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13 彡


-- ¡Oye!

Haeun suelta un pequeño grito de susto por la repentina aparición de Nayoung al lado de su casillero. No se imaginaba que después de la cuarta hora de clases y con la cabeza metida en muchas tareas que le estaban dando los profesores de las horas que tuvo, Nayoung iba asomar su rostro por la puerta del casillero hablando como si estuvieran en algún tipo de fiesta con música alta.

-- ¡Mierda Nayoung, no me asustes!

La castaña se echa a reír. Haeun cierra su casillero y se voltea a ella. -- ¿Qué sucede?

-- La escuela va a realizar un tipo de "viaje" a los de último año. Ya que quieren que nos relajemos un poco por todos los trabajos que nos dan y nos llevemos recuerdos blah blah blah. Es en las cabañas Neugdae. Nos vamos a quedar dos noches y un día. -- Nayoung levanta dos documentos a la altura de la pelinegra. -- ¡Y he conseguido dos permisos para nosotras! -- Dice con una voz chillona mientras da algunos saltitos. Se le notaba su emoción.

Enseguida a la pelinegra se le vino la imagen de su pequeño en la mente, por lo que sonrío algo apenada. -- Yo no creo que va-...

-- ¡Tonterías! -- La castaña interrumpe a su amiga. -- Vamos a ir y a disfrutar de este viaje. Tenemos que hacerlo, de verdad los profesores nos están llenando hasta el culo de trabajos. ¡Tenemos una maldita vida nosotros los jóvenes!

Haeun suspira algo cansada, ella tiene razón. Los profesores en todos estos días que han pasado, están con tareas y trabajos que aveces tienen a la pelinegra con algo abrumada por el poco tiempo que tiene para hacerlas. Y por culpa de eso aveces se desvela haciendolas y atendiendo a su hijo que muchas de las ocasiones se quedaba dormido en sus brazos. Está segura que no es la única desvelandose ya que hay algunos estudiantes con leves ojeras en su rostro.

Nayoung le entrega el documento y Haeun lo revisa. Decía que debía de llenar la básica información de los estudiantes. Ella lo mira apretando levemente sus labios. Sabía que no iba a ir y se iba a quedar con su hijo. Aunque algo por dentro le decía que fuera. Pero sabía que tenía una responsabilidad grande. Así que solamente alzó la vista y le dio una sonrisa a Nayoung y dobló el documento para guardarlo en su casillero. -- Lo pensaré Nayoung.

La amiga le hace un pequeño puchero.-- Por favor ve a este viaje. Yo iré y no quiero estar sola. Por favor Haeun... Por favor, por favor, por favor. -- Nayoung se acerca a Haeun con con sus manos entrelazadas en frente de ella tratando de convencerla. Haeun hace un ademán con las manos y asiente varias veces. -- Lo voy a pensar Nayoung, dame tiempo.

-- Bueno tienes hasta el final de esta semana, tenemos que entregar los permisos el viernes.

La pelinegra asiente. -- Está bien.

La castaña entrelaza su brazo con el de su amiga mientras empiezan a caminar por los pasillos. -- ¿Ayer pudiste resolver lo que ibas a buscar?

La más alta la mira con algo de confusión. ¿Qué ella había resolvido ayer que le dijo a Nayoung?

-- ¿De qué hablas?

-- Me dijiste que habías dejado algo ayer con Seonghee cuando teníamos unas horas libres. ¿Pudiste recuperarlo?

La chica por poco se atraganta con su saliva. Se había olvidado totalmente de eso. Mierda.

-- Yo... Sí sí, pude buscar lo que había dejado. No te preocupes. -- Explica Haeun, una risa nerviosa escapándose de sus labios.

Su amiga asiente con una sonrisa. -- Bien, qué bueno.

Haeun se había olvidado totalmente de la situación amarga que fue a "resolver". No quería recordarse de cómo el chico de tatuajes la había tratado ayer. Todavía le sigue doliendo que él haya tirado a la basura el juguete de su pequeño. No había necesidad alguna de hacer eso.

De verdad que es un maldito hijo de puta. No sé cómo sus amigos lo pueden soportar.

Pero Haeun no se va a dejar fácilmente. Como la chica pasiva y callada que se ha convertido, va a tratar de sólo tener contacto con él por la tarde debido al proyecto que el maestro les asignó.

Y esperaba que sea así.

Aunque ya estaba algo cansada de pensar lo mismo y luego tener problemas con el chico.

Las dos chicas pasan por el frente del patio interior y hasta planeaban ir allí y sentarse un pequeño rato, pero una voz más adelante las interrumpe.

-- Oh ¡Haeun!

Las dos chicas miran hacia el frente encontrándose con Seonghee acompañada Xiaojun quien tenía un brazo en los hombros de ella.

-- Oh, Seonghee... -- Dice Haeun con una sonrisa.

-- Qué bueno que te encuentro. Me gustaría hablar contigo un momento. -- Las dos amigas miran al par frente a ellas, intentando descifrar de lo que iba hablar Seonghee.

Haeun mira a Nayoung y luego regresa su mirada a la pelinegra. -- Yo... claro no hay problema. ¿Qué me tienes que decir?

Seonghee mira a Nayoung algo dudosa. No cabía duda que era la amiga de Haeun pero prefería decirle las cosas a ella sola. Si Haeun quiere decírselo a su amiga después entonces no es su problema.

-- En privado.

Las dos amigas se miran algo dudosas. Haeun no tenía idea de qué iba hablar y Nayoung mucho menos. Pero la pelinegra le sonrió a su amiga y le colocó una mano en el brazo de ella. -- ¿Me puedes esperar aquí?

Nayoung sólo asiente con una sonrisa. -- Sí. No te preocupes.

Haeun va hasta donde está Seonghee y las dos empiezan a caminar dejando que algunos estudiantes las mirasen debido a la belleza de las dos. Seonghee tiene algo de reputación. Lo contrario de Haeun. Pero no se le podía ocultar su belleza.

Nayoung se queda mirando en como su amiga se iba alejando de ella con la otra chica. Se iba a voltear e irse a sentarse pero un brazo en sus hombros la hizo exaltar.

-- Oye tú-....

-- Primero que todo, suelta tu brazo de mi hombro si no quieres vivir tu vida sólo con uno. -- El rubio de inmediato aleja su brazo. -- Gracias.

-- ¿Por qué eres tan ogro?

-- ¿Y tú por qué fastidias mucho? -- Dice Nayoung rodeando los ojos.

-- Ves, eso no es un comportamiento adecuado de una chica. -- Una sonrisa burlona le crece en el rostro al más alto. Nayoung se acerca a él con la misma sonrisa que ocultaba las ganas inmensas de golpearlo.

-- ¿Y cuál es el comportamiento de una chica, señor Sabelo todo? Si crees que el comportamiento de una chica es el de las tuyas, me disculpo por ser la única en no chupartela entonces.

Xiaojun la mira de arriba hacia abajo, analizánzola y luego alza una ceja. -- ¿Y tú crees que dejaría que me toques?

Nayoung se alza de hombros. -- No lo sé. Pero me imagino que tienes que estar sufriendo por no tener más mujeres en tu récord ¿o me equivoco? -- Antes de que él dijera algo, ella se voltea y se va para no seguir hablando. No apetecía estar ni un segundo más cerca de él.

Pero eso no le gustó para nada al rubio. Oh no no no, claro que no. No iba a permitir que una simple chica le dañara el ego. Así que empezó a caminar siguiendo a la castaña -- ¡No hemos terminado de hablar ogro!

Sabía que tenía razón, ella le reventaba las pelotas.

Por otro lado, Haeun y Seonghee llegan a las escaleras donde no había muchos estudiantes para poder hablar en confianza.

-- ¿De qué querías hablar?

-- Te quería dar las gracias por ayudarme a curar a los chicos y por no dejarme sola. No pude hacerlo ayer por que tenía unas cosas que hacer. Si hay algo en lo que te pueda ayudar en algunas situaciones, me dices. -- Dice Seonghee con una voz profunda y calmada.

La pelinegra sonríe. -- Tranquila, no necesitas pagármelo.

-- También te quería pedir disculpas por lo de Jaehyun.

La sonrisa de la chica se borra de inmediato remplazandose por una mueca de fastidio. Claro, el patán no se puede disculpar y tienen que ir sus amigos hacerlo.

-- Él aveces es descuidado y pierde las cosas, por eso se le perdió la bolsa pero si me dices qué había allá dentro lo puedo reemplazar.

