🦋Capítulo 12-Confesiones🦋
Me despierta el sonido de la alarma y lo primero que veo es al hermoso hombre dormido a mi lado. La apago rápido para admirar su belleza que es iluminada por los primeros rayos de sol, estoy en silencio, pero puedo escuchar música casi mágica a nuestro alrededor porque después de mucho tiempo me siento como si viviera en un cuento de hadas.
Pronto reacciono dándome cuenta de que tuve sexo en mi habituación, en mi santuario personal y me río de mí mismo porque entonces Jungkook significa más de lo que podría imaginar. ¿Por qué hice eso? Se comienza a estirar por debajo de las sábanas y abre los ojos lentamente buscando mi mirada.
—¿Esto es real? —pregunta y asiento mientras sonrío con la mirada.
—Buenos días, ¿dormiste bien?
—Ujum... ¿Y tú?
—También, parece un sueño. ¿Verdad? —Asiente con la cabeza—. Eres mi príncipe de cuentos de hadas —admito y me toma por la cintura obligándome a subirme arriba de él.
—Vamos a quedarnos así mas tiempo. —Lo veo cerrar los ojos y sumerjo mi rostro en su cuello en medio de risitas.
Nos duchamos juntos, es que de verdad siento una emoción distinta con él. A pesar de que anoche fue nuestra primera vez juntos, a pesar de conocerlo muy poquito... A pesar de haber salido de una relación larga en la que hasta me iba a casar, yo siento mi corazón latir de una manera nunca antes conocida. Nos cepillamos los dientes al mismo tiempo como si fuéramos una pareja casada y nos vestimos a juego. Después le doy de mi perfume, yo se lo coloco en lugares estratégicos para que huela delicioso durante todo el día.
—Olerás a mí —le digo en un susurro.
—Que rico, ¿qué hago si alguien lo nota?
—Les dices la verdad...
—¿Qué pasamos la noche juntos? Porque te juro que quiero decirle a todo el mundo que ya eres mío.
—¡Eso no! —Suelto una carcajada y le doy un golpe leve en el pecho.
—Ya se, solo bromeaba... Pero si quieres no es broma.
—Diles que eres mi novio, porque eso somos. —Asiente.
—Mi novio Park Jimin. —Sonríe mostrando todos los dientes y me ruborizo.
—¿Bajamos a desayunar? —Asiente.
Cuando bajamos al comedor ahí está Jin leyendo el periódico y me mira con una sonrisa burlona. Después carraspea la garganta y enfoca la mirada en Jungkook, parece que va a hacer preguntas y antes de que diga algo indecente rompo el silencio.
—¿Qué haces despierto tan temprano?
—Jung Hoseok me invitó a tomar té, no tarda en llegar.
—Sabes que solo viene para buscarme a mí —le digo al mismo tiempo que jalo una silla y le indicó a Jungkook que se siente, después me siento a su lado.
—¿Le sirvo algo señor? —pregunta Mica.
—Desayuno completo para los dos —le digo señalando a Jungkook y asiente con una sonrisa.
—¿Y quién es él? Anoche se divirtieron bastante, su alegría se escuchaba por toda la casa, lo que me sorprendió fue que lo metiste a tu habitación. —Pone ambas manos en su barbilla mirándome a los ojos en búsqueda de la verdad
—Soy Jungkook, su novio, y qué vergüenza que nos haya escuchado...
Seokjin abre los ojos como dos platos redondos y brillantes. Seguido de eso se lleva ambas manos a los labios y comienza a reír a carcajadas.
—¿Qué es lo gracioso? —pregunto tomando la mano de Jungkook con suavidad.
—Pues que Hoseok viene para verte y se va a encontrar con tu novio.
—Pero yo no lo invité —digo, luego giro mi rostro para ver a Jungkook—. No lo invité. —Él me muestra una sonrisa hermosa.
—Lo sé, estuve contigo toda la noche —contesta tranquilo.
—¿Él sabe que te ibas a casar? —pregunta Jin y cierro los ojos tratando de calmar mi enojo—. Porque creo que es conveniente que lo sepas cariño, Kim Namjoon no se ha dado por vencido con Jimin y...
—Kim Namjoon es un imbécil —digo interrumpiendo a Jin—. Ahora estoy con Jungkook y no vale la pena mencionar el pasado.
—Además a Namjoon lo conozco desde el día que terminaron —dice Jungkook sonriendo de lado—. Pero Jimin me quiere a mí.
—Admiro tu confianza —murmura Jin.
En ese momento llega Mica con el desayuno y comenzamos a comer.
—A todo esto, ¿tú quién eres? —pregunta Jungkook, claramente irritado.
