::17::
~Angeline ~
Tantas cosas en mi cabeza no me dejaban pensar con claridad y mucho menos, disfrutar este año ¿Pero que puedo disfrutar? No hay noche en que duerma tranquila. Empiezo a entender lo que vivió Alarick el año pasado.
Mi cabeza es una avalancha. Y yo apenas y siento que vivo. El tiempo pasa volando, tan pronto la nieve cubría el castillo y sus alrededores, dando la próxima bienvenida a las festevidades. La primer navidad sin alegría.
— Lamentó tanto lo que le sucedió a Salazar, Luna me conto. Se cuanto lo adorabas. — se lamento Neville.
—Descuida, era un gato viejo y...creó que me recuperare. —contesté con una sonrisa frívola, causando intriga en mi amigo por mi forma tan seca de contestar.
Le había contado a Luna que mi gato Salazar había fallecido durante las vacaciones, no le di tantas vueltas, solo que ya era un gato viejo y cansado. Luna se sintió mal por mi y la verdad yo también...ame y cuide de un ser que en realidad era la persona que más odiaba en estos momentos. Odiaba a Ares, tanto odio me estaba cambiando y mis amigos se percataban de esto, ya no convivía, ni aceptaba salidas a menos que fuera con Alarick, no puedo manejar esto como el lo hace,tan normal...
Era estresante no encontrar más excusas para estar lejos de ellos, pasaba la mayor parte con Draco, soportando sus malos comentarios y groserías con tal de mantenerme lejos. Entiendo su cansancio, yo tampoco imaginé que terminaría metida en esto.
Desearía volver el tiempo o quizás avanzar. Hasta que todo haya acabado, y pueda por fín estar sin preocupaciones.
Imaginaba mi estadía en Hogwarts rodeada de amigos, verdaderos amigos. Y ahora yo soy una farsa con el tiempo contado. Cuando todo acabe, terminarán odiandome.
—Angeline ¡Angeline!
Muy tarde escuché a Neville, iba tan sumida en mis pensamientos que no vi en que dirección caminaba, fui directo a golpearme el rostro con un pilar del colegio. Me golpee tan fuerte en mi pómulo derecho, que las punzadas se expandieron hasta mi cabeza, causandome una ligera jaqueca.
Neville se acercó preocupado, otros compañeros se reían ante mi torpe momento.
— En serio estás distraída. ¿Estas bien? ¿Quieres ir a la enfermería? — examinó mi moreton. — Uhhh,se inflamara si no lo atiendes.
— Estaré bien, Neville. Tengo que ir a ver Alarick. — respondí mientras me alejaba, el golpe me aturdio bastante. Pero hoy teníamos cosas que hacer.
No tarde mucho en encontrarme con mi hermano, tampoco demoró en preguntarme que me sucedió. Aunque ya se escuchaba gracioso.
— Te dejó sola unos segundos y sales herida. ¿Ves como necesitas de mi? — Exclamó con egocéntrico, mientras caminabamos entre la nieve.
— Alarick, fue solo una distracción. Solo esperó no deje marca ¿Sabes cuantas veces me detuvieron para preguntarme que me había pasado?
— Bueno, al menos queda con tu nueva imagen de niña rebelde. — escondió sus manos en el bolsillo de su abrigo.
—¿Qué? — me detuve a mitad de caminó, sintiendo el frío que rozaba nuestros rostros. — ¿de qué hablas?
—Sólo era un chiste, Angeline. —suspiró emanando vapor por su boca, al ver que no me había convencido su respuesta. — Se que haces tu mayor esfuerzo, pero se nota un gran cambió en ti y no solo en apariencia. — acarició mi rubio cabello. — te he visto algo apartada, antes no te importaba quien era tu amigo o no, te portabas amable con todos y ahora, casi nadie se te quiere acercar...
—Lo sé...es complicado, Alarick. A veces creó que voy explotar con todo este estrés — retomamos el paso. Miré el blanco paisaje a nuestro alrededor. Los locales estaban cubiertos por finas capas de manto blanco, y varios alumnos jugaban con la nieve, haciendo escucharse por medio de sus risas. Me llene de recuerdos de nuestra niñez y las hermosas navidades que pasabamos. — ¿Sabes? Recuerdo nuestras peleas se nieve.
— Sí...— contestó melancólico.
— Extrañó eso...sentirme feliz. Ver a esos chicos jugar me hace sentir en paz, como si yo estuviese reviviendo nuestros mejores momentos. — suspiré — Me doy cuenta que en situaciones difíciles es cuando más apreciamos nuestros pequeños momentos de felicidad...¿No lo crees? — me di cuenta que ya no estaba a mi lado. — ¿Alarick?
