CAPÍTULO 37: MENTE
—— MENTE ——
Elara se detuvo delante de la casa de Scott. Apenas era consciente de lo que estaba pasando. Lo único que llegaba a entender era que Stiles había aparecido, aunque todos sabían que era una trampa o parte del juego del Nogitsune. Al entrar en la casa de su mejor amigo, la morena observó que allí estaba Lydia y Aiden, quienes habían encontrado a Stiles, y Deaton, el cual le estaba examinando.
—¿Lo trajiste?— Deaton miró a Elara mientras está sonreía y de su bolso sacaba un pequeño frasco con veneno de Kanima. Veneno que Jackson la había enviado, ya que, aunque se había ido, seguía manteniendo el contacto con sus dos mejores amigos.
Deaton le cogió y le abrió, mientras que Scott y Aiden le abrían la boca a un inconsciente Stiles para poder darle el veneno paralizante. Pero de pronto, el pecoso abrió los ojos y agarró del cuello a los dos hombres lobo, empleando una fuerza sin igual que les era incapaz soltarse de su agarré, hasta que, finalmente, el veneno hizo su efecto, provocando que quedara completamente paralizado.
—Veneno de Kanima. Que detalle.— Dijo mirando a Elara y a Deaton, justamente cuando Aiden se transformaba y soltaba un rugido. —Sabes, dicen que los gemelos sienten algo cuando el otro sufre.— Aiden miró a los dos Alfas. —No perdiste esa habilidad, ¿o sí? Lo vas a necesitar. Pero te daré una pista, Ethan está en el instituto.— Sonrió Stiles.
—Ve.— Le indicó Scott mientras Elara asentía, y Stiles reía como un loco.
—Espero que llegué, los gemelos me caen bien. No como vosotros.— Miró a Scott y a Elara. —Que intentáis salvar a todos, cuando no habéis salvado aún a nadie. ¿Tu hermano esta bien, Elara?— La morena le miró seriamente.
—Deaton pensaste en una forma para paralizarlo, ¿pensaste en otra para que no hable?— Melissa miró al veterinario el cual sacó de su maletín cinta adhesiva, la cual puso sobre su boca.
Los cuatro, a excepción de Melissa que estaba curando la herida de Stiles, se reunieron en el comedor de la casa de los McCall.
—¿Cuanto tiempo crees que tenemos?— Elara miró a Deaton con los brazos cruzados.
—Quisiera saberlo. Pero si no lo solucionamos pronto, tenemos que encontrar un mejor lugar donde poder esconderlo. Creo que estamos subestimando el peligro al que nos estamos enfrentando.— Les informó Deaton mientras Elara y Scott se miraban mutuamente, justamente cuando los ojos de Elara se iluminaba tenuemente de color verde, para después regresar al mismo color.
—Estoy bien.— Murmuró Elara ante las miradas confusas de Deaton, Lydia y Scott.
***
Los cuatro seguían en el mismo lugar de la casa, mientras intentaban analizar la supuesta cura que ponía en el pergamino que estaba dentro del dedo de plata.
—Él no ha pedido ser hombre lobo.— Habló Scott con seriedad.
—Y nosotros tampoco lo pedimos, Scott. Ni Scarlett y aún así es mi Beta. Se que tu no quieres hacerlo, le mordere yo si es necesario.— Scott negó.
—En nuestros casos fue diferente, no estábamos siendo poseídos por un demonio. Y Scarlett fue mordida por qué perdiste el control. No sabías que estabas haciendo.— Elara puso los ojos en blanco al ver que Scott intentaba justificar lo que la hizo a la rubia. —¿Y si le damos en una arteria y le matamos?— Elara se quedó en silencio. —Voy a volver a llamar a Derek.— Sentenció el moreno.
—Creo que vamos a necesitar a alguien más.— Lydia miró a sus dos amigos.
—¿Él? Querrá algo a cambio.— Aseguró Elara sabiendo a que se estaba refiriendo su amiga.
***
—Debéis de ser saber que para una criatura así el caos es algo muy divertido para un espíritu que se alimenta de ello y del sufrimiento.— Habló Peter mientras se acercaba a donde estaba Stiles y comenzaba a analizarlo. —No se ve como si sobreviviera a una pelea, menos a la mordida.— Elara encarnó una ceja al escucharlo.
—¿Así fue tu selección para mordernos?— Peter miró a Elara.
—No. En el caso de Alexander y Scott fue por suerte, en el tuyo era para matarte para que Alexander consiguiera estar de mi lado. Con lo que no conté fue con que fueras el Beskyttende.— Elara puso los ojos en blanco. Aquello no la sorprendía, ni la asustaba. Al contrario era la teoría que tanto ella como su hermano tenían.
—¿Pero le haría reaccionar?— Preguntó Elara apoyada en el marco de la puerta.
—Esta guerra es más de la mente que del cuerpo.— Explicó Peter con tranquilidad. —Hay muchas formas de ganar está batalla.— Todos fruncieron el ceño al escucharle.
—¿Qué clase de métodos?— Preguntó Deaton poniéndose al lado de Peter. El Omega agarró la mano de Scott y mostró sus garras, haciendo que Stiles le mirase sorprendido.
—Vamos a entrar en su mente.— Sentenció.
***
Elara apagó su teléfono al ver que su padre no respondía a sus llamadas y mensajes. La parecía raro, sabía que estaba ocurriendo algo, pero salvar a Stiles era mucho más importante.
—Scott y Elara intentarán excavar dentro de la pálida y enferma mente del Stiles malvado; para encontrar y salvar al pálido y enfermó Stiles normal.— Les anunció Peter con tranquilidad. —Le sacaréis de las profundidades de su subconsciente, pero no lo haréis solos.— Los dos Alfas le miraron confundidos, mientras que Peter desviaba su mirada y la centraba en Lydia. —Alguien tiene que acompañaros.— Aclaró él mientras Lydia se removía incomoda ante lo que el ex Alfa había dicho.
—¿Y qué hacemos si le encontramos?— Preguntó Scott mientras Peter colocaba una de las garras del adolescente en el cuello de Stiles y la otra en el cuello de Elara.
—Tendréis que guiarlo de alguna forma.— Aclaró Peter, mientras cogía la muñeca de Elara y ponía una de sus manos tras el cuello de Lydia y otra tras el cuello de Scott, para crear una especie de unión. —Intentar devolverle el control de su mente y de su cuerpo.— Les indicó.
—¿Podrías ser más claro?— Pidió Elara cansada.
—No estás siendo muy específico.— Añadió Lydia con pesadez.
—Improvisar.— Les indicó Peter.
—¿Y si es un truco?— Preguntó Scott.
—¿Cuando vais a empezar a confiar en mí?— Se quejó Peter molesto.
—Cuando el infierno se congelé.— Respondió sarcásticamente Elara. Scott y ella se miraron mutuamente volviendo sus ojos rojos, justamente antes de clavar, al mismo tiempo, sus garras.
***
Elara despertó en una de las habitaciones de la casa Eichen. Miró a todas partes mientras observaba que estaba atada a la cama. Soltó un pequeño bífido, mientras empleaba su fuerza sobrenatural para librarse de las cintas de cuero que la impedían moverse. Ya liberada, se masajeó el cuello incomoda y se puso de pies para después dirigirse a la puerta y poder abrirla.
Al traspasar la puerta, Elara de dió cuenta de que estaba en casa. En Nueva Orleans. Frunció el ceño confundida, justamente antes de que alguien la golpeara la cabeza y la dejará medio inconsciente.
Cuando volvió a abrir los ojos, se encontró con que estaba en el lugar donde su madre murió, en su lugar. La morena forcejeó con las esposas, pero no pudo soltarse de su agarré.
—¿Donde esta el Beskyttende?— Preguntó un Gerard mucho más joven. Elara se quedó en silencio, mientras analizaba el lugar. Aquello no era real. Todo aquello era parte del juego de Stiles, y ella lo sabía.
—Delante de tus narices.— Respondió Elara mientras volvía sus ojos rojos y soltaba un gruñido lo suficientemente alto como para poder soltarse de las cadenas.
La Alfa se puso de pies y salió corriendo de la habitación justamente antes de dar a una especie de nave, al mismo tiempo que aparecían Scott y Lydia. Frente a ellos se encontraba el Nemeton, o lo que quedaba en él, y sobre él estaban Stiles y el Nogitsune.
Los tres comenzaron a caminar hacia ellos, pero cada vez que se acercaban era como si ellos pudieran alejarse.
—¡Stiles!— Gritó Scott seguido de Elara y de Lydia. Pero él parecía no escucharles. Volvieron a salir corriendo, cosa que fue en vano.
—Stiles es de la manada.— Lydia miró a los dos Alfas.
—¿Qué?— Preguntó Elara confundida.
—¿Stiles es parte de la manada? ¿De vuestra manada?— Preguntó Lydia con tranquilidad.
—Sí.— Respondió Scott por él y por Elara.
—¿Como llaman los lobos a los miembros de su manada?— Lydia les miró a ambos sonriendo.
—Aullando.— Respondió Elara mientras se transformaba seguida de Scott, para luego soltar, a la par, un rugido que terminó convertido en un aullido.
Stiles giró su cabeza y miró a los tres adolescentes, para después tirar las piezas del juego al suelo.
***
Elara, Scott y Lydia despertaron de golpe. Y se miraron confundidos. La morena miró su teléfono y observó que tenía un mensaje de su padre pidiendo que fuera corriendo a casa de Chris debido a un "pequeño" problema. Al mismo tiempo que recibía otro de Alexander y de Allison, sin decir nada se acercó a Deaton y le explicó lo que les estaba pasando a Logan, los gemelos y Isaac. Pero, al mismo tiempo que Elara se marchaba, se giró para ver a su mejor amigo y poder sonreír.
Habían traído a Stiles.
★★★
Este episodio en la serie es uno de mis favoritos. Me encanta ese momento Peter.
Bueno, se que no es algo importante, pero os aseguro que lo que Elara vive dentro de la mente de Stiles tiene su sentido y será explicado. No os preocupéis.
Mañana se viene capítulo Delara, ya que no quería hacerlo seguido del otro. Y en él sucederán cosas... Intensas. Como siempre.
¿Qué os pareció el capítulo?
¿Qué os está pareciendo la historia?
Os leo ♥
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