Haeun mira a Seonghee con un rostro de confusión. -- ¿De qué hablas? ¿Se le perdió la bolsa?

La otra chica parpadea varias veces. -- Sí... ¿Él no te lo dijo? Xiaojun me dijo que estabas hablando con él ayer.

Haeun se queda mirandola. De momento una risa se le escapó de los labios. -- ¿De verdad que a Jaehyun se le perdió la bolsa?

-- ¿Te dijo otra cosa tal vez?

-- No no... tranquila. -- Mentira. Ella tuvo una discusión con él y la sacó de sus casillas. Pero no iba a decirle a Seonghee y después causar otro problema.

-- Entonces escuché mal... -- Murmura la pelinegra más para sí misma que para la otra chica.

Maldito mentiroso.

Seonghee le sonríe, pero se muerde el labio debatiendo si hacer lo que estaba pensando si darle un abrazo. No la conocía bastante pero algo le decía que le diera un abrazo aunque sea para demostrar otra forma de agradecimiento.

Se acercó a Haeun y le dió un repentino abrazo, sorprendiendo a la chica de paso.

-- De verdad, muchas gracias.

Haeun parpadea varias veces, su cuerpo se tensó levemente pero luego le devolvió el abrazo algo avergonzada.

-- No te preocupes.

Algo Haeun tenía en claro. Seonghee era más fácil de tratar que al patán mayor de su grupito.

Las dos chicas se separaron y sin más que decir, se fueron de allí para buscar a sus amigos.

Haeun se queda pensando en lo se acababa de enterar. Jaehyun había mentido y en realidad se le perdió la bolsa.

Definitivamente le hablaré de eso a él.

Cuando pueden divisar a sus amigos, se acercan a ellos con una sonrisa que rápidamente se les esfumó cuando notaron las miradas asesinas que se tiraban uno al otro.

-- Uh... ¿Todo bien? -- Pregunta Seonghee mientras intercambiaba su mirada entre ellos. Era como si estaban apunto de caerse encima del otro y pelear hasta más no poder.

-- Aquí el patán de tu amigo tiene que dejar de pensar menos con la cabeza que tiene entre sus piernas y pensar con la de arriba.

-- ¡Ves lo que digo Seonghee! La muy maldita se cree reina del mundo para decirle cosas a la gente. Ni siquiera tienes novio por esas razones.

La castaña se voltea al más alto, su mirada expresaba total furia. No sabía a ciencia cierta cuánto él le subía la presión, pero estaba segura de que ahora sabe. Ya Estaba harta de él y se notaba en cómo emanaba de sus poros.

-- ¡Eres un hijo de puta! -- Tenía planes de ir a donde él a golpearlo hasta más no poder. Claro que debía hacerlo. ¡Ella lo odiaba con todo su ser! Pero Haeun vio su jugada y se acercó a ella apresurada sujetandola por los hombros. -- Nayoung, es mejor que nos vayamos.

Su amiga cambia la mirada a la pelinegra. -- Pero no he termi-...

-- Vamos. -- Haeun le da una mirada a Seonghee con una pequeña sonrisa de cortesía. -- Nos vemos Seonghee, y lo siento por esto.

Nayoung abre los ojos al escuchar que su amiga se disculpó. Ella se disculparía de muchas cosas excepto del tema que tenga que ver con ese chico. -- No Haeun porqué te disculpas-...

Antes de que ella siguiera hablando Haeun la tomó de la mano y se la llevó caminando junto con ella. -- Vámonos.

Lo menos que la pelinegra quería era problemas.

Seonghee se queda mirando la escena con mucha gracia. No las conocía muy bien pero sé veían buenas personas.

-- ¿Qué te parece tan gracioso? -- Se voltea a un muy molesto Xiaojun. Ella niega y entrelaza su brazo con el de él. -- Nada grandulón, vayamos con los demás.

○○○

Haeun abre la puerta del salón de todas las tardes, suspirando de paso. Estaba cansada y ni siquiera había llegado el final del día. No sabía si eran sus estados de ánimo o por las clases.

Jeno le dio la notificación de que la cafetería por alguna razón desconocida, no abrió hoy y que todos los empleados se quedaron en sus casas. Algo que agobió un poco a la pelinegra. No quería perder un día de trabajo, pero no le dio quejas ni cuestionó nada al compañero y sólo le respondió con un "está bien". Por otra parte se siente abastecida ya que puede descansar un rato.

