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—Chicos...—interrumpió la salida de los mellizos—, quiero que sepan que estoy completamente feliz y orgullosa de ambos, siempre lo he estado —tomó sus manos —ustedes, son todo lo que tengo de mi Demetria —mencionar a su hija era aún duro para ella—. Y no quiero cometer el mismo error —dijo con lágrimas en los ojos—, no pude detenerla, no pude evitar que hiciera lo que hizo...no pude y eso... me carcome el alma todo los días.
—Abuela, ¿Qué quieres...?
—Pero si evitar que ustedes no hagan lo mismo...entonces, mi conciencia estará tranquila —junto las manos de ambos. Ellos se miraron extrañados por las palabras de su abuela—, no dejen que esto los separe, a veces, el mal une pero también...destruye lo que más amamos. Suerte mis niños —les sonrió para finalmente salir.
Los mellizos se quedaron unos minutos en silencio, tratando de entender las palabras de su abuela. Angeline miraba el suelo y Alarick se daba ánimos para romper el hielo.
—Angeline, quiero decir...
—No debemos retrasarnos... —se soltó bruscamente de su agarre, sin permitirle pronunciar nada más.
Iba ser difícil ganarse el perdón de su hermana.
Mientras en su habitación, Angeline se estaba preparando mentalmente para lo que se avecinaba. Esto podría ser el fin o el principio de un caos, se colocó su chaqueta de mezclilla negra y se miró en el espejo. El verde de su blusa que rompía con los colores oscuros de su ropa le recordaba a su amado Syltherin. Alguien más que le demostró que es valiente, que es fuerte y sobre todo, determinado. Draco se sacrificó mucho para estar con ella y salvarla de todo, incluso dejar a su familia con el mismo Voldemort, y ahora él había regresado. Se sentía vacía sin su príncipe pero no había tiempo para pensar en eso, tomó su varita, la miró y recordó lo sucedido en Olivanders hace años.
—Son varitas gemelas ¿No era obvio?
Una sonrisa nostálgica decoró su rostro. Tal vez el perdón y una reconciliación realmente necesaria con su hermano, podría llegar antes de todo.
—Angeline —la voz de Samantha la sacó de sus pensamientos–. Es hora.
Asintió, guardó su varita en el bolsillo de su pantalón, no había vuelta atrás...iban camino a una batalla.
Angeline
Aparecimos los 5 en Hogsmeade. Todo estaba solitario y cubierto por la noche, más la nieve blanca.
—Vaya, recordaba este lugar menos sombrío —comentó Laionel—.Bueno, andando —lo regrese tomándolo de la chaqueta y ocultándonos en un callejón. Había escuchado voces de mortifagos resguardando.
Alarick se asomo con cuidado y regresó a vernos.
—Son tres...uno de ellos es Nott-—se dirigió a mi.
—¿Y ahora? ¿Cuál es el plan? —pregunto Dagna, algo incómoda por el estrecho espacio.
—Ammm...no sé —me encogí de hombros.
—¿Qué? —susurro Samantha—.¿Cómo que no....?
—Oye, la mente aquí es Alarick, no me mires —me excusé y de reojo vi a mi hermano sonreír levemente.
—Alarick usa tu perfecta cabellera y piensa — insistió Laionel.
—Bueno no estamos tan lejos de Honeydukes. Podemos...
—¡INTRUSOS!
—Tenías que ser rubio —torció los ojos Laionel.
— ¡Expulso! —ataque a un mortifago—,ahora si, después de ustedes.
Todos empezaron a correr saliendo a pasos torpes del estrecho callejón. Dagna lanzaba hechizos a 4 mortifagos que se unieron, a la derecha Sam igual contraatacaba mientras que Alarick y yo protegíamos a Laionel llevándolo en medio de nosotros.
—¡Desmaius! —grito Sam dando contra otro—, debemos llegar ¡Ya!
—Descuida, doblamos aquí a la derecha. —dijo Alarick desviando el hechizo de un mortifago.
Laionel solo se cubría la cabeza temiendo que un hechizo rebotara contra él, cosa que no permitiremos. Llegamos a Honeydukes, había dos mortifagos rodando, lance un expulsó y salieron disparados dejándonos la entrada libre.
—¡Edevane! —nos detuvimos en seco, Nott era quien gritaba. Alarick desvió el ataque—. ¡Malditos bastardos!
