━LET IT RAIN
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ASTRID CONTROLABA EL AGUA. Sí, esa era la situación.
La sed incontrolable que empezó a atacarla no era normal. Su cuerpo estaba recibiendo la nueva habilidad de la chica y el agua era la única manera de calmarla.
Quisiera o no, Astrid tuvo que someterse de igual manera a un chequeo por el doctor Banner. Pero como había pensado no había nada nuevo, solamente que su ADN estaba cambiando constantemente y no podía explicar como aún seguía con vida.
Ya había llegado a un punto en el que se encontraba prácticamente calmada con ese tema, había pasado por mucho y aún seguía viva. Incluso llegando a pensar: ¿Qué más puede pasarme?
A la mañana siguiente se levantó por su alarma para tomarse sus medicamentos y ducharse rápidamente.
La chica se quitó su pijama y se metió a la ducha para salir y vestirse con comodidad. Se preparó para encaminarse a la cafetería no sin antes ponerse su brazalete.
Sí, muy importante.
Caminó y se encontró a su hermano, el Capitán y Banner que ya estaban desayunando, los saludó amablemente y se sentó con su desayuno a acompañarles.
—Buenos días—saludó recibiendo sonrisas de vuelta
—Hola hermanita— dijo Stark besando su cabeza— ¿Estás mejor?— Astrid hizo una mueca.
—Se podría decir que sí...Quizás ya me acostumbré un poquito al hecho de que mi cuerpo esté cambiando—dijo sincera recibiendo la aprobación de sus compañeros.
—Eso es bueno— alentó el doctor—Tus exámenes no nos entregan mucha información de como es causado...Pero estamos haciendo lo mejor para entenderlo
Astrid sonrió— Lo sé y lo aprecio, gracias.
Terminaron su desayuno en conjunto de manera agradable y animada. Nadie hizo otro comentario sobre lo sucedido el día de ayer para no enfrascarse más en la situación.
Antes de irse Steve limpió sus labios con una servilleta y habló:
—Bueno, yo me retiro, pasaré a Brooklyn a buscar un par de cosas que dejé en mi departamento.
—¿Irás sólo?— le preguntó el doctor mientras bebía jugo
Steve se encogió de hombros— Eso creo, yo...
—Si quieres puedo acompañarte— la repentina y confusa petición de la joven Stark llamó la atención de todos los presentes— ¿Qué? No tengo nada más que hacer— dijo con simpleza.
Pero aún así la situación seguía incómoda.
—¿Vas a aguantar 45 minutos de viaje retenida en un auto?— se burló su hermano. De cierta manera Tony no quería dejarla nuevamente con el Capitán, pero por otra, quería que se despejara un poco.
—Eso si tomas la avenida Nostrand, son 30 minutos por el puente de Brooklyn— la chica dejó el plato sobre la mesa, tomó la chaqueta que había traído y se dirigió a la salida— ¿Vamos Capitán?
Steve frunció el ceño divertido y siguió a la castaña a la salida.
El millonario y Banner se quedaron mirando las puertas aún asimilando lo que acababan de ver.
—¿Que no se odiaban?— cuestionó Bruce a su amigo.
—Era así ¿No?
Steve y Astrid emprendieron su camino hacia la ciudad del Capitán en una de las camionetas de SHIELD, pero nuevamente la castaña fue privada de conducir ella sola.
—Tú no me has visto al volante, es eso, me tienes miedo— dijo ella intentando burlarse causando risas en su acompañante.
—Créeme, sí me asustas al volante— Astrid hizo un movimiento con su brazo en señal de victoria.
—Lo sabía, soy tan buena que asusto
Steve volvió a reír— Si Tony es un peligro para conducir, me imagino tú
— la castaña se hizo la ofendida— Es una broma.
—Sí como digas.
—Pero debo reconocer que conoces más rutas que yo, la verdad no me sabía el atajo por el puente, siempre he tomado la avenida Nostrand.
—Denada, te acabo de ahorrar 10 minutos— le contestó Stark.
La verdad que para Astrid la media hora se pasó volando, eran pocas las veces que la chica pasaba por estos lados y le agradaba mirar el paisaje. Steve por su parte le contaba algunas de las historias que había vivido allí mientras el vehículo avanzaba.
Le contó muchas cosas, incluyendo todos los callejones en donde lo golpearon alguna vez.
—En ese callejón me golpearon una vez por comprar el último boleto para el circo— decía— Acabé casi muerto— la castaña rió— En ese de ahí por intentar enlistarme con papeles falsos, también casi muero, en el que está junto a la cafetería fue por interrumpir a un idiota en el teatro y...
—Déjame adivinar— le interrumpió la chica— ¿Casi mueres, soldado?
Steve la miró y negó sonriente.
—No...Esa vez no— Astrid lo observó con atención— Bucky, mi mejor amigo, llegó a salvar mi pellejo.
La voz de Rogers sonó perdida y nostálgica y Astrid lo notó. Sus ojos se mantuvieron fijos en el camino por el que conducía sin valor de mirar a su acompañante.
Stark dudó bastante sus palabras antes de seguir.
—Se ve que eran muy unidos— dijo ella basándose en lo que había dicho el rubio y las cosas que había leído en el Smithsonian tiempo atrás— Y sé que es difícil dejar en el pasado personas y recuerdos...
—Pero ese no es el problema— la interrumpió el Capitán— No es pasado...Él está vivo...Y no me recuerda.
El ceño de la castaña se arrugó levemente, no entendía del todo la situación. Steve lo entendió y con todo el coraje que contuvo comenzó a hablar:
—¿Recuerdas a los tres elegidos?— la joven asintió— Uno de ellos era el Soldado del Invierno...Bucky— la frente de Astrid se arrugó aún más indicando la intensidad de su confusión— Cuando estuve en la guerra tenía un equipo militar, los Comandos Aulladores.
Al recordarlo Steve sonrió ampliamente reviviendo aquellos buenos tiempos. Y Astrid pudo imaginar todo lo bueno que esa sonrisa causaba.
—Bucky era uno de ellos— calló un par de segundos— Un día, tuvimos una misión muy arriesgada...Y Bucky resbaló de un tren y....Murió, no pude ayudarlo...Llegué tarde.
Astrid no sabía que decir, estaba perpleja y confundida. El rubio no la miraba, mantenía la vista firme en las calles, pero ella, ella le estaba dando toda su atención.
—Yo...Lo siento mucho...Pero— tragó saliva— Aún no comprendo...
—Pasé todo mi último tiempo en los 40' recriminándome por lo sucedido ese día...Luego ocurrió el accidente del avión, historia que ya sabes— dijo de manera más graciosa calmando el ambiente y haciendo reír a su acompañante— Y cuando desperté y volví al mundo...Descubrí que estaba vivo.
Astrid tuvo que apretar sus labios para no soltar la palabrota que estaba aguantando en su garganta. Su confusión —si antes era grande— ahora era peor.
—Cuando Barnes calló del tren no murió, fue capturado por HYDRA, le borraron su memoria y fue convertido en un súper soldado...Luego lo congelaron y lo despertaron cuando fue necesario.
Stark no sabía que decirle, quería que la tensión desapareciera y que su compañero no se torturara más con ese tema.
—Al menos no fuiste el único en un refrigerador— dijo la chica haciendo una mueca y esperando la reacción del Capitán, ya que su intención no era otra que calmar el ambiente.
Una curva apareció lentamente en la boca del Primer Vengador, la que luego se transformó en una sonrisa y una suave risa. Se volteó a ver a la castaña que aún tenía una mueca y rió de manera más audible.
—No...No lo fui.
Nadie dijo otra palabra sobre el tema, Astrid ya lo había entendido y ese había sido el objetivo.
No estuvieron más cinco minutos en la camioneta cuando llegaron a lo que era el departamento del Capitán. Stark bajó del auto observando la gran estructura y las pintorescas calles del barrio.
Miró al cielo y notó como algunas nubes empezaban a juntarse y tornarse grises; iba a llover y eso le causó confusión a la chica.
Cuando Steve bajó de la camioneta se puso junto a ella y le sonrió.
—Espérame aquí no tardaré nada ¿Sí? No te alejes mucho— pidió mientras caminaba al interior del edificio.
—¡Como ordene Capitán!— gritó ella a la distancia haciendo un saludo militar, pero aquello llamó la atención de las personas a su alrededor que probablemente lograron reconocerla, así que intentó cubrir su cara con su chaqueta y caminó lejos de ahí.
Astrid no quería ningún problema con Steve así que no se alejó mucho de allí, sólo cruzó la calle y se dirigió a un parque que había en frente. Subió el gorro que tenía su chaqueta y caminó por el lugar.
La idea de que alguien supiera que Astrid Stark estuviera allí le hacía sudar sus manos, lo que menos necesitaba ahora era que empezaran a gritar su nombre y pedir fotografías.
La historia de que había vuelto a la vida ya era sabida por algunas personas, pero Tony Stark ya se había encargado de manipular los medios y hacer que la noticia no llegara a todo el mundo por dos razones:
En primer lugar para no convertir a su hermana en un escándalo...Nuevamente.
Y segundo...No quería que la chica se enterara así que había desaparecido por más de un mes.
La joven estaba nerviosa, sentía gente observándola y una que otra que hablaba secretamente mientras la miraban.
—Oh vamos Steve...— suplicaba en susurros mientras observaba el edificio— Donde estás, donde estás....
Las gotas de lluvia no tardaron en caer sobre la ciudad y Stark maldijo para sí misma. Miró a su alrededor y todos levantaban sus paraguas para cubrirse y la única que estaba indefensa era ella.
La castaña empezaba a sentirse como una sardina en una lata, que fue lo que ella pensó en ese momento. Estaba consumida entre estar mojándose, tener las miradas de muchas personas sobre ella y que Steve no aparecía.
Odiaba que entre sus características hereditarias estuvieran los ataques de pánico como los que tenía su hermano y que su padre tuvo en su momento...Ya que estaba por tener uno.
La respiración se le entrecortaba, la vista se le nublaba y los oídos se le tapaban.
Pero sobre todo...Las miradas seguían.
Astrid no lo sabía pero sí, en efecto la gente había reconocido a la chica entre la gente.
Stark tomó fuerza y como pudo dirigió sus piernas hasta una banca donde se sentó, las gotas de agua —aunque no eran tan fuertes— habían mojado toda su ropa, pero no pudo dirigirse a algún lado para cubrirse, estaba estancada allí intentando calmar su respiración.
Asustada
Confundida
Nerviosa
Cerró sus ojos con fuerza intentando calmarse, inhalando y exhalando lo más suave que podía para lograr su estabilidad física.
De repente sintió como la lluvia dejó de caer. Suspiró y agradeció al cielo que la lluvia había terminado, y que al menos ya no se mojaría.
Tomó aire, abrió los ojos y se puso de pie para ir en busca de Rogers; no seguiría esperando allí.
Pero algo la distrajo.
Al ponerse de pie chocó con algo...Algo mojado.
Retrocedió bastantes pasos gimiendo asustada, pero seguía chocando con las mismas cosas una y otra vez y estas la hacían saltar y alejarse.
Pero era imposible.
Las gotas de lluvia no habían desaparecido
Habían quedado suspendidas en el aire.
La gente lo notó y empezó a desesperarse al igual que la chica y sus quejidos hiceron que la gente la notara aún más y ahora empezara a llamarla por su nombre.
Astrid no aguantó más e ignoró estar chocando con estúpidas gotas de agua y corrió lejos de allí para cruzar la calle, buscar a Steve y obligarlo a que la sacara de allí.
Pero no miró al cruzar la calle y no notó como una camioneta venía hacia ella mientras un potente claxon resonaba en sus oídos.
Se mantuvo estática, no podía moverse y sólo se preparó para lo peor.
Pero nada llegó a impactarla.
A lo lejos había alcanzado a oír que gritaban su nombre, pero no se había dado cuenta quien era.
Steve había salido a buscarla y al verla que casi era arrollada por una camioneta, corrió hacia ella y la abrazó para lanzarse juntos a la acera.
La chica no se quejó, no gritó ni se inmutó, estaba en shock completamente. El Capitán pudo notar el acelerado pulso de su corazón que latía fuertemente.
—Astrid...— Steve palmeaba su rostro en busca de su mirada, pero ella no levantaba la vista— Astrid...¿Qué fue eso? ¿Estás bien? Responde por favor, responde...
La chica logró salir de su transe, donde su conciencia la había reprimido.
Las voces en su cabeza habían vuelto y estas la habían atrapado, diciéndole muchas cosas que ella no podía entender.
Stark empezó a levantar su cabeza lentamente hasta que chocó con el rubio.
Steve al mirarla esperaba encontrarse con la mirada marrón acogedora de la chica.
Pero encontró otra cosa
No había marrón allí, había azul.
Y allí todo le hizo clic.
Ese incidente de la lluvia no había sido causado por algo raro en el clima
Había sido ella
Había sido Astrid
Observó la muñeca de la chica y vio que aún llevaba el brazalete puesto y eso le causó una angustia horrible, ya que eso indicaba que algo andaba mal.
Y así era.
Esa lluvia estaba mal.
Todo estaba mal.
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***
BUENAAAAAS
SE QUE ME VAN A MATAR PORQUE NO HE ACTUALIZADO COMO EN UN AÑO
sorry
perDÓN
les voy hacer honesta, no voy a andar con tonterías...
se me olvidó
¿por cómo un año natalia?
ay sI SE PERDÓN PERO YA ESTOY ACÁ AMENME XAO
además tengo que decir que escribí este capítulo con el corazón en la mano después de ver end game
:CCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCC
no voy a dar spoilers ni nada pero aún estoy triste.
una señora incluso me hizo callar en el cine OSKFKDKFLDLOFCO POR QUE NO PARABA DE GRITAR:(
bueno me retiro entera sad
nat x
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