Debe de ser él estrés acumulado y se refleja en cansancio.

Sube su mirada y se lleva la grata sorpresa de encontrarse al chico de tatuajes frente a ella sentado en uno de los pupitres. Había llegado más temprano que ella.

-- Llegas tarde. -- Dice Jaehyun con seriedad pero se le pudo notar el tono sarcástico que usó. Haeun lo notó, así que sólo rodeó los ojos con fastidio.

-- Sólo llego tres minutos tarde.

-- ¿No te parece impuntual?

-- ¿Tu llegas veinte minutos tarde y a ti no te parece impuntual?

El de tatuajes sonríe al ver el rostro de Haeun lleno de molestia, había logrado lo que quería más rápido de lo que pensaba.

La pelinegra toma asiento en el pupitre de al lado del chico, colocando su mochila en el piso. -- ¿Traiste tu computadora? -- Jaehyun la saca de su mochila y se la entrega a ella.

Haeun la abre y enseguida busca el programa en el que van hacer su informe. Buscó su libreta y empezó a escribir lo que tenía. Jaehyun sólo se queda mirando lo que la chica empezaba a escribir.

No tenían mucha información pero podía agilizar el trabajo con lo que tenía ya en la libreta para hacerlo en el informe escrito.

Haeun se detiene de momento al recordar lo que había pasado unas horas antes con la amiga del de tatuajes. Una pequeña sonrisa se pasma en sus labios pero contenía maldad.

-- ¿Por qué no me lo dijiste? -- Pregunta ella sin dejar de mirar la computadora. La mirada del de tatuajes pasa a ella algo confundido.

-- ¿Porqué no te dije qué?

-- Que habías perdido la bolsa. ¿Tan alto tu ego está? -- Una risa se escapa de los labios de Jaehyun al escuchar eso. Por supuesto que Seonghee iba a decirle que a Jaehyun por estar pendiente a otras cosas, se le había perdido la bolsa que le había encargado para dársela a Haeun.

Se anotó mentalmente que iba hablar con Seonghee después para que no le esté diciendo todo a la chica que está al lado de él. Ni siquiera que se hagan muy amigas. No necesita otra persona en su grupo.

-- Así que Seonghee te lo contó... No me apetecía decirte la verdad. -- Dijo encongiendose de hombros. Haeun lo pasa su vista de la computadora a Jaehyun. -- ¿No te apetecía o te cuesta decir la verdad? No tienes el rostro de que sea alguien que diga verdades.

El de tatuajes sonríe y se acerca un poco a ella sin dejar de apartarle la vista. -- Créeme, yo digo la verdad. Pero aveces me gusta ver el enojo de las personas que no me caen bien. Que saquen su lado enojado y ver como tienen un gran urge de romperme la cara. Como tú ayer.

Haeun se queda mirándolo con una evidente molestia en su rostro, pero no iba a discutir con él. No iba a perder el tiempo con él.

Sólo suspiró y volvió a escribir y siguió en lo suyo, ignorando al de tatuajes.

El teléfono de la chica empieza a vibrar en el pupitre, indicando que le llegó un mensaje. Ella lo abrió y una pequeña sonrisa se le posó en su rostro. Era Nana comunicandole que iban al parque a esperarla allí con el niño. La chica le contesta un "está bien." y colocó su móvil en donde estaba. Su interior se sintió de nuevo feliz al recordarse de su niño.

No había pasado mucho tiempo desde que la chica había soltado el teléfono cuando empezó a vibrar, esta vez indicando la llamada de alguien.

Esta vez el de tatuajes le echa un vistazo al móvil de la chica, vio que en la pantalla decía "Jeno".

Había recordado ese nombre anteriormente cuando le estaba enviando mensajes. Le surgió el pensamiento de que si la chica tendrá novio.

Pero después hizo una mueca de desagrado mientras miraba a otro lado. Obvio que no. Nadie la soportaría.

Haeun mira su móvil, pensaba que iba a ser Nana pero se sorprendió al ver que era Jeno. Ella carraspeó un poco echándole un pequeño vistazo al que está al lado suyo y luego tomó la llamada.

