Capítulo Dos.
002. bad idea right?
—No puedo creer que esté aquí, hace décadas que no voy a secundaria— murmuro viendo a Brina vestida de con su traje de graduación— tú también no entiendo la emoción, te has graduado mil veces—rodó los ojos.
—encontré a mi familia aquí Ella— explico tomando su mano— aparte de ti claro, podrías tener esto, ¿sabes? Klaus seguro ya no quiere usarte, a mí me ha dejado en paz luego de lograr lo que quería.
—Llevo tantas décadas corriendo de él—suspiro— ya ni recuerdo la vida antes de estar todo el tiempo escapando de Niklaus.
—A veces pienso que en el fondo todavía te ama...
—No digas eso Brina, jamás— gruñó— está con la rubia aparte, ¿o no?
—Tú has vivido tu vida con otros, aunque sigues enamorada de él.
—Cambiemos de tema, tus amigos te esperan, ve— la empujo— te siento desde aquí Kol.
—Estelle Magnusson— sonrió el chico Mikaelson—por un momento pensé que habías muerto.
— Difícil considerando que soy inmortal— lo abrazo, siempre había querido a Kol.
Por dios los mikaelson habían sido como su familia por mucho tiempo, había cuidado del menor cuando eran humanos— Siempre es bueno verte, pero tengo otras cosas que hacer— beso su frente para irse con supervelocidad.
—Kol planea algo—llego donde se encontraba Stefan—¿dónde está Damon?— no se creía que este se perdiera la graduación de Elena.
—Tenemos una pequeña situación, le han disparado con veneno de lobos—explico Elena.
—¿tú quién eres?—cuestiono la rubia
—Dios sé que soy un secreto, pero, ¿nunca habláis de mí?—bufo— tú debes de ser Caroline, Klaus siempre ha tenido buen gusto— sentía un poco de celos—¿dónde está Damon?
—¿de qué conoces a Klaus?
No pensaba responder por voluntad propia, pero le fue todo más difícil cuando un agudo sonido lleno sus oídos, un grupo de brujas— maldita sea— arranco un pedazo de las gradas y lo clavo en el pecho de la mujer al mismo tiempo que su cabeza era arrancada— candente—murmuro para ver quien había sido.
Encontrándose con unos ojos que no veía desde hace tanto tiempo, pero jamás había olvidado, ¿cómo hacerlo?, fueron los mismos que la miraron con tanto amor y luego con tanto odio por años.
—Estelle...—su nombre, saliendo de esos labios que había besado muchas veces eran peor que una estaca al corazón.
Sin pensarlo dos veces desapareció en búsqueda de Damon, encontrándolo en el lago junto a Alaric— debo irme—murmuro dándole la muñeca— Klaus me ha visto.
—Stella—maldijo Damon.
—Me despediré de Brina y me iré, lucha por la chica idiota, espero que cuando un día nos rencontremos seas feliz con ella.
Conocía a su mejor amiga tan bien que sabía donde encontrarla, en el cementerio, le gustaban por alguna extraña razón, estaba obsesionada con la simpleza de la vida humana.
—Klaus te ha visto— dijo al sentir a su amiga.
—¿te ha hecho algo?
—me ha preguntado donde estabas—respondió con simpleza— deberías hablar con el Stella, si existe una posibilidad de que por fin tengas una vida relativamente normal, ¿por qué no la tomas?
—Le has dicho que me espere en algún sitio, ¿no?
—Ha dicho el que te espera en mi casa— explico— conoces donde está, hace muchos años cuando vinimos a Mystic Falls era nuestra casa.
—Te ha dolido ver a Kol.
—Siempre será mi amor épico.
—¿Por qué no nos gustan los hombres menos psicópatas?
—Tal vez porque también somos de moral dudosa— la abrazo— espero verte más Ella, si mañana no se dé ti mataré a Klaus.
Ambas rieron— hasta pronto Brina.
(...)
Allí estaba fuera de la que en una época llamo hogar, saldría de allí o con la oportunidad de vivir su vida o con una estaca.
—estás igual de hermosa Estelle.
—Es Stella ahora, Niklaus— respondió sintiéndolo a sus espaldas— si vas a matarme te pido que lo hagas de manera épica, no puedo morir de una manera aburrida luego de décadas escapando de ti.
—Oh mi querida Estelle, ¿en serio crees que no te encontré?— coloco una mano en su cintura desde atrás, Stella cerro sus ojos por costumbre y porque aunque hace años que no la tocaba lo recordaba igual.
—¿Por qué no me secuestraste y me clavaste una estaca?—cuestiono confundida, alejándose. No podía caer en las garras de Niklaus una vez más.
—Casi lo hice, muchas veces mayormente cuando me informaban que estabas con otro—gruñó—pero cuando estaba a punto de hacerlo me recordaba a mí mismo tus palabras "si amas algo lo dejas ir"
—Tú nunca has amado nada—se giró dándole la cara.
—Tú tampoco—se acercó—somos igual Stella, ahora más que nunca—trato de acariciarle la mejilla a lo que la chica quita la cara—he decidido perdonar tu traición.
—¿has decidido?, claro, ahora que tienes lo que querías—bufo—estás rompiendo el balance de la naturaleza, yo lo estoy rompiendo y la naturaleza siempre cobra Klaus.
—tú y yo siempre hemos sido buenos rompiendo todo, reglas, camas—le mostró esa sonrisa peligrosa suya—desde hoy eres una mujer libre, para vivir tu vida conmigo sería una buena idea.
En algún momento esas palabras la hubieran puesto de rodillas, pero ya no era la misma Stella ingenua— Algo quieres.
—A ti— la tomo fuertemente de la cintura acercándolos peligrosamente—siempre a ti, sobre todo y todos.
Un pequeño gemido se le escapó por la cercanía de sus cuerpos, siempre habían funcionado en ese sentido, sus cuerpos se entendían de una manera loca.
—Niklaus—susurro y esa fue la gota que derramo el vaso, los labios de klaus estaban sobre los suyos, feroz, hambriento y descontrolado, como todo lo que tenía que ver con ellos.
Klaus la levanto, sus piernas amarradas a la cintura del hombre mientras este los acercaba a una pared.
—Esto está mal—gimió cuando él besaba su cuello, dejando una pequeña mordida que la hizo rodar los ojos de placer.
—Nada que tenga que ver con nosotros está mal—le reprocho usando su velocidad para subirlos a la habitación.
Se quitaban la ropa con rapidez, si era libre no volvería a él, pero se despediría de una forma que nunca olvidaría—Estelle— beso sus labios.
La chica lo lanzo a la cama subiéndose sobre él a lo que Klaus la tomo de la cintura posicionándola perfectamente para hacerle el amor, era la única mujer a la que le hacía el amor, nunca fue solo sexo y esto tampoco lo era, podían pasar miles de años.
—Más—pidió la chica cuando esté la embestía lento pero fuertemente.
—Pídeme lo que quieras y es tuyo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro