━PULSE
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—VAMOS TONY quiero que se lo digas. Practícalo
Ambos caminaban por el pasillo de las instalaciones, a punto de salir y dar al techo donde el resto les esperaba.
—Se lo tengo que decir a él no a ti, así que no me fastidies— Astrid puso los ojos en blanco
—Cobarde.
La investigación para encontrar el mensaje oculto en la leita había tardado casi hasta la madrugada, pero por suerte la misión tuvo éxito.
Así que esa mañana Zack Davenport iba a partir de vuelta a su país satisfecho de haber cumplido. Por eso todos los Vengadores y la joven Stark iban a despedirle al techo donde el helicóptero le esperaba.
Una vez allí todos voltearon a verles y el círculo se abrió dejando al británico a la vista. La neoyorquina fue la primera en acercarse a él.
—Pues...Creo que aquí es donde nos despedimos— dijo ella sonriendo de lado.
—Así veo— ambos se estrecharon en un cálido abrazo lleno de afecto bajo la mirada de todos los presentes.
Una vez separados el resto se despidió también del rubio agradeciéndole su labor.
Cuando llegó el turno del millonario su hermana lo miró amenazante pidiéndole que no fuera un idiota.
Stark le estrechó la mano—Gracias...— Astrid le levantó una ceja— Gracias por habernos ayudado
La chica sonrió satisfecha mientras los observaba.
—Ha sido un placer— contestó.
Luego fue el turno de despedirse del Capitán que era el último en la fila. Zack le miró unos segundos y le estrechó la mano firmemente, cosa que él respondió.
—Suerte— le susurró lo suficientemente bajo para que sólo el escuchara.
Rogers sólo se limitó a fruncir el ceño suavemente.
Davenport se despidió una vez más de su amiga besando su cabeza para luego mirarla unos segundos.
—Espero que lo sepas todo algún día— pensó. Pero dentro de él, tenía ganas de decírselo de frente.
—Adiós— dijo ella sacándolo de su trance.
—Adiós.
Y sin más que agregar el británico subió al helicóptero con la gran insignia de SHIELD para luego despegar y desaparecer de sus vistas.
La castaña se volteó a ver al equipo que la observaba en silencio.
—¿Qué? No se queden ahí parados, tenemos trabajo que hacer— les dijo para caminar al interior del edificio.
El resto se sonrió entre sí para seguirle y poder reunirse nuevamente en el laboratorio.
—Lo reconozco, hizo un buen trabajo— habló el asgardiano observando como la leita yacía en su vitrina de vidrio, ahora, completamente apagada.
Astrid se encogió de hombros.
—Y por fin vamos un paso adelante de Kurse— dijo ella
—Quién lo diría...— Tony tomó una de las pantallas y la giró— Alejandría, Egipto.
—El país con más secretos de todos— habló Clint— Que ingenioso
—Tus dioses son astutos— le dijo la rusa al semi dios
—Pero la pregunta ahora es...— la joven Stark se dirigió a la pantalla que tenia su hermano— ¿Qué es esto?— amplió una imagen
Todos se acercaron a ver la foto que estaba en la pantalla sin poder dar respuesta alguna.
—¿Es lo que está escondido en Egipto...?— preguntó el Capitán
La neoyorquina se encogió de hombros— Se supone, pero no tengo idea que podría ser...Thor— este levantó la cabeza— ¿Tienes alguna idea?
El hombre observó la pantalla con detenimiento— Yo...No lo sé
Todos suspiraron.
—Ese es el problema, no podríamos ir a Egipto sin saber lo que en realidad buscamos. Una simple imagen no nos ayuda mucho— habló Banner
El equipo seguía observando el objeto plasmado en aquella ilustración en blanco y negro que les había entregado la leita, sin saber que decir.
Tony se tomó el cuello— Un día de estos mi pulso se detendrá por el estrés que esto me está causando.
—Aguarden— la voz de Thor llamó sus atenciones— Eso es— rió— Tilgen
El resto se lanzó miradas confundidas
—Disculpa ¿Qué?
—En serio que todos tus juegos de palabras me siguen confundiendo— confesó la chica Stark después de su hermano
—Un Pulso Tilgen*— respondió el asgardiano— Un arma usada en la antigüedad por los reyes de Muspelheim, la cual se usaba para absorber la energía del núcleo de un planeta...Y dejarlo sin nada.
El silencio reinó en la sala por unos segundos y los rostros de casa uno se habían desfigurado completamente.
— Espera ¿Qué?— habló el Capitán pasmado— ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir?
