CAPÍTULO 16: DARACH
—— DARACH ——
—Elara no es momento de enfadarte como una cría.— Dijo Derek desde la otra línea.
—¿Que no me enfade como una cría? Mis padres están envenenados, mi hermano está haciendo magia negra y vosotros me habéis ocultado que soy un Beskyttende. ¿Y me pides que no me enfade? Tienes suerte de que no vaya y os de una paliza a ti y a Alexander por haberme ocultado eso. Por que, te aseguro, que esto no lo hacías para protegerme, lo hacías por miedo.— Está vez fue Derek el que maldijo por haberla marcado, por supuesto que tenía miedo, pero no miedo a que ella se volviera un Alfa verdadero, sino miedo a lo que suponía serlo. A los planes que Deucalion tenía para ella.
—No es esa clase de miedo, Lara. Lo sabes perfectamente.— Respondió Derek mientras escuchaba de fondo la voz de Kiernan. —¿Con quién estás?— La morena rodó los ojos, como siempre Derek debía de comportarse como alguien celoso y territorial.
—Mi padre biológico, te hubiera dicho que le conozco y que se quien es, pero estas más ocupado con los Alfas y que le haya conocido no es relevante. Tengo cosas que hacer, adiós.— Elara finalizó la llamada y guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón mientras comenzaba a buscar por otra de las habitaciones.
—Se que no soy quien para decírtelo, pero no deberías de actuar así con él. Seguramente tuvo una explicación, lógica, para ocultarlo.— La morena negó.
—Estoy cansada. Cansada de los problemas, el peligro, las muertes y que mi familia esté en peligro. Primero por un Alfa que mordió a mi hermano, a mi mejor amigo y luego a mi, que resultó ser el tío de Derek; luego la llegada de los cazadores en busca de venganza, junto a un Kanima que era controlado por Gerard y que anteriormente mataba por un chico que se obsesionó conmigo, y que resultó que el Kanima era mi mejor amigo el cual me intentó matar, dos veces; y ahora la amenaza que los Alfas supone, para mi manada y para todos, junto a un druida oscuro que ha envenenado a mis padres para usarlos como sacrificios y que sólo existe un antídoto.— Kiernan miró entristecido a su hija. —Solo quiero mantenerles seguros, no quiero que nadie muera, y de momento hay muchos cadáveres desde que soy sobrenatural. Yo no pedí serlo, y fui mordida. Realmente hubiera preferido no haber resistido a la mordida. Por lo menos me hubiera ahorrado todos estos dramas.— La Beta siguió rebuscando en el sótano mientras intentaba mantenerse tranquila.
—Debes de dejar que te den su explicación de lo ocurrido. Puede que una parte fuera el miedo, pero también querían protegerte. Eres de las criaturas sobrenaturales más poderosas que existen, estoy seguro de que no lo hacían por miedo.— Elara se encogió de hombros justamente cuando daba con el frasco.
—¿Y que les digo ahora? Solo uno sobrevivirá...— Elara suspiró mientras llamaba a su hermano para decirle que había encontrado el antídoto.
***
Los mellizos estaban sentados en una de las salas de espera mientras hablaban. Entre sus manos, Alexander tenía el frasco de color traslucido, mientras que Elara jugaba con el anillo de su madre mientras mantenía la mirada puesta en las baldosas.
—Lara, tendré que usar magia negra...— Empezó a decir Alexander.
—Sabes mi opinión sobre ella, Alex. Pero también son nuestros padres, ¿acaso tenemos otra alternativa?— La morena le miró con seriedad.
—¿Qué tal con Kiernan?— Alexander cambió rápidamente de conversación.
—Bueno, es amable. Y me habla mucho de mi madre...— Explicó ella.
—Pero lleva ese apellido, ¿no?— Elara asintió. —¿Se lo has dicho a Derek?— Elara negó.
—No he hablado con él desde esta mañana, ni quiero hacerlo.— Respondió Elara mirando a la nada. —Solo le he preguntado por cómo está Cora.— Respondió justamente cuando un médico entraba en la sala.
