—— CREO QUE ES ÉL ——

Elara miró hacia la tumba de su madre, aquel día hacia trece años. Trece años desde la noche en la que murió. Se sentía incomoda. Era la primera vez en trece años que visitaba aquella tumba, realmente estaba incomoda, sobretodo tras lo ocurrido con los Betas, con los Alfas y con sus padres. Cada día que pasaba observaba como su matrimonio se iba deteriorando, y lo peor era saber de las infidelidades de su padre.

Se sentó en el suelo mientras quitaba las hojas secas. Sonrió al ver el nombre de su madre y la placa en la que podía leerse «Amada madre, hija y amiga».

Bajó la cabeza mientras sentía un incómodo dolor en su vientre, sabía que Derek estaba saliendo herido, pero aquello no la importó, un lado de ella no quería hacerlo. Desde aquella noche no quería ver a nadie, se sentía confundida, como si estuviera indecisa, y eso era algo que creía imposible. Ella estaba dentro de una manada, ella estaba en el bando correcto, pero ¿entonces porque sentía que lo que estaba haciendo no era correcto?

—Vaya, es la primera vez en años que veo a alguien frente a esta tumba.— Elara levantó la cabeza y vio a un hombre, tenía el pelo castaño y los ojos azules.

—Es la primera vez que vengo.— Respondió Elara con sinceridad.

—¿La conocías?— Elara asintió.

—Es mi madre. ¿Usted la conocía?— El hombre la miró sorprendido mientras asentía.

—Podría decirse, conocí a Heather hace mucho tiempo, desconocía que tuviera una hija. ¿Puedo saber cómo te llamas?— Elara le miró confundida, sus pulsos se habían acelerado, pero no parecía ser malo, al contrario, le transmitía confianza.

—Elara.— Se presentó con una sonrisa.

—Kiernan.— Dijo él. —Tienes un nombre bonito.— Él la indicó que caminara a su lado, y Elara, sin saber porque, le obedeció. —¿De dónde eres?— Quisó saber.

—Beacon Hills. No hace falta que sigas mintiendo.— Él agachó la cabeza mientras reía.

—Mujer lobo. Sorprendente. Tu padre lo es, ¿no?— La morena se encogió de hombros.

—No se nada de mi padre biológico, yo fui mordida por un Alfa. Tampoco es importante.— Respondió.

—Pero estás aquí, en vez de estar en otro sitio donde sabes que te necesitan más.— Elara bajó la cabeza.

—Podría decirse que alguien ha hecho replantearme mi percepción sobre quiénes me rodean y quienes pensaba que estaban a mi lado.— Explicó Elara con tranquilidad.

—A veces hablarlo con un extraño que sabe de lo sobrenatural ayuda. ¿Ese alguien es un chico?— Elara negó.

—Creeme que aunque quisiera no podría enamorarme de nadie.— Kiernan la miró confundido.

—¿Acaso te niegas a enamorarte?— Elara negó riendo.

—Por suerte o tal vez por desgracia soy el "alma gemela" de un hombre lobo.— Kiernan la miró sorprendido.

—Interesante. Ya no se oye algo así, es algo muy importante. ¿Y te ha...?— Ella negó.

—No, no es algo que me vea lista, no cuando tengo indecisiones respecto a lo que pasa dentro de mi manada.— Explicó ella mientras llegaban a una cafetería.

—Sientes miedo o ellos te le tienen. Principalmente no se lo que es estar en una manada, tampoco lo que es ser sobrenatural. Salí de este mundo hace mucho, digamos que ni llegue a entrar. Pero puedo decirte que no debes de confiar en quien te hace dudar. Tal vez, aquellas personas que no te dejan desatar todo tu potencial lo hacen para protegerte. Ser un hombre lobo, por muy fuerte y especial que puedas ser, también trae consecuencia si dejas libre ese poder. Y, siendo hija de Heather como eres, se que no quieres herir a nadie.— Elara sonrió mientras cogía su taza de café.

—¿De que conocías a mi madre?— Preguntó ella con curiosidad.

—Fuimos amigos, como hermanos, hace mucho tiempo. Tras su muerte he venido todos los años, pensaba que su hija había muerto. Pero no es así, eres la viva imagen de tu madre. Y creeme cuando te digo que nadie dejaba pisotear a tu madre, era la mujer más sabía y valiente del mundo. Pero también tenía sus defectos, entre ellos el no saber pedir ayuda o el de no confiar en los demás. No cometas ese error, Elara. No pedir ayuda la llevo a ese trágico final.— Elara suspiró.

—En eso último no soy como mi madre, realmente confío en quienes me rodean. Solo que la situación que está pasando me supera. La sensación de estar en alerta, las visiones, el temor de que alguien muera... Para mi no es bueno, hace que recuerde la noche en la que mamá murió, y realmente me hace querer evitar que eso pase.— Kiernan asintió ante las palabras de Elara, dándose cuenta de que se parecía, mucho, a Heather. A la Heather que él recordaba y que se mantenía viva en sus recuerdos.

—No deberías de preocuparte, el mundo es impredecible y nuestro final llega de una forma o de otra, pero debes de ser consciente de que siempre debes de estar bien con quienes quieres, porque puede que de un día para otro no estén y no puedas decirles todo aquello que callaste.— Elara le miró con tristeza, al sentir el dolor en sus palabras. Realmente sentía lástima por él, pero lo peor era sentir que aquel hombre se la hacia familiar.

***

Al llegar a Beacon Elara cogió una pequeña caja donde había algunas cosas más que pudo sacar de Nueva Orleans, entre ellas encontró una foto de su madre con el mismo hombre con el que había hablado. Le dio la vuelta y leyó "primer aniversario". Al leerlo los ojos de ella se empañaron.

—¿Lara estás...?— La puerta se abrió y Alexander entró. —¿Estás bien?— Su hermano se puso a su lado.

—H-he conocido a mi padre está mañana.— Dijo perpleja y al mismo tiempo sorprendida.

—Eso es increíble.— Elara negó.

—No. Él... Él sabía quién era yo y no me dijo quién era él. No creo que quisiera tenerme en su vida. ¿Pero sabes? No me importa, lo único bueno de todo esto es que por una vez alguien me ha hecho darme cuenta de lo que realmente debo de hacer.— Alexander miró confundido a su hermana. —Papá está engañando a mamá, Alex. Anoche les escuché discutir y olí algo que realmente, en mi padre, no quería haber olido. Tuvo sexo con alguien, es más puedo decirte con quién. Nuestra querida profesora de lengua.— Alexander la miró perplejo.

—Lo se, mamá ha echado a papá de casa. Y después de eso he sentido algo oscuro merodear por casa. He hecho un hechizo protector, pero no sé si es seguro. Tal vez deberíamos mudarnos o no se...— Elara negó. —Pero hemos descubierto que Harris nos dejó un mensaje antes de desaparecer, Darach.— La castaña se tensó al escucharle.

—Alex esto es peligroso, muy peligroso.— Aseguró ella ensaltada.

—¿Como de peligroso?— Preguntó su hermano asustado.

—Es un druida oscuro, y si las muertes las esta ocasionando el druida oscuro puedo asegurarte que lo que hace son sacrificios. Quiere algo. Quiere poder. Alex los Alfas es el menor de nuestros problemas. ¿Sabes lo que puede desatar si hace eso? Te lo diré yo, oscuridad.— Alexander se puso de pies al ver como su hermana comenzaba a respirar con dificultad. El rubio posó sus manos sobre los hombros de ella y recitó unas palabras haciendo que se quedará dormida.

El brujo salió de su habitación mientras cogía su teléfono y marcaba el número de Logan.

—¿Qué ha pasado?— Preguntó el castaño.

—Esta claro que el Darach es más peligroso que los Alfas, si Elara ha tenido un ataque de pánico solo con escuchar esa palabra hay que hacer algo. Has visto lo que mi hermana escribió, el Darach irá hacia alguien sobrenatural. Dudo que seamos nosotros, pero Lara... Ella es perfecta para un sacrificio. Es la hija de una druida y es el Beskyttende. Esta claro que tiene todas las posibilidades de ser la siguiente.— Respondió Alexander insonorizando su habitación y la de su hermana.

—Hay que decirla que es el Beskyttende.— Dictó Logan con tranquilidad.

—No.— Dictó Derek de fondo. —Si se entera la destruirá. Sabemos lo que significa Beskyttende, lo que hay tras ellos, ¿qué creéis que pasará cuando sepa en lo que se puede convertir?— Les recordó mientras se apoyaba en la mesa frente a su nuevo Beta.

—Entonces hay que encontrar al hombre que hoy, ha conseguido calmar los demonios de mi hermana.— Derek frunció el ceño.

—¿De que estás hablando, Alexander?— Preguntó el Alfa confundido.

—Elara hoy ha ido a Nueva Orleans, la primera vez en trece años que ha visitado la tumba de su madre. Anoche, en la madrugada, ha hecho años de su muerte. Pero eso no es lo importante, afirma haber visto y hablado con su padre, el biólogo. Conozco a mi hermana, se cómo actúa este día. Es la primera vez, desde que la conozco que ha estado calmada. Hay que encontrar a ese hombre. Por mucho que nosotros la ayudemos, no somos sus padres, no sabemos nada de Heather, no podemos ayudar, del todo, a Lara sin saber quién es su padre. Si queremos evitar que se una a Deucalion, tal y como él quiere, tenemos que encontrarle o hacerla entender que confiamos en ella.— El rubio respiró con tranquilidad. —Sabe que tenemos miedo a sus habilidades, ¿cuanto tiempo creéis que va a tardar en dejarse guiar por alguien que la va a prometer el control y, tal vez, la venganza que Lara quiere?— Derek y Logan se miraron mutuamente, Alexander tenía razón, sino la demostraban que confiaban en ella y en sus habilidades harían lo que Deucalion quiere, destruir todo lo que había bueno en ella para volverla en parte de su manada.

★★★

Ame hacer este capítulo. Creo que es mi capítulo favorito.

KIERNAN hizo su gran entrada.

Al fin Lara ha conocido a su padre biológico y os aseguro que será muy importante en The Moon y en The Truth.

Como os dije, Jennifer no se interpone entre Lara y Derek, ya que en sí ni ella no ha tenido contacto con Derek, pero sí con Tyler. Por eso es con él con quién se acuesta.

Ahora bien, se que es cruel y mucho drama, pero era necesario. Sorry.

Pero lo importante es el final, adoro, y me repito, la relación de los mellizos, pero también como Derek quiere evitar que Elara se entere de que es en realidad. Esto será explicado, sus motivos para ocultarlo serán aclarados, así que no os preocupéis. Pero si puedo deciros que eso traerá problemas.

¿Qué os pareció el capítulo?

Os leo ♥