Me di vuelta esperando encontrarlo. Pero no salía por ningún lado. De la nada un fuerte golpe me llegó por la espalda, después otro y otro, varias bolas de nieve me llenaban la ropa, me di la vuelta y ahora me impactaban de frente, mientras hacía el esfuerzo por cubrir mi rostro con ambas manos, caí al suelo de espaldas hacía la fría nieve y escuche la risa de mi hermano.
—¿Sabes que otra cosa recuerdo ? — apareció Alarick delante mío con una bola de nieve en su mano derecha. — Que eras una chillona cada vez que yo te ganaba.
—Pues ya no soy una niña— me levante con un puñado de nieve, empezando a darle forma. —.Te demostrare que ya soy mejor que...—.Alarick me callo con otro repentino ataque.
—.Sigues siendo muy lenta —se hecho a correr luego de arrojarme otra bola de nieve.
Y de nueva cuenta estaba teniendo 7 años. Era una guerra de risas y diversión, Alarick trataba de ocultarse de mi pero yo lo impacte dos veces, arrojando una en la espalda y otra en la cara, causándome una tremenda carcajada de esta última.
Volví a sentir el dolor de mejillas de tanto reir y no parar, mis ojos estaban llorosos al no poder contener ni una sola carcajada. Lo que más disfruté es ver a mi hermano reír, me hacía mucha falta un momento así, un momento para nosotros dos.
Caímos rendidos en la nieve. Llenando aún más nuestra ropa y cabello de ligeros copos blancos.
—Suficiente—.dijo tratando de retomar sus fuerzas, sosteniendo su abdomen.
—¿Quién es el perdedor ahor..
—¿Quién es el perdedor ahor...? — de nueva cuenta me trague mis palabras y algo de la nieve blanca.
Nuestra risa se fue volviendo una y poco a poco se fue calmando cuando cierta persona pasaba cerca de nosotros. Entendí que para el este era un acto tan infantil para una situación como en la que nos encontramos.
Malfoy me miro un par de segundos y a mi hermano lo ignoro por completo, Alarick y yo nos levantamos del suelo y después de ver a Malfoy perderse en el blanco camino decidimos continuar con el nuestro, llegando ya a las tres escobas, encontrandonos con Harry y los demás y amablemente nos saludaron e invitarón a sentarnos.
—Hola Chicos. — saludó Hermione dándole un sorbo a su cerveza.
Me senté a un extremo de la mesa justo en medio de Ron y Hermione y Alarick en el otro, quedando a lado de Harry.
—Ron ¿Qué no es Ginny con Dean? — observé la mesa del fondo donde la pelirroja hablaba amistosamente con el moreno.
—¡Cierra la boca Edevane! — respondió agresivo.
—Angeline ¿Qué te paso? — preguntó Hermione preocupada tocando con suavidad mi pómulo inflamado y quitando después algo de nieve de mi cabello. — ¿Por qué estas cubierta de nieve?
—Es porque es una mal perdedora. — agregó burlón Alarick. Mi hermano quitó mi gorro y sacudió mi cabello con cuidado de no llenar la mesa de nieve y volviendo a colocarme mi gorro, estirandolo tanto que cubría mi rostro. — mucho mejor.
—Veo que se llevan mucho mejor. — dijo Harry con una sonrisa.
—Sí, no es por nada. Pero antes parecieran odiarse un poco. — agregó Ron.
—Pues ya saben lo que dicen. — reacomode mi cabello. — En tiempos oscuros solo el cariño nos mantiene unidos.
—¡HARRY! — llegó muy sonriente el profesor Horace sosteniendo una cerveza, empezando a tener una plática rápida y entusiasta con Harry. — ...Antes solía hacer una cena para algunos estudiantes selectos ¿te gustaría asistir?
—Claro profesor. — respondió Harry.
—¡Magnifico! Serán bienvenidos Granger, señor Edevane.
—Sera un placer. — respondió mi hermano.
—¡Esplendido! Esperen a mi lechuza. ¡Edevane! — me miro sonriente, y luego miro a Ron más serio. — Que gusto verte Walby.
—¿Eres selecto? Eso si significa el fin de los tiempos.
—Graciosa . — bebió un poco de su cerveza y repentinamente la dejo en la mesa limpiándose los labios. Me di cuenta que estaba viendo a alguien.— Ya vuelvo...
~Alarick ~
Malfoy entró a las tres escobas, me miró tan serio como de costumbre. Asentí ligeramente, levantandome sin dar muchas explicaciones a los demás. Ni siquiera a mi hermana, camine hasta seguirlo a una de las habitaciones de la planta alta.