—Llevalos a dentro ¡anda! —no me movía no quería dejarlo con él, más mortifagos se estaban acercando—. ¡AHORA!
No tuve de otra que asentir, el primero en entrar fue Laionel, Dagna y luego Sam que también miraba a mi hermano no muy convencida e igualmente, siguió a nuestros amigos, luego de que ella entró me pare junto a mi hermano para empezar a luchar a su lado.
—¿Qué crees que haces? ¡llevalos al castillo! —Alarick gritaba entre tanto alboroto.
Nott se reía mientras se acercaba más y más a nosotros. Los malditos mortifagos salían de todos lados como ratas de alcantarilla.
—¡No pienso dejarte! —respondí.
—¡Veteee! –—insistió una vez más. Pero hice oídos sordos—. ¡QUE TE VAYAS!
Me arrojó dentro de Honeydukes, cayendo al suelo con fuerza. Solo miraba los destellos de todos los hechizos chocar, no podía dejarlo, me paré tomando mi varita de nuevo, dispuesta a salir.
—Angeline ¡vamonos! —Sam gritó.
Con el dolor en mi corazón me di la vuelta dejando a mi hermano a su suerte contra esos mortifagos.
Un mortifago rondaba por el tercer piso. Caminando de un lado a otro silbando, cuando pasó de lado de la bruja tuerta se detuvo, juraría haber visto a un estudiante esconderse detrás de la estatua antes de poder regresar a ver. Un golpe en su cabeza lo dejó noqueado en el suelo.
—Sí, ser squib tiene sus ventajas —dijo Laionel dejando a un lado el pedazo de madera vieja con el que lo había golpeado.
—¿Qué sigue? —preguntó Dagna con la varita en alto para estar lista ante cualquier movimiento.
—Lamento la tardanza pero...esos mortifagos si que daban batalla —Alarick salió detrás de la estatua, Sam sonrió y de pronto los brazos de su hermana lo tenían rodeado por el cuello, él se sorprendió tanto que tardó un poco en responder el abrazo.
Los otros tres se miraron contentos por ver que su amigo solo tenía su perfecta cabellera despeinada. Sam no pudo evitar sonreír al ver a los mellizos abrazados.
—Eres un idiota, un torpe, un, un....—decía Angeline con lágrimas en sus ojos golpeando ligeramente el pecho de su hermano.
—¿Estúpido? ¿Cobarde? ¿Torpe? Vamos, se que puedes decir más —sonrió, su hermana le devolvió el gesto y volvieron abrazarse—, jamás te voy a dejar ¿lo olvidas?
No había que decir nada, no había una disculpa pendiente o una charla. Simplemente ellos habían vuelto a ser uno.
—No quiero interrumpir la maravillosa reconciliación familiar pero...les recuerdo que puede suceder una masacre —anunció Laionel agitando sus brazos exageradamente en el aire.
—Es verdad, chicos, ustedes guien —dijo Samantha.
Los mellizos observaron los pasillos, mientras caminaban, Samantha iba atrás resguardándolos. A pesar de que todos seguían exactamente igual a como recordaban, el ambiente no se sentía como antes, los recuadros estaban intactos y algunos hasta vacíos. Todo estaba sombrio...
—¿Y Bien? —interrumpió sus vagos recuerdos, la híbrida.
—No lo sé...¿Alarick? —preguntó su hermana esperando a que él diera una respuesta.
Unas pisadas fuertes y firmes llamaron su atención. Alarick se asomó por los arcos que daban vista al patio de Hogwarts, ahí, marchaban grupos de estudiantes.
—Que carajo...—exclamó Sam observando a todos esos jóvenes cabizbajos.
—¿Es una escuela de magia o militar? – preguntó Laionel con su típica ocurrencia en momentos serios.
—¿A dónde crees que se dirigen? —preguntó Angeline mirando a su mellizo.
—No lo sé, pero es hora de averiguarlo —respondió Alarick.
Alarick
Aun me era irreal poder creer que estaba caminando por los pasillos del castillo. De vez en cuando nos escondemos detrás de los muros al ver mortifagos escoltando a los estudiantes, nos detuvimos un momento al ver que una fila larga de alumnos pasaba. Cuando de repente el marchar se alejó, Angeline fue la primera en salir, error, pues dos de los Weasley la tomaron por los brazos, George y Percy. Y detrás de ella, otro de estos interminables pelirrojos que tenía su varita.
