↣𝐰𝐚𝐫
LOS CHICOS Y YO encontrábamos con Oreius, frente a la carpa de Aslan. Yo estaba a un lado de Edmund, mientras Peter y Ares estaban juntos.
-Tendrás que ser el líder -le dice Edmund a su hermano- y tú también -mira a mi hermano-
-Tenéis todo un ejército a vuestra disposición. Peter, Ares, los Narnianos están dispuestos a seguiros -digo esta vez yo-
-No puedo hacerlo -responden los dos al unismo-
-Aslan confiaba en vosotros y nosotros dos también -decimos Ed y yo a la vez mientras compartimos una mirada-
Los chicos nos miran y Oreius habla tras un rato callados.
-Señores, el ejercito de la bruja blanca se acerca, ¿que ordenáis?
[...]
Tras un rato en discutir con los chicos sobre que quería pelear en esta guerra me dejaron y aquí estaba, con mi arco y con una armadura dispuesta a pelear, por Narnia y por Aslan, por hacer venganza a la asquerosa bruja.
Yo y Ed estábamos en unas rocas, íbamos a dirigir a los arqueros, un majestuoso hipogrifo, de nuestra parte claro está, sobrevolaba por el cielo hasta descender a un lado de Peter, Ares y Oreius, los cuales estaban al frente de todos, mentiría si no me moría de miedo y de preocupación al saber que mi hermano era un de los que iban al frente.
Unas especies de trompetas se escuchaban y un minotauro apareció seguido de un centenar de bestias y de una especie de carroza en dónde la bruja blanca se encontraba, la carroza era arrastrada por varios osos polares.
Miré a Edmund con preocupación y con el ceño fruncido, tomó mi mano por un momento y la apretó para luego soltarla y mirar al frente.
Peter y Ares miraron arriba, dónde nos encontrábamos nosotros y les dimos un leve asentimiento a los dos.
Peter desenfundó su espada y la colocó en alto, Ares sacó su lanza y también la puso en alto firmemente, los narnianos gritaron mientras una trompeta sonaba.
Los subditos de Jadis avanzaron pero mi hermano y Peter aún no daban señal de atacar, lo cuál me estaba preocupando un poco, las bestias de parte de Jadis estaban casi a la mitad de todo el extenso campo de batalla.
Edmund desenfundó su espada también y la puso al frente, yo saque mi arco de mi carcaj y puse una flecha mientras tensaba el arco hacia al frente, Ed y yo daríamos señal a los arqueros de disparar.
Peter y Ares movieron sus armas e hipogrifos aparecieron en el cielo con grandes rocas entre sus garras para lanzarlas hacía el ejercito de Jadis, la gran mayoría que se acercaba hacía nosotros fueron aplastados por las grandes rocas, unos arqueros hirieron a dos de nuestros hipogrifos pero volvieron todos hacia nuestra parte.
-¡Por Narnia! -gritó Peter fuertemente-
-¡Y por Aslan! -gritó mi hermano siguiendo su frase y él junto a Peter y Oreius ordenaron a sus caballos que fueran hacia delante dando señal a los narnianos para comenzar a atacar a todo enemigo que se pusiera por delante-
-¡Preparaos! -dije hacia todos los arqueros, que estos sacaron sus arcos e imitaron mi acción-
Mi corazón iba a mil por hora al ver a los dos ejércitos mezclarse entre ellos mientras comenzaban a luchar.
-¡Ahora, fuego! -dijimos Ed y yo-
Lancé la primera flecha de la cuál salió un fenix, más fenix salieron de las flechas de los demás y crearon una línea de fuego parando a Jadis y algunos de su ejercito, sonreí al ver que les frenó pero mi sonrisa decayó al ver como la bruja apagó el fuego con su hielo.
-Mierda -murmuré por lo bajo al ver que no funcionó como esperábamos-
-Tranquila, todo saldrá bien -asegura Ed poniendo una mano en mi hombro-
-¿Cómo estás tan seguro? -pregunto mirándolo-
-Por que nosotros somos de los buenos, somos narnianos.
-Ten por seguro que ganaremos pequeña Atenea -dice castor a mi otro lado-
-¿Y si me pasa algo?, no puedo ni imaginar cómo reaccionaria Ares -digo empezando a tener pensamientos bastantes negativos-
-Ey, mírame -Ed toma mi barbilla haciendo que le mire- no te pasará nada mientras yo esté a tú lado, no dejaría que te pasara nada y aún menos los narnianos dejarían que una de las futuras reinas se muriesen.
Asiento nerviosa y muerdo mis labios a la vez que Edmund suelta mi barbilla y me sonríe un poco.
-Gracias Ed, yo tampoco dejaría que te pasase nada y los narnianos tampoco -esta vez le sonrío yo un poco mientras sacaba una flecha y la ponía en el arco tensando la cuerda-
Justo la señal que teníamos para atraer a los del ejercito de Jadis hacía dónde estábamos los arqueros se escucha, tenso un poco más mi arco y suelto la primera flecha dando señal a los arqueros para empezar a disparar, mi flecha atraviesa a el minotauro que parecía ser el jefe del ejército.
-¡Peter! -digo al ver a Peter en el suelo gracias a un enano que clavó una flecha en el unicornio de este-
Saco otra flecha y disparo al enano dando de lleno en su cuello y montándolo, mi hermano corre con su caballo dispuesto a luchar contra los secuaces de la bruja, junto a él iba Oreius y un rinoceronte.
-¡No, Ares! -grité al ver como Ares iba decidido hacia la bruja después de que esta congelara a Oreius con su lanza- necesito bajar.
-No lo hagas Atenea, te necesitamos aquí arriba -dice una arquera-
-Confío en ti y en que sabrás dirigirles -iba a bajar a toda prisa pero un brazo tira de mi hacía él-
-No irás sin mi y sin esto por si acaso -Edmund me da una espada-
-Está bien, castor no te muevas de aquí por favor -digo antes de bajar junto con Ed-
Ya abajo disparo flechas mientras Edmund me cubría un poco luchando con bestias que venían hacia nosotros.
-¡Edmund, Atenea! -nos gritó Peter- ¡son demasiados tenéis que buscar a las chicas y salir de aquí e iros a casa!
Jamás si mi hermano no viene conmigo, pensé.
-Vete tú Edmund, yo jamás me iré sin mi hermano, los cuidaré a ellos lo juro pero vete tú -lancé una flecha a un enano que venía por la espalda de Ed-
-No, no lo haré no dejaré que Peter se quede aquí tampoco, yo también seré rey así que me quedaré -finaliza él volviendo a luchar-
El aire estaba de mi lado así que mando un huracán hacía las bestias de Jadis haciendo que se levantasen en el aire y muriesen por el impacto al suelo de nuevo, abro la boca impresionada y desenfundo mi espada, mi arco ahora no me servía de mucha ayuda.
Veo como la bruja congela a mi hermano sin piedad y el tiempo a mi al rededor se para, siento un gran golpe al caer al suelo gracias a un minotauro.
-¡Atenea! -grita Ed mientras me levanta- ¿estás bien?
-Físicamente si, pero emocionalmente ahora no -Edmund frunce el ceño y señalo a mi hermano hecho piedra-
Edmund mira hacía allí y corre hacía la bruja al ver como esta estaba dispuesta a congelar a Peter también, un grito ahogado sale de mi garganta al ver a Ed luchando contra la bruja.
Edmund rompe la lanza con la que la bruja hacia piedra a la gente, Jadis con un movimiento rápido tira el escudo y la espada de Edmund al suelo y apuñala a Ed con su lanza ahora rota.
Veo como Ed cae al suelo y dos gritos se escuchan por parte mía y de Peter, que va corriendo hacia Jadis matando a diestro y siniestro a todo el que trataba de acercarse a él.
Ayudo a Peter con mi arco y flechas, un cumulo de emociones reinaba en mi interior así que me desquité con los elementos que tenía a mi favor y a mi alrededor, aire y tierra, lanzando huracanes, remolinos de aire y de tierra, enganchando a bestias con las raíces del suelo, hacía todo lo que podía mientras iba lanzando flechas puesto a que luchar con espada me estaba cansando un poco.
-¡No toques a Peter, zopenco! -dije mientras clavaba mi espada en un minotauro que se acercaba a Peter-
Volví a guardar mi espada mientras me quedaba cerca de la zona en la que Peter luchaba contra la bruja y Edmund estaba sobre el suelo.
Peter era ágil con la espada y el escudo pero que la bruja llevara dos espadas no era muy justo que digamos, en un movimiento Jadis cruza sus espadas intentando cortar el cuello de Peter pero este hecha la cabeza hacia atrás esquivando las espadas.
Un gran rugido se escucha en una especie de colina, no puede ser posible, ¡era Aslan!. Y no solo él, llevaba a más narnianos para ayudarnos incluso Susan y Lucy estaban junto a Aslan.
