10彡
-- No.
La pelinegra suelta un suspiro tratando de controlar su malhumor causado por el chico de tatuajes en frente de ella.
Sólo mantén la calma Haeun.
Ella de seguro no fue por toda la escuela tratando de buscarlo -cosa que casi le afecta toda su hora de almuerzo- hasta encontrarlo en una esquina con su grupo de amigos para que sólo diga un simple "no".
La pelinegra hace una sonrisa sarcástica cruzándose de brazos ignorando las demás miradas de sus amigos. -- No te estoy preguntando. Te estoy afirmando.
-- Y yo también te estoy afirmando. No.
-- Joder este proyecto es importante, tenemos que encontrarnos para poder repartirnos las partes y buscar información.
Jaehyun quien estaba sentado frente a ella con sus brazos recostado en la mesa detrás de él, la mira serio. -- No voy hacer ese proyecto contigo niña. No me importa que se te joda la calificación en la clase.
La chica no se iba de ahí hasta que él le dijera que sí. De eso estaba segura.
-- ¿A qué hora te parece mejor?
-- No.
-- ¿Crees que los fin de semanas estás libre para reunirnos por un momento?
-- No lo haré.
-- ¿Te parece después que salgamos de la escuela?
-- ¡Maldita sea que no haré ese proyecto!
Haeun suspira mordiendose el labio inferior. Tenía que controlar el enojo si no quería lanzarse encima de aquel chico y empezar una pelea con él.
-- Jaehyun... -- El mencionado y la pelinegra se voltean hacia la chica que estaba sentada en las piernas de su novio. -- Haz el trabajo con ella. No seas tan mente cerrada. -- Seonghee explica en un tono voz calmado y casi neutral.
El chico se queda mirándola por unos segundos hasta que suspira derrotado. Él sabía que no importara la situación, siempre él va a salir perdiendo contra ella.
Jaehyun se voltea para mirar de nuevo a Haeun quien ya lo estaba mirando. -- Está bien Florecitas. Puedo después de la escuela maldita sea.
Haeun sonríe y asiente. -- Bien, después de la escuela será. -- Ella se iba a ir pero se detuvo. -- Oh y...
Jaehyun la mira de nuevo esperando qué va a decir. La sonrisa de la chica se borra de golpe y ella coloca su cara más seria. -- Mi nombre no es Florecitas. Es Kang Haeun. Recuérdalo.
La chica se voltea con los brazos cruzados caminando hacia la escuela, el viento haciendo que su cabellera negra se mueva libremente haciendo que se vea más hermosa de lo que es. Pero obviamente el chico de tatuajes no sentía eso.
-- Vaya... miren eso. ¿No es toda una joya? -- Xiaojun dice mirando el perfil de espalda de la chica, hasta que se desaparece en su campo de vista cuando está en el interior del edificio.
-- De verdad que sí. ¿No estás feliz de tenerla como compañera de trabajo a esa chica Jae? -- Dice otro de sus amigos.
El de tatuajes suspira y se voltea para quedar en frente de los chicos. -- ¿Para qué estar felíz? No me cae esa chica.
Seonghee deja de acariciarle el cabello a su novio y mira a Jaehyun. -- ¿Por qué le dices Florecitas?
-- Por que odio las flores. -- La chica suelta un suspiro. -- Debes de ser más amable con ella. Se ve buena gente.
-- No. Ella no me cae. ¿Y su amiga? ¿La castaña? Mucho menos.
Xiaojun asiente señalando a su amigo. -- Eso si te doy la razón. Su amiga es un maldito demonio andante.
El novio de Seonghee - quien se llamaba Yuta- se ríe ante ese comentario. -- Al parecer has tenido varios encuentros con ella.
-- Me revienta las pelotas. Tengo varias clases con ella y cuando quiero contestar alguna pregunta que hace el profesor, ahí sale adelantada y se la contesta. Lo hace a propósito ya por que después de contestar, la muy maldita me mira con una sonrisa.
Seonghee arruga las cejas. -- Pero tu nunca estás atendiendo a las clases.