—Hermanastro de Jimin, primo, primer amor, primer todo —dice y escupo el jugo.
—¿Jimin? —me pregunta confundido.
—Jin es mi hermanastro pero nunca me acostumbré a llamarlo de esa manera así que nos tratamos como primos. —Jin sonríe porque sabe que esa es una verdad a medias.
—Con razón es tan molesto —dice Jungkook y los tres reímos.
—Desayunamos y nos vamos —le digo a Jungkook—. De todos modos ya estamos listos, y tú —Señalo a Jin—. Deshazte de Hoseok, ya no lo invites a mi casa.
—¡Oh vamos Jimin! Sabes que ese chico es insistente —se queja—. Lo único que puedo hacer para que me deje en paz es acceder.
—Si vuelve a venir tendrás que irte de aquí.
—¿Me estás corriendo de tu casa? —pregunta y niego.
—Te estoy advirtiendo.
Jungkook y yo desayunamos rápido, después nos vamos a la oficina y gracias a Dios no nos encontramos con Hoseok. Llego muy puntual a la oficina, lo que es raro en mí porque siempre llego más tarde, bajo del automóvil y camino a la entrada con Jungkook detrás mío. Estando en recepción estiro mi mano hacia él y me mira sorprendido.
—Pensé que no lo decías en serio —susurra y noto la sorpresa en sus ojitos negros.
—Voy en serio contigo Jungkook, muy en serio. Dame esa mano.
Sonríe y extiende la mano, entrelazamos nuestros dedos y comenzamos a caminar con pasos sincronizados sin soltarnos un solo momento. Noto las miradas curiosas mientras esperamos el elevador y para dar más de que hablar me acerco a Jungkook acariciando su rostro mientras admiro su belleza de cerca.
—¿Quieres gritarlo a los cuatro vientos, pequeño? —me pregunta y siento un cosquilleo inusual en mi estómago.
—Sí, quiero que todos se enteren que el apuesto abogado Jeon Jungkook es mi novio.
—Te quiero —dice depositando un beso tierno en mi frente.
Y ahí, en medio de la caótica empresa que comienza a abrir sus puertas, frente a un elevador repleto de empleados y otros tantos mirándonos caigo en cuenta de que en efecto, estoy enamorado de Jungkook. No tiene nada para ofrecerme, nada que no pueda comprar, excepto una cosa; amor.
Esbozo una sonrisa genuina antes de responder.
—Yo también te quiero, Jungkook.
—Te quiero Taehyung —dice Yoongi al entrar al elevador y Jungkook endurece la mirada porque claramente se está burlando porque nos escuchó—. ¿Van a entrar?
Jungkook iba a apartar su mano de la mía, pero lo apreté con fuerza jalándolo hacia el elevador y entramos.
—Así que están en una relación... —murmura Taehyung mirando nuestras manos enlazadas.
—Creo que eso es obvio —contesta Jungkook.
—El rico y el pobre, que hermoso cliché —dice Taehyung.
—Y nos faltaba el antagonista con labios de serpiente —dice Yoongi defendiendo a Jungkook. ¿Qué pasaría si Jungkook se entera acerca de aquella noche pasional que tuve con su amigo?
—Tal vez el señor Park debería contarles acerca de lo que dejamos inconcluso el día del juicio con el magnate... —murmura Taehyung con malicia y suspiro.
Trago saliva viendo a los tres hombres frente a mí, sintiéndome sofocado porque otros empleados están en el elevador pero más que nada porque tengo la necesidad de contarle a Jungkook acerca de lo que ha sucedido con estos dos antes de que se entere por su propia cuenta, aunque cuando lo hice no estaba en una relación con él, entonces no debería darle explicaciones. ¿O sí?
De pronto siento que Jungkook suelta mi mano para tomar a Taehyung del cuello de su camisa, obligándolo a quedar pegado en la pared del elevador. Algunos empleados bajan porque llegaron a su piso, incluso los que no habían llegado a su piso se bajan al ver que comenzará una pelea.
—¡Sí lo vuelves a repetir romperé cada diente de tu boca y te obligaré a tragártelos! —grita Jungkook dejándome anonadado. Volteo a ver a Yoongi y esta conteniendo la risa.
—Quiero que lo intentes —dice Taehyung alzando la barbilla.
—Aquí nadie va a golpear a nadie —digo sosteniendo el brazo de Jungkook—. Tranquilo. —Lo miro a los ojos y suelta a Taehyung.
Las puertas del elevador se abren en nuestro piso y para empeorar la situación actual me encuentro con la mirada de nadie más ni nadie menos que Kim Namjoon. Él sonríe mostrando sus hoyuelos a sabiendas de que me encantaba que sonriera de esa manera, sin embargo ya no causa el mismo efecto que antes.
