Ｃ Ａ Ｐ Ｉ́ Ｔ Ｕ Ｌ Ｏ  Ｔ Ｒ Ｅ Ｓ: 𝗘𝐋 𝐓𝐎𝐑𝐍𝐄𝐎.

Visenya tomó su lugar junto a Alicent Hightower, la hija de la Mano del Rey y la mejor amiga de su hermana mayor Rhaenyra también sus primos: Laenor y Laena Velaryon. Su hermana aún no había estado presente, y asumió que también estaba visitando a su madre. Visenya llevaba el cabello suelto, excepto que las partes delanteras habían sido trenzadas y atadas juntas, mientras que su vestido, que irónicamente era blanco y elegido por su Septa, combinaba bien con su cabello blanco y sus ojos violetas. Todavía llevaba el collar de acero valyrio que su tío le había regalado, mientras miraba a todos los caballeros.

───── ¡Sed bienvenidos! ───── Gritó su padre mientras se ponía de pie. ───── Sé que muchos de ustedes habéis viajado largas leguas para estar en estos juegos. ───── Les dijo el rey Viserys a la gente que se había reunido en el torneo. ───── Pero os prometo que no os decepcionaréis. ───── Dijo Viserys. ───── Cuando miro a los magníficos caballeros en estas listas, veo un grupo sin igual en nuestras historias. ───── Dijo el rey Viserys, mientras la princesa Rhaenyra se dirigía rápidamente a su asiento junto a Alicent. ───── Y este gran día se ha vuelto más auspicioso por las noticias que me complace compartir: ¡La reina Aemma ha comenzado sus labores! —— Gritó el rey Viserys, y todos estallaron en aplausos y vítores. ───── Que la suerte de los Siete brille sobre todos los combatientes.

Todos aplaudieron cuando los primeros caballeros comenzaron la batalla. En la primera ronda, el caballero fue arrojado de su caballo durante la segunda ronda, y algunos escuderos lo arrastraron rápidamente, listos para los siguientes dos caballeros. El caballero ganador, que continuaría, montó su caballo hacia la corte real, haciendo una reverencia mientras se sentaba en su caballo.

───── ¿Un caballero misterioso? ───── Preguntó Rhaenyra, mirando al caballero.

───── No, un Cole, de las Tierras de la Tormenta. ───── Dijo Alicent, reconociendo el escudo.

───── Nunca he oído hablar de la Casa Cole. ───── Dijo Rhaenyra.

Un caballero Baratheon, que se enfrentaría a Ser Cole, se adelantó con la visera levantada.

───── Princesa Rhaenys Targaryen, me gustaría pedir humildemente el favor de ❛La Reina que Nunca Existió❜ ───── Dijo Ser Baratheon.

Visenya miró a su prima, que bajó con su favor.

───── Buena suerte, primo. ───── Dijo Rhaenys, ya que su madre también era Baratheon.

───── Lo aceptaría con mucho gusto, si pensara que lo necesito. ───── Dijo y Visenya puso los ojos en blanco sutilmente.

Los hombres Baratheon nunca parecían pensar con la cabeza, siempre con la ira y la polla.

───── La hija de Lord Stokeworth está prometida a ese joven escudero de Tarly. ───── Le dijo Rhaenyra a Alicent y Visenya.

───── ¿El hijo de Lord Massey? ───── Preguntó Visenya y Rhaenyra asintió.

───── Se casarán tan pronto como él gane el título de caballero. ───── Explicó Rhaenyra mientras colgaban un estandarte de los Baratheon.

───── Será mejor que nos pongamos manos a la obra. ───── Dijo Alicent. ───── He oído que Lady Elinor esconde un vientre hinchado debajo de su vestido. ───── Les dijo Alicent a las princesas Targaryen.

Las tres sonrieron antes de volver a centrarse en la justa.

Baratheon fue fácilmente derribado de su caballo por Ser Criston Cole, lo que hizo que la Princesa Rhaenys sonriera con su copa de vino mientras Visenya tuvo que contenerse para no gritar, te lo dije. A veces se preguntaba si debería apostar contra los caballeros, pero entonces a ninguno le quedaría dinero. Visenya sonrió mientras colgaban el estandarte Targaryen y todos los caballeros fueron llamados nuevamente al frente.

───── ¡El príncipe Daemon de la Casa Targaryen! ───── Gritó el locutor. ───── ¡El príncipe de la ciudad elegirá ahora a su primer oponente!