-- ¿Jeno?

-- Haeun, ¿Cómo estás?

-- Estoy bien... ¿Sucede algo? Es extraño que me llames...

-- O-Oh. N-No sucede nada. Sólo que quería hablar contigo ya que no nos vamos a ver hoy. -- Haeun sonríe ante eso. Jeno es un chico muy bueno y amable. Aveces se siente agradecida de tenerlo como compañero de trabajo y no un patán como el que está a su lado.

-- Está bien.

-- ¿Qué haces? -- La chica parpadea varias veces al notar que Jeno quería seguir la conversación.

-- Estoy... Estoy haciendo unas tareas escolares. ¿Y tú qué haces? -- Dice mientras dejaba su libreta de lado, enfocando su atención en la llamada. Acción que Jaehyun notó.

-- Estaba organizando algunas cosas en mi habitación... Oye, si no tienes planes cuando termines... podríamos, no sé, ¿quisieras ir a la heladería que está cerca de la cafetería?

Jaehyun suelta una pequeña risa al escuchar lo que dijo el chico en la llamada. Se notaba a leguas que le gustaba la pelinegra. Y se veía sin experiencia de preguntarle a alguien.

-- Me gustaría Jeno, pero tengo ya un compromiso, lo siento. Gracias por invitarme. -- Comenta ella en un tono amable. El de tatuajes mira a la chica con una ceja alzada. ¿De verdad que no se dio cuenta de lo que quería hacer su amigo? Se veía que quería hacer algún movimiento para acercarse a ella.

Es más tonta de lo que creí.

-- O-Oh... por supuesto. No te preocupes, después iremos cuando salgamos de nuestros turnos.

El de tatuajes rodea los ojos ya aburrido de la situación. Haeun al parecer no sabía mucho de cuando alguien estaba interesado.

Se levanta de su asiento y en un movimiento brusco, le quita el móvil a la pelinegra, exaltandola de paso.

-- ¿Jaehyun? ¿Qué-...?

-- Me siento mal por que te haya rechazado la cita... -- Haeun se levanta de la silla acercándose al más alto quien tenia su movil en la oreja. -- ¿Qué haces? ¡Dame mi móvil!

-- ¿Disculpa?... ¿Quién eres?

-- No hace falta introducirme. -- Jaehyun se aleja de Haeun cuando vio que ella tenía intenciones de quitarle el teléfono. -- ¡Dame mi móvil Jaehyun!

-- ¿Te llamas Jaehyun?

-- La chica o no está interesada en ti-...

-- ¡Dame mi teléfono maldita sea! -- Haeun intenta quitarle el aparato al de tatuajes, pero este detuvo sus manos con la que él tenía libre acorralandolas. -- Haeun estoy hablando. ¿No ves? Es de mala educación. -- Dice en un tono sarcástico. Algo que subió el enojo de la chica.

-- ¡Sueltame!

El chico le hizo caso omiso y apretó su agarre en las manos de ella. -- La chica o no está interesada en ti, o es muy tonta para notarlo. Así que no te ilusiones. Ahora si nos dejas, tenemos un proyecto que terminar.

-- ¡Jaehyun! ¡Sueltame maldita sea! -- El mencionado la mira con una sonrisa llena de maldad. Sus oscuros ojos clavandose en los de ella. -- Nos vemos.

Antes de que la otra línea dijera algo, colgó la llamada prestando su atención a la pelinegra.

Jeno se quedó mirando su teléfono con el ceño fruncido sentado en su cama. -- ¿Quién es él? -- Estaba seguro que nunca había escuchado y mucho menos visto al tal "Jaehyun". ¿Y Qué tan cercano era a ella para meterse en la llamada? ¿El compromiso será con él?

Haeun se soltó del agarre de Jaehyun y le arrebató su celular mirando si de verdad había colgado. Alzó la vista topandose con la de él.

El rostro de la pelinegra expresaba total furia. No sabía de donde Jaehyun había sacado esa bromita pero estaba segura que le llegó a tocar lo más profundo de su enojo. Hasta el chico juraría que vio sus ojos oscurecer más. -- ¡¿Qué demonios te pasa?! ¡¿Qué te da el derecho de hacer eso?! ¡No tienes respeto!