—Si pensábamos que la situación era mala...Ahora es peor— dijo la pelirroja
—Dos armas no eran suficientes para Kurse, tenía que haber una tercera...Y peor que las otras— la castaña golpeó su frente ante su frustración
—¿Y en el libro? ¿Dice algo sobre este pulso?— preguntó Banner
De inmediato Thor fue en busca de el libro y lo comenzó a revisar en las hojas permitidas, buscando una y otra vez alguna referencia al Pulso Tilgen
Él negó— Nada.
Se escucharon quejas.
—Bueno pero algo es algo— animó el millonario— Y si este pulso es realmente lo que Thor dice podríamos tener una pequeña pista.
—¿Cuál?
—Es un pulso— contestó Tony al arquero encogiéndose de hombros— Sea del espacio o sea de la tierra los pulsos emiten radiaciones electromagnéticas.
—Entonces podríamos crear un rastreador...— continuó Astrid como si hubiera leído la mente de su hermano. Este sonrió.
—Algo que detecte las señales electromagnéticas en un radio cercano— siguió el doctor también.
El grupo de ciencia se sonrió entre sí
—Pero ¿no sería algo complicado?— cuestionó Romanoff— Tendríamos que recorrer toda la ciudad.
Ellos asintieron, podrían estar buscando señales por dos días seguidos e incluso no encontrar nada.
—A menos que...
La voz de la castaña se perdió en el aire una vez que ella se volteó a una de las computadoras y volvió a abrir el archivo con las coordenadas. Lo analizó y tomó la última cifra para copiarla e introducirla en un programa que la codificaba.
Cuando estuvo listo la chica presionó enter para proyectarla en la pantalla.
—Já, que sorpresa— dijo ella
—¿Qué hiciste?— preguntó Barton
—Un secreto de esto de las coordenadas es que la última cifra a veces te conduce a una dirección más exacta de la que buscas. Y...— giró la pantalla para que sus amigos vieran—
Creo que funcionó con esta
Todos observaron detenidamente la imagen de la pantalla y el nombre del lugar.
Tony soltó una corta risa— Mira nada más...Quien lo diría
—La biblioteca de Alejandría— confirmó Nat— Es perfecto.
—Ya sabemos cuál será nuestro radio de búsqueda, doctor— le dijo el ingeniero a su amigo
—Pero es un lugar muy concurrido, tendremos que idear un plan para no ser vistos— dijo la rusa llendo a una computadora
—Y eso haremos haremos— habló el Capitán— Estudiaremos el lugar para saber con exactitud cómo proceder
—No podemos dejar que esa arma caiga en manos de Kurse— dijo Thor— Debemos retenerlo cuanto antes.
—Deberiamos partir hoy mismo respondió Tony, a lo que la mayoría asintió
—Bueno...— todos voltearon al escuchar a Natasha que estaba sentada frente a una computadora— Esto se nos podría tornar algo más complejo de lo que creíamos
—¿Qué sucede?
—Hoy la biblioteca tendrá una ceremonia— dijo ella— Se hizo un hallazgo hace poco de una tumba antigua y harán la exhibición allí de todo lo descubierto...Y eso implica que van a redoblar la seguridad.
—Es un punto...
—Pero eso también significa que toda la atención se concentrará en la fiesta— habló Rogers interrumpiendo a Barton— Podríamos pasar desapercibidos también.
—Y ese es otro punto— dijo Tris de la misma manera que el arquero.
—Yo digo que nos arriesguemos— habló el semi dios llamando la atención— No puedo seguir pensando no un minuto más en lo que Kurse haría si la obtiene. Es nuestra oportunidad.
—Thor tiene razón, debemos encontrarla esté donde esté— apoyó el Primer Vengador
—Pues...— Romanoff siguió tecleando cosas en el ordenador— Según este sitio para nerds fanáticos se cree que en el subterráneo de la biblioteca se guardan todo tipo de artilugios raros y secretos...— ella se volteó a ver a sus amigos— Podría asegurar que está ahí
—Suena a que tenemos un plan— dijo Stark.
—O al menos el comienzo de uno...— todos se giraron a ver a Steve— Todos a trabajar, debemos irnos.
Todos entendieron y se pusieron manos a la obra. Rápidamente los Stark y Banner se dedicaron a construir un rastreador para señales electromagnéticas mientras el resto preparaba y cargaba todas las cosas que iban a necesitar al jet.
Una vez listos comenzaron rápidamente su vuelvo a la tierra de Egipto. Y debían apresurarse debido a las diferencias de horario que tenían con el continente.
