
𝓒𝓐𝓟Í𝓣𝓤𝓛𝓞 14
◆━━━◆SENTIMIENTOS ENCONTRADOS◆━━━━◆
OMNISCIENTE
Los arqueros dispararon y de una flecha surgió un ave majestuosa color rojo, Hermione lo contempló con maravilla, ¡era un fénix! El ave surcó en el campo de batalla formando una hilera entre los narnianos y los monstruos, los narnianos celebraron su acción pero de inmediato fue borrada por Jdais, quien reemplazó el fuego con hielo
—¡Retirense!— Ordenó Peter—¡llevenlos a las rocas!
—¡Esa es la señal!— Gritó Edmund dándose la vuelta para mirar a Hermione —¡vamos!
Todos los caballos y soldados avanzaron, dándose la vuelta. Un arquero apuntó hacia Peter y disparó. La flecha terminó clavada en el unicornio del rubio provocando su estrepitosa caída.
—¡Peter!— Gritó Hermione al instante, y sin pensarlo dos veces corrió hacia el
Le dio una estocada con sus espadas a cualquier monstruo que se le cruzó en el camino, y uno que otro hechizo
—¡Hermione!— Gritó Edmund para que se detuviera, sin embargo esta lo ignoró
Ella no iba a dejar que Peter muriera, no el.
El era su… amigo.
¡Mierda! ¿Por qué era tan orgullosa y no lo admitía de una vez?
Peter al levantarse, se dio la vuelta al escuchar su nombre, y vio como Hermione corría hacia el a lo lejos, pero no le dio tiempo de reaccionar al notar que el minotauro negro se acercaba rápidamente a el entre los soldados.
Y como primer instinto, tomó su espada y comenzó a lanzar estocadas hacia el minotauro, obviamente, el animal era más fuerte que el.
Debido al miedo y la desesperación del momento, Hermione comenzó a dar estocadas y lanzar hechizos a todo animal que se encontraba, sin poder esperar a llegar donde Peter estaba, Edmund la seguía por detrás luchando también.
En un repentino instante, el minotauro desarmó a Peter, lanzando su espada a metros de distancia, el rubio se quedó perplejo, sin saber que hacer, esperando que la guadaña del minotauro lo atravesara hasta acabar con su vida.
Pero no pasó...
—¡Expulso!— escuchó gritar a Hermione y luego, para su deleite, el minotauro salió volando hacia atrás, golpeándose con una roca, noqueandolo en el proceso
Se giró hacia Hermione para agradecerle, y abrazarla por fin, pero esta estaba arrodillada mirando sus manos.
—¿Estás bien? ¿Te hizo algo?— preguntó Peter mirando cada parte de la chica
—E-estoy bien, Peter— dijo la castaña tratando de regular su respiración e ignorar la doloroda punzada que se extendía por su pecho.
Estoy abusando de mi misma, pensó
Peter no dejaba de mirar sus ojos achocolatados, se estaba perdiendo en ellos. Olvidando todo a su alrededor
Las peleas.
Jadis.
Los monstruos.
La batalla.
Todo.
Solo pensaba en la dulce y valiente joven que estaba mirando, sus ojos color ambar, su lindo rostro pecoso, su nariz respingada, sus labios tan rojos.
Quería besarala, necesitaba besarla.
Aunque no fuera el momento.
—Peter… — Susurró Hermione, sin poder dejar de ver sus hermosos ojos azules eléctricos.
Y entonces Peter lo hizo.
Sin pensarlo dos veces, la besó.
Olvidándose de todo por un momento.
Disfrutando de la cascadas de sensaciones que Hermione le provocaba y transmitía a través de sus dulces y suaves labios.
Un beso tierno, suave, pero a la vez necesitado por ambos.
Se separaron, sin dejar de verse a los ojos, Peter sonrió como bobo y Hermione no pudo evitar reírse de ternura.
—¡Oigan! por si aún no lo han notado, ¡estamos en medio de una batalla!— les espetó Edmund luchando con dos enanos
Peter ayudó a Hermione a levantarse sin dejar de mirarla, Hermione se sonrojó al instante, procesando lo que acababa de pasar.
—Peter, yo… — comenzó, sin embargo, Peter la interrumpió.
—Dímelo después, debemos ganar esta batalla, ¿recuerdas?— le dijo. Le dio un corto besó para luego tomar su espada y mirarla por última vez antes de seguir peleando.
Hermione se quedó petrificada en su lugar, con mil cosas en la cabeza
¡Peter la besó!
Sentía un mar de emociones dentro de ella.
Felicidad, ternura, amor, euforia, cariño, emoción...
Pero todas esas emociones fueron remplazadas por un pensamiento, al recordar las últimas palabras de Peter.
¿Podrían ganar la batalla?
—¡Hermione, cuidado!— Gritó Edmund al ver como un enano lanzaba una estocada hacia Hermione.
Hermione reaccionó a tiempo y detuvo la estocada del enano, iniciando una pelea.
Los tres seguían peleando, dándole todo su esfuerzo a las peleas, pero eran demasiados, no iban a aguantar.
—¡Edmund, son demasiados!— Gritó Peter tratando de que un oso con el que peleaba no lo matará —¡Llevate a Hermione, busca a las demás y váyanse a casa!
—¡No!— Gritó Hermione, se acercó a Peter y de una sola estocada en el cuello, mató al oso
—¡Hermione, vete!— Peter temía por la vida de la joven Bruja, ella ya había arriesgado mucho
Edmund se acercó a Hermione, y la tomó de los hombros tratando de llevársela. Peter volvió a pelear con los monstruos, tratando prevalecer
Pero Edmund tampoco quería marcharse, quería luchar.
—¡Peter dijo que se fueran! — Le gritó Castor luchando contra un enano.
—Pero Peter aún no es rey — contestó Edmund, mirando con seriedad el campo de batalla.
Fue por eso que soltó a Hermione y le asintió, Hermione trató de pensar en un hechizo que pudiera ayudarles, por lo menos a acabar con la mayoría de las criaturas.
Sabía que era peligroso para ella, pero como siempre, iba a arriesgarse.
Con determinación, se acercó a la mayor parte de criaturas y enemigos, alzó su varita apuntando al centro de la multitud y gritó con todas sus fuerzas —¡CONFRINGO!— y la mayor parte de los enemigos salió volando por la explosión provocada. Ellos no habían tenido piedad al matar a Aslan, así que Hermione tampoco la tendría.
Peter y Edmund miraban asombrados como la castaña formaba grandes explosiones o incendios y arrastraba o quemaba veintenas de monstruos sin que ellos pudieran hacer nada.
Pero Edmund pudo avistar como Jadis se acercaba hacia Hermione con odio en sus ojos y su lanza en alto, dispuesta a matarla. Edmund corrió hacia la castaña con la espada en alto, antes de que la Bruja llegara a su amiga, chocó su espada con la lanza de Jadis. Ella miró con diversión al azabache, como si fuera solo un insignificante obstáculo sin importancia.
Volvió a atacarlo, pero Edmund la detuvo con su espada.
Entonces, Jadis comprendió que debía esforzarse más para deshacerse de el, Peter veía con terror como luchaban... y como en un instante, ella clavó su lanza en la piel de su hermano quién cayó estrepitosamente al suelo, no obstante, no se convirtió en piedra.
—¡EDMUND!— Gritó Peter
—¡No!— Gritó Hermione al ver el cuerpo de Edmund caer.
El momento de distracción de Hermione hizo que cayera a los pies de Jadis por un golpe en la cabeza que le había dado un monstruo con su escudo, Jadis la apuntó en todo el pecho con su espada, dispuesta a atravesarla también
Peter corrió hacia ellas sin perderlas de vista, dando estocadas a diestra y siniestra, con energía renovada. No dejaría que Jadis atravesara a Hermione también como lo había hecho con Edmund.
Cuando llegó hasta ellas, Jadis estaba a casi nada de matar a la joven, pero al ver al rubio, captó toda su atención en el, olvidándose por completo de la chica a sus pies.
Comenzaron a luchar, Jadis era rápida con su espada, pero Peter sabía defenderse con la suya y su escudo. Ambos eran rápidos y ágiles, pudo lanzarlo al suelo, pero Peter se levantó casi al instante. Volvieron a la pelea, estocada tras estocada, hasta que Jadis junto sus dos espadas formando una X que llevó hacia Peter, el rubio echó su cabeza hacia atrás por instinto, casi rozando las espadas y volvió a recomponerse, Jadis lo miró anonadada.
Mientras seguían, escucharon un rugido familiar a lo lejos, ambos no pudieron evitar mirar hacia el sonido.
Hermione entreabrió los ojos al escucharlo también, no fue poca su sorpresa encontrarse con Aslan en lo alto de una de las montañas.
Si, ¡Aslan!
¡Estaba vivo!
—Aslan...— consiguió susurrar, Hermione. La cabeza le dolía como el infierno y el dolor en su pecho se hacía cada vez más insoportable. Tenía una herida en la frente que comenzaba desde su cabello.
—¡Inposible!— Gritó una asustada Jadis
Pero ahí estaba el león, y venía acompañado de Susan y Lucy, junto a otros guerreros narnianos. Peter sonrió al ver a sus hermanas y Hermione consiguió ponerse de pie.
En ese momento, Jadis aprovechó la distracción de todos y apuntó su espada hacia Peter, dispuesta a matarle, pero no lo hizo, en cambio la espada se clavó en alguien más.
Hermione, con las poquitas fuerzas que le quedaban, corrió hacia ellos dispuesta a detener la espada de Jadis con la suya, pero en vez de su espada, su cuerpo la detuvo.
La espada de Jadis terminó en el estómago de Hermione…
Jadis solo sonrió con gozo, sacó de un arranque su espada de una sangrante Hermione y se acercó a Peter que apenas y se giraba, pero Aslan a la velocidad de la luz, corrió hacia ellos, y saltó sobre la Bruja, la arrastró unos metros hasta lanzarla con fuerza a una piedra, la miró con odio por última vez hasta dar su último golpe y acabar con aquella desgraciada mujer.
En cuestión de segundos, los súbditos de Jadis comenzaron a desaparecer del campo de batalla
—Se acabó— le dijo Aslan a Peter, que aún seguía en pie
—¡Hermione!— Gritaron Lucy y Susan al ver a la chica desangrarse
Las dos chicas se agacharon junto a Hermione quien apenas y conseguía respirar, Peter corrió hacia ella viéndola con horror
—¿Por qué hiciste eso?— le preguntó Peter viendo con horror su estómago —¡¿Por qué, Hermione?!
—No podía dejar que murieras— susurró sin aliento —Narnia te necesita vivo.
—Pero… tu-
—Vamos por Edmund, debe estar peor que yo— Dijo mirando a Susan y a una sollozante Lucy.
Los tres hermanos se levantaron y entre Peter y Susan tomaron a Hermione ayudándola a caminar hacia donde Jadis había dejado el cuerpo de Edmund.
Los cuatro llegaron a un agonizante Edmund, quien ni siquiera podía abrir los ojos, por suerte aún seguía con vida
Uno de los súbditos de Jadis estaba dispuesto a matarlo con su lanza
—¡Edmund!— Gritó Susan, apuntando una flecha hacia el enano y dándole de lleno en el pecho, matándolo
Los tres llegaron hasta Ed y comenzaron a llorar a su alrededor, Susan sostuvo su cabeza y Hermione acarició su mejilla con delicadeza mientras sostenía su estómago adolorida
Lucy lo recordó, sacó su botella de cristal de jugo de fuego de dragón y dejó caer una gota en la boca de su hermano
Lloraban al ver como no pasaba nada, tenía que hacer efecto. No podía acabar así.
—Vamos, Ed— susurró Hermione —tu puedes, por favor.
Entonces Edmund comenzó a toser, todos se vieron sonrientes y Peter levantó a su hermano en un abrazo, apretandolo con fuerza. Las tres chicas veían con lágrimas en las mejillas la emotiva escena.
—¿Cuando vas a aprender a obedecer?— Le preguntó el rubio haciéndolo reír
Mientras los hermanos se abrazaban, Hermione se alejó a tropezones, sin poder aguantar más, cayó de lleno en el suelo mientras gemía de dolor.
La punzada en su pecho se estaba volviendo horriblemente dolorosa, el dolor que sentía en su estómago era poco comparado con el de su pecho.
Los hermanos la miraron desconcertados al escucharla pero luego se acercaron a ella rápidamente, Susan la tomó con cuidado recostando su cabeza en su regazo, acariciándole el cabello tratando de calamarla.
—Hermione, respira, por favor, tranquilízate— le decía Peter
Hermione seguía agonizando de dolor, ni siquiera podía articular palabra, solo gritar.
—¡Aslan!— Gritó Lucy mientras abría de nuevo su botella —tranquila, Hermione, vas a estar bien
Ella definitivamente, no iba a estar bien.
Aslan llegó y vio con tristeza a la pobre Hermione, sabía que no era la herida.
Era su corazón que estaba dejando de latir.
Lucy dejó caer una gota de su pócima en la boca de Hermione, creyendo que era su herida la que la hacía sufrir, pero esa era la menor causa de sufrimiento.
Esperaron y sin embargo, ella seguía gritando de dolor.
—¡¿Por qué no funciona?!— Gritó Peter desesperado.
Ya Hermione no sentía el dolor de su estómago, sin embargo el dolor de su pecho se extendía más.
Edmund notó como las manos de Hermione se volvían transparente, y vio aterrado como desaparecían.
—Sus manos— dijo atónito —están desapareciendo.
—Aslan, ¿que pasa?— le preguntó Susan mientras lloraba —¡¿Qué es lo que le pasa?! ¡¿Por qué no haces nada?!
Aslan se acercó a una temblorosa Hermione, que seguía gimiendo —No es la herida, niños, es su corazón— dijo mientras soplaba la cara de la castaña, que luego se calmó un poco sintiendo como el dolor disminuía.
—¿A que te refieres? ¿Cómo que su corazón?— preguntó Susan confundida acariciándole el pelo a Hermione.
Aslan miró a Hermione, quien apneas y tenía sus ojos abiertos, ella asintió.
Y entonces Aslan les contó, por fin.
Contó el caso de Hermione.
Cada detalle.
Para ese entonces, los soldados restantes de narnia estaban a su alrededor, escuchando la historia, resumida.
—Entonces, Hermione...— dijo Peter mientras veía como Hermione lo miraba con lágrimas.
No.
Hermione no podía…
¡Ella no!
—Morirá.
*JURO SOLEMNEMENTE QUE MIS INTENCIONES NO SON BUENAS*
NO PUEDO RESPIRAR!!
Un capitulo lleno de emociones, ¿no? No saben lo que llore cuando lo escribí
Es tanta la tristeza para mi informarles que solo falta un último capitulo y esta historia acaba por completo (quiero llorar)
Los Pevensie ya saben de la maldición que Hermione tiene
Peter y Hermione tiene sentimientos encontrados el uno por el otro
Aslan, a pesar de ser el quien haya advertido a Hermione, no quiere que ella muera.
Edmund ahora llora internamente por la posible muerte de su amiga.
Y ni que hablar dr las pobres Susan y Lucy
En todos caso, ¿que les pareció? Díganme sus reacciones que les causó cada párrafo, opiniones? Criticas? Lo que sea
No olviden votar, me ayuda mucho a seguir con mis historias
En unos días subiré el último capítulo, quiero sus ideas de como podría ser o como creen que terminará
Sin más
Hasta aquí mi reporte Joakin!!!
VENUS 💌
*TRAVESURA REALIZADA*
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