Jaehyun bufa cruzandose de brazos. -- Por favor, eres una de las más tontas de verdad. Él está interesado en ti.

Haeun arruga sus cejas al escuchar eso. -- ¿De qué hablas?

El más alto suspira. -- ¿No entiendes?... El chico... ¿Jino era que se llamaba? ¿Jano? ... Está interesado en ti. Y tú lo rechazas. Sólo le ayudaba.

-- Se llama Jeno. Y él no está interesado en mí. -- Dice en un tono frío.

-- De verdad eres más tonta de lo que pensé.

Si las miradas mataran, Jaehyun estuviese hecho cenizas con la mirada que la pelinegra le estaba lanzando. -- Como sea, ¿Por qué hiciste eso?

-- Su conversación me parecía aburrida y me cansé.

-- ¡¿Y por eso hiciste eso?! ¡¿Sólo por que te parecíamos aburridos?!

Jaehyun asiente. Había logrado lo que quería. Se había agitado, otra vez.

-- ¡Eres un demente! ¡No puedes hacer eso! -- La chica iba directo a golpearlo, pero él sujeta sus brazos antes de que pudiera tocarlo. -- Eh eh... Cuidado en donde pisas.

La chica se queda mirándolo. Le empezó a ver la molestia en sus ojos al más alto. En un movimiento brusco se alejó de él, volteandose para tomar sus cosas. No apetecía ya estar más en ese lugar.

-- Vete al diablo Jaehyun.

Nunca podía tener un encuentro algo normal o trabajar en equipo con el de tatuajes.

Nunca.

○○○

Haeun sujeta su mochila apretandola debido a la pequeña adrenalina que le estaba pasando. Estaba caminando hacia su hijo con una extrema delicadeza y extremo silencio. Quería llegar de sorpresa.

Ella veía cómo su pequeño miraba a Nana mientras se levantaba en el banco en donde estaban, eso le hizo sacar una sonrisa. Su hijo es tan tierno.

El clima en el parque estaba agradable. Hacía una brisa que dejaba el ambiente fresco y feliz. Así le gustaba el clima a Haeun.

Para no asustarlo mucho y que después llore -como el niño emocional que es- se detuvo en donde estaba y mejoró su postura. -- ¡Hola pequeña bestia!

Enseguida el niño volteó la cabeza y soltó un grito de alegría al ver a su madre a unos pasos más atrás de él. Haeun ve cómo se baja del banco con un poco de dificultad y luego se va corriendo hacia ella.

-- ¡Mama!

Ella se coloca de cuclillas y extiende sus brazos hacia el frente esperándolo. Y cuando el pequeño llegó a ellos, la chica lo alza dándole un gran abrazo. -- ¡Mira quién está aquí! Mi pequeña bestia te extrañé tanto.

Haeun le empieza a dar muchos besos por todo el rostro mientras lo acunaba en sus brazos moviéndolo de un lado a otro. Y eso que el niño gritara de alegría y diversión. Le encantaba ver a su hijo así.

Haeun se detiene y empieza a caminar a donde Nana. -- Ya ya, vas a sudar y te ves muy bien como estás.

La pelinegra se quita la mochila y la deja a un lado para sentarse junto a la señora. Esta le da una sonrisa, sus arrugas marcándose más de lo que ya las tenía. -- Haeun ¿Cómo te fue?

La chica sonrío y colocó a su hijo de pie entre sus piernas. -- Me fue bien Nana. ¿Todo bien con este niño?

La señora asiente. -- Sabes que él se comporta bien.

La chica acerca su frente a la de el niño, haciendo que se le escape una risa al pequeño, sus ojos desapareciendo a causa de sus mejillas. -- Muy bien. En eso saliste a mi... ¿vistes muchas nubes ahorita? ¿Te parecieron bonitas? -- La joven madre dice mientras acercaba su nariz a la diminuta de él. Le encantaba por qué parecía una pequeña cereza.

Su hijo era su pequeña cereza.

-- Seguro que las vistes. Mira como te ríes, ni siquiera tienes los dientes suficientes para mostrarlos. -- Ella le sonríe a su hijo mientras que este suelta una carcajada con su aguda voz. Todo le parecía gracioso.

Nana niega sonriendo, mirando hacia el frente. -- ¿Hoy te dieron tareas?

