—— EL EMISARIO DE LA MUERTE ——

Elara corrió hacia su hermano para detenerlo, pero un escudo invisible impidió que se acercara a él. La morena miró con los ojos llorosos a su hermano, mientras Alexander cogía la daga y se la clavaba en el abdomen, provocando que la sangre comenzará a manchar su ropa. Su hermana lloraba, al mismo tiempo que luchaba para poder romper el escudo y liberar a su hermano, pero nada parecía poder romperlo.

Antes de que Elara pudiera reaccionar una flecha se clavó en su abdomen, provocando que cayera al suelo de rodillas. Se giró mientras se intentaba poner de pies y fue cuando la vio.

—Que coincidencia más sorprendente, ¿no crees, prima?— Elara miró a Kate con frustración, justamente cuando se preparaba para rugir. —Ni lo intentes, cielo.— La ex cazadora se acercó a Elara y la agarró del pelo, obligándola a que echara el cuello hacia atrás, y en ese instante, con una daga que tenía entre sus manos, la hizo un limpio corte del que empezó a salir sangre. Elara la miró asustada justamente cuando Kate la soltaba y sonreía. —Siempre me cayó mejor el brujo, pero no siempre los planes salen como queremos.— Sonrió.

***

Lydia retrocedió asustada, mientras miraba a todas partes. Se llevó las manos a los oídos, mientras comenzaba a llorar, Scott y Stiles miraron a la rubio-fresa, y poco después el resto, desviando su mirada del cuerpo sin vida de Aiden.

Al mismo tiempo que Lydia gritaba se escuchó un potente rugido que parecía desafinado, lo que provocó que los siete sobrenaturales que se encontraban allí cayeran al suelo inconscientes. Ante aquello, Kiernan y Chris se miraron mutuamente.

—Stiles lleva a Kiernan donde esté Elara.— Dictó Chris mientras se preparaba por si alguien decidía atacar.

El pecoso asintió dudoso y salió corriendo seguido y ayudado por Kiernan, el cual sabía que algo malo había pasado para que Lydia y Elara sincronizarán sus lamentos. Él sabía que esa fusión era como un llamado, era lo que según sus antepasados denominaban "El emisario de la muerte". Y Kiernan sabía que no se debía a la muerte de Aiden, había algo más tras aquello.

Al llegar hasta el lugar, los dos vieron el cuerpo de ambos chicos. Kiernan bajó corriendo del coche y corrió hacia su hija, la cual seguía tenienda en el suelo, con una flecha en su abdomen, al verla se removió incómodo. Solo un Argent usaba la flor de lis, y él sabía que Gerard y Chris no habían sido, por tanto solo quedaba una opción. Kate.

—¿Papá?— Elara abrió sus ojos con dificultad, la misma que empleo para hablar.

—Te pondrás bien.— Kiernan envolvió el cuello en un trozo de tela, mientras que Stiles negaba ante el cuerpo de Alexander, pero antes de que alguno pudiera reaccionar, el cuerpo del brujo fue en vuelto en una luz dorada que desapareció, dejando en el césped la daga que el pecoso cogió.

***

Deaton intentaba parar la hemorragia de Elara, pero parecía que nada podría hacerlo. Ni lo humano ni lo sobrenatural. El resto de la manada seguía inconsciente en el instituto, lugar en el que ahora estaba Stiles mirando a la nada.

—Creo que yo puedo curarla.— Habló Satomi entrando en aquel mismo instante en la clínica veterinaria. —Dorotea tuvo un amigo, un Beskyttende. Me contó cómo salvar sus vidas cuando les arrebatan el rugido.— Ambos la miraron.

—¿La han arrebatado el rugido?— Preguntó Kiernan mientras Satomi se acercaba a la mesa y miraba la herida.

—Unos milímetros más larga y más profunda y quien lo hubiera hecho tendría en su poder el rugido de ella. La curare. Pero deberá de aprender, de nuevo, a controlarlo y a rugir. Proceso que será largo y muy doloroso.— Aseguro ella mientras comenzaba a mezclar una serie de plantas que muchos años atrás Dorotea y Heather la habían dado para aquel preciso momento.

***

Horas después Satomi observaba a Elara descansar en una de las habitaciones de su pequeña casa. Hacia tiempo que había estado al tanto de lo que la hija de sus dos druidas era y, aunque no quería involucrarse en aquellos problemas, ella le debía mucho al apellido Miles, y ya que no pudo proteger a Heather tal y como se lo prometió a Dorotea, protegería a Elara como si fuera de su misma sangre.

***

—¿Esperas que nos quedemos de brazos cruzados al saber que Lara ha sido atacada, y que Alex se ha suicidado?— Scott miró con seriedad a Kiernan.

—Sí, eso mismo he dicho. Mi hija ya ha enfrentado vuestras peleas, creo que es suficiente.— Habló Kiernan.

—Y lo dice quién no ha estado en la vida de su hija por diecisiete años y dejó que su mujer fuera asesinada por su tío y su prima, ¿esa es tu moral, Kiernan?— Dijo Derek mirándole con seriedad.

—Tiene razón. Quieres ser el padre del año o incluso que te quiera tanto como llegó a querer a Tyler, pero no lo eres.— Todos miraron a Lydia. —Elara es mi mejor amiga, y conozco secretos de ella que ni Alexander sabía y que vengas ahora actuando como su padre no te da el derecho a apartarla de sus amigos, de su manada y de su familla. Creeme que saber de ti la hizo más daño que la muerte de Tyler, por qué tiene que doler que tú propio padre, el cual sabía de ti, no quisiera tener contacto contigo.— La rubio-fresa le miró con seriedad. —Si Lara se entera de que la quieres alejar de aquí, te puedo asegurar de que jamás volverá a hablarte.— Lydia se sentó en una silla mientras Scarlett reprimía una sonrisa.

—Ellos tienen razón, Kiernan. No puedes ni vas ha hacerlo. Primero por que ellos no te lo van a permitir, y segundo por qué seré capaz de matarte si alejas a mi hija de mi. No habré dado a luz a Elara, pero soy su madre por qué yo la he criado.— Todos miraron a Minerva, la cuál estaba de brazos cruzados. —Y ahora hablo para todos, se que mi hija intentará traer de vuelta a Alexander. Y el que la detenga, y no hablo por mí, se enfrentará a una Elara que nunca habéis visto. Todos sabéis que un Beskyttende tiene una doble cara, como un zorro, pues puedo aseguraros de que esa otra cara no la vais a querer ver.— Sentenció marchándose.

Todos sabían que Minerva tenía razón, en ambos aspectos, pero el hecho de que Kiernan quisiera llevarse a Elara ya le había hecho entender que si lo hacía, no solo haría enfurecer una manada y a una cazadora, sino que debería de enfrentar a la cólera de su hija. Cólera que ni él, ni el resto querían vivir en primer persona.

★★★

Capitulo corto, lo se.

Pero es intenso.

Sufrí bastante haciendo este capítulo, pero la muerte de Alexander estaba planeada desde The Sun. En el caso de Elara lo planee después de lo del rugido.

Sinceramente ame este capítulo, ame como Derek, Lydia y Minerva ponen en su sitio a Kiernan. El cual debía de tragarse, finalmente, sus propias palabras.

Pero esto no termina aún, todavía queda el Epílogo y os puedo asegurar que The Truth empieza algo potente.

¿Qué os pareció el capítulo?

Os leo ♥