—¡Déjenme! —ella forcejea. Percy acercó su varita al cuello de mi hermana y ella le saco la lengua.
—¡Dejenla! ¡Ahora!—apunté con mi varita. Dagna y Sam hicieron lo mismo pero igualmente fueron atrapadas por otros.
Kingsley detenía a Dagna, Tonks a Sam y Laionel estaba arrinconado por la mirada de Remus, quien sonrió al ver al asustadizo squib.
—Lo que uno puede encontrarse en los pasillos ¿verdad,señor Edevane? —Me miró fulminante el ex profesor—, aunque veo que ahora tiene cierta desventaja —observó mi mi bastón.
—Dejen a mi hermana —continúe amenazando.
—¡No entienden idiotas! Estamos de su lado —gritó Angeline—. George por favor...
—Cierra la boca, Edevane...eres una traidora —respondió tajante Weasley.
—¡No, estamos aquí, estamos de lado de Potter! —ella insistió
—Será mejor que cierres la boca Edevane y bajes la varita —Lupin me apuntaba directo a la frente, y con una mano sostenía a Laionel por la chaqueta sin problema alguno.
—Entraron aquí con ayuda de los suyos ¡traidores! —escupió Tonks
—¡Carajo! ¡Que no! —me enfurecía. Estábamos perdiendo tiempo en esto.
—Los escuche por acá ellos...—Fred Weasley apareció junto a sus padres, y también Longbottom y Lovegood—. ¡Angeline!
—¡Fred! —dijo mi hermana con cierta ilusión pero George la tomó con más fuerza.
—¿Qué creen que hacen aquí? —nos miró a cada uno el señor Weasley—. Creo, Remus, que sería un honor entregar a los bastardos de Edevane con los dementores —dibujó una sonrisa petulante mientras cruzaba sus brazos frente a su pecho y nos miraba con desprecio a mi hermana y a mi.
—Te daré el mérito, Arthur. Yo me encargaré de sus acompañantes —respondió Lupin.
Arthur me tomó la camisa y me arrastró, los otros dos que tenían Angeline hicieron lo mismo. Sam intentaba liberarse pero Tonks la amenazaba, Dagna tampoco podía hacer nada y Laionel, bueno, era una ventaja que no se hubiera orinado en los pantalones.
—Fred, tienes que creernos, no venimos hacerles daño, Neville... Luna...¡Por favor! —suplicó Angeline.
—¡ALTO! —todos nos detuvimos, regresando a ver a Granger quien venía—.Dejenlos. ¡Dicen la verdad! —miró a mi hermana—, están con nosotros. Déjenlos ¡Ahora!
Percy y George soltaron a Angeline, ella de mala gana le arrebató su varita que Bill sostenía. Me safe del señor Weasley dándole una mirada fulminante, y nuestros amigos se acercaron. Angeline no dudó en correr abrazar a Hermione, sabía que se sentía aliviada al verla a salvo.
—Alguien podría explicar todo esto —ordenó Remus.
—Están de nuestro lado, es todo lo que hay que explicar —respondió Granger—,siempre lo estuvieron.
—No quiero interrumpir, pero si eso es verdad o no. Les pido que vayamos ahora mismo a apoyar a Potter antes de que Snape lo entregue al señor tenebroso —hablo Kingsley
—Tiene razón. Se salvaron de esta Edevane, pero, si veo que es mentira lo que dicen yo mismo los matare —nos amenazó Remus. Pero igualmente se fue con los mayores.
—¡Neville! ¡Luna! —Angeline abrazo a sus amigos—,yo...no...no se como...
—Descuida Angeline, sé que estás diciendo la verdad. —sonrió Longbottom—, los amigos siempre ayudan a sus amigos, aunque bueno..tu sabes...los abandonan y les mientan y...
—Ya entendí —contestó Angeline riendo un poco, sin embargo al ver a sus dos amigas, pude notar como una gran ola de culpa y tristeza la golpeaba con fuerza—. Se que sufrieron, lo vi, y no saben cuanto lo siento.
—Descuida Angeline —contesto Lovegood tomando su mano—. Draco nos ayudo...
La quijada de mi hermana casi cae al suelo al escuchar eso.
—Odio admitirlo, pero si, le debemos mucho —siguió Granger encogiéndose de hombros.
—Es verdad...evitó que su tía me lanzara un avada kedavra contra mi —dijo Lovegood—. Es muy valiente.
Angeline
Toda la orden del fénix y el ejercito de Dumbledore caminábamos hacía el gran salón donde Snape tenía a los estudiantes y profesores. Algunos de los miembros nos miraban con desconfianza, no era para menos, claro había excepción de mis amigos que afortunadamente aun podía llamar así. Iba a la par de mi hermano, y a mi otro lado...iba Fred, sin dirigirme mirada alguna.
—¿Así que ese es tu color natural? —pregunto Laionel mirando de reojo al mayor de los hermanos Weasley. Bill frunció el ceño—. Soy Laionel, un placer conocerte...guapo. ¿Cuál es tu nombre?
Bill apenas iba abrir la boca para decir algo, estaba desconcertado por la manera de hablar y la forma en que se expresaba mi reciente amigo.
—Es Bill Weasley y yo, soy su esposa Fleur —contesto y tomo de forma casi territorial el brazo de su ahora esposo.
Ahogue una risa al ver la escena de absurda de celos de la francesa pero de ahi ya no pude ver más, sentí como me jalaban del brazo escondiéndonos detrás de una pared. Me sonroje al ver la poca distancia que había entre Fred y yo, me tenía acorralada entre sus brazos sin que pudiera mover un musculo.
—F-Fred...
—Lo siento...—susurro muy cerca de mi, sintiendo como sus labios casi rozaban con los míos.
—¿Qué? ¿Por qué lo dices? —trate de mantenerme serena. Esto era muy incomodo.
—Por desconfiar de ti —soltó mirándome a los ojos—. Solo que...todo eso que paso en la boda me desconcertó.
—Tienes razón al odiarme.
—No te odio, nunca lo hice. Y no podría hacerlo, eres mi aguilita favorita ¿acaso lo olvidaste? —note su hermosa sonrisa, la extrañaba para ser sincera.
—Nunca, y Fred, si llegaste a hacerlo, odiarme...no te culparía, te di méritos para que lo hicieras, pero créeme, jamás pensé en lastimarlos ¡Jamás! Son mis amigos....
Lo que sucedió me tomo de sorpresa, no supe como responder. Fred, mi querido Fred Weasley me atrapo en sus labios. No tuve reacción alguna, no supe ni que sentí simplemente, el siguió el beso. Al separarse lo vi aun conservando su sonrisa con un aire victorioso, mientras yo estaba perpleja de lo que sucedió.
—Solo fue para que te quedara claro que no te odio —me guiño el ojo.
Regresamos con los demás ya esperando frente a las enormes puertas, trate de parecer lo más normal posible pero seguía sin creer que Fred me hubiera besado.
—¿Estas bien? —me pregunto Alarick por lo bajo. Yo asentí todavía con mis mejillas ardiendo.
Las puertas se abrieron dándonos entrada, Snape estaba parado frente a Potter completamente estupefacto clavando su mirada especialmente en mi hermano y en mi.
-—Qué agallas de tomar su lugar! —reprocho Harry al ahora director—. ¡Dígales lo que paso! ¡Dígales como lo miro a los ojos al hombre que confió en usted y lo mato! ¡Dígales!
Snape saco su varita pero Mcgonagall se interpuso entre ambos. Un movimiento que no esperaba. Alarick y yo nos acercamos un poco más, igualmente dispuestos a atacar a quien sea con tal...de hacer ahora lo correcto. Mcgonagall lanzo el primer ataque, Snape retrocedía sin poder ante la gran profesora.
Los Carrow estaban detrás de el, ni siquiera lo notamos. Por uerte mi hermano y yo atacamos a los hermanos, dejándolos en el suelo y desarmándolos. Snape no pudo más, salió del gran salón por la ventana.
—¡COBARDE! —gritó McGongall mientras el huía.
Los alumnos empezaron a festejar y las luces del salón se encendían festejando la pequeña victoria. Que no duro por mucho, Potter cayo al suelo y el ambiente se volvió turbio, todos nos mirábamos entre si esperando a ver que sucedía. Un grito de una estudiante de primer año nos hizo buscar entre todos, estaba en un rincón cubriendo sus oídos, luego siguió otro, varios alumnos estaban gritando tratando de callar las voces que solo ellos podían escuchar, luego Alarick y yo...