Daemon entró montado en un caballo negro, con una armadura Targaryen, en la que la pieza del pecho tenía dragones grabados y la mitad inferior estaba hecha para que pareciera escamas de dragón. El casco de Daemon había sido diseñado para que pareciera la cabeza de un dragón, con alas a los lados y una pluma negra y roja que salía de la parte superior, algo de lo que Visenya siempre se había reído con su tío.

───── Para su primer desafío, el Príncipe Daemon Targaryen elige a Ser Gwayne Hightower de Antigua, hijo mayor de la Mano del Rey. ───── Gritó el locutor, y Visenya ni siquiera se sorprendió de que eligiera al hermano de Alicent, el hijo de la Mano.

A Daemon siempre le había disgustado enormemente Otto Hightower, así que, por supuesto, elegiría al hijo. Todos fueron a sus lugares y Rhaenyra agarró la mano de su amiga, sabiendo que estaba preocupada por su hermano. Visenya, por otro lado, se inclinó hacia adelante en su asiento emocionada de ver a Daemon ganar, porque sabía que ganaría contra Hightower. No era el mejor de los caballeros.

Daemon miró una última vez el palco real, específicamente a Otto antes de cargar.

En el momento en que las lanzas chocaron, Daemon retrocedió, pero todavía estaba sobre su caballo. Ambos caballeros rápidamente consiguieron una nueva lanza antes de cargar de nuevo. Sin embargo, esta vez, en lugar de golpear el escudo de Hightower, Daemon apuntó su lanza a las patas del caballo de Hightower. El caballo se dobló y Ser Gwayne aterrizó con dureza en el suelo. Alicent jadeó ruidosamente junto a Visenya mientras se cubría la boca con la mano. Rhaenyra se puso de pie poco después mientras Daemon se dirigía hacia el palco real.

───── Bien hecho, tío. ───── Lo felicitó Rhaenyra, Visenya se unió a su hermana, al igual que Alicent.

───── Gracias, princesa. ───── Dijo Daemon, inclinando ligeramente la cabeza ante las dos princesas.

───── Ahora estoy bastante seguro de que puedo ganar estos juegos, Lady Alicent. ───── Dijo Daemon, volviéndose hacia la chica Hightower. ───── Tener tu favor casi lo aseguraría.

Visenya puso los ojos en blanco cuando notó a su tío mirar a Otto por encima de ellos. Alicent sonrió y caminó hacia atrás para tomar su favor, algo que las damas habían hecho de antemano. Visenya vio la mirada que Otto le dio a su hija, a Visenya tampoco le gustó Otto. Parecía ser un hombre muy controlador, no solo con su padre sino también con su propia hija.

───── Buena suerte, mi Príncipe. ───── Dijo Alicent y le dio su favor a Daemon antes de que se fuera de nuevo para competir en otra ronda.

Cuando Visenya fue a sentarse, vio que un maestre hablaba con la Mano antes de que Otto le dijera algo al Rey. Tanto la Mano como el Rey se marcharon rápidamente. Visenya los observó mientras se marchaban. Lord Lyonel Strong miró a la joven Princesa.

───── No te preocupes, Princesa, tu padre probablemente regresará pronto con buenas noticias. ───── Dijo Lord Strong y Visenya asintió y continuó viendo el torneo, animando a su tío.

Daemon ganó de nuevo antes de que lo obligaran a esperar a que otros caballeros subieran de rango. Visenya observó cómo un caballero derribaba a otro, lo que el caballero caído no se tomó bien. Agarró su hacha y derribó al caballero ganador, golpeando su armadura, antes de decapitarlo con su hacha.

───── Y el día se pone feo. ───── Dijo Rhaenys y Visenya se volvió hacia sus primos.

───── Me pregunto si así es como deberíamos celebrar el nacimiento de nuestro futuro rey, con violencia desenfrenada. ───── Dijo Lord Corlys.

───── Puede ser, Lord Corlys, nuestras palabras son Fuego y Sangre, nada mejor para venir a este mundo como un Targaryen que con derramamiento de sangre. ───── Dijo Visenya, y Rhaenys le sonrió.

───── Han pasado 70 años desde el fin del Rey Maegor, estos caballeros son tan verdes como la hierba de verano. ───── Dijo Rhaenys y Visenya sonrió.

───── Ninguno ha conocido la guerra real, y probablemente ninguno la conocerá. ───── Dijo Visenya.

───── Sus señores los envían al campo de torneo con los puños llenos de acero y las bolas llenas de semillas, y esperamos que actúen con honor y gracia. ───── Dijo Rhaenys. ───── Apuesto a que es por eso que tu Septa eligió un vestido blanco. Concluyó Rhaenys mirando a Visenya.

───── Posibles pretendientes. ───── Dijo Visenya y miró de nuevo a los hombres que luchaban.

