*el vestido, peinado y corona de Atena para la coronación*

HOY ERA EL GRAN DÍA, hoy era la coronación y para que mentir me veía radiante y guapísima, y todo a mi fiel y amiga arquera narniana, que se había encargado de prepararme un gran baño de burbujas y ayudarme a elegir un vestido y a peinarme.

Tenía mi vestido ya puesto y Aylin, mi amiga arquera centaura, me estaba peinando con una trenza mi pelo mientras charlabamos.

-Atenea, ¿y Edmund que? -pregunta mientras hace mi trenza y yo me miro por el espejo-

-¿Como que y Edmund que? -pregunto confundida-

-¿No sois pareja?

-¡Que! -salto en el sitio al escuchar esa pregunta- solo somos amigos y ya.

-No te muevas o te haré mal la trenza. 

-Valee -digo mientras investigo el maquillaje que había sobre el tocador-

-Bueno pues yo creo que os gustáis los dos, confiesa que te gusta o algo, estas en confianza conmigo.

Pienso un momento y suspiro dejando de mirar el maquillaje.

-Pues, no se lo he dicho a nadie pero la verdad es que Ed me parece muy guapo, ¡pero no se lo digas a nadie! -digo viendo a Aylin através del espejo, esta niega- bueno, y tal vez me gusta un poquito, pero solo un poco eh

-Si si, pues si te gusta creo que se lo debes hacer saber, así descubres si a él también le gustas -sonrío por la idea de Aylin- 

-¿Y como se supone que haga eso? 

-Dale un beso, pero no en la frente ni en el mejilla Atenea, eso es más como de amigos o hermanos. 

-¿Pretendes que le bese en los labios? -hago una mueca y Aylin ríe-

-Si, pretendo que le beses en los labios, hazlo esta noche, llévatelo al balcón dónde podías ver la constelación de Orion será la única hoy así que podrás reconocerla enseguida, una vez estéis en el balcón hablale y acércate un poco a él, haz que te mire agarras sus mejillas y le besas -intento memorizar todo lo que me dice y veo como me pone un lazo al final de la trenza para sujetarla- ya estas, ¿quieres que te maquille un poco? 

Asiento y Aylin me da la vuelta haciendo que ya no me vea en el espejo, toma algo que creo que es colorete y me lo pone en las mejillas y un poco en los labios con sus dedos, continua con algo que creo que es máscara de pestañas y me lo pone en las pestañas con cuidado, luego toma algo que si mi intuición no me engaña es gloss y efectivamente lo era.

-¡Que guapa estás! -Aylin dice cuando termina de maquillarme- 

Me levanto de la silla y me miro al espejo, juro que nunca había estado más guapa que ahora mismo, Aylin es la mejor maquillando peinando y eligiendo ropa. Unas mariposas entran por la ventana y se posan en mi trenza.

Tocan mi puerta y Aylin abre un poco la puerta, era mi hermano, así que ella se va y mi hermano entra cerrando la puerta.

-Estas preciosa hermanita, hay que ir ya fuera, la ceremonia no tardará en empezar -asiento y Ares toma mi mano saliendo de la habitación, fuera nos encontramos a los cuatro Pevensie yendo hacia la sala de los tronos- ¡chicos esperarnos! 

Los Pevensie se giran y mi mirada se posa en Ed, estaba tan guapo con ese traje azul, sonrío y veo como el también lo hace Ares y yo nos acercamos a los hermanos Pevensie estos nos dejan un hueco en el medio de ellos y mi otra mano es agarrada por Edmund. 

Nos encontramos a Aslan antes de entrar y este se posiciona en medio haciendo que yo me vaya a un lado con las chicas, las trompetas suenan haciendo saber que íbamos a entrar, pasamos una especie de pasillo de espadas alzadas por narnianos y yo sonrío a más no poder, me sentía radiante y muy feliz por todo esto. 

Llegamos hasta los seis tronos y sin dudarlo caminamos hasta ellos, a mi lado estaba Susan y a mi otro lado estaba Peter.

-En nombre del océano del oriente os presento a Lucy, la valiente -dice Aslan y todos miramos a Lucy-

Los castores aparecen con seis coronas y detrás de ellos va Tumnus, que le pone cuidadosamente la corona a Lucy. 

-En nombre del gran bosque de occidente os presento a Edmund, el justo -y al igual que con Lucy Tumnus le pone la corona a Ed- En nombre del radiante sol del sur la reina Susan, la benevola. 

Tumnus le pone a Susan su corona, era muy bonita. 

-En el nombre del gran río de la Gran Catarata os presento a el rey Ares, el guerrero -Tumnus le pone una corona plateada con esmeraldas verdes a mi hermano el cuál sonríe a los narnianos- 

-En el nombre de las siete islas del Fin del Mundo os presento a la reina Atenea, la arquera -Tumnus se acerca a mi con una corona de oro con pequeños diamantes y esmeraldas moradas, me agacho un poco y el fauno me pone la corona con cuidado- 

Mi sonrisa se hace más amplia al ver a los narnianos sonreirnos, miro rápidamente a los chicos y a las chicas y miro al frente de nuevo. 

-Y en nombre del claro cielo del norte os presento a Peter, el magnifico -trás Tumnus ponerle la corona a Peter nos sentamos cada uno en su respectivo trono- Una vez rey o reina de Narnia, serán rey o reina para siempre, que su sabiduría nos guie hasta que las estrellas caigan de los cielos. 

-¡Larga vida al rey Peter! ¡Larga vida al rey Ares! ¡Larga vida al rey Edmund! ¡Larga vida a la reina Atenea! ¡Larga vida a la reina Susan! ¡Larga vida a la reina Lucy! -dijeron todos los narnianos-

Nosotros sonreíamos sin parar, estábamos todos radiantes y contentos. 

[...]

La noche no tardó en llegar y yo estaba mucho más que nerviosa.

-Aylin, ¿estas segura que debo hacerlo? -la centaura asiente-

-Claro que si reina Atenea.

-Oh, no por favor llámame solo Atenea, no me gusta que me llames así.

-Bien pues Atenea, ve a por el rey Edmund -Aylin señala a Ed con la cabeza, el cuál hablaba con su hermano y mi hermano-

-Está bien, lo haré vida solo hay una y quién sabe cuando se irá de ella.

-No digas bobadas y ve.

Asiento y voy hasta los chicos que estaban tomando algo mientras hablaban.

-Hola, me lo llevo un momento -digo mientras agarro a Ed de la mano y le intento levantar de la silla-

Él sin rechistar ni nada se levanta y no suelta mi mano cuando nos alejamos, tomo mi vestido con otra mano y corro un poco hasta llegar a las escaleras que subían a un precioso balcón. Se veía a la perfección la constelación de Orion.

-Oh mira, esa es la constelación de Orion -dije mientras la señalaba-

-No sabía que entendías de astrología. 

-Y no lo hago, pero Aylin me dijo que hoy había esta constelación -dije juntándome levemente a su lado- 

-Pues es bonita, pero no tanto como algo que tengo al lado 

-¿Unos tulipanes? -miro al lado de Ed la maceta de tulipanes azules- 

-Nada, déjalo -se ríe Edmund- 

-Te ves lindo cuando sonríes y te ríes Ed -el pecoso se sonroja haciendo que se vea muy tierno, así que sin pensarlo más pongo mis manos en sus mejillas- no se si lo que vaya a hacer esté bien o mal pero espero que merezca la pena. 

Digo acercándome a él, su nariz y la mía rozaban y nuestras respiraciones se entremezclaban entre ellas, sus ojos iban desde mis ojos hasta mis labios los cuales estaban ligeramente abiertos, mi mirada también viajaba desde sus ojos hasta sus labios ligeramente rosados, la poca distancia que quedaba entre nosotros me estaba matando poco a poco así que sin esperar más estampé mis labios contra los de Ed mientras cerraba mis ojos, Edmund para mi sorpresa no se quedó quieto y siguió mi beso nuestros labios eran un poco torpes gracias a la poca e inexistente práctica en besos que teníamos pero era un beso bonito, sentí una de las manos de Ed posarse en mi espalda y la otra sujetar mi cara, yo pasé mis brazos por al rededor de su cuello y en ese preciso momento el aire nos hizo separarnos por la falta de aire.

-Lo siento Ed -dije mientras me separaba de el- 

Tenía miedo de escuchar su respuesta así que agarre mi vestido y levanté levemente la falda para poder correr escaleras abajo en dirección a mi habitación.

-¡Aten! -escuché como grito mi nombre más no hice caso y corrí por Cair Paravel ignorando la mirada de algunos narnianos- 

Abrí mi habitación y me encerré con llave, me tiré a la cama pensando que era una tonta por haber besado a Edmund y lloré por pensar que mis sentimientos no eran correspondidos, tal vez Ed siguió el beso por pura pena hacía mi unos pasos en la puerta se hicieron presentes así que tapé mi boca para evitar que algún sollozo se escapara de mi boca, tocaron a la puerta pero no abrí ni hice ningún ruido así que quién fuera se alejó.