Voldemort nos hablaba, estaba pidiendo que entregáramos a Potter haciendo la falsa promesa de que todo estaría mejor y nada nos pasaría. Cuando las voces cesaron, Alarick me tomo de la mano.
—¿¡Qué están esperando!? —era la maldita voz de la araña Parkinson—. ¡Que alguien lo atrape! – señalaba a Potter, estaba dispuesta a romperle la cara en ese instante pero mi hermano me detuvo.
Ginny se paro delante de Harry, le siguió Hermione, Ron...Cho...Alarick y yo nos miramos e hicimos lo mismo, recibiendo las miradas amenazantes de algunos Slytherins.
—Traidores —nos dijo Parkinson.
Harry estaba rodeado de todos nosotros, los que juraríamos protegerlo y ayudarlo.
—¡Estudiantes fuera de la cama! ¡Estudiantes fuera de la cama! ¡Hay estudiantes en el corredor! – entro corriendo Filch con la señora Norris en sus brazos.
—¡Tienen permiso de estar fuera de la cama, idiota! —defendió McGongall—.Pero a decir verdad su llegada es oportuna señor Filch —la profesora camino hasta el—, quiero que escolte a la señorita Parkinson y al resto de Slytherin fuera de aquí
—¿A dónde exactamente profesora?—
-¡Al calabozo!
Los demás festejaron, incluyéndome. Filch empezó a sacar a los Slytherin y antes de que Parkinson se fuera, le meti el pie haciéndola tropezar, provocando las risas de varios estudiantes. Ella me miro fulminante y le saque la lengua. Después de que Harry hablo con McGonagall nos acercamos a el.
—Lo sentimos —habló Alarick por ambos.
—Descuiden, es bueno saber que siguen siendo nuestros amigos —estrecho la mano con Alarick y me dio un corto pero amigable abrazo.
—¡Largo! Déjanos cuidarte el trasero — dije y Harry se rió por lo bajo ante mi comentario.
—Debemos separarnos —lo que dijo mi hermano me tomo por sorpresa—. Solo así podremos ganar tiempo. Pronto esto estará repleto de miles de mortifagos.
—Pero Alarick no...yo...no, no —negué rotundamente—, no pienso abandonarte, no puedo hacerlo sola.
—Si puedes.
—No.
—¡Angeline! —me tomo por los hombros—. ¡Puedes hacerlo! ¿Entiendes? Luchaste en el departamento de misterios, defendiste a la abuela y a Sam, puedes hacerlo sin mi. Además, no puedo cuidar siempre de que arruinen tu bonita cara.
—Idiota...solo...—lo abrace con todas mis fuerzas, la idea de separarme de el en medio de esto me aterraba y se que a el también—. Ten mucho cuidado.
—Lo tendré ¿si? —asentí—. ¡Hagámoslo!
¡He vuelto! igual que voldy xd
lamento muchisimo tantos meses sin actualizar, pero no se si sepan, pero empecé a escribir una historia con una amiga, fuera del tema de Harry Potter. Lo cual me hizo descuidar esta historia, en serio muchas gracias para todas aquellas personitas que me escribían preguntándome si continuaría la historia o diciéndome que es de sus favoritas. Eso me motivo a no eliminarla, porque sí, lo llegué a pensar...
Cosa que por supuesto no hice y no haré, y sí esta historia ya ha cumplido 3 años en esta plataforma y me sorprende todo el amor que sigue teniendo, en serio muchas, muchas gracias. Me hacen muy feliz. "Tú me haces valiente" continuara en edición, corrigiendo algunas o quizás muchisimas cosas. Pero en fin..., aprovecharé para decirles que pueden ir a visitar mi otro perfil @brujasmaximoff en donde cada viernes hay actualización de la historia que les he comentado, por si les interesan los temas sobre brujas, vampiros y misterio 7u7 les prometo que les va encantar.
Y bien, ahora si, me he comprometido a este fin de semana subir otros dos capítulos de esta historia, pues ya estamos a nada de terminar de subir todos *aplausos*
Nos leemos pronto.
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