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Visenya estaba sentada a la mesa llena de comida, ya que vestía su abrigo rojo largo de terciopelo y pantalones de cuero negro que había elegido para la caza, había sido más fácil de usar. Pero todos los Lords y Ladys en la habitación estaban adulando a Aegon. Ella siempre había estado acostumbrada a ser segunda después de Rhaenyra, pero ahora era incluso tercera a pesar de ser la hija del medio, y pronto ni siquiera eso, ya que la Reina Alicent estaba esperando otro hijo.

No debería haber aceptado, debería estar a lomos del dragón volando sobre los Peldaños de Piedra para ayudar a Lord Corlys y Daemon. Los vio adular al pequeño Aegon, llamado así por el Conquistador, mientras veía a Lord Hand, Otto, de pie con su hermano, quienes se unirían a ellos para la cacería en honor al segundo día del nombre de Aegon.

───── Él tenía su pelo, Su Gracia. ───── Dijo uno, y Visenya puso los ojos en blanco, era un Targaryen de la Sangre de la Antigua Valyria, si no tuviera el pelo de Alicent, por supuesto tendría el pelo de su padre.

───── Él tiene mi pelo. ───── Continuó Viserys mientras sostenía a Aegon.

───── Él tiene sus ojos, Su Gracia. ───── Dijo otro, lo que hizo que Visenya pusiera los ojos en blanco aún más.

───── Sí, parece que los tiene, y también tiene mi nariz. ───── Dijo Viserys volviéndose hacia Aegon. ───── ¿No? ───── Le susurró al niño.

Tyland Lannister se acercó; Había sido recientemente designado para el Consejo Privado como capitán de barcos, dado que Lord Corlys estaba luchando en la Batalla de los Peldaños de Piedra.

───── Su Gracia, traigo noticias urgentes de los Peldaños de Piedra.

Visenya comenzó a prestar atención cuando mencionó los Peldaños de Piedra, rezando a los dioses para que ninguno de los que ella amaba hubiera muerto.

───── El Alimentador de Cangrejos se ha atrincherado para asediar a Bloodstone mientras sus hombres sabotean nuestra flota al amparo de la oscuridad. ───── Dijo Tyland Lannister.

───── Hoy no, Tyland. ───── Le dijo Viserys al hombre y Visenya frunció el ceño mientras se ponía de pie.

───── Lord Tyland, ¿Puedo preguntar cómo están Lord Corlys y el Príncipe Daemon? ───── Preguntó Visenya. Tyland le sonrió a la Princesa.

Se había oído hablar de sus Dragones ayudando tanto como podían.

───── Siguen luchando, Su Gracia. ───── Dijo y Visenya sonrió aliviada.

───── Bien. ───── Dijo ella.

Pero la atención volvió a centrarse en Viserys casi inmediatamente.

───── El asunto de los Peldaños de Piedra es lamentablemente urgente. ───── Dijo Tyland y Visenya miró a su padre, preguntándose qué diría.

───── Han pasado tres años; Puede esperar otros tres días. ───── Dijo Viserys.

───── Su Gracia, en esos tres días la flota de Velaryon puede ser destruida y los hombres podrían perder la vida. ───── Dijo Visenya, mirando a su padre.

───── Venid, comed, preparaos para el viaje. ───── Dijo Viserys, ignorando las palabras de su hija. Habló con Lord Lyonel Strong, asegurándose de que todo estuviera listo.

───── Ahora que la Triarquía se refugia en las cuevas de Bloodstone, la amenaza de los dragones se ha mitigado. ───── Dijo Tyland, acercándose al Rey y continuando con el asunto.

───── No tienen soldados de pie. ───── Dijo Viserys.

───── Pero sus mercenarios se han estado retirando en masa, Su Gracia. ───── Dijo Tyland.

───── Padre, la amenaza se está expandiendo, tarde o temprano perderemos más de lo que podemos permitirnos. Dorne incluso ayudó a la Triarquía. ───── Dijo Visenya. ───── ¿Eso no lo convierte en un asunto de la Corona? ───── Preguntó.

───── Visenya, como Protector de los Dragones no es tu trabajo hablarme de guerras. ───── Dijo Viserys en voz baja. Visenya miró a su padre.

───── No, pero los Dragones están involucrados, mi Dragón, el dragón de mi primo, el dragón de mi tío. ───── Hace un recuento. ───── ¿Has estado, padre?, ¿Lo has visto?, ¿Alguno de ustedes lo ha hecho? ───── Preguntó Visenya mirando a su alrededor mientras los Señores y las Damas se calmaban. ───── He volado con Fantasma Gris desde Rocadragón hasta los Peldaños de Piedra, he visto las flechas que disparan a ser Laenor y al Príncipe Daemon. Incluso logré domar al Dragón que llaman Caníbal para luchar contra estos piratas. ───── Dijo Visenya, y todos la miraron. ───── Pero parece que a la Corona le gusta ignorar asuntos importantes y en su lugar le gusta perder el tiempo de todos celebrando el día del nombre de un niño que ni siquiera lo recordará.