Miré a Jadis que iba a atacar a Peter por su distracción así que lancé una flecha clavandola en el hombro de Jadis, esta hizo una mueca y giró su atención hacia mi, intenté lanzar otra flecha pero estaba muy cerca de mi así que desenfundé mi espada lista para luchar, más no pude hacerlo por que Peter volvió a intentar atacar a Jadis, esta tumbó a Peter en el suelo y clavó su espada en su brazo hiriendolo.
Me centré en pelear yo o me matarían por distraerme, el sudor empezaba a caerme por la frente y comenzaba a tener calor por el movimiento físico que estaba haciendo por luchar, no estaba acostumbrada a tanto pero seguiría, subí unas rocas con un poco de dificultad y ahí comencé a disparar flechas.
Jadis estaba por matar a Peter pero Aslan se lanzó contra ella tirándola al suelo y el mismo fué quién mató a la bruja blanca. Todo parecía ir más rápido, los soldados narnianos y los soldados de jadis luchaban entre ellos ganando los narnianos, yo aún lanzaba alguna que otra flecha.
La guerra pareció desvanecer y Lucy corrió para abrazar a Peter, Susan buscaba a Ed con la mirada, Peter miró en dirección a Edmund y los hermanos se dirigieron hacía allí.
Bajé de dónde estaba y corrí a Aslan, lloré mientras caía de rodillas y Aslan me miraba.
-Por favor Aslan, haz algo para que Ares vuelva por favor te lo pido -lloraba desconsoladamente abrazando al león-
-Lo haré ahora ve con ellos -Aslan se refería a los Pevensie, asentí limpiando mis lagrimas y fui dónde los Pevensie-
Dos enanos de Jadis se acercaban a los Pevensie quienes se encontraban llorando abrazando a Edmund.
-¡Eso jamás enanos idiotas! -dije mientras lanzaba dos flechas seguidas a los enanos que iban con sus armas en alto dispuestos a atacarles-
Los Pevensie miraron en mi dirección y tiré mi arco y mi carcaj en el suelo poniéndome a un lado de Edmund.
Lucy sacó su frasco de la pócima curativa y le dió una gota a Edmund, quién dejó de hacer ruido y cerró sus ojos, mis ojos volvían a estar aguados como los de los Pevensie, Edmund abrió sus ojos y sus hermanos le abrazaron.
Miré a Aslan quién hizo que mi hermano volviera a ser él y no una estatua, me levanté y corrí hacia Ares, al estar cerca de él enrosque mis brazos al rededor de su cuello haciendo que nos desestabilizáramos cayendo al suelo, escondí mi cabeza en el cuello de mi hermano mientras lloraba, no sabía si eran lágrimas de tristeza o de alegría.
-¡Eres un tonto, como se te ocurre hacer algo así! -le grito mientras le pego un pequeño puñetazo en el hombro-
-Estoy bien Atenea, mírame estoy perfecto - y era verdad, de no ser por un pequeño corte en su mejilla que sangraba un poco-
Rompí un pedazo de tela del vestido que llevaba debajo de la armadura y limpié la sangre de su mejilla.
-¡Ares! -Susan hizo que me separara de mi hermano y que este se pusiera de pié, Ares atajó a Susan en un abrazo- te he añorado mucho, ¿estas bien?
Mi hermano asintió y lo que hizo me sorprendió, tomó a Susan por las mejillas y besó sus labios. Hice una mueca y me alejé un poco de ellos viendo a Peter, Lucy y a Edmund juntos, Lucy al verme me abrazó y Peter también lo hizo.
-Gracias por cubrirme en batalla Atenea -me dice al separarse-
-Gracias a ti por dirigir al ejercito e intentar vengar a mi hermano -Peter me sonríe y yo también lo hago pero miro por detrás de su hombro a Ed-
-Os dejamos solos -me guiña un ojo Peter divertido y yo ruedo mis ojos-
Me acerco a Edmund y le abrazo con cuidado, tenía miedo de hacerle daño.
-¿Estas bien Ed?
-Ahora que te veo y se que tú estás bien si.
-Eres un tonto, te lo pregunto enserio Ed -mis manos se ponen en sus mejillas acariciándolas e inspeccionando su cara-
-Si, lo estoy tranquila, gracias por preocuparte Aten -besa mi frente y yo sonrío-
-Siempre lo haré.
Los dos soltamos una pequeña risa y vamos agarrados de la mano hacia los demás.
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