —Te-tengo que...— Pero fue incapaz de terminar la frase, ya que comenzó a llorar desconsoladamente.

Al verla en aquel estado, Alexander solo fue capaz de abrazar a su hermana con fuerza. Aquel acto, hizo que la Beta se aferrase a su hermano como si de ello dependiera su propia vida. Pero ahora mismo nada podría calmarla, siempre había sentido el latido de Derek y en aquellos instantes no sentía nada.

—Todo estará bien.— Intentó, Alexander, tranquilizar a su hermana.

—No, nada está bien.— Aseguró Elara mientras se separaba de su hermano, Alexander bajó su cabeza y miró a su hermana, antes de que Elara pudiera reaccionar él la lanzó una especie de hechizo para hacer que se durmiera, ya que sabía que Elara no dormiría ni sanaría por su cuenta.

Tras explicarle a sus padres lo que había ocurrido, él y Minerva se encargaron de curar y acelerar la curación de su hermana.

—Encargarte de Scott y los Betas, tu padre y yo nos encargaremos de Lara.— Aseguró Minerva a su hijo mientras le mostraba una pequeña sonrisa intentando calmarle.

—Si a Lara la pasa algo o hace algo, llamarme.— Pidió él con seriedad.

—Seras el primero en saberlo.— Le tranquilizó Minerva a su hijo.

Pero por mucho que Alexander o sus padres quisieran ayudar a Elara, por muchos hechizos que su hermana pusiera en ella, nada la haría olvidar lo que había visto, lo que había sentido. Una parte de ella volvía a ser aquella niña de cinco años que perdió a su madre, pero ahora no era esa niña, ahora, prácticamente, era una mujer adulta que había perdido, no solo a su Alfa, sino a su alma gemela, sin poder hacer nada por impedir lo que, hacia escasos minutos, había vivido y sentido.

★★★

¿Ame hacer este capítulo?

No, no me gustó hacer esto porque me duele ese capítulo (es un infierno ese episodio) y más los próximos capítulos que se vienen, porque para mí son muy sad.

Ahora, eso sí, ame a Elara enfrentarse a Jennifer sin saber que es el Darach. Como os dije en un principio, con The Sun, Elara no se calla ante nada ni nadie. Y creo que esa escena es el claro ejemplo.

Bueno, en el capítulo de mañana ocurren muchas cosas, yo sigo todo sad, pero tendréis una escena que debería de haber salido en The Sun, advierto desde ya, que no es una escena del todo Delara pero bueno. Entenderéis o creo que lo haréis cuando lo leáis.

¿Qué os pareció el capítulo?

¿Qué os está pareciendo la historia hasta ahora?

Os leo ♥