La chica suspira mientras trata de que su hijo se siente en sus piernas. -- Me están dando demasiadas tareas, pero tengo que hacerlas. No puedo fracasar.

El móvil de Haeun vibra indicando que llegó un mensaje. Haciendo que la chica lo mire por unos momentos. Era Nayoung.

¿Vas a la excursión?

La pelinegra respira hondo. Se le había olvidado por un momento esa excursión.

Estaba indecisa. Una parte le decía que podía ir y disfrutar todo lo que pueda. Hace tiempo que no ha salido o ha tomado algunos trips a otros lugares. También iba a estar Nayoung así que no se tenía que preocupar de estar sola. Pero otra parte quiere quedarse para cuidar de su hijo. Sería la primera vez que iba a pasar sin verlo por unos días. No es por seguridad o algo por el estilo. Nana lo cuida casi o igual que Haeun. Es que no sabría como sentirse. Lo iba a extrañar mucho si aceptaría.

La más joven mira a su hijo quien estaba jugando con la falda de su uniforme y luego mira a la señora.

-- Oye Nana... -- La señora se voltea a mirar a Haeun. Una pequeña confusión se le plasmó en el rostro al ver que la chica estaba preocupada por algo.

-- ¿Qué sucede Haeun?

-- Mi escuela hizo una excursión de dos noches y un día para los estudiantes de último año... Suena interesante en ir pero...

La señora colocó una mano en el hombro de la chica entendiendo el silencio de ella. Haeun sintió como Nana le quería brindar algo de calma.

-- No sabes si ir por tu hijo. ¿Cierto?

Haeun se queda unos segundos mirando el suelo para luego asentir callada mordiendose el labio inferior. La mayor sonríe y luego toma su mano. -- Haeun, ve tranquila. Si es por tu hijo, yo lo cuidaré muy bien.

-- Lo sé Nana. Sé que cuidas a mi hijo muy bien, pero no quiero que sea una carga para ti. Estar con él corrido, no es lo mismo.

Nana alza una ceja tratando de parecer ofendida. -- ¿Quién dijo que este pequeño es una molestia?-- Pregunta colocando una mano en la pequeña cabellera color negro del niño. -- Es lo mismo quedarme con él todo el día Haeun. Tú ve tranquila que debes de disfrutar al máximo tú último año de escuela. Debes de pasarla como cualquier joven normal. Entiendo que cuidas de tu hijo pero que no te quite la libertad de aunque sea salir con tus amigos un día.

Haeun sonríe ante las palabras de la señora. Tenía razón.

Es cierto que su hijo es lo más que piensa y es lo más que procura siempre, pero podía ir a la gira. Nada malo iba a pasar.

Ella mira a su pequeño que estaba sentado en su falda. Alzó su mano y acarició su cabello gentilmente, de la única forma en la que ella lo acaricia, llamando la atención del pequeño.

Tal vez tenga algo de miedo a la idea de no ver a si hijo un día corrido. Nunca había tenido esa experiencia desde que su hijo nació.

Pueden ser pánico innecesario.

Este le da una sonrisa mostrando sus diminutos dientes mientras empieza a decir cosas algo no entendibles. Haeun se ríe y le da un pequeño beso en la frente. -- Mira como balbuceas.

Tal vez no le iba a ir mal esa excursión...

Haeun exhala, soltando la tensión que tenía. -- Está bien Nana. Iré a la excursión.

La señora asiente. Nana tenía claro que Haeun todavía estaba en su etapa de adolescencia-adulta. La chica debía de ir y estar con sus compañeros o amistades. Y no le molestaba cuidar al niño para que ella se divierta.

Nana lo había pasado en sus tiempos de juventud. Sabía que ella iba a disfrutar esos momentos y convertirlos en recuerdo. Como ella lo había hecho.

Su diversión como señora mayor era cuidar el pequeño como si fuese su nieto de sangre.

La pelinegra toma su móvil marcando a Nayoung. Después de unas timbradas la castaña contestó.

-- ¿Haeun?

-- Nayoung, ya lo pensé. Iré a la excursión.

Hello!

Decidí adelantar este capítulo ya que quería subirlo como un regalito por mi cumpleaños. No pude publicarlo ayer así que lo publico como un post-cumpleaños.

¡Espero que les guste!


¡Nos vemos! ^^

•Perdón por errores.•

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