Mientras estaban allí siguieran hilando su plan para cuando llegaran y al parecer ya tenían la mayoría de los aspectos cubiertos.
Aterrizaron en un lugar más alejado de la ciudad para poder ocultar al jet
—a pesar de tener también modo furtivo— Y encontraron una pequeña casa inhabilitada donde de alistarían para ir por el Tilgen.
—Muy bien...Te debo una— hablaba Barton por teléfono— Gracias— colgó diciendo eso último en árabe.
El arquero caminó de vuelta a la mesa central donde estaba el resto.
—La camioneta estará aquí en unos minutos para irnos— informó él. Clint tenía un amigo en la ciudad, el cual les iba a proporcionar transporte y ropa para ir a la biblioteca.
—Genial— dijo Tony— Es hora de irnos.
—De acuerdo, que nadie olvide sus labores— habló Rogers— Astrid y Natasha se infiltrarán en el subterráneo haciéndose pasar por trabajadoras de la biblioteca para encontrar el Tilgen.
—Así es— dijo la castaña dejando en la mesa los trajes grises de dos partes con los que pretendían pasar desapercibidas— Y saldremos por una puerta que sólo de abre desde el interior
—Thor y Tony estarán en la ceremonia arriba asegurándose que el único hombre que podría descubrirnos no lo haga— siguió
—El director de la biblioteca— habló
el millonario enseñando una imagen en una de las pantallas— El realiza todo tipo de supervisiones y perfectamente podría dirigirse al subterráneo, donde probablemente guardarán todo lo del nuevo descubrimiento.
—Correcto— afirmó el Capitán— Barton, Bruce y yo nos quedaremos en la camioneta para monitorear todo lo que suceda.
—Apagaremos cámaras y abriremos puertas— continuó el arquero
—Y también controlaremos el rastreador de señales electromagnéticas...Por cierto ¿Ya lo tienes?— preguntó Banner a la neoyorquina
Esta asintió enseñando su muñeca— Un bonito brazalete que hace juego con el Efín.
—Genial, espero que funcione...
—Oigan...— la voz de la agente Romanoff llamó la atención— Creo que necesitaremos más ayuda allá abajo...— ella enseñó una tableta— Han cambiado su estructura de seguridad, haciendo todo un poco más difícil para entrar.
—Rayos— se lamentó la castaña viendo el aparato— Y no trajimos implementos necesarios.
—Puede que necesitemos algo más de fuerza bruta— siguió la agente
—Hey, no me mires a mí— se quejó Bruce en referencia a el otro sujeto.
—Bueno, no creo que necesitemos tanta— habló la menor de los Stark alargando la última palabra.
—Yo las acompañaré— se escuchó la voz de Steve y todos asintieron.
—Pero...Sólo conseguimos entrada y ropa para dos— recordó Nat lamentándose.
El grupo quedó en silencio por unos segundos pensando en que podrían hacer.
—Aguarda— se escuchó la voz de Astrid— Creo que tengo una idea para hacerte entrar— señaló a Rogers
—¿Ah sí?
—Sí...Pero no te va a gustar.
La noche y la hora de la fiesta habían llegado así que todos subieron a la camioneta para dirigirse a la famosa Biblioteca de Alejandría donde el movimiento, los autos y personas llegando ya se hacían presentes
Estacionaron calles más atrás para quedar en la entrada de servicio del lugar. Por la cual iban a ingresar las dos mujeres y Rogers
Tony y el asgardiano fueron los primeros en irse en un auto deportivo que el millonario había conseguido para —como él mismo había dicho— hacer una entrada como corresponde al evento.
Una vez que ambos se fueron la segunda parte del plan —y la más difícil— comenzó
Las dos agentes vistieron sus trajes grises con nombres falsos en los gafetes y una gorra del mismo color que cubría sus cabezas.
Tomaron un carrito que iban arrastrando con ambas manos que llevaba lo que les permitiría ingresar al subterráneo.
La primera etapa fue el escaneo de identidades, las cuales ya habían sido alteradas previamente, así que una vez que el guardia lo chequeó abrió la barrera para dejarlas pasar.
Rápidamente comenzaron a dirigirse al ascensor que las guiaría a su destino pero una voz las detuvo
—Ya hdha!*— ambas se detuvieron al oír la voz en árabe que les decía "Oigan ustedes"— Madha yahmilun hunak?— les preguntó que llevaban ahí
Ambas se giraron para encontrarse con un hombre que vestía el mismo uniforme que ellas, sólo que en otro color, lo que les dio a entender que debía de ser algún supervisor.