Salió de la habitación, pasó por el Bosque de Dioses donde estaba sentada Rhaenyra.

───── Me voy, si quieres quedarte está bien, pero no puedo quedarme aquí y celebrar a un bebé de 2 años mientras los hombres dan sus vida. ───── Le dijo Visenya a su hermana.

───── No puedo luchar, hermana, sabes que no puedo. ───── Dijo Rhaenyra.

───── Entonces toma a ser Waylen, él te protegerá. ───── Dijo Visenya antes de alejarse hacia la armería.

Siempre había habido una espada valyria desconocida, tirada en un rincón lejano. Algunos decían que perteneció a Rhaenys cuando conquistaron por primera vez los Siete Reinos, otros decían que Maegor la empuñó hasta que le dieron la Hermana Oscura. La habían colocado en la pared y cuando Visenya la alcanzó, notó que era similar a la Hermana Oscura. La empuñadura, sin embargo, estaba hecha de hueso de dragón y, como el cráneo de Balerion, era negra con una inscripción valyria en la guarda.

───── Para una ira tan caliente como el fuego del dragón. ───── Leyó Visenya. ───── La ira del dragón. ───── Mantiene agarrada la espada, que se sentía más ligera en su mano de lo que esperaba.

La hizo girar en su mano antes de salir del castillo para encontrar a Fantasma Gris.

Ella se subió a su espalda y voló hacia los Peldaños de Piedra. Aterrizó en un campo, cerca de Caraxes y se bajó de la espalda de Fantasma Gris.

───── Princesa. ───── Decía la gente mientras pasaba junto a ellos, hasta que llegó a la mesa donde se encontraba Lord Corlys, su hermano, Vaemond, y su primo Laenor.

───── Princesa, ¿Traes noticias? ───── Preguntó Lord Corlys, pero por la tormenta en su rostro le dijo que ya era suficiente.

───── Vaya.             .                .El Rey se negó a reconocer la guerra, no parece preocuparle. ───── Dijo Visenya mientras observaba a los hombres de Velaryon.

───── Gracias por venir a contárnoslo, pero no deberías estar aquí. ───── Dijo Vaemond mirando a la Princesa.

Los hombres que los rodeaban guardaron silencio y detrás de ella se acercó Daemon, que también había oído las palabras de Vaemond.

───── Por admirable que creas que eres, ser, no voy a dejar atrás a estos hombres. El Rey y Desembarco del Rey pueden haberlos abandonado, pero yo no lo haré. ───── Miró a los hombres. ───── Los Crabfeeder aprenderán porque ganaremos esta pelea, ganaremos esta guerra. Tendrás mi espada y mis dragones. ───── Les dijo Visenya mientras observaba a los hombres, la mayoría ya cansados ​​por la batalla.

───── Quizás se preguntan qué podría hacer una princesa como yo con sólo una espada y dragones, pero bueno, ustedes, lo olvidan. ───── Dijo Visenya y se volvió hacia Vaemond. ───── Que yo soy Visenya de la Casa Targaryen, descendiente de Aegon el Conquistador y Sangre de la Antigua Valyria, soy sangre del Dragón, y los derrotaré, con Fuego y Sangre. ───── Promete mirando a Vaemond.

Vaemond se quedó callado, mirando a la Princesa mientras Daemon se movía a su lado, con una sonrisa orgullosa en su rostro. No habían hablado en casi 3 años, pero la había visto volar de vez en cuando con múltiples Dragones. Era admirable. La mayoría sólo tenía un Dragón, pero Visenya tenía cuatro que la escuchaban, 5 si se incluía a Sunfyre.

───── La Princesa se queda. ───── Dijo Daemon mientras colocaba sus manos sobre la mesa.

Vaemond asintió, no queriendo hablar en contra de la Princesa y el Príncipe Renegado. Laenor le sonrió a su prima y comenzó a explicarle cuántas personas tenían y cuál había sido su curso de acción hasta ahora.

───── Idealmente, necesitamos más hombres. ───── Dijo Laenor, mirando a Visenya mientras asentía.

───── Lord Tyland dijo que habían ido hacia Bloodstone. ───── Dijo Visenya y miró a los hombres.

───── Lo hicieron, y con todo lo que hemos intentado, los Dragones no pueden ir demasiado lejos. ───── Dijo Laenor.

───── Los tuyos tal vez no, pero Grey Ghost siempre ha podido entrar en cuevas y surcos de Dragonstone. ───── Dijo Visenya.

───── Enviarte sería demasiado peligroso, Princesa. ───── Dijo Corlys.

───── Estaré bien, Lord Corlys. ───── Asintió hacia él en reconocimiento. ───── Regresaré a Rocadragón por ahora y llevaré a mis dragones conmigo. ───── Dijo Visenya.

Todos asintieron, Visenya caminó hacia Fantasma Gris, sin notar que Daemon la seguía. Él la agarró del antebrazo y la detuvo por un momento.