—¿Terminaron de jugar? — pregunto con su típico tono frívolo.
—¿Tienes algo que decir? — agregué.
Malfoy le restó importancia, llegamos hasta la habitación donde se encontraba Madame Rosmerta, la mujer actuaba de forma ansiosa y su aspecto ya no era para nada agradable, su cabello estaba despeinado, su maquillaje corrido y su ropa sucia. Al vernos corrio inmediatamente a un rincón de la habitación, mientras ambos sacabamos nuestras varitas y apuntabamos en dirección a Madame.
—¿Dónde esta? — pregunto Malfoy severamente.
—Se-se lo entregue...no hace mucho. — respondió Madame con tartamudeo y una temblorina incontrolable.
—¿Se lo entregara? — interrogue caminando alrededor de la habitación sin bajar la mirada ni la guardia hacía ella.
—Esperemos sea así, o si no, la siguiente maldición que usaremos en ti será un Avada Kedavra —amenazó, guardando la varita en la bolsa de su saco.Madame asintió un par de veces observando vagamente al suelo. — Vigila que se lo entregue a Dumbledore. — me ordenó mirando con arrogancia a Madame.
—¿Y qué hacemos con ella? — la señale, estaba en un rincón agachada abrazando sus rodillas y balanceandose de atrás hacía delante, no podía dejar de temblar. Empezaba a sentir lastima.
—No dirá nada, sabe lo que le conviene. — contestó para finalmente salir.
Guarde también mi varita dispuesto para salir. Sin embargo la culpa que sentía por las tortutas que le impartamos a la indefensa mujer, me estaban pesando. Traté de acercarme y ella, como un animalito maltratado retrocedió. ¿Esto soy ahora? Si antes las personas se apartaban de mi, ahora tenían una buena razón para hacerlo.
Baje,temiendo que los demás nos hubiesen visto o escuchadon, por suerte cuando volví no estaban más que mi hermana, que esperó por mi y posteriormente salimos para volver al colegio.
Empezaba a nevar. Angeline miraba con ilusión al cielo, abriendo la boca intentando atrapar un copo de nieve.
— ¿Abusaste de la cerveza?
Angeline solo me miró con una gran sonrisa, confirmando mi pregunta.
Al frente caminaban Potter, Weasley y Granger, esta actuaba igual que mi hermana. De la nada un gritó nos helo aún más la sangre y nos puso alerta a más de uno. Angeline se acercó a mi, aferrandose a la manga de mi abrigo. Presenciando un acto inimaginable al ver como una chica se arrastraba de forma frenética por el suelo para después de un golpe elevarse por los aires a una gran altura con sus brazos completamente extendidos y su cabello alborotado por la brisa.
—Es Katie Bell...— Angeline corrió acercandose, la seguí viendo todo más de cerca.
Katie tenía la mirada perdida y daba un grito estremecedor. Estando así por varios minutos, quizás. Y finalmente cayo al suelo.
Angeline iba ir ayudarla pero yo la detuve encontrandome con su semblante asustada y confundida. Hagrid apareció, alejandonos de la escena y tomando a Katie en sus brazos, llevándola de regresó al castillo.
Potter se acercó a un extraño paquete que yacía cerca de donde estuvo Bell unos instantes. Era un collar precioso, que nadie se atrevió a tocar.
Después de este acontecimiento nos mandaron llamar al despachó de Profesora McGonagall. Los 5 estábamos parados frente a ella mientras interrogaba a la amiga de Bell. Al poco rato esta se retiro y la profesora se paro delante de nosotros con el semblante serio.
—¿Por qué siempre que pasa algo tienen que estar ustedes tres? — expresó la profesora.
—Créame profesora. Me he hecho esa pregunta por 6 años. — respondió Weasley.
—¿Y ahora se les unen Edevane? — nos miró y al instante apareció Snape quién nos miro furioso.
Snape se acercó a collar, sosteniendolo por medió de su varita, analizandolo perfectamente.
—¡La hechizaron! — exclamo Potter y los profesores lo miraron. — Fue Malfoy.
— Esa es una acusación muy fuerte. — especuló McGonagall.
— ¿tienes pruebas?. — interrogó Snape. — ¿O sólo lo sabe? Potter, nuevamente nos asombra con su don, dones que cualquier mortal desearía poseer. Debe ser maravilloso ser el elegido. — se acerco hasta el retandolo. Luego nos regresó una mirada a mi hermana y a mi. — Ahora ¿también ustedes Edevane? Que tristeza que manchen tal apellido teniendo amistades con Potter.
