- Perdonenme- Habló Seungcheol para los dos menores, escupiendo sangre por la boca, y finalmente cayó al suelo.

Rió- "Somos más fuertes que esos dos"- Citó el pelirosa las palabras de Seungcheol de hace un rato- ¿Lo ven? ¿Acaso quienes están muertos somos este rubio de mierda y yo?- Hablaba burlón mientras los menores lo veían con repugnancia- Bueno, ese sí parece muerto, solo miren su cara- Se refirío a Jeonghan. Dejó caer la pala al suelo.

- ¡Cállate maldita playo! Tu cara se ve peor- Gruñó poniendose de pie.

- Ajá, cómo no.

Ambos se encontraban de pie mirando a los menores que no parecían querer soltar la mano del otro, parecía que en cualquier momento se orinarian ahí mismo de lo mucho que temblaban.

Ninguno decía nada, ninguno de los dos asesinos expresaba algo en su rostro, solo miraban a los menores, pasaron unos largos segundos que se sintieron como horas, hasta que Yeonjun avanzó hacia Hueningkai.

- ¿No lo piensas soltar?- Habló para el castaño refiriendose a que tenía a Dino de la mano, pero el castaño no respondió- Si no lo sueltas te aseguro que cortaré la mano de ambos- Amenazó en el oído a Huening quien pronto soltó a Dino. Yeonjun mostró una sonrisa sádica- Bien Huening, dime ¿Qué haré contigo? ¿Qué quieres que te haga eh?- Se arrecostó a la pared, al lado de Huening mientras observaba cada facción del extranjero.

- Qui-quiero que me dejes huir...

- Hmm, no- Rió suave- Necesito terminar con esto, no, ambos necesitamos terminar con esto.

- ¡¿Con qué, con qué Yeonjun?! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Por qué haces esto?!- Habló alto para el pelirosa- ¿Dónde estás...?- Su voz perdió fuerza.

- ¿Ahh? Estoy justo aquí- Respondió confundido.

- Te extraño Junnie...- Lágrimas bañaban su lindo rostro- no sé porqué lo haces, tampoco qué ganas con esto, pero deja de hacerlo, me lastima verlos morir, ver sangre y todo eso... verte a tí, sobretodo. Tengo miedo- hizo una pausa- ¡¿Qué mierda te dijeron eh?! ¡¿Por qué les haces caso a esas mierdas que ves?! ¡¿No te das cuenta de que no existen y estás haciendo todo en vano, todo por nada?! ¡¿Por qué te lastimas haciendo todo esto?! ¿Por qué me lastimas...?- Yeonjun parecía herido, Kai lo notó así que suspiró para continuar- Sé que necesitas ayuda y esta vez te prometo, no, te juro que de verdad voy a hacer todo, hasta lo imposible por ayudarte, pero no sigas con esto- Suplicó- Por favor Junnie, no más, no si-

Gruñó- Ya cállate de una vez por todas- Pasó su mano derecha al rededor de la cintura de Huening atrayendolo hacia su cuerpo y con la otra mano levantó el menton del menor, el cual estaba tenso mirandolo con sorpresa- No tienes porqué hablar tanto, ya sé que no te gusta todo esto- Habló tranquilamente. Su aliento chocaba contra el rostro del castaño- ¿Por qué tienes que ser un llorón?- Sonrió.

- Ye-yeon-

- Ssh ssh~ Huening~~- Susurró antes de unir lenta y tiernamente sus labios con los de Kai. Huening dejó de estar tenso al cabo de unos segundos y pasó sus brazos al rededor del cuello del pelirosa, el cual lo apegó más a su cuerpo. La frase "sentir mariposas en el estomago" quedaba corta para lo que ellos dos sentían. Era como si el tiempo se hubiese detenido y solo fueran ellos dos, como si ellos dos se convirtieran en uno solo. Se separaron solo para tomar aire mientras unían sus frentes y sonreían mirando al otro como si fuese lo más hermoso y perfecto que existía. Volvieron a unir sus labios- ¿Puedo?- Dijo en medio del beso, el otro no contestó así que lo tomó como un "sí". Lentamente introdujo su lengua en la cavidad bucal del castaño haciendola bailar con la otra, y antes de terminar, mordió atrevidamente el labio inferior de Huening- Te amo- Llevó ambas manos al rostro de Huening- mi pequeño- Sonrió.

Un grito proveniente del pasillo seguido de sollozos los sacó de su escena romantica, habían estado tan ocupados en lo suyo que no se percataron de que Jeonghan se llevó a Dino fuera del cuarto.

- ¡Dino, Dino, Dino, Dino, Dino! no... no por favor- Lloraba desgarradoramente el rubio en el suelo, a un lado del cadaver de Dino, el cual tenía la garganta cortada- ¡Perdoname mi hijo! ¡Por favor! ¡Te prometo que fue por tu bien! ¡Ellos te iban a hacer cosas horribles, peores! por favor Dino- hipoteó- descansa en paz mi pequeño- Se arrecostó a la pared escondiento su cabeza entre sus piernas.

- Jeonghan- Dijo Hueningkai con la intención de ir a consolarlo, sí, sonaba loco. Pero Yeonjun lo tomó de la muñeca y lo trajo hasta él.

- ¿A dónde crees que vas?- Ese maldito enfermo había regresado- ¿Qué? ¿Creíste que ya estabas a salvo?- Tenía una expresión sádica dibujada en el rostro- No, no, no Huening~ no he terminado- Empujó a Kai dentró del cuarto y cerró la puerta a su espalda.

- ¿Q-qué me vas a hacer?- Pronunció con miedo.

- Matarte ¿No es obvio?- Rió.

- Yeonjun por favor, por favor, por lo que más quieras, no me hagas dañó- Se arrodilló ante él suplicando, llenando sus pantalones de sangre.

- Levantate- Lo miró con indiferencia. El castaño no reaccionó rápido así que él tomó por el brazo a Kai y lo levantó- Idiota, lo que más quería era ser idol, lo segundo era a tí, pero eso ya se acabó, ya no importa lo que yo quería.

- Entonces... ¿Por qué me quieres matar?

- Porque serás más feliz así, al igual que yo.

- No entiendo.

- Jeonghan me ha mostrado el maldito contrato, esa mierda de empresa los obligará a ser practicamente sus animales de circo. Han habido muchos casos de corrupción, drogas, asesinatos y violaciones en esa empresa, todos tapados por dinero. Jeonghan tiene familia en el staff por eso consiguió esa información y bloquear las puertas y todo lo demás. Incluso los que no debutan tendrán una vida de mierda. No quiero que sufrás eso, es por el bien de todos, es por tu bien... además, de este modo yo estaría tranquilo al saber que no pasarás por eso.

- No Yeonjun, ¿Por qué TÚ estás haciendo esto? Jamás lo harías.

- ¡Mierda Kai!- Golpeo la pared.

- Fue por ellos ¿Cierto...?

- ¡Sí! ¡Sí! ¡¿Eso es lo que querías escuchar?! ¡Por ellos, por todo, por esta maldita vida de perro que llevo!

- Yeonjun...

- Ellos me lo prometieron...- sollozó- por fin me dejarán- sonrió. Huening se acercó al pelirosa y lo abrazó fuertemente mientras el mayor lloraba- Me siento mal, no lo logré, no puedo continuar- Lloraba- Huening te amo, eres lo mejor que me ha pasado, jamás lo dudes. Perdoname por todo el daño que te he hecho- acarició el cabello del extranjero y dejó un beso en su frente.

- Yo también te amo- Sonrió.

- Lo siento...

Huening se derrumbó en el suelo chorreando sangre, agregando más de la que ya había gracias a los otros cadaveres. Su mirada sorprendida y asustada se clavó en la mente del pelirosa. Yeonjun lo acompañó hasta que su corazón se detuviera, llorando, su amado había muerto a manos de él. Dejó caer el cuchillo. Con la manga de su camisa secó sus propias lágrimas y salió tambaleandose de la habitación para encontrarse con Jeonghan en el mismo lugar, en el mismo estado. Yeonjun se sentó arrecostado a la pared al frente de la puerta donde podía ver el cadaver de Huening.

Ambos asesinos se quedarón ahí hasta que los primeros rayos del sol aparecieron. Subieron juntos a la planta de arriba, ninguno se atrevía a decir algo. Jeonghan se fue directo a la salida y Yeonjun a la terraza.

El rubio por fin salió y empezó a caminar hacia el bosque, no sin antes voltear y ver por última vez a Yeonjun en señal de despedida, ninguno dijo nada, solo se observarón. Jeonghan retomó su camino, perdiendose entre las sombras del bosque al amanecer y Yeonjun terminó el suyo, colgandose de un pequeño pilar que había en la terraza, siendo lo último que vió, esos monstruos que su esquizofrenía creaba, todos burlandose de él, de lo que alguna vez hizo, dijo, sintió, o fue...

- ¡Tun tun tun! tu tiempo se acabó, Yeonjun...