Este se les empezó a acercar.
—Wahi juz' min alkunuz almawjuda— respondió rápidamente Nat diciéndole que era parte de los tesoros encontrados del nuevo hallazgo
Él frunció el ceño y observó el sarcófago que ambas chicas arrastraban
—Nati li'iinqadhiha— siguió Stark diciendo que iban a guardarlo.
El árabe empezó a observar con detenimiento el artilugio, acercó su mano y lo sacudió.
Ambas agentes inmediatamente empezaron a gritarle y recriminarle. Astrid lo alejó de un empujón mientras seguían quejándose.
—Ahmaq, kun hadhiraan!— "¡Idiota, tenga cuidado!" le gritaban.
Cuando el sujeto entendió su punto se retiró de allí pidiendo las disculpas respectivas.
Cuando desapareció de su radio de visión Stark se acercó al sarcófago para susurrar:
—Hey Steve...¿Todo bien ahí adentro?
Hubieron segundos de silencio.
—Ya cállense y vámonos— se escuchó de parte del Capitán.
Las chicas rieron y volvieron a tomar el carrito para arrastrarlo al elevador.
—Te dije que no te iba a gustar la idea...
Una vez allí adentro presionaron el último botón, que suponían que les llevaría al subterráneo.
—Probando audio— se escuchó a Clint por los comunicadores en sus orejas
—Te copiamos— respondió Natasha
—Nosotros aquí también— se escuchó la voz de Tony— Ya llegamos y les tengo que decir que este evento luce genial. Tengo que venir a más fiestas egipcias de ahora en adelante.
—En Midgard sí que saben celebrar— dijo Thor
Se escucharon risas.
—¿Y tú Steve? Queremos saber si nos copias, amigo— volvió a hablar el arquero con tono de burla haciendo reír a las mujeres en el ascensor.
El hombre rió con sarcasmo— Sí, sí, sí te oigo Barton.
El ascensor comenzó a llegar al destino así que Astrid habló— Clint, las cámaras.
—Aquí vamos...— se escuchó— Y...Son invisibles.
Y justo a tiempo porque las puertas se habían abierto dejándolos pasar.
Las agentes arrastraron el carrito que iba de manera horizontal para luego ponerlo de forma vertical. Con cuidado lo abrieron dejando salir al Capitán de una vez.
Al salir de ahí él tomó aire— Se sentía muy encerrado.
Astrid rió— Fuiste un bloque de hielo y ahora una momia. ¿Cuándo es el viaje al espacio?
Él la miró con los ojos entre cerrados
—Espero que nunca— respondió con una pequeña sonrisa.
—Oigan dejen de mirarse a los ojos y vamos a trabajar— les dijo Natasha y ellos se avergonzaron un poco.
Los tres comenzaron a avanzar
—luego de que las mujeres se deshicieran de sus gorras y la parte de arriba del uniforme— y a apreciar el lugar en el que estaban.
—Wow...— Tris silbó— Este es un gran subterráneo.
—Aquí esconden sus tesoros secretos, que esperabas— le dijo su amiga.
La castaña empezó a teclear algo en su brazalete para encenderlo.
—Banner— lo llamó— El rastreador está encendido.
—Muy bien, ya comenzó la búsqueda— se escuchó
—Vigilaré la entrada para asegurarme de que nadie baje— dijo Romanoff— Busquen el pulso
Ellos asintieron y empezaron a caminar.
Mientras tanto la fiesta arriba seguía su curso. La exhibición había sido un éxito rotundo y ahora se estaban dedicando a celebrar.
Thor y Tony se mantenían atentos en busca del director del lugar para poder vigilarlo.
—¿Cómo dijiste que era?— preguntó el semi dios en medio de la multitud.
Tony que estaba con un trago en la mano le enseñó su holopad con una imagen del hombre.
—Un típico riquillo de Egipto— dijo él
—¿No es el que está por allá?— señaló Thor hacia adelante donde un hombre de tez morena y vestido con un elegante traje hablaba con la prensa.
—Así es, es mejor que lo vayamos a vigilar— tomó un último trago de su bebida y lanzó el vasonpor ahí.
De vuelta al subterráneo Astrid y Steve seguían caminando por el lugar tratando de encontrar alguna señal electromagnéticas que pudiera guiarlos al pulso.
—¿Nada aún Bruce?— preguntó la castaña
—No de este lado— se oyó
—Bien, vamos por aquí ahora— siguió
ella— Este lugar parece eterno.
