˚ꗃ࣭ 𝙲𝙷𝙰𝙿𝚃𝙴𝚁 𝚂𝙴𝚅𝙴𝙽🔋˙𝅄
🌥 𖥻 ━ 𝕹𝖔𝖜, 𝖎𝖙'𝖘 𝖆 𝖉𝖊𝖆𝖑! : 𝕮𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝕾𝖊𝖛𝖊𝖓
Prisma dió un saltito, tirando oir accidente las tijeras que sostenía. Se había quedado pensando otra vez viendo a la nada, quieto, sentado en una mesa llena de varios niños. Uno de ellos le había lanzado un borrador a la frente para intentar despertarlo, luego, una niña le estaba reclamando al niño que le había lanzado el borrador a la frente. Tomó la barra de goma algo gastada entre sus dedos, era blanca pero empezaba a verse gris. Luego sus ojos bicolores subieron para encarar al pequeño — Isaac, eso fue muy grosero. No vuelvas a hacerlo de nuevo, ¿de acuerdo? — lo encaró de la manera más calmada posible.
— Pero usted no reaccionaba, ¡me preocupe! — se defendió Isaac, pero la niña que lo regañaba, Mary, le dió un sape en el brazo.
— ¡Esa no es excusa para tratas a alguien así! — al ver las reacciones que tenían ambos niños, Prisma se levantó y se sentó en medio de los dos niños. Podía quedar a su altura debido al pequeño tamaño de aquellos niños.
— Isaac, aprecio tu preocupación pero esa no es la manera adecuada de demostrarlo — le dijo, tocando ligeramente su nariz con la yema de su dedo — lo mismo va para ti, Mary, ninguno debería demostrar su preocupación de una manera en la que puedan lastimar a otros. ¿De acuerdo?
Ambos niños asienten — ¡Si!
Prisma se levanta, sonriendo y uniendo sus manos — Ahora, ¿quieren colgar sus pinturas para que se sequen? — ofreció, los niños accedieron.
Prisma había tomado algo de cinta, fue pegando uno por uno los dibujos en un muro con estás. Mientras más altos estuvieran los dibujos más rápidos se sacarían, y Prisma era considerablemente más alto que los niños. Por lo que, cada uno le pasó sus dibujos y el los colgó. Aunque, cuando el turno de el pequeño Isaac y la pequeña Mary hubo un pequeño conflicto por ver quien colgaba su dibujo primero, Prisma los separó y colgó los dibujos al mismo tiempo, para que los niños ya no pelearán. Eran el dúo más problemático de la guardería, Sunrise se lo había comentado, y le había ofrecido hacerse cargo. Pero el de flequillo amarillo negó con su clásica amabilidad, ahora debía hacerse cargo de sus acciones. Aún así, cada que podía, Sunrise le daba un ojo a su amigo cada que podía.
Cada que podía, Moondrop aprovechaba la oportunidad para burlarse de su otra mitad. Desde el punto de vista de Moondrop, Sunrise se veía patético. Aun así, Sunrise lo ignoraba lo mejor que podía. La luna tampoco era tonta, sabía que exponer su verdadera naturaleza significaría problemas. Pero de noche, y cuando las luces se apagarán. Tal vez podría pasar, lastima que con todo el problema que Fazbear Entertainment estaba teniendo con Moondrop habían reducido la siestas, eso no la tenía contenta a ella. Y a veces la tomaba con la luna.
En fin, que Mary y Isaac estaban otra vez haciendo un desastre. Esta vez porque ambos querían jugar con el animatronico de ojos bicolores, estaban peleando por aquello. Aún cuando Prisma estaba dispuesto a jugar con todo el grupo, habían dos niños jugando a la casita, pero habían puesto un camión de bomberos en el techo, aparentemente jugaban a apagar un incendio mientras que las niñas fingían evacuar la casa. Era un juego interesante desde la perspectiva de Prisma, aún así, Mary e Isaac querían jugar con el — ¿Están seguros de que no quieren jugar jugar con los otros niños? — pregunta Prisma ladeando la cabeza.
— ¡No!
Sunrise escucho eso desde dentro de los juegos, se acercó hasta una de las ventanas de plástico más cercana posible y vió a Prisma y a ese grupo de niños. El de tonos lila miró hacia los lados, no encontró algo que lo ayudará a salir de esa situación, pero si encontró la mirada preocupada de Sunrise. Al ser descubierto, el robot solar se exaltó y casi brinco hacia atrás, de no ser porque su cabeza se golpeo contra la parte superior. Haciendo que sus rayos se retrayeran rápidamente, lo cual lo dejó aturdido. Aún más por el sonido del metal chocando contra el plástico, lo cuál llamó la atención de varios niños. Prisma incluído, Sunrise no podía sentirse más avergonzado por aquello. Con algo de vergüenza, volvió a asomarse. Pero esta vez Prisma lo saludo, luego señalo a su cabeza para preguntarle si estaba bien. Sunrise lo saluda y asiente, para luego irse rápidamente. La risa de Moondrop llena la cabeza de Sunrise, burlón por lo que le había pasado al animatronico con apariencia de arlequín.
