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Cole lo había besado.

Su respiración era pesada, y miraba con el ceño totalmente al alfa, esperando a que dijera o hiciera algo al respecto, sintiéndose totalmente molesto por el beso.

- Louis... - susurra el chico desorientado e intentando acercarse al omega de nuevo, pero este se alejó de inmediato.

- ¿Qué carajos te pasa? - pregunta el castaño alterado.

- Déjame explicarte, yo... - habla Cole, alcanzando al chico, intentando volver a besarlo, pero Louis no lo dejó terminar antes de darle una cachetada al chico, impidiendo que eso volviera a pasar.

- No te atrevas a tocarme. - dice firme, alejándose de nuevo del alfa. - No te quiero cerca de mi. - agrega con molestia, dispuesto a irse corriendo de ahí.

- Louis, yo realmente quiero explicarte. - dice Cole, sintiendo un dolor en el pecho por el evidente rechazo del omega.

- No quiero oír nada. - niega Louis, mirando casi con desprecio al chico.

- Estoy enamorado de ti. - confiesa sin pensarlo más.

El ceño fruncido de confusión de Louis tan solo se profundiza más en su rostro y quiere soltar una carcajada, pero se contiene al ver algo especial en los ojos del chico, como si realmente estuviera siendo sincero.

- ¿Dónde está Lucy? - pregunta el castaño en lugar de responder a la confesión del chico.

- ¿Qué? - responde Cole igual de confundido que él.

- ¿Dónde está ella? - repite el omega. - Estaban juntos cuando entré al baño, ¿Dónde está ahora?, ¿Cómo no sé que esto fue un plan tuyo y de ella para arruinar mi relación con Harry? - cuestiona.

- Te estoy confesando que estoy enamorado de ti y tú piensas que es una trampa. - dice el alfa indignado y herido.

- No puedes estar enamorado de mi, cuando ni nos conocemos. - se limita a responder el omega.

- Pero lo estoy, verdad yo...

- Cole. Basta. - interrumpe Louis. - No puedo creerte nada y ni quiero hacerlo, tan solo... quiero irme. - dice lo más neutral posible.

- Eres mi omega. - exclama Cole con desesperación, tomando al castaño del brazo e impidiendo que se fuera.

- ¿Qué? - dice Louis soltando ahora si una risa, más amarga que alegre.

- Lo siento aquí. - responde el alfa llevando su otra mano a su pecho. - Eres mi omega, no puedo dejar esto solo porque eres novio de Harry. - agrega creyendo totalmente en sus palabras.

- Eso no es posible. - niega el castaño rodando los ojos.

- Siento esa sensación de estar siempre cerca, no puedo dejar de mirarte aunque lo intente, su aroma me marea, mi corazón late de una manera distinta cuando te miro, tus ojos son lo más hermoso que he visto y tengo el anhelo de estar contigo todo el tiempo, cada segundo, cada respiro. ¿Acaso tú no sientes eso? - se explica el chico completamente sincero.

- Si, si lo siento. - murmura Louis despacio, soltándose del agarre del chico en un suave movimiento. - Pero no por ti. Eso solo lo siento con Harry, es con la única persona con la que lo he sentido y con la que lo sentiré por siempre. - agrega tragando en seco al ver la tristeza atravesar los ojos del alfa.

- Pero yo soy...

- Mi alfa es Harry. - interrumpe Louis de inmediato. - Lo siento si realmente sientes todo eso, pero no puedo corresponderte, no puedo darte algo que ya le pertenece a alguien más. - dice sincero, soltando un suspiro.

- ¿Y qué haré yo con todo lo que siento? - cuestiona Cole dolido.

- No lo sé. - responde el omega, negando con la cabeza. - Pero espero que pronto lo superes y encuentres a tu verdadero omega, porque yo no lo soy. - dice suavemente, antes de darse la media vuelta e irse de ahí lo más rápido que puede con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, anhelando estar con Harry de inmediato.

Louis entra al auto de Harry en cuanto llega, sintiéndose más aliviado y relajado cuando el aroma del alfa se filtra en su sistema.

- ¿Todo bien, amor? - pregunta Harry al notarlo extraño.

El omega lo mira enseguida, respirando profundamente sintiendo que el oxígeno se escapa de sus pulmones cuando sus ojos se encuentran, con la luz artificial del proyector y luz de los autos iluminando sus rostros.

- Te amo. - murmura el omega seguro de sus palabras, tomando el rostro de su pareja entre sus manos y acercándose un poco más a él. - Te amo muchísimo y nunca podría ocultarte nada en este mundo. - dice sin dejar de mirar el rostro del alfa a detalle, sintiéndose completamente enamorado.

- Girasol. - susurra Harry sin saber que decir, queriendo besar a Louis con todas sus fuerzas en ese instante.

- ¿Confías en mí? - pregunta el castaño mirando con intensidad a su pareja, en espera de una respuesta.

- Con toda mi alma. - responde el rizado sincero.

Louis moja sus labios, removiéndose un poco en su lugar, sintiéndose nervioso y algo angustiado, aunque no entiende el porqué de ese sentimiento, si sabe que Harry nunca desconfiaría de él.

- Me encontré con Cole y Lucy en los baños. - habla suavemente. - Y cuando salí, Cole me beso y me confesó que siente que soy su omega. - termina con un suspiro de alivio de habérselo dicho a su novio.

Harry se tensó por las palabras, y su aroma se volvió más pesado, fuerte y dominante, haciendo obvia su molestia y celos.

- Ahorita regreso. - dice el rizado sin pensar, queriendo salir del auto.

- No, Harry. - dice Louis impidiendo que hiciera eso, no quería que su alfa se metiera en problemas por él.

- Louis. - habla el alfa con la voz un poco más gruesa, casi llegando a usar su voz de alfa.

- No lo vale, amor. - susurra el castaño enredando sus dedos en los rizos de su pareja.

- Necesito hacer algo, no puede quedarse así. - responde Harry sintiéndose más molesto que celoso.

- Besame. - pide Louis en voz baja sin dejar de mirar a los ojos a su alfa. - Quiero que me beses, quiero que borres ese beso superficial de mis labios. - agrega acercándose más Harry, dejando escasos centímetros de distancia entre sus rostros.

Y la mirada intensa del alfa se mueve de sus ojos a sus labios en fracción de segundos, antes de tragar en seco y disponerse a cumplir el deseo de su omega al unir sus labios.

Louis suspira tranquilo cuando los suaves labios de su novio cubren los suyos y en cuestión de segundos está siendo besando con tanto amor y pasión que siente que su corazón no lo soportará, no cuando Harry lo está besando esa manera tan posesiva, pero a la vez gentil, sin lastimarlo en absoluto, con sus grandes manos acariciando con dulzura su espalda y muslos, apretando un par de veces, al grado de que pronto ambos sienten querer algo más allá de los besos, pero sin saber si es lo correcto.

- Ese definitivamente ha sido uno de nuestros mejores besos, amor. - dice el castaño tratando de recuperar el ritmo normal de su respiración, cuando el beso termina, luciendo como un desastre, con mejillas rojas, ojos brillantes y labios ligeramente hinchados al igual que el alfa.

Harry sonrie en grande y asiente, respirando hondo igual, para regular su propia respiración, sintiendo un cosquilleo recorrer su espalda al sentir el dulce aroma de Louis un poco más fuerte en el ambiente, como si el omega quisiera su completa atención en él.

- Tengo una sorpresa para ti. - dice el alfa de pronto, pasando sus manos por su cabello para acomodarlo un poco.

- ¿Si? - pregunta Louis con gran ilusión en sus ojos azules.

- ¿Crees que puedas quedarte esta noche conmigo? - cuestiona Harry sintiendo algo de nervios en su pecho.

- No lo sé, pero puedo preguntarle a mis padres. - murmura el omega en respuesta.

- Aunque igual puedo mostrarte la sorpresa mañana, no tiene que ser hoy, omega. Si no te dejan lo entenderé. - dice Harry nervioso y algo decepcionado.

- Tranquilo, alfa. - murmura Louis acariciando el rostro del chico, para calmarlo un poco. - Estoy seguro que me dejaran quedarme contigo. - agrega dulcemente antes de dejar un dulce beso en la frente del alfa, para después brindarle una brillante sonrisa que lo anima un poco a sonreír igual.

- Te amo, Lou. - responde el rizado en voz baja, acercándose de nuevo a él para besarlo una vez más, siendo más lento y suave, pero con el mismo sentimiento de amor puro en él.

[...]

Al final los padres del omega no se negaron demasiado a la idea de que su hijo se quedara con Harry, pues la pareja ya se habían quedado anteriores veces a dormir juntos sin problema, así que esta vez no se negaron, lo cual puso muy feliz a la pareja, en especial al alfa.

Y normalmente cuando Louis se quedaba en casa de Harry, ellos solían dormir en la habitación del alfa, pues su pequeña casa del árbol era un poco fría de noche y quizás no era tan segura para quedarse toda la noche en ella, pero esta vez Harry le insistió mucho al omega para que se quedará por esta noche en su casa del árbol y Louis no podía negarse a su petición.

- Si me muero de frío, será tu culpa. - bromea el omega, subiendo por completo a la casa.

Harry sonríe en grande, parado justo enfrente de él, antes de tomar su mano y dar unos cuantos pasos hacia atrás; mientras que Louis está tan embobado mirando a su alfa que no se molesta en mirar a su alrededor o detrás de su novio, hasta que el alfa inclina su cabeza en dirección hacia atrás para que mire.

La respiración de Louis se atora en su garganta, sintiendo su corazón latir pesadamente en su pecho, con las lágrimas formándose en sus ojos azules, llenos de ilusión y alegría por lo que está viendo.

En el lugar del pequeño colchón que tenían, ahora había un hermoso nido acogedor esperándolo.

Harry había hecho un nido para él.

- ¿Te gusta mi girasol? - pregunta el rizado, acariciando la cintura del omega.

- Oh, Harry. - suspira el omega totalmente feliz, limpiando las lágrimas que bajaban por sus mejillas. - ¡Me encanta!, ¡Es hermoso! - explica unos segundos después, antes de abrazar a su alfa y esconder su sonrisa en la curva del cuello de su pareja.

- ¿De verdad te gusta? - cuestiona el rizado, besando la nuca del chico.

- Si, es muy lindo, amor. - murmura Louis contra su piel sin borrar la sonrisa de sus labios. - Ven. - dice separándose del alfa, para tomar su mano y guiarlo hacia el nido.

El corazón de Louis latía con fuerza en su pecho por la emoción y por lo hermoso que era su nido.

Su nido.

Él tenía su propio nido, hecho por su alfa y eso no podía ser más que perfecto, sintiéndose completamente amado por su pareja.

Louis miró con detalle su nido, lo lindo que era con las almohadas acomodadas perfectamente para mantener al omega seguro en el, con unas sudaderas del alfa, que hacían que tuviera su aroma lo mejor posible, junto con una sábana casi transparente en forma de carpa en la parte que decoraba el nido, haciéndolo lucir aún más acogedor y hermoso.

- Tú realmente te esforzarte en esto, amor. - comenta Louis entrando en su nido, jalando al alfa para que entrará junto con él, haciéndolo quedar encima suyo, con sus manos a los costados de su cabeza para sostenerse y no aplazarlo con su peso.

- Si, valió la pena verte sonreír. - responde Harry con una sonrisa en su rostro.

El omega sonríe en grande antes de tomar el cuello de su camiseta a su novio para unir sus labios en un beso.

Sus labios no tardaron en moverse en sincronía, pegando un poco más su cuerpos en busca de más tacto, con el anhelo de llegar un poco más lejos, intensificando el beso cuando fue lo suficiente para apaciguar el calor creciente en sus pechos, sin darse cuenta del momento preciso en el que ese calor comenzó a dominarlos casi por completo, hasta el punto de comenzar a presionar más el uno con el otro, provocando que la excitación comenzará a fluir en el ambiente, teniendo pronto un omega necesitado por algo más que besos y un alfa dispuesto a dárselo.

Una de las fuertes manos de Harry bajo lentamente hasta su cadera y la apretó un poco, pegando cintura a su muslo, sintiéndose su inevitable erección a causa de los besos, provocando que pequeños jadeos escaparan de la boca del castaño sin que pudiera evitarlo, haciendo que de alguna manera los dos reaccionan.

- Oh. - exclama Harry separándose de golpe del omega, sintiendo sus mejillas arder y mirando con vergüenza al chico. - Lo siento, omega, yo... - comenzó a explicar tratando de controlar sus nervios y excitación.

- Alfa. - interrumpe Louis sentándose igual que el rizado y con su mirada fija en los ojos verdes del contrario y su corazón latiendo rápidamente en su pecho, sus verdaderos deseos y pensamientos salen de sus labios sin querer evitarlo en absoluto. - Quiero hacerlo. - dice seguro, tragando en seco mientras espera alguna reacción de parte de su pareja.

- ¿Qué? - pregunta Harry sin estar muy seguro de eso.

- Quiero hacerlo contigo. - responde Louis con sus mejillas aún calientes, sintiéndose humedo por el deseo anticipado.

- Mi amor, no creo que sea buena idea. - niega Harry sin estar muy seguro de esa decisión, pero sin poder ocultar que igual lo desea, con sus feromonas de deseo que llenan el ambiente, teniendo al omega temblando por el deseo de estar con sus alfa.

- ¿No quieres hacerlo? - pregunta Louis inseguro esta vez, pensando en lo vergonzoso que sería que Harry lo rechazará en esos momentos.

- No es eso. - dice el alfa, negando con la cabeza. - Quiero hacerlo, lo deseo como no tienes idea, me estoy reprimiendo con toda mi fuerza de voluntad para no lanzarme sobre ti en este instante, pero no quiero que esto sea algo apresurado o que tú tomes la decisión a la ligera, quiero que estés seguro de que es lo que quieres, nunca te tocaría sin tu permiso por más que lo desee. - se explica el alfa apenado.

Louis suspira pensando por unos segundos en las palabras de su novio, aún sintiendo el deseo en su cuerpo, junto la leve mancha de lubricante que había ahora en su ropa interior.

- Quiero hacerlo. - repite totalmente seguro, tragando en seco al mirar las pupilas dilatadas de su alfa.

Harry asintió sintiendose más nervioso que antes, sin poder pensar en nada más cuando los labios de Louis cubrieron los suyos en un dulce beso, con sus manos sobre su pecho, apretando su camiseta y pegandolo más a él.

El alfa correspondió el beso de inmediato, recostando al omega de nuevo en el nido para seguir con el beso, acariciando con extremo cariño las caderas del chico.

- Tú quieres hacerlo, ¿Verdad? - pregunta Louis con las mejillas rojas y ojos cristalizados, esperando la respuesta de su pareja.

- Si, mi amor. - responde Harry, asintiendo con la cabeza antes de volver a besarlo, atreviéndose a meter sus manos debajo de la camiseta del omega, acariciando la piel del chico y sintiendo el calor del contrario como suyo. - Quítate la ropa. - pide en un susurró separándose de sus labios, para hacer lo mismo.

Ambos comenzaron a quitarse la ropa con un poco de torpeza, con las mejillas algo sonrojadas sin mirarse a los ojos pero aún así sintiéndose como algo íntimo, con los corazones acelerados y sus aromas mezclándose a la perfección en el ambiente, haciéndolos sentir seguros de su decisión de alguna manera.

- Harry. - murmura el omega una vez que no queda más ropa de por medio, atreviéndose a mirar a los ojos al alfa.

- Está bien, Lou. - dice el alfa con una sonrisa en sus labios, notando la ligera nube de inseguridad en su omega. - Eres hermoso. Muy hermoso. - murmura, pasando una de sus manos por los muslos del castaño, haciéndolo que se recueste de nuevo, respirando hondo el aroma a excitación y unión en el aire. - Yo... quiero hacerlo bien, no quiero lastimarte, si quieres que pare o te lastimo puedes decirmelo, amor. - explica con nervios y ansiedad en su pecho.

- Estaré bien, cielo. - asiente Louis, sintiéndose más relajado y seguro al ver el deseo y amor en los ojos de su pareja.

Harry tragó duro y con sus manos temblorosas, abrió delicadamente las piernas del omega para colocarse entre ellas.

Louis soltó un jadeo, sintiendo su lubricante salir de su entrada mientras Harry se acercó a su rostro al suyo y lo besó una vez más para transmitir más seguridad antes de dirigir sus dedos a su entrada.

- Voy a cuidar de ti, girasol. - promete en voz baja contra los labios del chico, haciendo contacto visual con él, sabiendo lo importante que era que su omega se sintiera conectado y seguro con él en un momento tan importante como ese. - Relájate, amor. - murmura antes de comenzar a preparar al omega con sus dedos, siendo lo más dulce y delicado que le es posible.

- Harry. - suspira Louis recargando su frente en el hombro, sintiéndose totalmente sensible, apretando la sabana del nido entre sus manos y apretando igual sus muslos en la cadera del alfa.

- Te haré sentir bien. - murmura Harry contra su oído, sin dejar de mover sus dedos en el interior del omega, respirando profundamente su aroma, totalmente cegado por él.

Louis gimió, mordiendo su labio inferior por la vergüenza de ello y retorciendo sus caderas contra los dedos de su alfa.

- Hazlo de nuevo. - pide Harry completamente excitado, moviendo más sus dedos. - Quiero oírte, amor. - agrega mirando a detalle el rostro del omega.

Louis gimió de nuevo, deseando algo más.

- Harry, por favor. Más. - ruega el castaño desesperado.

- ¿Quieres hacerlo ahora? - pregunta el alfa, sintiéndose igual de desesperado.

- Si, si. - suspira el omega abriendo un poco más las piernas.

Harry sintió su corazón acelerarse por unos segundos, sacando sus dedos del interior de su omega con un nudo en la garganta por los nervios.

- ¿Estás listo? - cuestiona el rizado tragando en seco, con las pupilas dilatadas, mirando con admiración y deseo a su omega.

Louis asintió, mojando sus labios en espera de algún movimiento de parte de su alfa; su respiración se atoró en su garganta y sus ojos se cristalizaron, cuando sintió al alfa comenzar a entrar en él con lentitud, mientras miraba con atención cada unos de sus los gestos.

- Hazz. - jadea Louis sintiendo sus ojos cristalizarse y las lágrimas bajando por sus mejillas.

- Está bien, amor. Esta bien. - murmura Harry tomando las manos del omega para entrelazar sus dedos, poniendo sus manos justas a los costados de la cabeza del castaño, para sostenerse.

- Oh, Harry. - gime el castaño escondiendo su rostro en el cuello de su pareja, adaptándose a la intromisión y tamaño de su alfa.

- Eres tan bello, mi amor. Lo estas haciendo bien, omega, recibiendome tan bien. - susurra Harry dulcemente, esperando a que su omega estuviera listo. - ¿Quieres que me mueva? - pregunta suavemente.

- Si. - suspira el castaño asintiendo, sacando su rostro del cuello de Harry, para mirar a la cara a su alfa.

El alfa movió sus caderas con suavidad, sacando un gemido del omega con excitación, motivandose a ir más lejos con sus movimientos, estableciendo al inicio un ritmo suave y lento, pero satisfactorio para ambos, sin dejar mirar el rostro de su omega, admirando lo hermoso que lucía Louis con sus mejillas sonrojadas, ojos cristalizados, labios brillantes, ligeramente rojos e hinchados por estar mordiéndolos; pero sobre lo que más amaba Harry era lo bien que sentía complacer al castaño, quien soltaba leves jadeos y gemidos con cada movimiento de cadera, haciendo sentir a su alfa orgulloso de alguna manera muy especial.

- ¿Te sientes bien, amor?- pregunta Harry con su voz grave, recargando su frente en la de su pareja y apretando el agarre de sus manos, sin detener el movimiento de sus caderas.

- Alfa. - gime el omega en respuesta con la voz aguda, mordiendo su labio inferior de nuevo para callar sus sollozos.

- Omega. - responde el alfa en un gemido grave, moviéndose con un poco más de fuerza en el interior del chico. - Quiero oírte. No te calles, amor, por favor. - pide desesperado soltando las manos del omega, para colocarlas en sus caderas y moviendo su rostro hacia la fuente de aroma de su pareja, anhelando algún día poner su marca en aquel hermoso, suave y brillante lugar.

- Oh, amor. - jadea Louis fuerte, colocando sus manos en los hombros del alfa para sostenerse y sentirse más cercano a su pareja. - Harry. - llama, enredando sus piernas en la cadera del alfa, amando lo sensible que sentía su piel en la zona de su cuello, donde el rizado estaba dejando pequeños besos.

- Mi pequeño omega, tan sensible y hermoso. - murmura Harry contra su cuello, llevando una de sus manos al miembro del chico para estimularlo, amando con locura los sollozos de placer de su pareja.

- Alfa, yo... - dice Louis sintiendo un cosquilleo recorrer su cuerpo y una tensión en la parte baja de su estómago. - Mi alfa. - gime en alto, cerrando los ojos con fuerza y sus labios ligeramente abiertos, llegando a su orgasmo, manchando a ambos y arqueando su espalda.

- Louis. - jadea el alfa, tensando su mandíbula, acelerando sus embestidas en busca de su propia liberación.

- Por favor, alfa. - solloza Louis sensible, girando su rostro, dejando al descubierto su cuello de manera inconsciente para su alfa, deseando y esperando por algo más.

- Mi omega. - gime Harry en alto, alcanzando su orgosmo, con su nudo formándose en el interior del omega sintiendo un ligero cosquilleo en sus dientes cuando su mirada se fija en el cuello del chico, ansioso por hacerlo y dejarse guiar por su alfa, pero reprime aquel impulso y en lugar es eso, busca los labios de Louis para besarlo apagando el deseo de su alfa.

Louis siente algo de decepción por eso, pero sabiendo en el fondo que aún era el momento para ser marcado por su alfa, por más que lo deseen ambos.

- Te amo. Te amo mucho, mi girasol. - susurra Harry dejando pequeños besos tiernos por todo el rostro del omega, esperando a que el nudo baje por completo.

- Te amo demasiado, mi amor. - responde Louis con una sonrisa en su rostro, sintiéndose totalmente amado por su alfa.

- Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, girasol. - confiesa el alfa sincero, acariciando el rostro del omega con delicadeza.

Louis sonríe más de lo posible, antes de besar a su alfa de nuevo, con una calidez total que se establece en su pecho, que le hace saber que a Harry que el sentimiento es mutuo sin tener la necesidad de decirlo.

Porque ellos no necesitaban estar enlazados para sentirse de esa manera tan única de pertenecerse él uno al otro, con su amor era más que suficiente y una marca de unión tan solo complementaria su amor, no lo define.

Ese es el amor de Louis y Harry, no necesitan más en esta vida.

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