Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗧𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘁𝗿𝗲𝘀

Cuando Hyunjin leyó el último mensaje de Ryujin no pudo evitar suspirar intranquilo; sinceramente siempre tuvo problemas al escoger sus decisiones siempre lo hizo mal trataba de mil formas hacer lo que sus padres le pedían para hacerlos felices a ellos aún cuando para él fuera un martirio, pero, ahora quería hacerlo bien. Quería escoger lo que realmente quería.

Y para ello tenía que dejar bien en claro las cosas tanto con ella como con Lee.

—Te ves preocupado, ¿qué pasa?—Chris preguntó viéndolo curioso dejando la pluma en el doblez del libro que estaba estudiando.

—Es la estúpida apuesta—dijo con el ceño fruncido con una mueca llena de fastidio—Creo que todos debemos decirles, si ellos se llegan a enterar. Si Minho se entera yo...

Minho le gustaba, no solamente porque fuera su destinado, desde que lo vió en aquella cafetería donde suele trabajar llamo su atención, con olor o sin él; quería llegar a conocerlo mejor y la estúpida apuesta solo hacía que se sintiera como un idiota aprovechado aún cuando meses atrás ya habían dejado esa maldita y estúpida idea.

—Creo que es lo correcto—Chris sonrió, tratando de tranquilizar a su amigo—Es mejor que sepan la verdad.

Ryujin movía la pierna de arriba hacia abajo con impaciencia, su pluma no dejaba de moverse de la misma forma que su pierna, estaba tan nerviosa de ir a hablar con Jinnie.

Habían muchas cosas malas con la idea de un matrimonio, ella había aceptado cuando tenían doce años. ¡Era una niña! Una que creía en cuentos de hadas y amoríos de infancia que duraban toda la eternidad, cuando creció y vio las cosas con madurez supo que lo que su familia y la de Jinnie estaban mal; era una estúpida idea como si aún estuvieran en el siglo XIX. Ya no era la misma y tampoco quería casarse... No solo porque estuviera mal, si no, por sí misma. La idea del matrimonio era aburrida, ella ya no se casaría con nadie ¿Por qué un papel firmado o unos votos hacia un Dios deberían demostrar cuanto una pareja se amaba?

Para ella no era necesario y sabía que Jinnie tendría a otra chica incluso un chico hay muchos omegas lindos por ahí, ella solo quería conservar su amistad que desde años tenían, así como también comenzar a alejarse de Yeji.

Cuando el profesor se despidió, guardó sus cosas en la mochila saliendo del salón, sin embargo, el olor a sándalo y almendras se hizo presente en el lugar; uno que conocía a la perfección. ¿Había venido por ella?, miro a su alrededor no había nadie, además, el aroma era raro... Era como si tuviera un leve pizca de vainilla.

Camino a las escaleras, el aroma cada vez se hacía más intenso incluso imagino que Hyunjin estaría ahí, las veces que se quedaron de ver siempre venía y la esperaba en esas escaleras. Se movió sin cuidado esperando verlo, sin embargo, lo único que encontró fue a un chico... Un omega que platicaba con otra chica, él tenía el olor de Jinnie.

No podía ser de nadie más, lo miro con atención, creía haberlo visto antes. Miro su reloj vio la hora, no le gustaba ser impuntual por lo que con rapidez bajo las escaleras guardando el rostro de ese chico en su mente.

El olor de Hyunjin había marcado a alguien. Ahora le que quedaba más claro no podían casarse, no podía hacerle eso.

Arrebatarle su felicidad.

Unos 25 minutos después llegó a su destino, se sorprendió al entrar al café y ver al rubio sentado tomando un americano en el otro extremo de la mesa redonda observo una malteada de chocolate, su favorita. Se sentó con una sonrisa saludando al chico que hizo lo mismo.

—Gracias—habló con una sonrisa llevando el popote a su boca manchándolo del labial rosa que llevaban sus labios.

—¿Qué es lo que quieres hablar?—preguntó Hyunjin con una sonrisa algo nerviosa a su parecer.

—Sobre el matrimonio—contestó viendo su reacción, el chico frente a ella se tenso, apretó sus dientes haciendo que su mandíbula se marcará incluso sus manos apretaron un poco en envase transparente.

—Oh, claro—asintió—¿Te mando mi hermana?

—No, vine por mi misma—estaba calmada, se sentía tranquila porque sabía que esto terminaría—No me quiero casar contigo.

La mirada de Hyunjin que antes era seria se convirtió en una desconcertada, para luego soltar un suspiro aliviado.

—¿En serio?, ¿no es un plan maquiavélico de mi hermana?—le miro esperando una respuesta, una afirmación más. La chica soltó una risotada divertida.

—En serio, escucha Jinnie—soltó una exhalación viendo la decoración del lugar para luego pasar sus ojos a los del alfa—No quiero casarme, a ti ni siquiera te gustó y yo estoy superando mi crush que tuve por ti. Pero, no quiero perder tu amistad.

Hyunjin sonrió enternecido al ver a la chica con las mejillas rojas, pero, con una mirada totalmente determinada.

—No lo harás, yo también no quisiera perder la tuya—le sonrió—Por este tipo de decisiones que nuestros padres tomaron.

—Me he sacado un peso de encima, estaba muy preocupada—suspiró—No era justo que nos casaramos sin sentir algo, es una alegría saber que ya tienes pareja Jinnie. Tal vez eso me hizo querer decírtelo lo más rápido posible.

—¿Pareja?—se desconcertó al escuchar la pregunta.

—Si, un chico... Tenía tu aroma marcándolo, estudia en mi facultad—la chica explico, viendo cómo poco a poco el semblante de su amigo se aclaraba e incluso se sonrojaba un poco—Estuve pensando en él desde que vine para acá, creo que se llama Minho.

—S-si, así se llama—se sorprendió oírlo tartamudear con una sonrisa media tonta—Y si, va en tu facultad.

—Es muy lindo, ¿cómo se conocieron?, cuéntame—apoyó sus codos en la mesa, su rostro se recargo en sus manos viendo con interés al rubio.

—No es mi pareja—contestó.

—Eres un mentiroso, si no fuera tu pareja no lo perfumarías así.

—Es complicado—apreto los labios pensando en cómo seguir—Primero prométeme que no le dirás nada a Yeji, estoy harto que se meta dónde no.

—No hay problema, de hecho estoy tratando de alejarme de ella—el rubio se sorprendió, la chica dió una leve risa al ver su rostro—En serio, la amistad era buena antes, ahora ella parece que quiere controlar mi vida... Es difícil porque la quiero mucho, pero, no es sano para mí... Ni para ella.

—Se quedará sola si sigue haciendo eso—respondió.

—Lo sé—su semblante se entristeció para luego sonreír levemente enfocando su vista en él—¿Entonces? ¿Minho?

—Es una larga historia, no somos nada aún—las mejillas se colorearon de rosa levemente, la chica sonrió con ternura—Le preste mi ropa, por eso se quedó con mi aroma.

—Eso lo explica. ¿Piensas ir en serio con él?

—Si—se sorprendió de lo rápida que fue su respuesta—Si algo se da entre ambos, lo tomaré muy en serio.

—Aww—la chica hizo una mueca fingiendo llorar con emoción—Que lindo, dios—miro su reloj, abriendo los ojos sorprendida—Me tengo que ir le dije a Lía que me viniera a recoger.

—¿Dónde la verás? Te llevo—dijo el rubio.

—Aquí, supongo que ya está afuera.

Pagaron la cuenta saliendo del local, la pelinegra buscaba con la mirada mientras seguía platicando con el alto.

Cuando Jisung fue por él hasta su facultad alegando que pasarían por Felix para ir con Chris se nego, le daría mucha vergüenza que Hyunjin lo viera con su ropa y sobre todo que pudiera olerlo. Preferiría irse a casa bañarse y lavar la ropa para borrar cualquier rastro de su aroma.

Aunque cayendo en cuenta sería terrible irse ahora a casa porque su madre estaría ahí y no quería preguntas que no sabía como responder.

—Chris dijo que estaría aquí—el chico a su lado veía hacia los lados esperando ver a su amigo—¿No lo ven, ustedes?

—Dice que ya está aquí—el rubio quitó su vista de su celular para igual buscar con la mirada. Minho también ayudaba con la búsqueda, no fue hasta que vio a ¿Hyunjin?

—Ese de ahí no es Hyunjin—señaló al alto que parecía estar viendo hacia el lado contrario al de ellos.

—Lo es—Jisung sonrió de oreja a oreja—Vamos con él, tal vez venga con Chan.

—Nop, Chris ya viene para acá—dijo Felix señalando al chico que ya estaba cruzando la calle.

—¿Lo esperas?, iremos con Jinnie—el castaño preguntó, Felix asintio con una sonrisa igual a la de Jisung molestando a Minho que solo rodó los ojos al verlos.

—Pues vamos—el omega se adelantó con las manos dentro de la sudadera que le quedaba un poco grande. Con el corazón latiéndole con fuerza, que raro era todo esto. Quiso llamarlo, quedaban pocos metros para llegar hasta él, lo iba a hacer hasta que vio que alado de él había una chica, cabello corto y negro como la tinta.

Era Ryujin, vio como la chica se despidió de él con un beso... y una sonrisa encantadora, movió su mano de un lado a otro corriendo al otro  extremo de la calle enganchándose del brazo de una chica. Hyunjin sonreía, demasiado.

Se mordió la piel interna de su boca. Él la beso... ¿No vio mal?

Jisung llegó con él preocupado, al ver que paro en seco, casi creía que el idiota de su ex novio había aparecido de algún lugar solo para atormentarlo una vez más. Por un momento se distrajo al querer ver a Chris junto a Felix y ahora Minho tenía una mirada entre triste e incómoda; incluso su aroma era extraño.

—¿Estás bien?—preguntó el chico viéndolo con preocupación.

—Si—respondió dándole una leve sonrisa—Vamos.

Hyunjin volteo hacia ellos cuando Ji grito su nombre, la expresión en su rostro cambio completamente a vergüenza al oler a Minho.

—Oh—ambos chicos se miraron, Hyunjin no sabía que decir, se percató de que Minho parecía algo decaído—¿Estás bien?

—Lo mismo le pregunté, dice que no tiene nada—Ji hablo por él, con los brazos cruzados sobre su pecho.

—No pasa nada, estoy bien—dijo tranquilo aunque por dentro estuviera maldiciendo al estúpido de su lobo, poniéndose así.

—¿Seguro?—de nuevo preguntó.

—Si, ¿por qué no vamos a comer?, tengo hambre—cambio el tema, tratando de no mirar a los ojos al alto y por el contrario miro a dónde Bang y Fefi hablaban como si estuvieran en otro mundo, en su mundo.

—Vamos a la cafetería de la facultad entonces—sugirió Jisung.

—Vamos, no está muy lejos de aquí.

Minho asintio, caminando junto a los dos chicos que hablaban de algo a lo que no le estaba poniendo atención. Su mente repasaba esa imagen una y otra vez, su lobo estaba tan triste... Él estaba confundido.

Nunca había sentido celos, era nuevo para él y se sentía hasta cierto punto mal por sentirlos. No eran nada.

"Es tu alfa, idiota"

Para lo único que su lobo servía era para meterle más cizaña a su mente y pensar de más. Que clase de tonterías era las que pensaba.

—¿Honnie?—escucho la voz gruesa de su amigo llamarle, con la mirada confundida lo vio.

—Perdón Lix, ¿qué decías?

—Nada, iremos a comer todos juntos, ¿estás bien con eso?

—Si, por supuesto—dijo con una sonrisa leve que se agrando cuando vio que Felix tomaba la mano de Chris y comenzaban a caminar tomados de las manos.

—Son demasiado tiernos—dijo Han tratando de no soltar un grito emocionado por su amigo.

—Lo son—sonrió Minho.

Hyunjin veía de reojo a Minho que veía con cierta ilusión la pareja que caminaba frente a él. Aunque luego su semblante paso a uno lastimero, casi triste. Verlo de esa forma era preocupante, su lobo se movía incómodo casi ordenando que descubriera que tenía.

El rubio quiso hacerlo, pero, tal vez lo mejor sería hablarlo a solas.

—Llegamos—dijo Jisung—Ya tenía demasiada hambre, entremos.

Los cinco universitarios entraron al gran lugar, escogiendo algo ligero para comer. Se sentaron en una de las sillas desocupadas, la plática fue amena, hablaban de cualquier tontería que se les venía a la cabeza disfrutando el rato que pasaban juntos.

Aunque Minho trataba de incorporarse a la plática, no podía. No podía seguirles el ritmo, y se limitaba a reír cuando ellos lo hacían o asentir si Felix preguntaba algo.

Minutos después se tuvieron que ir a sus siguientes clases, en el caso de Minho él ya podía irse a su casa. Iría para cambiarse y llevar algunos juguetes para gatos que había comprado por si en algún momento llegaba a tener uno.

Cuando entro a su casa, dejo las llaves en la figura de porcelana de un gato negro con una de sus orejas rota. Aún recordaba cuando su madre lo regaño por estar jugando con ella; se olfateo así mismo, el aroma de Hyunjin perduraba en él, como si de nueva cuenta lo hubiera perfumado... Se sonrojo un poco al pensar que no le importaba tenerlo durante todo el día.

Subió las escaleras, yendo a su cuarto sin saber si bañarse o no... Tenía que quitarse la ropa para regresarla al alfa, aunque no quisiera. Nego con la cabeza, sintiéndose avergonzado por sus pensamientos. Estúpido Hyunjin y su olor peligrosamente perfecto.

—¿Cariño?—escucho la voz de su madre afuera en el pasillo. Abrió los ojos con fuerza, mirando la puerta y viendo que su madre ya estaba ahí con el ceño fruncido y mirada curiosa.

—¿Por qué no estás en el trabajo?—el muchacho se levantó de la cama en la que ya se hacía acostado queriendo aventarse de la ventana.

—Minho te mandé mensaje, te dije que estaría en casa todo el día—con rapidez el castaño saco el celular confirmando que tenía mensajes de su madre.

—Lo siento—suspiró intranquilo—No los leí.

La mujer que le sonreía entro a la habitación con una sonrisa tranquila sentandose a un lado de él.

—¿Hay algo que tenga que saber?—lo miro con curiosidad, esperando a que su hijo fuera quien comenzara a hablar.

—No es lo que piensas—dijo con las mejillas rojas.

—No estoy pensando en nada—la mujer le dió una sonrisa divertida al ver que su hijo rodaba los ojos.

—Jisung me prestó la ropa de Hyunjin, no sabía que se me quedaría tan impregnado el olor—respondió jugando con sus manos.

—Parece como si te perfumara—sonrió con gracia—Tu aroma es más fuerte, hijo.

—Lo sé—trago saliva—Oye mamá, creo que Hyunjin es mi destinado.

—¿Crees?

—Lo es, desde que lo conocí las cosas que dijo el médico que pasaría han pasado.

—Eso es bueno, cariño—le sonrió con ternura, peinando sus cabellos castaños.

—Creo que lo ví besandose con una chica—el nudo que se le hizo en la garganta le sorprendió, por lo mucho que había parecido que le afecto y que no lo había podido decir en voz alta.

—¿Estás seguro de haberlo visto?—la pelinegra lo vio con tristeza, hace mucho que su hijo no se veía así, quería olvidar esas noches en las que su niño lloraba en sus brazos preguntándose ¿Por qué?, ¿por qué era imperfecto y anormal?, ¿por qué papi no lo quería?, ¿por qué Jungsu lo lastimaba?

Odiaba verlo de esa forma y no poder hacer nada para ayudarlo. No puedes curar las heridas de un corazón, aunque fue su madre no tenía el poder de hacerlo.

Y esa era su tortura, verlo de nuevo con los ojos tristes y confundidos le dolía demasiado.

—¿Creo?, todo fue muy rápido mamá. Tal vez fue el ángulo en el que estaban parados que se vio así.

—¿Sabes si tiene pareja?

—No tiene, si fuera así ya lo sabría.

—Tal vez viste mal, lo mejor sería preguntarle si tiene algo con alguien. Él te lo va a decir.

—Ese es el problema mamá, no quiero preguntarle—empezo de nuevo a jugar con manos.

—¿Por qué no?

—Me da miedo, es que además me pone nervioso—admitio con las mejillas rojas—Sé que soy medio lento en este tipo de cosas, pero, él me mira diferente.

La mujer sonrió emocionada, siempre quiso que este día llegará. En qué su hijo le pudiera platicar algo sano, no lo que se callaba con Jungsun y que luego con lágrimas en los ojos se las contó. Quería esto, verlo nervioso pero no incómodo ni con miedo, con las mejillas sonrojadas y una sonrisita boba en sus labios.

—¿Diferente?

—Mamá, me gusta cuando me mira y cuando se preocupa por mi, cuando sonríe sus ojos parecen hacerlo también—la imagen de Hyunjin llegó a su mente de forma clara haciendo que sonriera apenado—Su aroma... No me disgusta tenerlo conmigo, tampoco me molesta cuando me toca por equivocacion o cosas así... Creo que me empieza a gustar.

—¿Cuál es el problema?—cuestiono poniendo sus manos delgadas sobre las de su hijo.

—Yo dije que si se daba algo fuera natural, pero, creo que debo tener un poco de iniciativa si quiero que tengamos algo—su rostro parecía una manzana de las rojas, esas que tanto le gustaban, no miraba a su madre a los ojos y sus manos sudaban.

—Hazlo.

—Me da pena, además, ¿qué tengo que hacer? Nunca he hecho algo así, lo arruinaré—hablo rápido, su corazón latía acelerado.

—Cariño—el chico por fin la miro, buscando respuestas. Parecía un gato asustado, no pudo aguantarse las ganas de atraerlo hacia su cuerpo y abrazarlo con afectividad—Solo sé tú mismo, no lo alejes y sobre todo habla con él. La comunicación es importante en cualquier relación, no fuerces las cosas, pero, hazle saber que él es diferente a los demás.

—¿Crees que funcione?—el chico se separó del cuerpo cálido de su madre para verla.

—Claro que si, hace unas semanas dijiste que le darías un pastel, ¿no es así?—el chico asintio con las orejas rojas.

—Si, pero se lo termine dando a Changbin—se lamento—Me dió pena, hacerlo.

—Pues vamos a la cocina y preparamos uno para él. Vas a ir más al rato a su casa, ¿no?—la mujer se levantó ofreciendo su mano que fue tomada por el castaño.

—Gracias mami—el chico le sonrió con sinceridad. Bajaron las escaleras para comenzar a preparar el pastel que hace mucho quería entregarle a Hyunjin.

¿

Quieren que narre la última cita Chanlix?

¿Cómo están?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro