En el Callejón Diagonal, casi al lado de Olivanders, Heather tenía una tienda, donde cobraba a las personas que la buscaban con la esperanza de comunicarse con sus seres queridos que ya fallecieron. Todo el mundo magico conocía su negocio, que fue abierto gracias a su don - y de todas las otras mujeres de la familia Atwood - de comunicarse con los espíritus. La única que no estaba de acuerdo con eso era su hija, Hope.

Hope acababa de comer en el Caldero Chorreante y se dirigía a la tienda de su familia cuando vio al gran "muñeco" que estaba en la entrada de Sortilegios Weasley levantando el sombrero. La chica incluso se rascó los ojos para asegurarse de que no estaba soñando, ya que hacía algún tiempo que no veía la tienda abierta a causa de la muerte de uno de los dueños.

Tan pronto como Hope llegó a la tienda de su familia, fue a ver a Ethan, su hermano, que estaba sentado detrás de un banco de vidrio. Como Ethan no nació con el don de su madre por ser solo para las mujeres de la familia, era como si fuera la "recepción".

— Buenos días — dijo Hope poniendo una botella pequeña de jugo de calabaza que había comprado minutos antes de llegar a la encimera.

— Buenos días, adoptada — bromeó Ethan, y entonces tomó el jugo.

—¿Viste que la tienda de Weasley está abierta hoy?

— Sí... — le da un sorbo a su jugo. — George pidió la ayuda de su hermano menor para continuar con la tienda.

— Hope, querida — Heather, tu madre, salió de una de las salitas, interrumpiendo la conversación.

— Hola, mamá— la chica respondió, recibiendo un beso de su madre . — Bueno, ya vi que hoy no están necesitando de ayuda, me voy a casa.

Hope no estaba de acuerdo con el negocio de su familia, pero aún así ayudaba a veces, después de todo, era la tienda de su familia. Pero nunca llegó a usar sus dones allí, ayuda tanto como Ethan. Sin mencionar que Hope comia en Caldero Chorreante, así que no sería un viaje sin sentido.

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Al llegar a casa, la chica fue directo a su cuarto, sólo quería acostarse y leer un poco. En cuanto entró se tiró a su cama y suspiró.

— Maldita sea, chica, ¿estás bien?

Hope se asustó, al final, estaba solo ella y su elfo doméstico en casa. Al darse la vuelta, vio de quién se trataba: un espíritu. El espíritu de Fred Weasley.