-- Lo sé pero quiero joder al profesor por un rato. -- La chica de cabello oscuro rodea los ojos y bufa.
-- Jaehyun. No vayas a faltar hoy. Quedaron en que se iban a encontrar.
El de tatuajes asiente con una mueca desagradable. -- Sí sí. Ahí voy a estar.
Por otro lado, Haeun estaba caminando por los pasillos furiosa.
¿Quién se creía él? ¿El maldito principal?
Está bien que él no se lleva con ella pero la chica no iba a dejar que se pesar de su indiferencia, su nota bajara. Ella estaba dispuesta a por lo menos hacer el esfuerzo y aguantarlo por un mes. Y esperaba lo mismo de parte de él.
Pero estamos hablando de Jaehyun.
Ella sólo lo ha visto por unas semanas y no ha interactuado mucho con él pero la impresión que le dejaba era que él era un patán y siempre estaba de mal humor.
Tenía planes de buscar a Nayoung. La había dejado en la cafetería y se fue a buscar al chico. Supone que está en el patio interior sentada en algún banco. Pero su móvil sonó.
La pelinegra mira la llamada y al ver que es Nana arruga las cejas y se va a unas escaleras que daban a quién sabe donde ya que no hay muchos estudiantes por ahí.
Haeun toma la llamada. -- ¿Nana? -- Ella esperaba que saliera la voz de la señora pero no fue así. La llamada se quedó en silencio.
La chica arruga sus cejas en confusión. -- ¿Bueno? ¿Nana?
¿Se habrá marcado erróneamente?
Decidida, la pelinegra iba a colgar la llamada pero un sonido la hizo detenerse. Parecía que se cayó el móvil al piso.
-- ¿Nana? ¿Todo est-...
-- Mama.
Haeun se queda varios segundos procesando lo que escuchó. Era la voz de su pequeño.
-- ¿Hijo?
-- ¡Mama!
Su corazón se derrite al escuchar la voz de su pequeño. Le causaba una alegría que ni ella podía explicar.
-- ¿Qué sucede mi pequeño? ¿Dónde está Nana?
-- Nana... ¡Nana! -- Haeun escucha unos pequeños pasos desde el otro lado de la llamada. Enseguida capta lo que está sucediendo. El pequeño tomó el móvil de la señora y marcó su número.
Ella suelta un suspiro. No es la primera vez que lo hace.
-- ¿Taeyeong?
La joven madre escucha a la señora y luego se escucha un regaño departe de esta. Ella suelta una risa. Le parecía graciosa la situación.
-- Oh Haeun. Cómo lo siento tanto. No sabía que él había tomado mi móvil. El pequeño te ha afectado la clase.
-- No te preocupes Nana, ya sabes como es él. Y estoy en mi hora libre, no me afecta nada.
-- ¿Cómo te ha ido?
Haeun se recuesta de la pared con su mano disponible en el bolsillo de su falda. -- Me ha ido bien. Ya sabes, esperando a tomar las otras clases
-- Qué bueno Haeun... Espera-... Taeyeong, hijo, no.
Haeun se ríe de nuevo al escuchar unos pequeños ruidos. -- ¿Qué sucede ahora?
-- Parece que quiere hablar contigo.
-- Pásame al niño Nana, no te preocupes. -- La chica espera varios segundos hasta que escucha unos movimientos.
-- Mama...
Una sonrisa automática se instala en los labios de Haeun. Su corazón de nuevo se llena con esa alegría que su hijo le brinda. -- ¿Dime mi pequeño?
-- ¡Mama!
Haeun se ríe negando. -- ¿Eso es lo único que sabes decir pequeña bestia? ¿Qué hacías tomando el móvil de Nana?
-- Te...quier-o.
La sonrisa de Haeun se borra totalmente por unos pequeños segundos al escuchar eso.
Esa era la primera vez que escuchaba algo así de su hijo.
Debido a su corta edad él no podía decir mucho. Sólo la llamaba o decía algunas palabras que no se entendían. Pero esas las dijo fuerte y claras.
Los ojos de la chica se empañan con lágrimas de alegría pero trata de controlarse. Su corazón bombardeaba tan fuerte de tanta emoción.
