CAPÍTULO 40: ELECCIÓN
—— ELECCIÓN ——
Tras la muerte de Allison, todos afrontaban la situación lo mejor que podían. Por primera vez, en mucho tiempo, Elara había vuelto a resguardarse en aquella capa de frialdad en la que se escondía cuando no quería que los demás sintieran como se sentía.
La morena se había pasado el día entero junto a Lydia, ambas se necesitaban, y al mismo tiempo la Alfa no quería responder un "Estoy bien", cuando en realidad llevaba mucho tiempo sin estarlo. Cada minuto que pasaba, Elara era más consciente de lo que iba a terminar ocurriendo, el Nogitsune estaba completamente libre, con los Oni bajo su merced, y los problemas no solo se quedaban allí, Alexander estaba muriéndose. Elara lo percibía y lo olía, olía como su interior, de alguna forma, se estaba pudriendo, y eso también la afectaba.
Y aunque, sabía que contaba con todos para salvar a su hermano, no quería involucrar a nadie más en aquello. El principal problema era el Nogitsune, y Alexander era su problema, o como mucho el de Logan, por qué Scarlett, aunque era una mujer lobo con su ancla, Elara no quería que se enfrentará a aquello, ella todavía era casi una niña, puede que no tuviera inocencia, pero Elara quería protegerla de todo mal que acechara Beacon Hills.
—¿Como se ha tomado...?— Lydia no terminó la frase.
—Esta dolido. Igual que todos. Igual que nosotras y que Scott, era su ancla ¿sabes?— Lydia puso una mueca de tristeza.
—Scott es fuerte, todos lo somos.— Aseguró la rubio-fresa.
—Lydia.— Elara se levantó de la cama y miró a su amiga. —Pase lo que pase hoy por la noche, debes de evitar gritar.— Lydia la miró confundida.
—¿Has visto la muerte de alguien? ¿Quién va a morir?— Elara se replanteo si debía o no responder aquella pregunta.
—Se que alguien puede morir, nos enfrentamos a un gran oponente, Lydia. Es de suponer que alguien podría morir.— Asumió Elara intentando parecer lo más calmada posible.
—¿Segura? ¿Lara tú estás bien?— Lydia miró a su mejor amiga.
—¿Crees que lo estoy? Desde la muerte de mi padre he fingido estarlo. Pero no lo estoy. Podía haberles alejado de aquí, podíamos haber huido en cuando el problema del Kanima terminó...— Elara cerró los puños con indignación.
—Pero no ibas a abandonarnos. No eres una cobarde que huye y se esconde; eso me lo habéis enseñado tu y Allison, Lara. No esconderme, no tener miedo. Aunque sé que vosotras también lo tenéis, pero os aferráis a ese miedo para evitar que se haga realidad.— Elara sonrió de lado.
—No somos valientes, Lydia. Nos hemos visto obligadas a madurar rápidamente y a hacer lo que se espera de nosotras.— Lydia frunció el ceño confundida.
—El mundo espera que mates a alguien, Lara. Y se que eso no lo harás. Pero hay algo que quiero saber, y creo que al ser la única que no matará a nadie, puedes decirlo. ¿Porque la marca?— Al escuchar su pregunta Elara agachó la cabeza y se quedó pensativa.
—Miedo. Por eso está, y por eso sigo llevando el anillo aunque a Derek no le guste.— Explicó Elara con tranquilidad.
—¿Y algún día te le quitarás?— Lydia la miró con curiosidad, a lo que Elara respondió simplemente encogiéndose de hombros. —¿Cuando esto termine podrías ayudarme a ser más fuerte físicamente?— Elara miró confusa a Lydia. —No quiero perder a nadie más, no quiero volver a sentirme débil e indefensa.— Explicó.
—Te entrenaré Lydia, pero no soy una profesora paciente, y soy muy exigente.— La informó la Alfa a la rubio-fresa haciéndola reir.
***
Elara se sentó sobre la cama de Alexander mientras esté miraba a la nada.
—Haremos algo, Alex.— El rubio sonrió.
—Sabes lo que va a pasar, no detengas lo que es inevitable.— Sentenció él.
—Alex...— Un par de lágrimas resbalaron por las mejillas de su hermana.
—Piénsalo de esta forma, mi muerte será un daño colateral causado por despertar al Nemeton. Pero debes de dejarme hacerlo. Con mi muerte, no solo mi alter ego desaparecerá, también podré llevarme conmigo al Nogitsune.— Alexander abrazó a su hermana.
—¿Has hablado con mamá y con Logan?— Alexander se quedó en silencio.
—Creo que los dos somos incapaces de decir a veces la locura que vamos a hacer.— Elara esbozó una pequeña sonrisa, mientras se secaba sus lágrimas y se quitaba el collar de Heather.
—Quedátelo. Te será de mucha más ayuda que a mí.— Alexander la miró confundido mientras negaba. —Creeme que te ayudará, el collar me ayudó. No porque sea mágico, tiene de magia lo que yo de vampiro.— Ironizó haciendo reír al rubio. —Cuando he tenido miedo o dudas, me ayudaba a mantener la calma, a dejar mi mente en blanco y a analizar todo preguntándome como lo haría mi madre. Yo ya no le necesito, controlo mis visiones o por lo menos casi todas.— Alexander sonrió mientras cogía el collar y se le ponía alrededor del cuello.
—Lo siento mucho, Lara.— Susurró él volviendo a abrazar a su hermana. —Somnium.— Susurró, provocando que Elara quedará dormida.
Alexander conocía bien a su hermana, sabía que Elara no le dejaría hacer lo que debía de hacer para, no solo detenerse a sí mismo, sino para frenar al Nogitsune. Ella le detendría, pero Alexander sabía que si no lo hacía, él acabaría volviendo a ser controlado por su alter ego, haciendo no solo un caos y una destrucción mayor que la que había hecho el Nogitsune, sino que acabaría matando a todos aquellos a quienes él quería. Y aunque le costará hacer aquello, aunque tuviera miedo, él debía de actuar. Él era un brujo. Y por una vez debía de ser el hermano mayor que cuidará y protegiera a Elara, tal y como les dijo una vez a sus padres.
Su madre, aquella noche, tenía razón, Elara había sacrificado mucho por él y ahora, aunque el sacrificio no era igual, él debía de hacerlo también. Ya no solo por su hermana o por su madre, sino por sus amigos y en definitiva por su manada.
Alexander sabía que su muerte no solo desbastaría a su madre y hermana, sino a sus amigos y a su novio. Pero él propósito de los brujos era cuidar, ayudar y proteger a los Alfas verdaderos, y debía de hacer exactamente aquello con Scott y Elara.
***
Elara se despertó de golpe mientras soltaba un gruñido al ver que su hermano no estaba allí. Por supuesto iba a detenerlo, por supuesto debía de hacerlo, pero ahora era demasiado tarde. Y ella lo sabía, pero tampoco podía dejar de lado a su manada. Debía de ayudarles a enfrentarse al Nogitsune, debía de ir y detenerlo.
Como si Scott leyera su mente, Elara recibió un mensaje de él, diciéndola que en cinco minutos estarían Lydia, Stiles, Kira y él en la puerta de su casa para recogerla e ir a ayudar a Derek, Logan y a los gemelos a luchar contra el Nogitsune. La morena suspiró, mientras cogía su teléfono y le mandaba un mensaje a Scarlett indicándola que fuera a ayudarlos. Toda ayuda era bienvenida, porque ella sabía que iban a necesitar un "movimiento divino".
Unos minutos después, el Jeep estaba en su puerta, Elara se subió en él en completo silencio mientras sentía la tensión que había en el ambiente. Había llegado el momento, y todos lo sabían.
Al llegar al instituto y abrir la puerta, se dieron cuenta que no estaban en el pasillo. Estaban en un patio nevado con una fuente. Los cinco comenzaron a caminar hasta ponerse en el centro, para que, instantes después, los Oni junto al Nogitsune les rodearán.
—¿Donde estamos?— Preguntó Scott confundido.
—Entre la vida y la muerte.— Respondió el Nogitsune.
—Bardo.— Respondieron al unísono Lydia y Elara.
—¿Conocéis el ritual seppuku?— Los cinco se quedaron en silencio. —Cuando un samurái se abre el vientre con su propia espada para conservar su honor, pero no es el corte lo que mata. El corte mortal se lo da su kaishaku, quién decapita al samurái con su propia espada.— El Nogitsune señaló a los dos Alfas. —Scott y Elara, vosotros sois su kaishaku.— Sentenció haciendo que los dos Alfas se removiera incómodos.
Scott, Kira y Elara rápidamente empezaron a enfrentarse a los Oni, justamente cuando una espada quedaba al alcance de Stiles. El pecoso la cogió y la ubico en su abdomen, dispuesto a suicidarse para poder salvar, no solo a su padre, sino a todos aquellos que habían sido tocados por las espadas de los Oni. Pero con lo que el Nogitsune no contaba era con que Stiles reconociera la trampa, lo que permitió que pudiera alertar a todos del truco.
—No es real.— Aseguró Stiles.
—No son reales.— Alegó Lydia viendo los pupitres y los libros de texto. Elara, al igual que Scott y Kira comenzaron a caminar hacia la puerta, mientras los Oni les hacían cortes, pero, cuando llegaron hasta la puerta y salieron fueron conscientes de que todo, no solo había sido una distracción, sino también una ilusión. Pero antes de que los dos Alfas pudieran hacer algo, el verdadero Nogitsune les atacó dejándoles inconsciente.
Al ver que la criatura se acercaba, Stiles y Lydia retrocedieron, mientras que las voces la susurraban a Lydia un mensaje para la propia Elara.
—No puedes ganarme en mi propio juego, Stiles. Un movimiento divino no va a salvarte.— Aseguró el Nogitsune justamente cuando unas garras se clavaban en su espada.
—Pero sí sus amigos.— Respondió Elara al mismo tiempo que Scott le mordía, y posteriormente Kira le clavaba su espada.
Ambos se separaron de él, mientras se apoyaban el uno en el otro. El Nogitsune comenzó a hacer extraños movimiento hasta que lentamente comenzó a desaparecer, para después dejar al descubierto una pequeña mosca que Isaac rápidamente atrapó en el tarro donde anteriormente habían estado las garras de Talía Hale.
—Lara.— La morena miró a Lydia. —Quieren que vayas al bosque, donde Alex hacia sus prácticas de magia.— Elara asintió.
—¿Necesitas ayuda?— Scott miró a Elara, pero está le sonrió y negó.
Elara salió corriendo, creyendo que todavía existía la posibilidad de salvar a Alexander. Sabía el lugar donde estaba, y se maldecía por no haber sido capaz de darse cuenta de que para morir, Alexander iría a un lugar emblemático, una parte de ella se alegraba de que ese lugar estuviera en Beacon Hills.
Al llegar, la Alfa miró a Alexander, el cual tenía un puñal, único en el mundo para matar a un brujo y anular sus habilidades, pero además su cara, desde la nariz hasta la barbilla estaba llena de sangre.
—Alex...— Elara se detuvo al ver a su hermano.
—Te quiero. Os quiero a todos.— Dijo él sin ninguna pizca de miedo en sus palabras.
★★★
Intenso, ¿no creéis?
Se me hizo hermoso el momento Lydia y Elara, no puedo negarlo que amo a ambas de una forma increíble.
Pero lo importante es lo que va a ocurrir en el próximo capítulo, porque no solo sucederán hechos muy importantes y que marcarán el inicio de The Truth, sino que tendremos la aparición de un personaje muy importante para The Truth y también un hecho que me duele demasiado.
Me duele lo que Alex está apunto de hacer, y que Elara, en ese momento este sola.
¿Estáis listos para el final?
¿Qué os pareció el capítulo?
Os leo ♥
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