CORREMOS HACIA EL RÍO para poder cruzarlo, pero este se estaba despedazando cada vez más.

-¡Hay que cruzarlo ya! -digo al ver el río-

-¿No podéis fabricar una presa? -pregunta Lucy a los castores-

-¡Vámonos ya! -Peter agarra a Lucy de la mano y yo voy tras ellos-

-¿No podemos pensarlo por un minuto? 

-¡No tenemos un minuto Su! -grita mi hermano, parecía que su paciencia se le estaba acabando al ver el río-

-Intentaba ser realista.

-No, intentabas ser la niña lista -Peter suelta-

Aullidos de lobo se escuchan y yo muevo mi cabeza intentando escuchar de dónde provenían, veo a Susan parada y camino hasta ella agarrando su mano y llevándola conmigo.

Pasamos por un estrecho camino y llegamos hasta el río casi descongelado, nuestras caras de preocupación y miedo no pasan por alto al ver tal cosa, Peter ,que va delante de todos, pisa el hielo pero este cruje y se rompe un poco, todos damos un suspiro de miedo.

-Esperad, iré yo primero -dice castor- 

-Si, mejor -dice Ares- oye Atenea, ¿por que no creas capas de hielo?

-No se usarlo, apenas me lo dió Santa.

El castor se adelanta y va caminando hacia detrás, incluso dando golpes con su cola para saber cuan resistente era él hielo. 

-¡Has estado comiendo a escondidas! -le grita la castora a su marido-

-Bueno, uno nunca sabe cuando va a ser su última cena, en especial cuando tú cocinas -contesta este-

Peter, Lucy, Susan Ares y yo vamos caminando poco a poco por el hielo, Susan agarra a Ares y yo me molesto un poco por que no me ayuda a mi y eso que es mi hermano. 

-Si mamá se enterará de esto -dice Susan abrazada al brazo de Ares-

-Mamá no esta aquí -le calla Peter a Su-

-¡Los lobos! -grito al ver a los lobos bajar por la cascada congelada y otros por los relieves del suelo a nuestro al rededor- 

---¡Correr! -grita Ares y todos acatamos la orden- 

Unos lobos se ponen delante nuestra cortandonos paso, luego otros se posicionan detrás, Peter y Ares nos protegen a las tres en una especie de circulo, poniéndose delante nuestra.

Un lobo atrapa al señor castor, mientras el otro lobo se adelanta un poco hasta estar un poco más cerca nuestra.

-¡Ares, Peter! -avisamos yo y Lucy del lobo-

Peter desenfunda su espada apuntando al lobo y Ares apunta al lobo con su lanza, sus miradas eran de terror, pero también había determinación y seriedad.

-Bajar eso niños, podéis hacerle daño a alguien -habla el lobo acercándose más-

-¡Olvidaos de mí, atravesarlo! -grita castor retorciéndose del agarre del lobo-

-Iros ahora que podéis, y vuestro hermano se irá con vosotros.

-¡Espera, deberíamos escuchar lo que dice, Peter! -Susan trata de hacer razonar a Peter-

Miro a todos lados viendo nuestra situación, lobos por aquí y lobos por allá, recuerdo que tengo el colgante de Santa y trato de concentrarme en él y en el hielo.

-¡Callate ya Susan, es una farsa, todo lo que dice ese estúpido lobo es para comernos la cabeza! -grito ya harta al no poder concentrarme por los gritos de Susan, y la situación no ayudaba mucho tampoco-

-¡Al menos yo hago algo! 

Decido no hacerle caso a la pelinegra y me concentro en él hielo lo más que puedo, pero el grito de Lucy me saca de mi concentración, mi mirada va a la cascada congelada, tenía una brecha y agua estaba saliendo de ella, no me lo pienso más veces y rompo el hielo gracias al colgante.

-¡Agarraos a mí! -dice Peter clavando su espada en el hielo al ver que lo rompí-