—Saca tu pie de mi costilla, Klaus — Se quejó Melissa, moviéndose incomoda.

—Entonces tu saca tu pierna de mi cara, hermanita — Replico Klaus, intentando moverse.

-Voy a matar a Cinco - Pensó la joven, apegándose lo todo posible al muro del closet, para no abrir la puerta con su peso.

—Okey — Se oyó la última silaba de Vanya, antes de sentirse pasos.

—Creo que ya se fue — Murmuró Melissa, observando por un hueco en el armario. —Okey, hagamos esto, yo abro la puerta, tu sacas tus piernas y yo salgo. ¿Entendiste?

—¿La verdad? — Melissa asintió — No.

Klaus abrió la puerta bruscamente, provocando que la pelirroja se cayera y el mayor saliera ileso.

—Mierda — Susurro la joven viendo su codo sangrar por un pequeño raspón.

—Fue tan...— Klaus sacó el otro pie y boto algunas cosas —...Conmovedor. Todo eso de la familia, papá, el tiempo ¡Wow!.

—Cierra la boca, te oirá, Klaus — Reclamó Cinco, ayudando a la pelirroja a ponerse de pie.

—Me moje todo

—¿Estás bien? — Preguntó Cinco a la chica, quién se zafó de su agarre, para apoyarse en la pared.

—Ay, pero que tiernos se ven juntos — Dijo Klaus, con una sonrisa en el rostro.

Cinco, inconscientemente, miró a Melissa, quién solo rodó los ojos.

—Te dije que debías lucir profesional — Evadió el ojiverde.

—Esta es mi mejor ropa. Además, la mini zanahoria andante tampoco luce "profesional" —Comentó haciendo comillas con sus dedos en la palabra.

Melissa frunció el ceño, y provoco que una pequeña pelota de plástico en el piso, golpeara la nuca del más alto.

—Ni creas que me pondré un uniforme — Se negó rotundamente, escuchando como Klaus se quejaba tocándose la parte golpeada.

—Busquemos en el ropero de papá. — Dijo Cinco suspirando, empezando a caminar, con Melissa y Klaus detrás de él matándose con la mirada.

—Como quieras, mientras me paguen

—Yo no te voy a pagar, el NOS va a pagar — Dijo Melissa resaltando la palabra.

—Cuando el trabajo este hecho

—Okey, pero quiero aclarar los últimos detalles, solo tengo que ir a ese lugar y fingir que soy su querido padre. ¿correcto?

Ambos "adolescentes" se detuvieron.

—Si, algo como eso.

—¿Cuál es la historia de fondo?

—¿Que? ¿De que estás hablando?

—Digo, ¿Era muy joven cuando los tuve? ¿Cómo de 16? ¿Muy joven y terriblemente perdido?

—Seguro.

—Su madre. Esa zorra, quienquiera que sea, tenía tu cabello — Narro Klaus, intentando tocar el cabello de la pelirroja.

Cinco sonrió un poco, y Melissa le tiro un zape a la mano del mayor, para que quitara su mano.

—Cada vez que te veo, veo a la zorra de tu madre —Comentó —La conocí en... la disco. Eso eso, recuérdenlo. Y para el sexo era asombrosa — Alargó. — Y como soy un padre muy liberal, no les hice nada cuando me dijeron que ustedes estaban en una relación, digo, el incesto no es un gran pecado.

—Eres un asqueroso — Murmuró Melissa empezando a caminar.

—Que vistazo tan perturbador a eso que le llamas tu cerebro — Comentó Cinco siguiendo a la chica.

—No me obliguen a quitarles la mesada — Dijo Klaus siguiéndolos.

(...)

—Como le dije antes a tus hijos, toda la información sobre las prótesis que fabricamos es estrictamente confidencial. Sin el consentimiento del cliente, no puedo ayudarlos.

Cinco se recargo en el escritorio.

—Pues si no nos dice su nombre, no nos dará el consentimiento.

—No es mi problema. — A Melissa le estaba empezando a cansar la actitud del hombre. — Lo siento, no hay nada más que pueda hacer, así que...

—¿Y que pasa de mi consentimiento? — Interrumpió Klaus.

—¿Cómo dice?

Melissa sonrió, esto sería divertido.

—¿Quién te dio permiso a ti, para lastimar a mis hijos? — Los señalo.

—¿Que? — Dijeron los tres a la vez.

La pelirroja se acercó, pésimo error.

—Ya me oíste.

—Yo no toque a tus hijos.

—Oh, ¿Enserio? ¿Y por qué tienen hinchado el labio?

—No tienen el labio hinchado.

De un momento a otro, la mano de Klaus, estampó contra las mejillas de Cinco y Melissa.

—Te voy a matar —Murmuró Melissa, intentando acercarse al mayor, pero Cinco la agarro del antebrazo deteniéndola.

—Quiero ese nombre, ahora — Ordeno Klaus, apoyándose al escritorio.

—Estás loco.

Klaus rió cínicamente.

—No te das una idea — Klaus cogió un objeto —¿Paz en la tierra? Que dulce es eso. — Dijo antes de rompérselo con la cabeza. —Eso si dolió.

El hombre cogió el teléfono.

—Llamaré a seguridad. — Melissa provoco que el teléfono se safara de las manos del hombre, para acabar en las de Klaus — ¿Cómo hiciste eso?

—Hubo una agresión, en la oficina del Sr. Big, necesitamos a seguridad ¡Shnell! — Klaus colgó — Esto es lo que va a pasar, Grant.

—Me llamo, Lance

—En 60 segundos, los dos guardias entraran por la puerta y verán sangre por todas partes. — Melissa y Cinco sonrieron. — Y se preguntarán. "¿Que diablos paso?" Y vamos a decirles que tu, nos diste una horrenda paliza. La cárcel te va a encantar, créeme, estuve allí. A los pollitos como tu, ay por Dios, los pasan unos por otro y... Te irá muy bien es todo lo que digo.

—Eres un enfermo. ¿Lo sabías?

—Gracias — Concluyo Klaus, tirando un pedazo de vidrio de su boca.