───── ¿Está todo bien? ───── Preguntó Visenya, mirando a Daemon.

───── 𝐓𝐮 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨. ───── Dijo Daemon, en alto valyrio. ───── Admirable, Princesa, un verdadero Dragón. ¿Cómo se llama tu espada? ───── Preguntó Daemon, mientras miraba la espada en su cadera.

La había visto antes, reconoció el mango de la armería.

───── La Ira del Dragón. ───── Dijo Visenya.

Daemon sonrió, admirándola aún más de lo que ya lo hacía.

───── Buen nombre. ───── Dijo y soltó su antebrazo. 

Visenya sonrió antes de subirse de nuevo a la espalda de Fantasma Gris para volar a Rocadragón, donde se puso su armadura y fue a Dragonmont para llamar a los otros Dragones.

También les preguntó a algunos de los caballeros presentes en Rocadragón si estaban dispuestos a luchar en los Peldaños de Piedra, y ellos aceptaron, usando un barco de Rocadragón para navegar hacia los Peldaños de Piedra mientras Visenya volaba de regreso con sus dragones.

Fantasma Gris aterrizó nuevamente antes de que Visenya se uniera a todos nuevamente.

───── Algunos caballeros de Rocadragón se unirán, estarán aquí en breve. ───── Dijo Visenya mientras se unía a ellos nuevamente, Rocadragón no había estado lejos de todos modos.

───── Gracias, Princesa. ───── Dijo Lord Corlys mientras Laenor la miraba. ───── ¿Quieres intentar enviar a Fantasma Gris? ───── Preguntó Laenor.

Visenya miró hacia sus dragones y asintió.

───── Sí, es la mejor oportunidad que tenemos.

───── Primero tomaré a Seasmoke para atacar desde aquí. ───── Explicó Laenor y le mostró a dónde llevaría a Seasmoke, que era el lado opuesto de donde estaba Bloodstone y a dónde iría Visenya. ───── Me aseguraré de que el camino esté despejado para ti. ───── Visenya asintió. ───── Bien. ───── Dijo Laenor mientras miraba a su prima.

─────Princesa, un consejo. ───── Dijo Lord Corlys, y Daemon se enderezó, listo para hacer que Corlys se tragara sus palabras. ───── Si debe derramarse sangre.              .───── Inició Corlys y Visenya sonrió.

───── Que no sea valyria. ───── Terminó y asintió.

Caminó hacia Grey Ghost, mientras Laenor montaba a Seasmoke antes de que ambos volaran. El Fantasma Gris siempre había sido más delgado, y ahora era el momento de darle un buen uso.

───── ¡Humo marino, 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬! ───── Gritó Laenor y quemó a algunos de los arqueros que estaban de pie en el costado del acantilado.

Muchos comenzaron a correr hacia la cueva, y Visenya se aseguró de que el Fantasma Gris entendiera lo que quería hacer. Vio al Alimentador de Cangrejos, que la miraba fijamente desde el suelo.

───── ¡𝐃𝐫𝐚𝐜𝐚𝐫𝐲𝐬! ───── Gritó mientras el Fantasma Gris se lanzaba hacia adelante, hacia la abertura de una de las cuevas mientras arrojaba su fuego por ella, y se podían escuchar gritos.

El Alimentador de Cangrejos se encontraba a una milla o más de distancia, observando cómo sus hombres se quemaban. Miró a los arqueros restantes y les hizo un gesto con la cabeza mientras hacían llover flechas de fuego. Su armadura se aseguró de que rebotara en ella, estaba demasiado lejos para que las flechas tuvieran impacto, y continuó con su plan de tratar de llegar lo más lejos posible en las cuevas, cuando de repente uno de los arqueros, que se había incendiado debido a Seasmoke, cayó sobre Visenya y la tiró de la espalda de Grey Ghosts, que se sobresaltó y voló hacia el cielo.

───── Mierda. ───── Murmuró Visenya mientras veía a Fantasma Gris volar hacia el cielo.

Se puso de pie y miró a su alrededor mientras algunos arqueros apuntaban sus flechas hacia ella. Desenvainó su espada y comenzó a correr hacia unas llamas, moviéndose lo más que pudo para evitar las flechas, golpeándolas con su espada para alejarlas a las que casi no podía esquivar.

Visenya se mantuvo firme, no se echó atrás y luchó con todo lo que tenía. Cuando se enfrentó a dos arqueros a corta distancia, sujetó su espada con fuerza, pero luego la envainó rápidamente cuando escuchó el rugido familiar de Caraxes. Levantó la vista cuando el gran dragón, conocido como el Wyrm de Sangre, voló sobre ella y quemó a los últimos arqueros en pie antes de aterrizar. Para su sorpresa, Caraxes no tenía jinete, pero no lo cuestionó más mientras se subía a la silla de Caraxes y se unía a Seasmoke en el cielo mientras volaban de regreso. Visenya estaba orgullosa de ellos, habían atrapado a todos los que podían, y tal vez con otro intento podrían conseguir incluso más.