—Creo que tienes visitas —dice Jungkook con molestia en la voz.
—Indeseadas —digo apretando la quijada.
—¿Otro de sus novios, señor Park? —pregunta Taehyung y en esa ocasión dejo guiarme por mis impulsos dándole un puñetazo directo en la quijada que lo tira al piso.
—Vaya buscando otro trabajo señor Kim Taehyung, porque no será re contratado cuando finalice el contrato que acaba de firmar con Golden Busan.
Veo a Jungkook sonreír y lo tomo de la mano jalándolo al exterior del elevador, después paso junto a Namjoon ignorándolo por completo y me dirijo a mi oficina. Una vez dentro cierro la puerta con seguro y abrazo a Jungkook con fuerza. Quisiera meterlo en una cajita, una cajita lejos de todos los comentarios mal intencionados que vamos a recibir por el simple hecho de amarnos, por la diferencia social, por los hombres con los que he estado, por tantas cosas.
—¿Mi pequeño? —susurra a mi oído y me armo de valor apartándome de él.
—Tuve relaciones con Kim Taehyung —Suelto sin más y sonríe.
Después suspira mientras asiente toma mi mentón con la punta de sus dedos acercando su rostro al mío.
—¿Algo más que quieras decir?
—También tuve relaciones con Min Yoongi. —Aprieta los labios y sonríe.
—¿Es todo? —pregunta con voz dulce y comprensiva.
—Y... También tuve relaciones con Kim Seokjin.
—Eso sí me tomó por sorpresa... —Amplía los ojos.
—¿Lo... lo sabías?
Asiente para después darme un dulce beso en los labios, aprieta mis cachetes con ambas manos y me da otro beso.
—¿Por qué crees que me enojé contigo el día que fuiste al juicio con Taehyung? Él llegó al cubículo alardeando, diciendo que sería el nuevo jefe porque se casaría contigo y que levantarías el castigo del café.
—¿Eso dijo? —pregunto apretando los puños.
—Dijo que... Que lo hicieron en tu Tesla.
—¿A quién le dijo eso?
—Nada más a mí. —Se agarra el puente de la nariz—. Cuando terminó de contarme su cuento vine a tu oficina a preguntarte a dónde fuiste con él y... Bueno, mi corazón estaba acelerado porque a pesar de conocerte poco tiempo yo quedé flechado por ti. —Se muerde los labios—. Por eso terminé antes de comenzar, porque no quería enamorarme de ti.
—Y fallaste. ¿Verdad? Tú, te enamoraste... —susurro preocupado y sonríe tomando mi mano.
—Ese día, cuando nuestro día laboral terminó fui a casa con Yoongi como de costumbre y me contó que se vería contigo por medio de una app de citas... Yo no le dije que me gustabas, ese fue mi error. Además quería olvidarte y me engañé a mí mismo diciéndome que no me interesaba que conocieras a alguien más.
»Después llegaste junto con él en tu motocicleta y era evidente que tuvieron sexo porque Yoongi va a ese bar para tener relaciones casuales... Estaba furioso, mi corazón iba a estallar pero una vez más traté de contenerme.
—Jungkook... —susurré.
—En cuanto a Kim Seokjin, no me interesa saber cuando lo hicieron. Y te juro que he superado que lo hicieras con ellos porque no estábamos juntos cuando sucedió. Aún así quiero que me prometas algo.
—Lo que sea, pídeme lo que quieras.
—No lo hagas con nadie que no sea yo. —Me mira con intensidad—. Utilízame de la manera que quieras, pero por favor. A partir de hoy, no vayas a los brazos de nadie más.
—Te lo prometo, no voy a romper tu corazón. —Lo abrazo con fuerza—. Voy a cuidarte. ¿Confías en mí?
—Confío en ti, mi Jimin.
Jungkook lo supo todo este tiempo, por eso me alejo de él y es comprensible. Ahora lo único que quiero es hacerlo feliz y demostrarle que lo quiero, que puedo ser alguien digno de amar y que le entregaré todo, todo mi amor.
—Señor Park. —Era Leia desde la bocina que liga su oficina con la mía—. El señor Kim Namjoon insiste en verlo.
—Que molesto —se queja Jungkook.
—¿Me acompañas? —pregunto con voz dulce.
—Trataré de contenerme, pero a la primer provocación le partiré la cara. Todavía recuerdo que la última vez dejé que me golpeara.
—¿De verdad? —Suelto una risita.
—Sí, ese imbécil no es más fuerte que yo.
—Si mi amor, tú eres más fuerte.
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