-- Yo te amo mi pequeño. Estaré en unas horas mi amor...Pásame a Nana.
La llamada se fue en silencio por unos segundos hasta que se escuchó la voz de la señora.
-- Haeun...
-- Nana. ¿Tu escuchaste eso? ¡¿Escuchaste lo que mi hijo dijo?!
-- ¡Sí Haeun! ¡Sí!... Tu hijo está creciendo.
La chica asiente. -- Está creciendo... Hablamos después Nana.
La chica corta la llamada con una sonrisa en sus labios. Tenía unas ganas de irse de la escuela para ver a su hijo y abrazarlo y darle todo el cariño que él quiera. Pero decidió controlar ese sentimiento.
Su hijo le había dicho "te quiero". Eso fue lo único que hizo su día uno mejor.
°°°
Haeun mira su reloj por enésima vez y suelta un suspiro.
Veinte minutos.
Veinte minutos han pasado y el chico ni siquiera se ha molestado en venir. De seguro Haeun le iba a caer encima si lo ve llegar por esa puerta del salón.
¿A quién engañamos? Estamos hablando de Jaehyun. Él se ve que te deja plantado hasta en una situación de vida o muerte.
En una situación de vida o muerte va a estar él si no viene. Piensa Haeun mirando algún punto fijo.
A la pelinegra en algún momento del día en las clases le dio dolor de cabeza y estaba segura que la tardanza del chico estaba empeorando ese dolor.
Cuando creyó que tenía que irse y enfrentarlo el día siguiente, la puerta del salón se abre bruscamente dejando ver a un Jaehyun no muy animado.
La chica se gira a él, colocando sus manos en su falda, dando una pose sofisticada. -- ¿Sabes cuantos minutos te tardaste?
El de tatuajes rodea los ojos al escuchar eso y se sienta dos sillas alejado de ella. -- No me interesa.
Haeun suelta un suspiro cerrando los ojos para ver si esa acción lograba calmarla. Cosa que no cree que lo estaba logrando.
-- Bien... Nos vamos a repartir las partes. Escribí algunas cosas sobre algunos temas que el profesor dio. Podemos repartirnos los meses del embarazo y otras cosas. Tenemos un mes así que lo podemos hacer con calma y bien. También tenemos que hacerlo en presentación así que nos ponemos de acuerdo a ver quién puede hacer la presentación o si tienes una laptop puedes traerla.
-- Como sea.
Haeun aprieta sus labios en una mueca y pasa las páginas de su libreta para buscar los temas. -- Esto es de lo que vamos hablar, así que toma.
La chica le pasa su cuaderno pero él sólo lo miró y se alzó de hombros. -- Escoge los que quieras, no me importa.
La pelinegra suelta un suspiro, sintiendo molesta por la actitud del chico. -- Oye, sé que no te gusta que trabajemos juntos-...
-- Sabes muy bien.
Mi paciencia está llegando a lugares peligrosos. --...Pero tienes que hacer un esfuerzo.
-- Llegué, ese fue mi mayor esfuerzo.
Ese fue la última gota de paciencia que tuvo para él. Ella se coloca de pie haciendo un movimiento con sus manos. -- ¡Mierda todo para ti es siempre a la defensiva!
-- ¡¿Defensiva?! ¡Lo dice la que está gritando! -- El de tatuajes se levanta mostrando su enojo.
-- ¡Siempre con una maldita actitud! ¡¿No puedes hacer un esfuerzo y por lo menos fingir que te interesa esto?!
-- ¡No!
Haeun cierra los ojos con sus cejas arrugadas. Su dolor de cabeza le acabó empeorar. -- ¿Sabes qué? Olvídalo, yo hago este proyecto sola. Que se te joda la nota.
Jaehyun sin ninguna emoción en su rostro mira a la pelinegra. -- Bien. Mejor así. -- Sin esperar a que Haeun dijera algo, él se gira y se va de la sala de clases de un portazo. Algo que hizo a la pelinegra saltar levemente.
Haeun abre los ojos y suspira. Esto no iba a ser fácil, pensó ella.