— C-Callate — le ordenó a Moondrop, aún así las risas burlescas no pararon.
Después de aquello, Prisma desvío la mirada a los niños otra vez. Separándolos, su software trabajaba rápidamente buscando que podía hacer, hasta que llegó a una conclusión satisfactoria para ambos niños, un trato especial. Podía jugar veinte minutos con cada uno por separado, así los dos ganaban. Le ofreció la idea a los niños, le costó un poco que aceptaran pero finalmente lo hicieron. Así estuvieron por un rato, hasta que poco a poco los niños se integraron al resto del pequeño grupo que jugaba al incendio. Isaac dió un interesante aporte al juego. Trayendo a un dinosaurio de juguete que fingía arrasar con todo a su paso, incluso dando gruñidos falsos. Luego Mary trajo varias muñecas con alas, dijo algo sobre un escuadrón mariposa y pronto, las niñas que fingían evacuar tomaron más muñecas y se hicieron parte del Escuadrón Mariposa, el desenlace de la historia fue trágico para el monstruo pero al final las mariposas y bomberos salieron victoriosos. Entre todos fingieron reparar la casa de muñecas y todo fue un felices para siempre. Menos para el monstruo, claro, el estaba tieso.
Luego de aquella extraña pero encantadora historia, Prisma alentó a los niños a ir por sus pinturas. Todos estuvieron de acuerdo y fueron cada uno por sus pinturas, Prisma se las entregó a cada uno. Justo a tiempo para que los primeros niños empezarán a irse, otra tarde llena de juegos y diversión. Al irse los niños, el ambiente se sentía algo tenso. Prisma aún no se sentía muy cómodo junto a Sunrise, y el sol respetaba eso. Pero aún así eso no evitó que se desarrollará una pequeña plática entre ambos. Seguían manteniendo el trato de siempre, Prisma a la izquierda y Sunrise a la derecha. Como siempre, Prisma acomodaba todo por color. Dejándolo todo en su respectivo sitio, lo mismo con las sillas. Solo que están no fueron acomodadas por color. Terminó rápido, incluso la pila de dibujos ya estaba hecha. Se sentó sobre el mostrador de la recepción, a veces balanceaba sus piernas mientras miraba al suelo.
¿Seria buena idea hacer un trato con Moondrop? Eso ponía a pensar a Prisma, no podía vivir así toda su vida. Con el miedo constante de que, en cuanto apagará la luz la luna lo mataría. No era un estilo de vida sostenible, pero por otro lado, también estaba la accesibilidad de Sunrise a todo ese asunto. ¿El accedería? Con el miedo que el también demostraba a su otra mitad, el de tonos lilas no sabía si aceptaría. Desvío la mirada hacía donde estaba su amigo, acomodando unos cilindros de colores con si clásica sonrisa. Tal vez aceptaría.
No lo sabría si no le preguntaba, se levantó, dispuesto a hacer la pregunta. Se acercó con algo de nervios hasta finalmente quedar cerca de Sunrise. Quien estaba de espaldas a el, pero en un momento dado se volteo. Aún mantenían distancia, Sunrise ladeo su cabeza al verlo frente a el.
— ¿Sucede algo, amigo? — le preguntó, Prisma asiente y eso capta la atención de Sunrise.
— Creo que tengo una idea.
— Oh, ¡¿En serio?! ¡Seguro es una buena idea!
— ¡Esa es la peor idea que he oído! — se negó, se negó rotundamente. Prisma fruncio el ceño, enojado por la cobardía de su amigo.
— ¡Vamos, Sunrise! Dejame recordarte que estamos en esto por tu negación — le recordó, como le había dicho en la madrugada, seguía enojado.
— Lo se, ¡en serio lo se! Pero... ¿no existe otra manera? — le preguntó, agudizando la voz un poco en las últimas palabras. Prisma, con rostro serio, negó con la cabeza.
— Mira, ambos estamos asustados. Pero no podemos vivir así toda la vida, al menos no yo. No tenemos otra manera, es esto. O nada, tómalo o déjalo — habló, usando un tono más serio del que solía usar, un tono que, desde la perspectiva de Sunrise, le quedaba bien.
Sunrise imitó el sonido que hacían los humanos al tragar en seco, nervioso. Se tomó un poco de tiempo, pero al final aceptó — Bien, pero yo me encargo de la seguridad — ofreció el sol.
Prisma aceptó — Esta bien, si esto te hace feliz.
Esto se va a poner interesante...
Primero que nada, ¡gracias, muchas gracias por las mil lecturas! Jamás pensé que estaría tan feliz de que mil personas entraran al mismo lugar xD
Segundo, que Sunrise diga o piense que algo se le ve bien a Prisma no quiere decir que este enamorado. Se conocen desde hace una semana, calmense
Ya saben, si ve errores avisen, que yo no muerdo. Ni que fuera Fredbear
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