—¡Aguarda!— exclamó Banner y ellos se detuvieron— Percibo algo por el pasillo a su derecha— Astrid y Steve se miraron y fueron inmediatamente allí.
—¿Y ahora...?— preguntó la neoyorquina.
Hubo un poco de silencio
—Sigan caminando en esa misma dirección, percibo algo, podría ser el pulso—
Ellos obedecieron y siguieron avanzando mientras el doctor les iba diciendo lo potente que se iba haciendo la señal electromagnética.
Pero un fuerte ruido en sus comunicadores los hizo retorcerse un poco y se escucharon quejidos de parte de todos.
—¡Hey Bruce qué fue eso!— exclamó Rogers
El doctor soltó una leve risa—Es el pulso...Lo encontramos.
Rogers y Stark se miraron sorprendidos.
—¿Qué? ¿Dónde?
—Frente a ustedes
A unos pasos más adelante de ellos yacía una puerta de metal, la cual era la única puerta en ese pasillo. Sin esperar otra cosa ellos se acercaron a esta.
—¿Puedes abrirla Clint?— preguntó el rubio
—Estoy en eso...— respondió— Ahí va.
La puerta comenzó a deslizarse a un lado para dejar otra de cristal.
Steve rápidamente se acercó para intentar abrirla pero no podía.
—Astrid ayúdame— le dijo intentando separarlas— Tenemos que entrar ahí.
Ella no le respondió ya que su vista estaba fija en el objeto tras el cristal.
—¿Astrid?— preguntó volteándose a ella.
La castaña se encontraba casi hipnotizada por lo que veía. El rubio se volteó y vio lo mismo que ella.
—Wow...—suspiró
—Es...Wow...Nunca había visto algo así— Stark se acercó a la puerta para observarla mejor.
Ella encendió la cámara de su brazalete y apuntó al objeto.
—¿Thor...? ¿Es este...?
Allá arriba Stark volvió a encender su holopad para enseñarle al asgardiano la imagen.
Este sonrió y dejó salir una leve risa
—Así es...Ese es el Tilgen.
Y tenía razón. Conectado por cables y emanando luz estaba el pulso electromagnético de los antiguos dioses Aesir.
El arma de destrucción masiva que podría acabar con su mundo.
—Wow...— volvió a decir la castaña casi sin habla— Grandioso.
—Hay que sacarlo de ahí ya— le dijo su compañero, a lo que ella asintió.
Los dos intentaron abrir la puerta pero parecía imposible.
—Clint, ¿no tienes control de esta puerta?— preguntó la chica
—Eh...No, no tengo acceso a ella— respondió lamentándose.
Astrid maldijo por lo bajo y siguió tratando de abrir la puerta junto con Rogers.
—Ay no— se escuchó Tony por el comunicador— Se está moviendo, se está moviendo, el director está llendo hacia un ascensor.
El Capitán y la agente se detuvieron y se miraron asustados.
—¡Pues deténganlo!— exclamó ella— ¡Ese es su trabajo!
Se escucharon murmullos de parte de ambos hombres arriba, como si se estuvieran poniendo de acuerdo para actuar.
El trabajo de abrir la puerta parecía imposible. Por mucho que intentaban separarla con sus manos no se podía.
—Steve— le llamó la chica encontrando una delgada viga de metal a un costado suyo— Intentemos otra vez.
Ambos tomaron el objeto metálico y lo introdujeron por la pequeña rendija de separación de la puerta. Y con todas sus fuerzas ejercieron presión.
Hasta que la puerta cedió y se abrió.
Pero tuvieron que poner sus cuerpos al medio de esta para impedir que se volviera a cerrar.
Y eso se volvió bastante incómodo por unos segundos ya que quedaron demasiado cerca el uno del otro
—Lo siento— dijeron al mismo tiempo avergonzados
Hubo un momento de silencio el cual el Primer Vengador decidió romper
—Tú ve por la máquina, yo sostendré la puerta— ella asintió y salió de allí para hacer ingreso a la cámara del Tilgen.
Todo era blanco, las paredes, las luces y los aparatos. Lo único que destacaba allí era el pulso, con sus distintivos colores de plateado y dorado.
—...Lamento interrumpir— escucharon por el comunicador al millonario— Probablemente ha oído de mi. Tony Stark, es un placer y debo decirle lo mucho que admiré la exhibición de hoy...¡Aguarde no se vaya! Deberíamos hablar en términos de negocios...
—¿Es en serio?— se burló la joven— ¿Te estás presentando?— obviamente no hubo respuesta alguna
También escucharon una especie de forcejeo lejos de ellos.
—Chicos apresúrense— les habló la rusa— ya entró alguien al subterráneo y no dudó en que vengan más
Astrid entendió y se apresuró a sacar la máquina de allí. Encontró una caja metálica con ruedas que tenia medidas similares al pulso, así que allí dentro lo pondría.
Lamentablemente sólo trajo consigo una pinza y un cuchillo, así que con eso intentaría romper las cuatro cadenas que sujetaban al Tilgen.
—Ya encontré la salida— volvió a hablar Romanoff— No se tarden.
Stark comenzó a intentar romper las cadenas una por una, trabajo que le estaba resultando bastante difícil.
Pero accidentalmente apoyó su mano en la máquina y esto la sacudió.
Un leve quejido salió de sus labios y se apartó unos pasos más atrás tomando su mano.
—¡Astrid! ¿Todo está bien?
La chica no pudo responder a la pregunta del rubio a sus espaldas ya que su mente comenzó a darle vueltas y miles de imágenes que no podía comprender pasaron como en una película frente a ella.
Se llevó las manos a la cabeza pidiendo que aquello parara.
—¡Astrid...!
La voz de Rogers se volvía más despacio cada vez que la llamaba pero de a poco la chica fue volviendo.
Su vista se aclaró y todo empezó a volver a la normalidad.
Pero no tenía idea que carajos había sido eso.
Miró detrás de ella y se encontró con la mirada preocupada y confundida del Capitán.
—¿Estás bien?— le preguntó
Ella asintió lentamente— Sí...Fue sólo...Que la máquina me dio algo de corriente— sonrió
Él asintió no muy convencido
Rápidamente la joven Stark volvió a su labor, ya había cortado una, le quedaban tres.
A través del comunicador se escuchaban los murmullos de Thor y Tony tratando de detener al egipcio.
La segunda cadena cayó.
Un nuevo forcejeo se escuchó más atrás de ellos. Cosa que les indicaba que alguien más había bajado y que Natasha lo tuvo que detener.
—¡Rápido!
La tercera cadena cayó.
—Chicos, lo sentimos, no lo pudimos retener más tiempo, estaba muy apurado— habló el mayor de los Stark— Ya va para allá.
—¿¡Qué!?— exclamó la menor
—Lo sentimos
—Está ingresando al elevador— de escuchó decir a Barton
—¿Lo puedes retrasar?— la voz de la neoyorquina estaba exhausta y apresurada
Silencio— Sólo un par de segundos
—¡Pues hazlo!
El nerviosismo, el esfuerzo y el sudor de sus palmas estaban haciendo muy difícil cortar la última cadena.
Pensó en darle un balazo, pero eso llamaría la atención de todo el mundo.
—Le faltan tres pisos...Lo puedo detener unos segundos más.
El egipcio dentro del cubículo de metal no tenía idea de lo que sucedía y de porqué se estaba atorando el elevador.
En ese momento a Astrid se le encendió el foco.
—Dos pisos...
—¡Oh al diablo!— gritó ella
Removió el brazalete e ignoró el cosquilleo en su brazo.
Con un movimiento de su mano un largo trozo de hielo se formó en esta como si fuera una lanza y con ella cortó la última cadena.
La cuarta cayó.
—Vamos, vamos, vamos— apresuró Rogers.
Astrid arrastró el pulso y lo puso dentro de la caja metálica con ruedas para rápidamente comenzar a arrastrarla.
—Un piso...
Steve le abrió paso y ambos salieron disparados de allí mientras todas las puertas se cerraban a sus espaldas.
Cuando Natasha los vio suspiró aliviada y corrió junto a ellos hacia la puerta de escape luego de ocultar a los hombres inconscientes que había atacado.
Corrieron como si sus vidas dependieran de ello...Bueno...En parte así era.
Fuera del edificio ya estaban Bruce y Barton esperándoles con la camioneta.
El doctor les abrió la parte de atrás donde subieron primero el Tilgen y luego ellos saltaron dentro.
Los tres quedaron tendidos en el suelo del vehículo, completamente cansados y llenos de adrenalina.
—Eso fue...— habló Astrid—...Horrible
Barton soltó una risa— Fue totalmente caótico.
El director de la biblioteca por su parte llegó al subterráneo y todo estaba como si nada hubiera pasado allí.
Todos en la camioneta observaron el aparato.
—Wow...— soltó Bruce— Esto es el...
—El Tilgen— lo interrumpió la castaña— El pulso Tilgen.
Su trabajo allí había finalizado así que todos se reunieron en su "base de operaciones" —que en realidad era la casa abandonada que habían encontrado— para poder irse de vuelta a Nueva York.
Cuando llegaron Thor no podía dejar de sonreír mientras observaba el pulso. Se sentía feliz y orgulloso de que por fin estaba bajo su resguardo.
Dejando allí todos sus otros medios de transporte subieron nuevamente al quinjet para volver a casa.
Todos estaban cansados, tanto por el esfuerzo realizado en la misión
—sobre todo Rogers, Astrid y Nat— tanto como por la diferencia de horario.
Sólo deseaban descansar.
Así que decidieron que al día siguiente trabajarían e investigarían el pulso y que al llegar todos irían a descansar.
Y así lo hicieron.
Se despidieron mutuamente y cada uno se dirigió a su respectiva habitación.
El Tilgen quedó guardado bajo todo tipo de seguridad en una cámara a la que solamente tendrían acceso los Vengadores y la joven Stark. Y que sería monitoreado constantemente en caso de actividad fuera de lo normal.
Así que esa noche todos pudieron descansar tranquilamente.
Bueno...Excepto una.
Astrid Stark llevaba cerca de 1 hora tratando de conciliar el sueño, pero le era imposible.
Giraba y giraba en su cama tratando de buscar la posición perfecta pero no había caso.
Estaba bastante lejos de poder dormir algo.
Y la razón era un fuerte dolor de cabeza que había adquirido durante la misión. Cada cierto rato su mente le presentaba el revoltijo de imágenes que había visto cuando tocó el pulso y aquello la despertaba.
Se sentó bruscamente en su cama y pasó sus manos con fuerza por su cara soltando una grosería.
Sin esperar algo más se levantó de la cama y caminó a la cocina para beber o comer algo que pudiera quitarle el insomnio.
Cuando llegó ahí solo encendió la luz central que iluminaba la alacena, el refrigerador, el lavaplatos, etc.
Se acercó con la intención de abrir el refrigerador pero la punzada en su cabeza regresó cosa que la hizo retorcerse.
Apoyada en el electrodoméstico se tomó la cabeza como si quisiera apretarla y hacer desaparecer el dolor.
Le dolía, le dolía como el infierno
Y no sabía como pararlo.
Luego de un par de quejidos de su parte, el dolor comenzó a irse.
—¿Todo en orden?
La castaña se sobresaltó al oír una voz a sus espaldas. Al voltearse se dio cuenta de quien era.
—Steve...Me asustaste
Él rió— Lo siento— se disculpó acercándose.
Astrid se reincorporó de donde estaba apoyada y trató de poner su mejor cara posible a pesar del dolor.
—Veo que no soy la única que no puede conciliar el sueño— le dijo al rubio mientras este buscaba un vaso.
—Normalmente tengo insomnio— dijo encogiéndose de hombros y llenando su vaso de agua— ¿Y tú?— ella suspiró
—Casi nunca tengo...Pero hoy no he podido lograr dormir— se apoyó en una encimera— Pensaba que con algo de beber podría.
—¿Y lo bebiste?
Ella maldijo en sus adentros, ya que no había llegado ni a abrir el refrigerador.
—No yo...Ahora iré.
Trató de caminar hacia la estantería por un vaso pero sintió que se mareaba.
—¿Sabes? Mejor no, ya...Ya me siento mejor— trató de excusarse.
El rubio le regaló una media sonrisa y le acercó un vaso de uno de los muebles, se lo llenó con agua y se lo entregó.
—Gracias...— le dijo
La mano de Astrid temblaba pero ella trató de poner todo de su parte para que no se notara.
Bebió unos sorbos y lo dejó en el lavaplatos.
A pesar de que Stark lo disimulara, Rogers si notó el cansancio en el rostro de la chica.
—¿Estás segura de que te encuentras bien?— le preguntó
Astrid asintió rápidamente— Sí, sólo estoy muy cansada
Él le sonrió de lado— Pues, debe ser por la misión y...
Las palabras del rubio quedaron en el aire cuando escuchó que la chica frente a él empezó a quejarse.
El dolor de cabeza de Stark había regresado y ahora más fuerte que las otras veces.
—Astrid...— Steve dejó su vaso en la encimera y se acercó a la castaña— Astrid, hey, ¿Qué sucede?
Ella no fue capaz de responder debido al dolor que sentía y como las imágenes de su cabeza volvían.
Steve la ayudó a sentarse sobre una encimera no muy alta y trató de tomarle el rostro, pero ella lo sacudía y sacudía.
Destrucción
Familia
Odio
Destino
Lamentablemente las voces en su cabeza habían regresado también pero Astrid no era capaz de comprenderlas.
Y eso le dolía.
—Astrid escúchame ¡Hey! Vuelve, todo está bien, todo está en orden— el Capitán comenzaba a entender lo que le estaba ocurriendo.
Para la chica la voz de Rogers aún seguía lejana.
Ella seguía quejándose del dolor y su respiración se hacía pesada.
—Oye, oye— Steve logró atrapar su rostro en sus manos pero ella permanecía cerrando sus ojos con fuerza— Astrid mírame— ella seguía apretando sus ojos— Abre los ojos, mírame.
Verdad
Confrontación
Propósito
Identidad
—...No...— susurró casi inaudible
—Abre los ojos Astrid— la voz del Capitán seguía llamándola— Despierta, todo va estar bien...
Astrid comenzaba a escuchar la voz de Steve.
Muerte
Poder
Conquista
Realidad
—Astrid por favor...Escúchame. Tienes que despertar...Sigue mi voz, concéntrate en ella
Y de repente ella abrió los ojos de golpe.
Su respiración estaba agitada, su frente empapada de sudor como si hubiera corrido una maratón.
Steve dejó salir un gran suspiro de alivio al ver que ella había vuelto.
La castaña reparó en quien estaba frente a ella sosteniendo su rostro.
—¿Steve...?— este asintió
—Sí, ya todo está bien— por alguna razón él no quería soltar el rostro de la castaña.
De a poco la respiración de Stark se fue regulando y su pulso también.
Y cuando se sintió mejor se dio cuenta de que las manos del rubio seguían en sus mejillas y le miró.
Por instinto Rogers las sacó de ahí.
Pero Astrid no apartó su mirada de los ojos azules de Steve.
—Gracias...— susurró ella— gracias...
Su temblorosa mano se dirigió al rostro de Steve y la dejó allí mientras él observaba atento sus movimientos.
Con su pulgar Stark acarició lentamente su mejilla.
Su mano estaba fría y temblorosa, pero para el Capitán ese gesto fue demasiado cálido.
—Astrid...— Steve quería hablarle. Habían tantas cosas que quería decirle, pero en ese momento todo se borró de su mente.
Ella parecía estar expectante a sus palabras, pero nada salió.
Casi no se dieron cuenta cuando sus rostros comenzaron a acercarse uno al otro. Rogers rodeó la cintura de Astrid suavemente y se unió a sus marrones ojos.
Pero no hubo necesidad de palabra alguna.
Como si sus corazones estuvieran enlazados ambos se acercaron al mismo tiempo para fundirse en un beso.
Un lento y cálido beso que hizo explotar todos sus sentidos. No les importó absolutamente nada.
Sólo eran ellos dos
Astrid rodeó el cuello de Rogers para aferrarse más a él. Sentía que si la soltaba iba a volver a desvanecerse.
Pero allí se sentía segura.
Sus labios se movían juntos en la sincronía perfecta, como si sus bocas encajaran a la perfección la una con la otra.
Aquel beso era lo que ellos necesitaban.
Se necesitaban el uno al otro.
Y era la mejor sensación del mundo.
Pero había algo que no dejaría a la castaña tranquila.
Y era el hecho de que la voz de Steve fue lo que la trajo de vuelta.
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*Para que más o menos se hagan un idea el pulso Tilgen es algo parecido al núcleo de sokovia en avengers aou
like this
sólo que más nórdico sjdkskjks
also me volví a mandar una traducción del nórdico antiguo. eeeellaaa.
*yo sé que escribir el árabe es con esas letritas súper raras que no entiendes nada, pero para que se entendiera y se viera más cool lo escribí así jeje
HOLA HOLA
HE VUELTO DEMASIADO RÁPIDO JUJU
es que la verdad estaba emocionada por escribir este capítulo.
ayyyy la tris y steve se besaron, quedé locaaaaaa
espero que les haya gustado mi gente
y les agradezco por qué TETRA hoy subió a 158 EN AVENGERS. ES QUE NO LO PUEDO CREEEERRRR.
AYER ESTÁBAMOS EN 310 Y HOY 158
gracias x todo
y lo único que les pido es que voten y comenten porfiii para que sigamos subiendo, es nada más dejar la estrellita y unas palabras bonitas 🥺
les vuelvo a agradecer y nos volveremos a leer en un siguiente capítulo uaua
pd: se viene bueno...
nat x
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