Daemon volvió a atacar, pero esta vez contra Ser Criston Cole. Visenya vio como Daemon casi caía de su caballo durante el segundo asalto, pero se aferró a la barandilla en el momento en que esta terminó. Daemon cayó al suelo, Visenya jadeó cuando los hombres intentaron ayudar a Daemon a levantarse, pero él simplemente los empujó, agarrando a la Hermana Oscura.

───── El príncipe Daemon Targaryen desea continuar en un concurso de armas. ───── Gritó el locutor mientras Ser Criston agarraba su arma.

Daemon golpeó con su espada la cabeza de Ser Criston Cole y finalmente logró derribarlo al suelo, pero Cole se levantó e intentó derribar a Daemon. Daemon fue rápido y derribó a Cole. Daemon usó los vítores de la gente para impulsar su propio ego mientras extendía los brazos en triunfo. Visenya aplaudió a su tío y miró hacia atrás para ver a su padre, ni la Mano aún no había regresado. Visenya se puso de pie, Daemon la vio irse, lo que hizo que estuviera desprevenido cuando Ser Criston Cole lo derribó nuevamente.

Visenya caminó hacia la habitación de su madre mientras los guardias estaban de pie junto a la puerta, así como la Mano.

───── Princesa. ───── Le advirtió Otto, pero Visenya no escuchó y se abrió paso.

Se detuvo en seco cuando vio la escena frente a ella, Otto Hightower detrás de ella observando cómo el lecho de su madre, la reina Aemma, había sido empapado en sangre, el vientre de su madre había sido abierto para recuperar al niño.

───── ¿Madre? ───── La suave voz de Visenya llamó a la habitación.

Aemma había estado débil, pero aún con vida. Demasiado lejos para registrar la voz de su hija. Adormecida por el dolor y la leche de la amapola. Visenya intentó acercarse a su madre, pero Otto la detuvo, agarrándola del brazo.

───── No. ───── Comenzó a llorar Visenya, y sus gritos se hicieron más fuertes cuando vio a su madre dejar escapar su último aliento.

Lágrimas cálidas corrieron por su rostro cuando vio a su padre sentarse junto a su madre.

Visenya, con los ojos llorosos, miró al Gran Maestre, que sostenía un pequeño bulto en sus brazos.

───── Es.           .───── Visenya se sobresaltó y se acercó al bebé que había nacido brutalmente.

───── Princesa. ───── Dijo el Gran Maestre y cuando Visenya llegó hasta el Gran Maestre vio que el niño tampoco respiraba.

Todo esto, todo este dolor y sangre y el sacrificio de su madre, por un hijo que ni siquiera vivió más de cinco minutos.

Visenya se alejó del Gran Maestre y cayó al suelo, llorando en voz alta.

Sus gritos y alaridos de dolor atravesaron los corazones de la Guardia del Rey que tuvo que intentar impedir que Rhaenyra entrara.

───── ¡Déjennos pasar! ───── Dijo Rhaenyra mientras miraba más allá de los guardias para ver a su hermana llorando. ───── ¿Qué ha sucedido?, ¡Visenya! ───── Gritó Rhaenyra.

───── ¡Déjennos pasar! ───── Gritó la voz de Daemon. Otto había soltado el brazo de Visenya y se acercó al Príncipe y la Princesa.

───── Rhaenyra, por favor, vete. ───── Dijo Otto, con el rostro entristecido porque tampoco quería que Rhaenyra viera a su madre y a su hermano así.

Ya tendría mucho dolor por dejar pasar a Visenya.

Daemon no escuchó a Otto y se abrió paso, pero los guardias fueron lo suficientemente inteligentes como para detener a Rhaenyra.

───── ¡Tío! ───── Le gritó.

Daemon observó cómo su hermano estaba sentado junto al cuerpo de su difunta esposa, que ahora había sido cubierta por sábanas con la ayuda de las septas y las doncellas que la habían ayudado. Visenya yacía en el suelo mientras el maestre ya se había llevado a su hermano pequeño. Daemon echó una última mirada a su hermano antes de acercarse a su sobrina y levantarla.

───── Asegúrate de que todo esté arreglado, Hightower. ───── Ordenó Daemon a Otto mientras se llevaba a Visenya.

Rhaenyra los siguió mientras Daemon colocaba a Visenya en su cama, donde se acurrucó con su hermana, ambas lamentando la pérdida de su madre y su hermano. Daemon se alejó y, en cambio, decidió esconderse en un hermano con hombres de la Guardia de la Ciudad. Los hombres de la Guardia de la Ciudad parecían ser los únicos hombres que lo toleraban.