°°°
-- ¡¿Qué tu hiciste qué?!
-- ¡Auch! -- Jaehyun se queja al sentir la mano de Seonghee en la parte de atrás de su cabeza. Joder la chica podía ser delgada pero tenía su demonio interior.
-- ¡No te vengas a quejar! ¡La dejaste hacer un proyecto sola!
-- ¡Ella fue la que me provocó hacerlo!
Xiaojun quien estaba con Yuta en la mesa de billar jugando, lo mira. -- Estoy seguro de que empezaste todo eso. -- El rubio se voltea al juego cuando vió la mirada amenazante que le dio el de tatuajes.
Seonghee se levanta del sofá cruzandose de brazos. -- Mañana vas a ir y te vas a disculpar con ella. ¿Te quedó claro?
Jaehyun soltó un bufido y se recostó en el sofá. Ni en un millón de años va a disculparse con un diablillo como lo es-...
-- ¡Auch! ¡No! ¡Eso duele Seonghee! -- Se quejó Jaehyun al sentir los dedos de su amiga tomar su oreja. La escena era cómica para los otros amigos, parecía que Seonghee era la madre de él.
-- En vez de bufar te vas a disculpar con ella. ¿Te quedó claro?
-- ¡Está bien! ¡Joder sueltame! -- La chica suelta su oreja y le da una sonrisa como si nada hubiese pasado en esos momentos. Se dirige a dónde estaba su novio a robarle un beso. Acción que hizo a Xiaojun soltar una mueca.
Por otro lado en una cafetería no tan lejos de donde ellos estaban, se encontraba una Haeun ajetreada con los pedidos y las órdenes.
Habían faltado tres empleados - uno de ellos la pelirroja que ya la chica la había considerado como una buena compañera. - y hoy precisamente la cafetería estaba con más gente que nunca.
Haeun terminó de tomar la orden para luego ir a la cafetera a servirla. Por lo menos las personas eran pacientes y entendían la situación de hoy.
Después de unos pocos segundos el café estaba listo. Ella iba a tomar una de las tazas que se supone que estén al lado de la cafetera pero se dio cuenta que en donde van estaba vacío.
Suspiró y se volteó para ir al otro lado de la mesa a buscar una taza. Pero no contó con que había alguien detrás de ella y sin querer chocó.
-- Woah cuidado ahí. -- La pelinegra da unos pasos hacia atrás sintiéndose avergonzada. -- Lo siento Jeno, es que no hay tazas de este lado.
El chico se cruza de brazos, su camisa haciéndole presión a los lados de estos. Jeno era un chico que se veía que estaba en el gimnasio, tenía buen cuerpo. -- ¿Estás estresada no es así?
-- Bastante.
Él se ríe, algo que causó a la chica soltar una sonrisa también.
-- Es normal de todo nuevo empleado. Pero ya te vas acostumbrar.
-- Sí, lo entiendo. Yo sé que me voy acostumbrar. -- Ella le da una sonrisa. Haeun sabe que se acostumbra a las cosas rápido así que no tiene ningún problema trabajar demás.
Al parecer él iba a decir algo pero el sonido del timbre en el cajero le robó la atención a los dos. Haeun se voltea apenada pero él niega. -- Tranquila, tu haz las órdenes, yo las preparo.
La pelinegra sonríe de agradecimiento. -- Muchas gracias.
Haeun se dirige al cajero y le da una sonrisa al cliente. Pero una mano al lado de ella le llama la atención. Ella se voltea y ve a Jeno dirigiéndose a la cafetera que ella estaba usando. Vuelve a mirar la mesa y ve que hay un pequeño papel. Confundida ella lo toma y lo abre.
"Cuando termine tu turno...¿Me das tu número?"
Ayo I'm here. 😗✌🏻
Perdón por desaparecer. De verdad. Pero aquí estoy. :")
Este libro alcanzó las mil vistas, lloro muchas gracias. 😭🤚🏻
Pero bueno regresando al capítulo... Tremendo orto lo sé. Se supone que hasta esté durmiendo. Así que perdón por como me salió. :")
Anyways, ¡Nos vemos!
•Perdón por errores.•
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