—Familiares de Tyler y Minerva Rogers.— Ambos chicos se pusieron de pies y caminaron tras el médico hasta dos habitaciones separadas. Elara entró en la de su madre, la cual era la que estaba peor, y Alexander en la de su padre. La morena se sentó en la silla que estaba al lado de la cama y tomo la mano de Minerva para poder extraer su dolor.
—Papá está bien, quiere decirnos algo...— Elara se puso de pies y caminó hacia la habitación de su padre.
—Tenéis que salvar a vuestra madre.— Elara y Alexander se miraron. —Hacerlo, yo soy el culpable de que este así.— Alexander se marchó, mientras Elara se acercaba a su padre y le agarraba de la mano para quitarle el dolor.
—Encontraremos una cura.— Aseguró Elara con lágrimas en sus ojos.
—No le temo a la muerte, lobita.— Elara sonrió al escucharle usar el apelativo que usaba con ella cuando era pequeña. —Pero me tienes que prometer una cosa.— La morena levantó su cabeza mientras asentía. —Debes de ser fuerte, debes de cuidar de tu hermano y de tu madre. Asegurarte de que ella vuelva a ser feliz.— Elara asintió mientras sus ojos se cristalizaban. —Eres fuerte, Lara, pero no indestructible. Debes de ser consciente de ello, y también que no siempre vas a poder salvar a todos. No eres un superhéroe, no eres Dios, eres una mujer lobo destinada a ser un Alfa verdadero.— Elara bajó la cabeza.
—No creo que mamá y Alex me necesiten para salir adelante, son fuertes.— Le aseguró.
—Lo se. Pero debéis de manteneros juntos y unidos. Esto es ley de vida, Lara. No te sientas culpable o responsable... Lo que ha ocurrido es culpa mía, no tuya. Además, ellos necesitan tu ayuda. Tus amigos y tu manada necesita que les ayudes. Alexander estará haciendo todo para la transfusión, y tú debes de hacer lo que mejor sabes hacer. Proteger a los demás. Es lo que llevas haciendo toda la vida.— Tyler agarró la mano de su hija. —Eres más fuerte que esto, Elara. Eres una superviviente, y los supervivientes nunca se rinden.— Elara asintió ante las palabras de su padre. —Debes de detener al Darach, eres la única a la que realmente teme, no a Deucalion o a Scott, sino a tí. Eres una Miles.— Elara alzó la cabeza al escucharle.
—¿Tú sabes quién es el Darach?— Elara miró a su padre con temor, pero debía de hacer aquella pregunta. Era necesario.
—Me temo que sí, y es por ello por lo que le cedo a tu madre la cura. Soy responsable de estas muertes, y de que Minerva este así y de que mis hijos estén en peligro.— Elara le miró confundida. —El Darach, Elara, es Jennifer.
★★★
Lo siento por qué sea un capítulo tan corto y que haya tanto drama, pero me alimento del drama.
Ahora sí, los próximos capítulos de vienen intensos y os aseguro que tendremos más Delara, ¿como os voy a dejar yo sin una escena de ellos?
Sinceramente creo que la relación de Tyler y Elara es hermosa, y también la que ella tiene con Kiernan. Si os dais cuenta ella confía rápidamente en las personas, ya que fijaros en cuando conoció a Derek, pero también tiene relación su instinto y en el echo de que Kiernan, al hablar, no miente.
Se que os hago sufrir al dejar en este estado a Minerva y a Tyler, pero os aseguro que tendremos a una Elara muy enfadada.
Si con Alexander o Lydia parece Lucifer, imaginar cómo reaccionará con sus padres... Al fin y al cabo son los únicos que han estado a su lado, que la dieron una oportunidad y que la han querido y cuidado como a una hija. Os aseguro que Elara, aunque se muestre fuerte o intenté parecerlo o yo intenté mostrarla así (ya no se ni como explicaros las cosas) está, por dentro, completamente devastada.
Nos estamos acercando a los últimos capítulos relacionados con la 3a lo que significa que cada vez queda menos para conocer a Scarlett.
¿Qué relación creéis que puede tener Scarlett con todo esto?
¿Qué os pareció el capítulo?
Si os gustan los CROSSOVER tengo que deciros que acabo de empezar uno entre TEEN WOLF y THE ORIGINALS. La historia ya podéis encontrarla en mi perfil con el título:
SHADOWS
Os leo ♥
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