Tras ponerse tensa la situación. Mcgonagall nos mandó a los dormitorios, separandonos del restó, y ya sabía lo que continuaría, Angeline se alejó más que furiosa conmigo.
~Angeline ~
Todo vuelve a transcurrir con normalidad. Si es qué se puede decir de esa forma.
Intentó adaptarme a esta dura etapa. De verdad hago un gran esfuerzo para no estropear nada, no más de lo que hemos fallado.
Era una tarde de estudió con Cho y Luna en la biblioteca, estábamos investigando para un pergamino de la clase de Historia de la magia en donde hablaríamos de los gigantes.
— Yo ya termine. — estire mis brazos y relaje un poco mi cuerpo luego de largas horas sentada. — ¿necesitas ayuda?
—Gracias Angeline pero no te preocupes. También estoy por terminar. — contestó Cho — ¿Y tu Luna?
Ambas volteamos a ver a Luna al extremo de la mesa, estaba demasiado concentrada leyendo un libro de pasta gruesa en un color azul casi gris.
— ¿Luna?
— Hola ¿qué tal?— nos miro por arriba del libro con esa característica sonrisa.
— Tu pergamino Luna ¿lo terminaste o necesitas ayuda? — pregunto Cho.
— Oh, bueno. Había empezado a leer la historia de esos gigantes y las guerras pero era demasiado...feo. Así que encontré este libro.
— ¡Historia de las Velas! Criaturas hermosas y celestiales. — Leí el titulo del libro. — ¡LUNA! — todos alrededor me callaron con un "shhh" — ¿por qué estas leyendo eso? La tarea es para mañana a primera hora. — dije a regañadientes.
— Bueno, me pareció interesante la similitud que tienen contigo.
— ¿Que? — pregunto entre risillas Cho.
— Aquí dice que las veelas son mujeres de belleza extraordinaria, así como tu. — me miro unos instantes y volvió a continuar la lectura, guiandose con su delgado dedo — Además que su encanto atrae con locura a todos los hombres y...
— Luna estas diciendo cosas más locas que de costumbre.
— Espera Angeline déjala terminar. — me interrumpió Cho, mostrandose interesada en el tema. — continúa por favor.
— Y esto — señalo con su dedo índice un párrafo. — "Los veela cuando escogen a un compañero y llegan a consumar su amor. Han escogido a esa persona por el resto de sus días."
— Luna no deberías creer todo lo que te dicen ahí. — me mostré algo indiferente al tema. Talle un poco mis ojos al mismo tiempo que bostezaba.
— Te mirás exhausta. Anoche tampoco lograste dormir ¿Verdad? — Cho me miro preocupada. — Ve a descansar. Yo me quedaré con Luna a terminar el trabajo.
— Sí, creo que eso haré. — comencé a guardar mis cosas en el bolso.
— Por cierto Angeline. Puedo arreglar tu moreton, ya viendolo bien, es horrible.
— No gracias Luna, Harry me conto lo que paso con su nariz. Nos vemos en un rato.
Esperaba llegar a nuestra habitación y descansar un poco. Me he quedado dormida en varias clases, y tuve suerte de no hacerlo ahora. Esto me esta matando lentamente.
— ¡Angeline! — escuché a mi hermano a mis espaldas, tratando de acercarse. Más no me iba a detener. — Angeline, por favor. ¿Quieres escucharme un segundo?
— Alarick, te amo. Pero en estos momentos desearía golpear tu perfecta cabeza contra la pared. Por favor, no molestes. — respondí sin voltear a verlo.
— Se que estas molesta pero no es para tanto...
— Ese collar debí entregarselo yo a Dumbledore ¡Lo sabías! —expresé mi molestia. Me gire para verlo— Ese era el plan desde el principio. Malfoy manipularía a Rosmerta con tu ayuda y yo...
— Los planes cambiaron un poco. Deberías agradecer, podrías haber sido tu quien casi muere. — contesto a la defensiva.
— Alarick, no es momento para jugar con estas cosas. Todos tenenos una misión aquí, enfocate en las tuyas y déjame cumplir las mías.
— Entiendo tu malestar, Angeline. Es solo que...no tienes idea la culpa que cargo luego de hacer eso, luego de torturar a Madame y ver a Katie Bell así, dime... ¿Podrías con eso? — guardé un largo silencio. — solo quiere...quiero protegerte.
— No podemos protegernos de ninguna manera, Alarick. Ya no hay salida. O vivimos y cumplimos o...fallamos y nos matan.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro